• Excursión 1463. 9 Marzo de 2023. Jueves.
Los Silos. Lomo Las Moradas. El Palmar.
Municipio: Los Silos. Buenavista
ENP: Parque Rural de Teno
De 11.48 a 17.15h. De 100 a 870 a 510m
Distancia: 9,7k. Duración: 5h 23m.
Completo el recorrido de la arista de la loma de Las Moradas comenzado en la excursión 1460. Subo por el PR desde Los Silos hasta cerca de Las Moradas de Abajo y campo a través asciendo por placas rocosas hasta la arista de la loma. Subo por ella en una travesía incierta y emocionante pasando innumerables degolladas y picos hasta una pista por la que sigo hasta la pista Monte del Agua, la recorro en parte y desciendo hacia El Palmar con una visita final a un risco (Constantino) cerca de El Palmar
Vuelvo a Los Silos para completar el recorrido del Lomo Las Moradas, la loma que separa el barranco de Los Cochinos del de Los Pasos/Blas. En la excursión 1460 logré subir desde Las Moradas hasta la cresta de la loma y después bajar por ella, hoy lo voy a intentar hacia arriba. He estado estudiando con mucho detenimiento el recorrido, en el visor del Gobierno de Canarias, tanto con mapas detallados (Mapa Topográfico Integrado) como con fotos satélite. No me acaba de quedar claro que se pueda, tampoco que sea imposible. El desnivel no es muy grande, unos 200 metros, pero hay un pico que puede ser un desafío.
Voy en guagua hasta Los Silos y me bajo en la calle Susana donde empieza el sendero a Las Moradas. Después de un tramo con casas empieza, a la derecha, el sendero, bien señalizado. Subo, de entrada, muy despacio, cansado antes de empezar. Cuando cruzo el canal (doble tubería de cemento) ya me voy animando. Después de los dos tramos en zigzag cuando el sendero vuelve a cruzar (250m) el cauce de un barranco pequeño (Las Moradas) para ir por la derecha del cauce es por dónde me dijo un hombre, que encontré la semana pasada (excursión 1461), que hay un sendero para subir a la cresta. Este hombre me dijo que era un sendero que usaban los cazadores en la época de caza (en verano) y que ellos lo abrían si estaba cerrado, y que, puede que ahora esté cerrado. No obstante, yo lo voy a intentar. Tras el puente veo un sitio a la derecha que, con mucho esfuerzo y paciencia logro trepar. Es una pared bastante vertical muy cubierta de plantas, tras subir a una plataforma ancha, después de diez minutos de trepada, desisto, todo está cubierto de grandes tabaibas, no tengo la sensación de que vaya ningún camino por aquí. Lo dejo. Por otro lado, yo ya sé por dónde subir a la cresta de la loma.
Hoy el tiempo está despejado. No como la semana pasada que había mucha niebla y no se veían los picos de esta creta. La semana pasada vine a subir la cresta pero tuve que desistir por el mal tiempo.
Vuelvo al camino y unos veinte metros antes de la última curva (tras ella hay una recta que lleva a Las Moradas), y tal como hice en la excursión 1460 (se tardan unos 45 minutos en subir desde Los Silos hasta aquí), empiezo a subir por una placa rocosa que sale en oblicuo y entre jaras, lenguas de pájaro, tabaibas y verodes, plantas no complicadas de atravesar, voy subiendo por placas rocosas, rocas, salientes rocosos hasta el risquito, un frente rocoso de unos diez o quince metros de ancho. Lo rodeo por la derecha y ya encaro un pico, uno que sobresale del perfil de la cresta. La subida desde Las Moradas hoy la hago con más seguridad, más deprisa. Tras el risquito voy encontrando la manera de subir por el lado izquierdo del pico (625m). Hay que trepar algo, pero, en general, sólo se trata, de ir recto hacia la izquierda del pico. Me parece más fácil de lo que había imaginado. Tras pasar el pico llego a una degollada (620m, degollada 1). Sin mucha vegetación puedo subir otro pequeño pico y llego a otra degollada (610m, degollada 2), es terreno rocoso con vistas estupendas a los dos grandes barrancos, agradable y sencillo de recorrer, todo va estupendo. Ahora viene una ligera pendiente para subir a otro pico, un poco más alto que los anteriores y sin muchas plantas que me impidan ascender. El día sigue despejado.
Cuanto más avanzo en esta creta más emocionado me voy poniendo. Tras esta subida llego a una llanurita (degollada 3, 650m). Con algunas rocas y fácil, demasiado fácil de recorrer, tengo la sensación de que voy por un sendero, sólo la sensación. Ahora sigue una subida con bastante vegetación, afortunadamente no es larga, después paso un pico y llego a otro collado (degollada 4, 670m). Es un llano corto y ahora la siguiente pendiente está muy tupida de brezos, fayas y laureles con jaras y lengua de pájaro, más algún que otro madroño. Es un paso complicado. Tengo que ir luchando con las plantas y, de nuevo, tengo la sensación de que existe un sendero que zigzaguea entre las plantas. No está totalmente tupido de plantas, hay un hueco, se puede progresar, aunque con mucho trabajo, uso mi cuerpo de ariete.
