• Excursión 780. 10 Mayo de 2018. Jueves.
Aguamansa. Montaña Limón. El Portillo.
Municipio: La Orotava
ENP: Parque Forestal Corona Forestal. Parque Nacional del Teide.
De 11.14 a 16.12. De 1200 a 2288 a 2030m.
Distancia: 16,1km. Duración: 5h.
Subida desde la caldera de Aguamansa por senderos y pistas hasta la montaña Limón, un lugar con fabulosas vistas hacia el Teide y un gran campo de volcanes, aunque no hacia el norte, cubierto de nubes. Después por una pista con mucha curva (ruta 21 del Teide) rodeando laderas de escorias volcánicas llego a la carretera y por ella sigo a toda marcha unos seis kilómetros hasta lograr a tiempo para tomar la guagua
Salgo de La Orotava (10.34h) en la 345 y llego a la caldera de Aguamansa (11.07h, 1200m) donde está nublado como en el resto del Norte. Mi intención es subir por un sendero menos usado hacia la choza de Chimoche en mi camino a la Montaña Limón. Desde el amplio claro dónde me ha dejado la guagua subo (rodeando la caldera por la izquierda). Debería torcer en la segunda pista que salen a la derecha, pero me despisto y sigo hasta la siguiente pista. Después malinterpreto el mapa y voy torciendo a la derecha hasta que me doy cuenta de que me he confundido. En vez de regresar sigo adelante y llego hasta el principio de la pista por donde tenía que haber tomado cuando empecé (la segunda a la derecha). Toda esta descripción es para dejar claro lo complicado que es moverse en el monte, a pesar de mi experiencia y de tener un mapa en la mano. Vale. Ahora, bien ubicado, trato de encontrar el sendero, porque es un sendero y no una pista, que sube hacia la choza de Chimoche, pero no la encuentro, no la veo. Por el sitio por donde tiene que estar según el mapa subo monte a través y cuando me he alejado unos cincuenta metros de la pista entonces me desplazo horizontalmente (a la misma altitud) hasta que doy con el sendero que andaba buscando ¡lo encuentro! La indicación para encontrarlo es que está pasado un llano en la pista (zona de acampada) y 20 metros después de una gran tubería.
Resuelto mis dos problemas ahora sí subo por un sendero bastante claro por el pinar rodeado de brezos, muy interesante, las piedras tienen musgo; es bastante cerrado con algunos tramos más despejados donde entra más luz. El olor es fantástico, es un sendero muy poco transitado que va por terreno rocoso con mucha pinocha (como no pasa gente la pinocha se queda en el suelo) y sube entre los brezos y los pinos con jaguarzos y amagantes. Me gusta mucho subir, y lo hago sin apenas esfuerzo. Llego a una pista (desde esta pista traté en una ocasión traté de encontrar este sendero, era misión imposible, estando en la pista miro hacia abajo y me doy cuenta de que es muy difícil darse cuenta de que por aquí va un sendero, sólo hay un surco corto que sale de la pista y más abajo no hay sendero, sólo se empieza a ver a unos 15 metros de la pista) y tuerzo a la derecha, enseguida llego a la choza de Chimoche (12.08h, 1430m). Ahora subo por un sendero señalizado que va monte arriba. Pronto giro a la izquierda en una bifurcación y sigo subiendo. Tengo la impresión de que han quitado una señal que había aquí, pero sí veo en la subida, después voy viendo marcas desvaídas de PR (blancas y amarillas).
El sendero no tarda mucho en convertirse en una pista amplia y cómoda con mucha pinocha. Todavía bajo las nubes y los pinos puedo subir con mucha comodidad. El olor sigue siendo muy agradable y fragante. Llego a un cruce de pistas donde hay una columna de piedra con la inscripción “Pasada del Fraile” (12.43h, 1640m) y sigo subiendo por una pista que sale enfrente con firme peor pero que pronto mejora. Ahora ya he salido de la nube y todo se vuelve más alegre sin que suba la temperatura significativamente. Un poco más arriba me salgo (12.59h, 1760m) de la pista por un sendero que sale a la izquierda señalizado con unas piedras. Sigo subiendo bajo los pinos con más sombra que sol. El sendero está erosionado por el paso de motos, pero así y todo es muy cómodo de caminar porque la tierra está suelta, blanda y esponjosa. Más arriba (1870m) hay vistas estupendas a la montaña de enfrente, en la otra ladera del barranco (voy subiendo por el borde de un barranco, La Vera o del Llano de la Rosa). Es una montaña de arena rojiza y negra pelada de vegetación, es pura zahorra formada por muchas capas. Veo parapentistas hacia el otro lado también, y hacia abajo el mar de nubes lo cubre todo. El sendero va un buen rato por el borde con vistas diáfanas. Entonces llego a una zona con mucha vegetación (alhelíes, retamas, codesos, yerba pajonera) con pendiente fuerte. Y me encuentro con un tramo absolutamente liso y claro marcado por piedras, pero dura muy poco y entro en un retamar denso. Por aquí debe haber una bifurcación para rodear la montaña Limón o subir a ella, pero hay tanta retama que no veo nada, sí veo hitos más o menos sepultados o escondidos por la retama y siguiéndolos logro subir hasta lo alto de la montaña Limón (13.52h, 2013m).
