• Excursión 87. 22 Diciembre de 2013. Domingo.
Barranco La Mina/La Cantera.
Municipio: Santa Úrsula.
ENP: Paisaje Protegido Costa Acentejo
De 16 a 17.30h. De 160 a 30 a 160m.
Distancia: 1,2km. Duración: 1h 30m.
Recorrido por el barranco de la Mina hasta su desembocadura y vista del roque del Cagado, pero sin alcanzarlo.
Vuelvo al final de Camino del Mar en Santa Úrsula. Mi objetivo es alcanzar el roque del Cagado. Cristo, un joven con el que hablé el día anterior, me dijo que en el camino hay un sitio peligroso de 20 centímetros de anchura (un tacón) que al pasarlo el viento puede tambalearte y hacerte caer al agua. Así que estoy un pelín inquieto. El sendero empieza cerca del final de la calle, sale a la izquierda en perpendicular a la calle. (En 2022, estaba un poco complicado de ver, cubierto de plantas). Tras unos sesenta metros llego al borde del barranco de La Mina.
Una vez dentro del barranco y desde arriba ya veo el sendero que continúa por la otra ladera, al otro lado del cauce. El sendero es muy recto, bien marcado y estrecho. Disfruto de cada recodo de la bajada, es especial el paso por una cueva polvorienta y húmeda. La vegetación es muy densa de arbustos, cardones y tabaibas. La bajada es abrupta pero clara. Llego hasta el cauce, donde hay rocas grises, desnudas, y conformadas por el paso del agua, por debajo del paso hay un pequeño salto. Hay charcos de agua, son los restos de agua de la súper tormenta que azotó la isla la semana anterior. Creo que este cauce fue la semilla de un sueño que tuve la noche anterior. En el sueño estoy en el salón de mi casa, una inmensa riada de agua baja entre mi casa y la del vecino, la riada, que arrastra palmeras y árboles, echa abajo la puerta de abajo y amenaza entrar en mi casa, pero yo con el pie en la puerta impido que entre el agua. Sueño amenazante, pero con final feliz.
Paso el cauce y empiezo a subir. Poco después y a unos sesenta o setenta metros de altura sobre el nivel del mar me llega el olor del salitre y del yodo marino. Y el ruido del oleaje. A medida que voy recorriendo el sendero empiezo a atisbar las paredes del otro lado del barranco y de todo el saliente que separa este barranco (La Mina/La Cantera) del siguiente (el barranco Hondo). Las paredes caen verticales hasta el nivel del mar y forman una cueva donde bate el mar con fuerza, La pared vertical de enfrente está formada por capas de estratos horizontales. Están pegados como en un inmenso hojaldre, me impresionan. Abajo el mar ruge y me llegan los golpes de las olas con sonido grave y que hacen retumbar el suelo que piso. Al nivel del mar hay una inmensa cueva que sólo se puede ver desde el sendero. Empiezo a fotografiar como loco, pero, inseguro y nervioso, no sé si seré capaz de de poder captar la belleza salvaje del paredón vertical, los cardones, los estratos horizontales, las tiras verticales de basalto pegadas al mar, las olas batiendo y el mar subiendo y bajando. Salvaje, fuerte. (Yo, mientras tanto y además, estoy escuchando la tercera sinfonía de Gorecki, para darle un poco más de dramatismo a la situación).
Cuando me recupero continúo por el sendero que por momentos se hace muy estrecho y que va pegado a la ladera, voy despacio y con cuidado porque no veo si a mí derecha hay una caída vertical libre o algún tipo de resalte que me pare si me resbalo y caigo. Pero las vistas hacia la ladera de estratos del otro lado se van superando en belleza y eso me hace seguir avanzando y superar mi miedo. Por fin llego hasta un lugar llano y aterrazado (Los Aparejos). Desde aquí y de repente veo el roque del Cagado. Y sí, me recuerda a una cagada puntiaguda que ha caído de pie. Es un roque de unos 60 metros de altura, terminado en punta con un promontorio de base. La terraza a donde he llegado está a unos 20 o 30 metros sobre el nivel del mar, de manera que el roque se eleva ante mí. Me quedo un rato largo admirándolo. El mar bate fuerte y el basalto de su base está brillante y muestra incrustaciones cuando baja el nivel de las aguas. Con el comentario en la mente de Cristo sobre el lugar peligroso y la inquietud del regreso por el sendero estrecho y expuesto no me empeño mucho en encontrar la continuación del sendero hasta el roque. (En otra excursión me dirán unos pescadores que hay bajar por una cuerda desde la terraza y que ellos no van a ese sitio). Y tampoco me hace falta seguir porque desde aquí la vista del roque es espectacular e impresionante. Me tiemblan los dedos de tanto fotografiar y además tengo que controlarme para no meterme en líos por senderos que no veo a donde llegan. Salvaje, muy salvaje. Sin embargo, en el camino, he visto, botellas de cola, colillas, y cartuchos oxidados, es un lugar de paso de los pescadores que van al roque. Decido dar por terminada mi pequeña aventura.
Puede que algún día lo complete, pero me queda más la impresión de lugar temible que tengo que venerar y temer al mismo tiempo. Un buen recuerdo para castigarme en mis noches de pesadilla (A marzo de 2023 no he vuelto a este sitio).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Camino del Mar a Barranco La Mina