La primera subida por terreno denso plantas no es muy larga y pronto llego a otra degollada (degollada 5, 710m). Esta es muy pequeña. Enseguida me vuelvo a enfrentar a otra pendiente (con menos grado) pero con muchas plantas. Pero aquí la cosa, de repente, mejora cuando veo que lo que sigue va por un filo rocoso, sin plantas, por donde puedo subir con mucha más facilidad (a la derecha de este filo hay un buen abismo). Las vistas son fantásticas, pero yo apenas las puedo disfrutar, voy en vilo. No dura mucho la parte rocosa. Vuelvo a meterme en el bosque, con árboles más altos y llego a una zona algo más llana (750m, “degollada” 6) que va a dar a una pared rocosa lisa y muy vertical. Imposible de subir por ahí. Hay un senderillo por la base de esa pared rocosa lisa. Lo sigo hacia la izquierda, sólo me lleva a una zona con muchísima pendiente. Regreso hacia la derecha, paso el sitio por donde he accedido a la base de la pared y entonces, mágicamente, encuentro una canal que sube en oblicuo, hacia la izquierda y por dónde puedo superar la pared lisa y rocosa. No puedo estar más contento, no me puedo sentir más listo. Tras superar la pared después viene una cuesta por la ladera, boscosa que con calma puedo ascender, de un pico alto (Pico de los Villanos, 780m). Empiezo a tener la sensación de que lo voy a lograr. Pero todavía no me puedo relajar. Esto es un mundo. Paso a la izquierda del pico.
Después del Pico de los Villano viene una ligera bajada y la travesía por la derecha de una cresta muy rocosa, a la que no me encaramo. Es complicada de atravesar y me lleva a otra degollada (degollada 7, 770m). Por aquí hay un paso por un sitio estrecho y afilado. Me siento volando cuando lo recorro. Después de este filo viene otra subida y la última degollada (la 8, 770m). Y ya desde aquí puedo divisar la hendidura en el terreno, por encima en la ladera, que delata la presencia de una pista, que es donde va a dar esta cresta. Vuelvo a tener que subir otra pendiente, pero con vegetación menos densa y después un largo paso por un sendero bastante llano que me lleva hasta una gran roca y un espacio llano, y justo detrás de la roca ya está la pista (810m). Todavía hay otro pico (Alto Salto Báez) por encima, pero la pendiente es prohibitiva. Sigo por la pista hacia la derecha. La pista va en ligera subida. He tardado unas dos horas en la travesía por la cresta. No me lo puedo creer. No se me ocurre una actividad más emocionante y completa que esta. Ha sido un verdadero tour de forcé.
La pista va en ligera subida, pero para mí es un paseo triunfal. La pista está bastante cubierta por laureles y otros árboles y todo el rato voy rememorando las partes más complicadas. El día está soleado y muy agradable. La luz se filtra entre las ramas de los árboles y aprecio cada detalle. Todo es un gran regalo. Voy en una nube. No tengo claro cómo voy a seguir. Cuando llego, tras diez minutos largos, a la pista del Monte del Agua (850m) decido seguir hasta El Palmar. En la pista los pájaros cantan. El día está muy alegre. Recorro la pista que va en ligera bajada y me pongo a comer aflojando el paso, no paro a comer. No quiero parar. No tomo un atajo que hay más adelante y cuando llego a la desviación para Talavera (PR 52.1, 800m) me meto por ella. Bajo por el sendero y en menos de cinco minutos me desvío a la izquierda por una pista y abandono el PR 52.1. El PR 52.1 es un bello sendero, pero es muy esforzado. Yo prefiero algo más suave y esta pista lo es. Baja repartiendo el desnivel y hay una zona con rocas y eucaliptus donde hay una vista estupenda del valle de El Palmar. Además, es primavera y muchas plantas están en flor y resulta muy agradable por el olor y los colores. Voy todo el rato disfrutando. Los cerrajones con sus flores amarillas son las plantas que destacan. Sus flores amarillas grandes.
Confluyo con un PR (620m), el que va a Talavera. Hay un risco (Constantino) a la derecha con pinos en lo alto y con una ladera muy vertical por la izquierda. Es un risco muy fotogénico y ya otras veces me he fijado en él. Hoy, animado, voy a intentar subirlo. Avanzo unos cien metros por el camino (el PR) y me salgo, por la derecha, entre plantas bajas y llego a una zona llana con pocas plantas. Desde aquí empiezo a subir por un sendero que va enroscándose entre las plantas y subo a una zona con pinos y sigo por el borde, por el puro borde con una buena caída por la izquierda. Me gusta. Es una zona rocosa y segura para caminar. Avanzo hasta otra pequeña degollada y subo hasta la parte más alta del risco (Constantino) que tiene vistas hacia la derecha y hacia la izquierda. Parece que por la derecha se puede bajar, aunque la parte última antes de bajar a una zona llana está llena de vegetación. Y, desde luego, por delante no puedo continuar, es muy vertical. No me puedo sentir mejor en lo alto del risco, casi un pájaro. Regreso por dónde he subido y después bajo por el camino (el PR) y en unos cinco minutos llego al núcleo de El Palmar. Entro a un bar (restaurante El Palmar) y pido un par de botellas de agua. Un hombre se me acerca y me pregunta si yo he estado subido al risco y va y me muestra unas fotos que ha hecho. Soy yo por el puro borde del risco. Me dice que estaba en su terreno y vio algo por arriba, que le pareció un árbol, pero que cuando se empezó a mover ya vio que era una persona. Apenas se me distingue en lo alto del risco. Me dice que hay un camino que baja por el otro lado (por donde yo pensé) pero que está tupido de zarzas abajo. Me habla de otros senderos de cazadores, él lo es, y que algunos se han perdido porque ya nadie va de caza. Le doy las gracias por mostrarme las fotos, pero me falta decisión para pedirle que me envíe las fotos a mi móvil.
En la carretera no tengo que esperar mucho a una guagua. Una guagua pequeña que viene muy llena y en el que algunos pasajeros robustos ocupan mucho más sitio que sus asientos. Me gusta este masaje humano para terminar con buena nota una excursión tan buena como esta. Todavía tengo que tomar otra guagua, la 363, que me lleve de Buenavista hasta Los Realejos.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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