E-23 Padilla Alta. Dorsal Molina

• Excursión 23. 21 Mayo de 2013. Martes.

Padilla Alta. Dorsal de la cordillera del pico de Los Lázaro.

Municipios: Tegueste. La Laguna.

De 18 a 19h. De 600 a 460 a 600m.

Distancia: 2,2km. Duración: 1h

De la Padilla Alta hasta la dorsal del Pico de Los Lázaro (dorsal Molina) por calles y una pista hasta el recorrido por un sendero por una dorsal entre dos valles hasta un roque, un mirador magnífico de los dos valles donde admiro una gran balsa y los cultivos en grandes fincas

Empiezo en Guamasa a la altura del número 63 de la calle Tabares (restaurante Casa Portela), el caserío de Padilla Alta está muy cerca. Echo a caminar hacia Tegueste y en un minuto llego al borde del gran valle de El Portezuelo con una vista fantástica de este ancho valle. El borde lo recorre la calle Padilla Alta por la que tuerzo a la izquierda. En menos de un minuto paso una curva donde hay un taller de coches y motos, es pequeño y abigarrado, es una explosión sensorial, todo al alcance de la mano, está pegado a la calle. Me fascina este lugar enmarañado y lleno de objetos, también el olor a todo tipo de componentes químicos y sustancias.

Tras la curva la calle empieza a descender y por aquí un grupo de perros pequeños me hostiga con su histeria y sus ladridos agudos. En una bifurcación de calle sigo a la izquierda bajando por la calle Padilla Alta (a la derecha la calle la Bodega de Julián). En el siguiente tramo de la calle Padilla Alta veo un antiguo restaurante, ya cerrado que tuvo que tener sus clientes, me resulta entrañable e ingenuo aquí. Un poco más bajo en un llano donde hay algunas casas abandonadas (550m) es donde empieza, a la izquierda, una pista, que es muy importante para mí, la vi hace días desde lo alto de la montaña de Tabares y con sus curvas me pareció que podía llevar muy lejos y después me costó encontrarla.

En el llanito con las casas abandonadas sigo por la misma pista que el día anterior, el ya memorable para mí camino en curva. El día con claros y nubes, parece que es el tiempo usual aquí y que sólo al mediodía se despeja. Con buen paso recorro la pista con doble rodada que atraviesa el cauce de un barranquillo (Molina) y va en bajada y en unos 450 metros llego al principio (510m) de la dorsal en la que me quedé el día anterior. Vamos a ver qué me depara. A la izquierda la pista sigue hacia una valla. Yo empiezo a caminar por la dorsal (la cresta) desde el principio de la dorsal con vistas a dos valles (El Boquerón, El Socorro) por un sendero que va entre las rocas. Se sigue bien. Tienes sus pequeñas bajadas, casi todo sobre roca. Tras unos 250 metros llego a un grupo de rocas de unos seis metros de alto y que me resulta formidable por sus formas y su situación, también por el color gris y amarillo de los líquenes. Son auténticas esculturas naturales, las piedras. Me cuesta penetrar entre dos grandes rocas verticales y escalo lo más alto que puedo. La hendidura es el único camino posible, a ambos lados por el exterior es muy vertical. Pierdo el sombrero por un golpe de viento. Imposible rescatarlo. La vegetación es recia, muy dura. No hay claros.

Siento que me ha llevado muy poco tiempo llegar hasta este roquedal y qué diferente del entorno urbano. Desde aquí veo mejor los valles cubiertos de viñedos, huertas y grandes balsas. Hacia delante se extiende la pequeña cadena montañosa (la dorsal de Molina/Lázaro), una valla metálica recorre el vértice, en parte caída y parece marcar el límite geográfico real entre Tegueste y Valle Guerra (La Laguna). Las montañas son puro campo de arbusto bajo. Me pregunto si se puede avanzar por ahí. Hay un considerable desnivel para seguir avanzando y decido quedarme en los roques disfrutando de las vistas que se extienden a una gran distancia a ambos lados.

Si por aquí parece difícil acceder al picacho de Los Lázaro quizás desde Tegueste se pueda alcanzar. Creo que ya me he fijado mi siguiente objetivo. En el valle del Boquerón, a la izquierda, hay grandes invernaderos grises al lado de los viñedos. A la derecha en el valle de Tegueste destaca la enorme balsa, unos 350 de largo por 250 metros de ancho. Un pequeño lago sólo visible desde aquí arriba y oculto para los coches que bajan por (la carretera de) el Portezuelo.

Sigo sin un plan general para lo que hago, solo tirando del hilo de un día para otro. Empatando casi el final de una excursión con el principio de la siguiente. Pero lo que tengo que claro es que esto me gusta mucho.

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Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión

Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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