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• Excursión 1579. 9 Mayo de 2024. Jueves
Montaña Samara. Calzada Hernán Pérez. Pista Cortafuegos de Garachico. Genovés. Icod
Municipio: Garachico. Guía. Santiago. Icod
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide
De 11.13 a 18.35h. De 1865 a 2000 a 170m.
Distancia: 22,3k. Duración: 7h 22m.
Recorro desde la montaña de Samara viejos senderos de pastoreo guiado por hitos. Cruzo el gran pinar de la parte alta de Icod por pistas. Después atravieso zonas rurales de escasa actividad en la zona de influencia de los alisios. Recorro caseríos pequeños hasta la carretera general del Norte por la que regreso a Icod
Para cambiar un poco del terreno donde me he movido últimamente (Adeje, Arico y Anaga) voy a intentar recorrer un sendero por la parte alta de Garachico, en las faldas del Teide, sendero al que se accede desde la montaña Samara. Ya he recorrido uno que va en paralelo al que quiero hacer (excursión 1429) y otro que descubrí tratando de hacer el que quiero recorrer hoy (excursión 1437). Son senderos de montaña por los 1900 metros de altitud que están definidos por multitud de hitos que guían por el terreno sinuoso de la alta montaña por donde hay pinos, codesos, muchas corrientes de lava y una orografía mareante que impide visiones amplias y va uno encerrado por el bosque y las lavas.
Voy en coche hasta Icod y tomo la 325 en la estación de guaguas hacia Puerto Santiago. Esta guagua viene del Puerto de la Cruz y su horario no es exacto, suele pasar por Icod hacia las diez menos cuarto. No hay que confundirse con otra 325 que suele pasar un poco antes y que va hacia el Puerto de la Cruz. El trayecto lo hago escuchando música de género ambient del grupo The Orb que comienza con una canción famosa “Fluffy Clouds”. Al empezar a bajar el Puerto de Erjos y después de la vista del volcán de Bilma me sorprenden y me encantan las laderas cubiertas de bejeques en flor, son un espectáculo. En Tamaimo me bajo y llamo a un taxi que tarda unos diez minutos en aparecer, viene de la costa. En el trayecto hacia Chío veo como La Gomera está rodeada de una capa baja de nubes, que deja visible su parte alta, lo contrario de la usual boina que cubre la isla por influjo de los alisios. Y más me sorprende la vista de La Palma, también con nubes bajas ocultando la costa y dejando bien visibles sus dos grandes petas. Desde aquí se la ve tan cercana, desde mi casa en Tacoronte también las he visto estos días claramente, pero están mucho más alejadas. Después de Chío veo que también hay mucho bejeque en flor hasta la desviación a Chirche. Los bejeques están perfectamente adaptados al clima y a la orografía de Tenerife. Les va estupendamente. Pueden crecer incluso en la escoria volcánica y en cualquier terreno abandonado por la agricultura. También me gusta el paso por el pinar de Guía, a ritmo lento por los coches conducidos por turistas. Sin decir ni media palabra me deja en un mirador al lado del volcán de Samara (32.50€).
Con nubes altas, algo protegido del sol, empiezo a caminar por un sendero señalizado (PN 13) que va en paralelo a la carretera por delante de un grupo numeroso de rusos que han estado charlando delante de un cartel del parque nacional. En ligera subida y firme arenoso empiezo despacio con las dos mochilas y mucha agua. Alrededor pinos dispersos, retamas y codesos. En unos 400 metros encuentro y me meto por un sendero (atajo) a la izquierda que en unos dos minutos me lleva a otra sección del mismo sendero PN 13 por el que sigo en ascenso a la derecha. Pensaba que tendría que haber hecho esta conexión campo a través y el atajo me lo ha puesto muy fácil. Con bastante retama alrededor continúo subiendo despacio, la pendiente es considerable, al acecho de una desviación a la izquierda que debería estar en los 2000m aprox. de altitud. Subo por la ladera de un volcán (Botija).
