• Excursión 1352. 1 Diciembre de 2021. Miércoles.
Puertito de El Sauzal.
Municipios: El Sauzal. Tacoronte
ENP: Paisaje Protegido Costa Acentejo
De 14.04 a 18.05h. De 310 a 300 a 400 a 5 a 420 a 260m.
Distancia: 12,3km. Duración: 4h 1m
Breve visita a un mirador sobre la playa de la Garñona en el Jardín del Sol y después larga travesía y recorrido por la zona costera de El Sauzal (El Cangrejillo) y regreso por calles solitarias hasta cerca de El Sauzal
Dispuesto a aprovechar la luz disponible hoy salgo de casa, caminando ya, para hacer una excursión por la costa de El Sauzal. El día soleado está radiante. Salgo nada más comer y voy por la calle Jardín del Sol hasta la calle La Jara por donde bajo y tuerzo a la izquierda para un poco después meterme por un pasillo fresco y con corriente entre dos fincas (que no es el pasillo que lleva a los 400 escalones). Salgo a la pequeña pasarela de madera y la vista fastuosa a la playa de la Garañona. Sin embargo, tras recorrer cómodamente la parte por debajo de dos casas me encuentro con que la vegetación está recrecida y no se puede continuar. Me acuerdo de la época, hace años, que tenía que venirme con las tijeras de podar para cortar las zarzas, ahora lo que me impide el paso es el aparentemente pasable césped pero que ha crecido tanto que forma una maraña impenetrable hasta la altura de mi cintura y más allá veo una gran telaraña y sé que más allá están las zarzas. Lo dejo. Regreso por la calle La Jara hasta la calle Jardín del Sol y la sigo hacia la derecha. Y solo se abren las vistas tras rebasar el Camino Real y la parcela de la esquina. Veo que abajo han plantado en unas huertas, aunque no sé ve en absoluto el depósito de agua. Subo hasta la calle que bordea el pequeño, aquí, barranco Martiño (límite entre El Sauzal y Tacoronte). Al llegar a esta calle me acuerdo de los dos barranquistas que se quedaron encallados bajando por el acantilado y tuvieron que rescatarlos con helicópteros.
Subo por la calle y un poco antes de llegar a la, rotonda de la, carretera me desvío por la derecha por un senderillo que me lleva entre casas viejas hasta el final de una calle (La Cruz). De nuevo en la carretera (calle Las Toscas) sigo a la derecha hacia El Sauzal pero me molesta tanto el tráfico que aunque que pensaba ir por aquí hasta El Sauzal prefiero desviarme por el canal y para ello me desvío un poco después, a la izquierda, por la calle El Nazareno. La conexión y el propio canal ahora no los veo, una obra que están haciendo lo ha cerrado, ha cerrado el paso, afortunadamente puedo trepar un murito y salir a la calle (El Calvario) y enseguida la cruzo y me meto por el estrecho sendero por donde va el canal por medio de esta gran extensión llana sin casas. Ha merecido la pena, el tráfico ni se oye y me gustan las vistas hacia los viñedos, ya de retirada después de la vendimia en otoño. Salgo a una calle (Herrera), y sigo por ella, un poco antes de la ermita de San Nicolás bajo a la derecha por una calle (San Nicolás). Cruzo la carretera y sigo bajando por esta calle de casas de dos plantas y agradable de recorrer. Abajo en la plaza donde está el ayuntamiento tuerzo a la izquierda y sigo por la carretera que enseguida se abre con vistas diáfanas hacia la costa, hoy las vistas hacia el Teide están tapadas por unas nubes grises informes.
Esta carretera baja entre una ladera (a la izquierda) montañosa con una zona de mucha vegetación al paso por un pequeño barranco (Los Mejias) y una gran finca (a la derecha) abandonada de la que me gustaría calcular el dinero que se gastaron en el enorme muro con rejas. El tráfico es soportable pero más fuerte de lo que desearía. En la bifurcación tomo a la derecha, paso otra ermita (Sra de los Ángeles) y me meto por un sendero a la izquierda que empieza justo al lado de un bonito drago y una palmera canaria donde hay una casa en ruinas. El sendero es claro y debe ser bastante frecuentado porque no está invadido de vegetación. De trazado sinuoso me va llevando, cruzo el cauce de un barranquillo casi invisible (Las Limeras). De la derecha me vienen sonidos de pájaros, pueden ser aves migratorias, no las veo. Salgo a los chalets de una urbanización (Primavera) y sigo hasta el mirador de Las Breñas. El tiempo está inestable y ahora se ha levantado viento y cubierto de nubes cuando empiezo a bajar por el viejo camino empedrado de Las Breñas. Las plantas de la ladera están mucho más verdes (que en la realidad) en un cartel informativo sobre el valor ecológico de la vegetación y la fauna de la costa de Acentejo y mencionan en concreto la planta pico de El Sauzal (lotus maculatus), que sólo crece en estos parajes. Me da curiosidad por si la encuentro, aunque sólo tengo una idea vaga de cómo puede ser, aparte de las flores que son como llamas (amarillas y anaranjadas), pero que no están en flor en esta época del año. Me salgo del sendero por la derecha delante de un gran edificio, me acuerdo de que había un sendero que iba hacia un roque pero no es por aquí, lo que sí es por aquí es la lluvia repentina que me azota con viento fuerte, tengo que abrir el paraguas rápidamente para guarecerme y sujetarlo con fuerza para que el viento no le dé la vuelta. Estando parado sobre una ladera rocosa de repente veo un arcoíris que se ha formado delante de la bahía de paredes verticales y que toca el mar, aunque algo desvaído y no dura mucho.