Esta montaña sobresale en esta ladera y la vista es fantástica: del Teide, de los pequeños conos (Montaña Marqués, Montaña La Zarza, Montaña Los Atajos, Montaña Los Mallorquines, Montaña Los Pastelillos, Montaña Caramujo) diseminados por la ladera, en dirección al Teide, las laderas cobrizas por las flores amarillas brotando, el mar de nubes que cubre todo el Norte, el verde de la yerba pajonera y el verde (diferente) de las retamas. Aquí en la cima están dos parejas de turistas, cada una en un rincón y no se hacen notar, un saludo, de lejos, sólo. ¡Qué lugar! Delante hay otra montaña, donde según Wolfsperger, hay una vista estupenda del valle de la Orotava, pero hoy con las nubes no se vería nada, así que no me molesto en ir. En vez de eso decido comer tranquilo aquí, qué mejor lugar para comer que este. Me cambio de camisa y camiseta para comer sequito y a gusto. Estoy hipnotizado con la inmensidad de las vistas.
Sigo mi camino (14.22h) por un sendero fino y claro en dirección a Izaña, llego a un sendero y lo cruzo, sigo por otro, llego a una pista y después, para evitar un largo rodeo en dirección contraria a la que tengo que tomar, decido ir campo a través hacia una segunda pista que va, más o menos paralela a la carretera, es una verdadera inmersión en la vegetación de la ladera, en las retamas, la yerba pajonera y los rosalitos y como no está completamente cerrada la puedo ir atravesando hasta que por fin, sin mucho agobio, llego a la pista (14.41h), por aquí va el Sendero 21 del Parque del Teide. Tomo a la derecha por la pista que tiene un firme regular y bueno que me permite concentrarme en las vistas, protegido del sol por mi paraguas. Sin mucho viento voy recorriendo las eternas curvas de esta pista en suave ascenso. Paso varias laderas lisas de zahorra rojiza, y por encima, de vez en cuando, atisbo la carretera y los edificios del complejo de observación de Izaña. Voy a ritmo ligero y un poco extenuado, pero la cosa es así porque quiero llegar a tiempo para poder tomar la guagua que baja del Portillo a La Orotava. Como no tengo una idea precisa de cuántos kilómetros tiene esta pista, mejor ir ligero, y como la cuesta arriba es ligera lo puedo soportar.
Son preciosas las flores de la yerba pajonera, están empezando a brotar, las flores de las retamas apenas han empezado a salir y su perfume es muy débil. Por fin llego a la carretera (15.26h) después de haber subido de 2000 a 2240m. Ahora sé que hasta El Portillo hay unos cuatro km y medio, ¡y en bajada! así que después de pasar la señal kilométrica de los 39km empiezo a ir más deprisa y voy memorizando los kilómetros y el tiempo (km39: 15.33h/ km 40: 15.42h/ km 41: 15.51h / km 42: 16h), nueve minutos por kilómetro casi a 7km hora. En el último kilómetro y a la vista del Portillo me relajo y lo hago suavemente y llego al Portillo bien de tiempo (16.12h, km 43). Muchos turistas esperan la guagua y ambiente animado en torno al bar.
Con mi paraguas y todo me dirijo al primer sitio que veo con sombra y empiezo a hacer mis estiramientos, un senderista sentado al lado se va en cuanto empiezo a maldecir en voz alta por los dolores en mis piernas, se va muy lejos; la verdad es que sabiendo que son extranjeros y no entienden mi idioma puedo maldecir con gusto y en voz alta. Después de varios intentos ya las piernas están más flexibles. La guagua llega puntual y me monto con los demás (15.26h). Pero la guagua viene a tope y me tengo que sentar al lado de un senderista que parece malhumorado y que se va a pasar abrazando su mochila durante todo el trayecto. Yo bajo pletórico después de este tour de forcé: han sido unos nueve o diez kilómetros desde la Montaña Limón. Bajo escuchando a Pink Floyd “The Dark Side of the Moon”.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Aguamansa a Montaña Limón
Montaña Limón al Portillo