Pronto encuentro mi desviación, tiene un grupo de piedras delante. Es un sendero bastante claro por terreno rocoso, el sendero llanea. Las cosas han empezado bien. En unos 400 metros atravieso una pequeña loma (Volcán de las Maretas) que recorrí en otra excursión (la 1429). El sendero desciende un poco para atravesar el cauce de un barranco. Remonto y en la siguiente loma (una vieja corriente de lava) me trabo un rato pensando que puede ser por donde me debo desviar a la izquierda, pero no, no es por ahí. A la izquierda hay un inmenso campo de escorias volcánicas, parece un mar de oleaje petrificado, impresionante, es imposible que por ahí vaya ningún sendero. Por fin me doy cuenta. El sendero vuelve a descender por una zona caótica de rocas y sigue por la base de una pared no muy alta por donde empiezo a ver escobones y codesos en flor aromáticos. El olor del codeso va a ser lo mejor de esta excursión, es sutil, intenso y se me va a quedar en las fosas nasales hasta el día siguiente, qué suerte. Un olor con un ligero toque a canela. El sendero está invadido de escobones, va por la derecha del mar de escorias oscuras, hecho de olas picudas altas. Voy muy atento a una desviación a la izquierda que no debe estar muy lejos y unos 400 metros después de la última loma y ya alejado del campo de lavas la encuentro. Grupos de hitos señalan la desviación (1925m), no esperaba algo así. En otra excursión (la 1429) seguí recto por la base de una ladera y no me acordaba en absoluto de estos hitos. Ahora que estaba buscando la desviación no ha sido difícil encontrarlos.
Por un terreno de pinos dispersos, con algunas retamas y codesos y en ligera bajada y totalmente guiado por hitos voy siguiendo el recorrido del sendero. Este sendero no es nada obvio, si no tuviese los hitos sería imposible de seguir. Me imagino que es un viejo camino de pastores que traían por aquí sus rebaños y serían los perros los que se “acordaban” del camino. Y no sé si con un dispositivo gps se podría seguir, no sé si por aquí se recibe la señal (sí se recibe). El terreno no es nada llano, con muchos surcos, lomitas, corrientes altas de lava, mucha pinocha cubriendo el suelo y sólo en contados tramos el sendero va por un surco claro. Lleva una cierta dirección, pero con muchas oscilaciones y debe tener un buen trazado porque en ningún momento tengo que bajar o subir por sitios complicados, todo fluye muy suavemente. El hecho de tener que ir siguiendo los hitos me produce un cierto estrés y tengo que hacer un esfuerzo por relajarme y poder disfrutar de este entorno tan maravilloso con el olor del codeso. No hay vistas amplias, voy por dentro del pinar, mi único asidero son los hitos. En general, están bien puesto y no tardo mucho en ver el siguiente. Después de bastante rato paso al lado de un pequeño refugio, dos pequeñas paredes de piedra y una piedra central como para sentarse y poco después cuando dejo de ver ya hitos resulta que ya veo una pista, la pista que debería estar al final del sendero. Bien. Doble bien. Llego a una pista (Dos Hermanos, 1790m) no exactamente por el sitio que viene en el mapa (OSM), sino más a la derecha. Ahora debo seguir a la izquierda, pero sólo por comprobarlo me echo a la derecha para chequear por la forma de las curvas que es la pista correcta. Lo compruebo llegando al final de la pista. (El track de la excursión no se corresponde exactamente con mi recorrido, el sendero da más a la izquierda de la pista de lo supuesto). La longitud del sendero que he seguido con los hitos es de unos 1.300 metros.
El día sigue estupendo, con nubes altas, y aquí en la pista puedo tener una vista un poco más amplia del entorno y de algunos volcanes lejanos. Regreso después de comprobar que es la pista y vuelvo a pasar por donde accedí a ella y enseguida la pista rodea una lengua alta de lava describiendo una gran uve. Aquí, unas tres horas después de empezar (14h), me quedo a comer. Me asombra cómo se me pasa, como pasa el tiempo recorriendo estos senderos de montaña. También en las otras dos excursiones por la zona (la 1429 y la 1437) también tuve que seguir senderos con hitos.
Tras la comida sigo por la pista que va en ligera bajada. A la mitad de la siguiente recta veo a la derecha unas grandes piedras y unos puntos blancos indicando que empieza un sendero. Como la pista es sólo un poco más de recorrido y seguramente ese sendero va a dar a la pista sigo por ella. Efectivamente, tras la recta y recorrer, hacia la derecha, un tramo en forma de uve, una curva pronunciada que rodea una depresión del terreno llego al sitio por donde supuestamente debería ir el sendero que vi antes, aunque no veo ninguna marca, pero sí veo a la izquierda marcas e hitos (1730m) que me indican un sendero. Pensaba haber seguido por esta pista hasta otro sendero, sin pensármelo mucho me meto por el sendero que acabo de encontrar. Es muy parecido al otro que he hecho siguiendo hitos. La diferencia es que por aquí la vegetación es más densa y el camino todavía parece más caprichoso y en algunos lugares los escobones ocultan los hitos. Paso cerca de grandes corrientes de lava. Tras unos 750 metros el sendero se desvía de lo alto de una loma para bajar por una ladera y llegar a un espacio amplio (1680m), una gran cañada algo inclinada. Nada más llegar reconozco el sitio, es por donde terminaba el sendero que hice en la excursión 1429. Entonces me trabé bastante por la continuación, pero di con la solución, y es que ya no hay más hitos, desaparecen completamente. Aquí sigue uno que puse yo entonces y que me indica por donde tengo que seguir. Se trata de ir por la izquierda de este gran llano, veo marcas longitudinales ¿ruedas de bicicletas? Sigo por el llano entre una ladera a la izquierda y una montaña a la derecha (Montaña de Arriba de Iferfe). Poco a poco voy reconociendo una pista (Dos Hermanos) y cuando hace una curva brusca a la izquierda me salgo por la derecha y empiezo a rodear la montaña (Arriba de Iferfe) por una parte arenosa y uniforme por donde pronto encuentro un surco, un sendero, que me lleva tras una parte llana a bajar por la ladera de la montaña a una pista importante de montaña (la BC-1/Pista Montaña Cascajo, 1600m).
Ahora la excursión ya está amortizada. Ya he hecho lo que quería recorrer. Pero claro estoy donde cristo perdió el mechero, y me falta un “buen trozo” para volver a la civilización. Tengo muchas alternativas, pero ya he planeado más o menos por donde regresar. Voy a descender por una pista que baja muy recta hacia el Cerro Gordo (Icod de los Vinos). Y me voy a guiar con unos mapas que he impreso exprofeso para la excursión. Es el mapa topográfico 1/20000 de Grafcan con todos los senderos y pistas de OSM.
Al llegar a la pista tuerzo a la derecha. El firme es regular y puedo dejar de mirar el suelo. Tras unos cinco minutos paso una desviación (a la izquierda), una pista estrecha. Sigo por la pista principal y tras otros cinco minutos llego a una bifurcación señalizada (1540m, a la derecha va la pista el Bujero). Ahora sí me desvío a la izquierda y empiezo a descender ligeramente por un pinar agradable donde los pinos no están muy juntos, sigo yendo por la pista BC-1. En unos dos o tres minutos elijo a la derecha en una bifurcación (1520m, Pista Arenas Negras a la izquierda). Y enseguida en otra bifurcación muy cercana elijo a la izquierda abandonando así la BC-1. Esta pista de tramos muy rectos es la pista Cortafuegos de Garachico. Aunque la subí una vez desde la Montaña Gorda apenas me acuerdo de ella. En general, el entorno es muy uniforme, con pinos a ambos lados y algunos arbustos y plantas, pocas, en el sotobosque, lo mejor es la presencia de codesos con flores aromáticas. De pendiente bastante constante excepto en un par de sitios por donde el firme es mucho más pedregoso. Tras unos 2 km llego a un canal (Vergara) y una pista del mismo nombre (1340m). A la izquierda y un poco por arriba está una montaña (Bencheque/Cruz del Niño) que para mí tiene algo de especial, cuando miro desde mi casa (en Tacoronte) destaca en el perfil de la isla. Me echo a la izquierda por la pista de Vergara y enseguida a la derecha para continuar bajando. El siguiente tramo tiene una gran pendiente y baja un gran desnivel (Riscos de Gabino) con varias curvas y buenas vistas sobre el pinar. Abajo, como unos cien metros de desnivel más abajo, cruzo una pista (Bencheque) y sigo recto por la pista cortafuegos.
A partir de aquí cambia la vegetación, empiezo a ver fayas y acebiños, que me parecen un lujo después de ver lo que les pasó a las fayas y acebiños de otros pinares de la isla, los que fueron abrasadas en el incendio de agosto del año pasado. Los aprecio más, me parecen objetos únicos, preciosos, así como los brezos, hermosos. Y cuanto más bajo más húmedo es el entorno y más plantas hay en el sotobosque. Después de caminar como un km y medio llego a una pista (1090m, Fuente Santa), ya muy cerca del Cerro Gordo. Tuerzo a la izquierda y en menos de cien metros giro a la derecha para empezar a bajar por una pista (María Chasnera) que va ganando en pendiente a medida que la recorro. Es todavía un terreno más húmedo que antes, más cerrada la vegetación por los lados. La pendiente llega al 40% en algunos tramos. Empiezo a ver tojos, una planta invasiva de las fabáceas con unos pinchos respetables. Esta pista sólo la había recorrido una vez y en subida con lluvia, con buen tiempo y en bajada parece otra, más exótica. Lo que me gusta también de esta pista es que parece muy poco transitada, incluso estrecha en algunos tramos, y con otros tramos empedrados. En los 960m cruzo un cortafuegos por donde van cables eléctricos. Me meto a la izquierda por el cortafuegos, subo una laderita con mucha pendiente sólo para tener una vista profunda del bosque, el cortafuegos corta el bosque como un cuchillo, aunque no es algo que se pueda transitar, tiene muchos obstáculos y está lleno de plantas. Vuelvo a la pista María Chasnera y sigo bajando. Ahora ya voy más a menudo el mapa de la zona para ir planeando por donde seguir con antelación.
Poco después de volver a bajar por la pista cruzo otra pista que creo sólo lleva de nuevo al cortafuego. En menos de cinco minutos llego a una bifurcación y tomo a la derecha (Camino la Banda). En cien metros al encontrarme con otra bifurcación elijo a la izquierda. Según he estado mirando en el mapa a la derecha no hay salida (Estaba equivocado por aquí va el tramo final de la ruta del Agua que empieza en La Guancha y llega hasta San Francisco de la Montañeta). Todavía es todo puro campo y muy cerrado de arbustos por todos lados. Pronto empiezo a pasar al lado de fincas valladas, algunas con nombres pomposos. Comienza el asfalto. Tras unos 500 metros desde la última bifurcación llego a una carretera. En este cruce es donde veo a la primera persona durante toda la excursión, no se puede decir que los espacios naturales estén masificados. Cruzo la carretera con algo de tráfico y sigo por una pista que lleva al portón de una finca pero que después lo rodea y sigue bajando. De firme muy pedregoso. Ha llegado ahora para mí ese momento dulce de las excursiones en que todo me interesa y tengo unas ganas tremendas de, cada vez más intensas, ver más cosas diferentes según bajo por este terreno mixto de fincas y bosques de laurisilva. Voy pasando la entrada a fincas muy aisladas, lo digo por el firme desastroso de la pista, no como antes que los dueños acceden por asfalto. Y tras pasar dos o tres fincas la pista se cierra bastante rodeada de tojos y brezos. Voy en bajada y esto no es nada cansado. Tras unos 400 metros confluyo con una carretera asfaltada, y más abajo veo grandes espacios despejados con enormes muros de piedras, por aquí ya hay menos laurisilva. En una bifurcación muy cercana (700m) tomo a la derecha y sigo bajando.
Durante esta última parte de la bajada me he metido dentro de una capa densa de niebla que cubre todos estos parajes. Debe ser usual por aquí. Comienzo a ver una cierta actividad y más casas residenciales por la zona y llego a la autopista del norte que corta como un cuchillo el paisaje. Me resulta incongruente ver pasar a los coches muy deprisa desde este entorno rural. La autopista, eso sí, está totalmente aislada, y sólo se puede acceder a ella por sus accesos al principio y al final y por Icod. La cruzo por debajo, por un túnel por donde no me resisto a gritar para escuchar mi eco. Nada más salir llego a un barrio de Genovés: Lomo León. Son casas pequeñas, cuidadas, a los lados de la calle (Lomo León), muy cerca de la carretera general del Norte me desvío en una bifurcación a la derecha y sigo por la calle Camino Real hasta que salgo enseguida a la carretera general. En una parada próxima consulto los horarios de las guaguas, cuando me entero que en los próximos 60 minutos no hay servicio decido seguir caminando hasta Icod. Me gusta la idea de volver caminando al sitio donde dejé el coche en Icod. Es como un juego. El juego va así: primero yo me alejo todo lo más que puedo de donde dejé el coche por todos los medios posibles: guagua, taxi y desde donde me deja el último vuelvo caminando, es un juego fantástico. Y aquí estoy para poder completarlo.
Me gusta ir por esta carretera general con mucha curva y vistas elevadas sobre la parte costera, hacia las fincas de plataneras entre El Guincho y San Marcos. También me gustan las casas que bajan por la ladera (hasta un punto) por debajo de la carretera general formando pequeños barrios. Es un terreno de muchísimo desnivel y muy caótico donde veo muchas huertas y casas en calles sin salida. Por debajo está un espacio natural: el Paisaje Protegido del Acantilado de la Culata. Con muchos tramos con aceras puedo ir sin peligro y mirando toda esta distribución de casas y huertas en torno a la carretera en esta carretera tan sinuosa. Tras unos dos kilómetros muy entretenidos por la carretera en el caserío de Las Canales abandono la carretera y me meto por una calle lateral a la izquierda (Camino Los Lavaderos, 310m). Hace honor a su nombre, tiene unos lavaderos de muchos lugares, uno con agua. Después atajo la carretera. Por aquí tengo una vista muy buena del drago milenario de Icod, es realmente enorme, acostumbrado a ver dragos en mis excursiones este es además de enorme muy proporcionado. Entro a Icod por una parte antigua, la plaza de la Pila y callejeando por esta ciudad animada llego a donde dejé el coche al lado de un espacio deportivo (calle Las Granaderas)
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Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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