Regreso al sendero y sigo bajando y poco después sí encuentro la desviación a la derecha del sendero que estaba buscando. Es un sendero de pescadores, que sólo voy viendo a medida que lo recorro, no tengo nunca una visión amplia, va serpenteando, se dirige a una pared rocosa, que evita y después sigue bajando con mucha pendiente por un terreno de vegetación muy densa con muchas plantas suculentas y un olor fresco y fuerte. Tengo vistas a la derecha a la gran bahía con su pequeñísima playa de cayados pero que no tiene salida, también al saliente del puertito de El Sauzal y a un pequeño roque que es mi objetivo (El Clavo). Me gusta mucho recorrer este sendero, que es mucho más interesante que el otro. Cuando llego por encima del roque dejo que el camino me lleve hacia la izquierda y tengo calma porque sé que en algún momento saldrá una desviación hacia la derecha que me lleve al roque. Y así es, la encuentro. Un senderillo que llanea sobre una caída fuerte y la vista de las paredes basálticas y cayéndose a trozos del promontorio que forma el saliente del Puertito. Y llego al roque (El Clavo). Lo rodeo por la derecha, me acuerdo que la otra vez que estuve aquí (excursión 399) había pescadores por abajo, en algún balcón natural, hoy no han venido. Rodeo el roque pasando por debajo de un saliente rocoso que me inquieta, hay muchas piedras caídas en el suelo y cuando salgo del saliente veo un pequeño cercado, hecho de alambre y donde hay un bidón de agua. Aquí están las plantas que están protegiendo: el endemismo pico El Sauzal. Veo varios cercados, pero me cuesta un rato identificar la planta, es que es muy pequeña, de hojas muy pequeñas, verde pálido, planas, de uno o dos centímetros de largo y ocupando una superficie muy pequeña de unos diez centímetros de diámetro (el ancho de mi mano). Casi parece un trabajo de orfebrería, parece ser que solo crecen aquí, en este roque. (En otra excursión las veré en El Jagre, y además en flor). Hay muchas plantas por aquí y destaca una de hojas gruesas, como pequeñas uvitas, que está por todos los lados. La marea está baja y descubre las partes bajas claras de otro pequeño roque aislado que hay enfrente. Hay muchos caminillos por el roque y se puede bajar mucho pero nunca hasta llegar al agua. Por eso me parece superfluo un cartel que dice que hay frecuentes desprendimientos en la playa, y es que es imposible acceder.
Doy la vuelta al roque y salgo por el otro lado pasando por delante de otro cercado con la planta protegida. Por el sendero llego a los caminos que recorren la costa y el saliente del Puertito. Pero yo, asalvajado, no voy por ellos, prefiero ir por las terrazas abandonadas de la finca donde veo marcas de pezuñas y pisadas en la tierra húmeda. La costa con zonas de charcas y pequeñas bahías donde en verano se baña la gente hoy está muy tranquila, el mar está echado. Cuando llego al aparcamiento empiezo a subir por la carretera, pocos coches ocupan los lugares disponibles, gente que viene a correr o a pasear, algunos son taxidermistas. En la primera curva me armo de valor y subo campo a través por un roquedal que se deja trepar porque apenas hay plantas. Logro llegar a la carretera y ya a partir de aquí desisto de más atajos, la combinación de pendiente brutal y vegetación fuerte me impide pasar. Subo tranquilamente por la carretera de un solo carril. Comparado con trepar por la ladera salvaje caminar por este asfalto suave y con la ligera inclinación que obliga el diseño para los coches es algo que me gusta. Cuando llego a la altura de una urbanización (Los Naranjos, sin comunicación desde la carretera ni por la ladera) veo un almácigo a la derecha de la carretera, ocupando un gran espacio, tiene muchas varas, sin tronco central, al menos no lo veo Más arriba hay otros dos más, más grandes y más extensos, que me encanta ver, aunque no me puedo acercar a ninguno a tocar sus hojas. Sigo subiendo por la carretera zigzagueante y con los cielos cubiertos de nubes grises. Subo sin ningún agobio, a mi ritmo. Salgo a la carretera, pero desisto de ir hacia la izquierda, demasiado tráfico, lo encuentro hoy odioso. Tomo a la derecha y en un par de minutos me desvío a la izquierda por una calle (Camino San José) que sube hasta ir al lado de la autopista, cuyo tráfico, curiosamente, no me molesta. Paso las pocas casas aisladas y los edificios de un barrio que fue partido en dos por la autopista y tras superarlos y pasar al lado de un tramo visible de un canal (Del Norte) llego hasta un edificio, que creo okupado, en el extremo final de la calle, y me meto por un sendero embarrado que cruza dos canales y baja vertical por la ladera.
Aquí tengo varias posibilidades para continuar, puedo seguir por el canal hacia la derecha o siguiendo el canal un rato después bajar por un sendero, pero quiero hacer este para repasarlo. Me acuerdo que una vez lo recorrí en subida. De entrada, la cosa va bien, aunque empiezo a ver senderos y caminos, a la derecha según bajo, y cuando llego a una zona con neumáticos me tengo que echar a la izquierda y a partir de aquí el bastante confuso, además de muy ocupado por plantas secas altas. Es una cosa que se pone muy angustiosa, sobre todo cuando empiezo a encontrar zarzas y cuanto más cerca estoy de la carretera por debajo. Menos mal que confiando en mi instinto logro llegar sano y salvo, excepto por unos rasguños en el muslo por unas zarzas. Cómo se puede complicar todo en un momento. Vale. Ahora en la carretera consulto el reloj y veo que me queda tiempo para seguir caminando un rato antes de que pase la 011. Así que sigo carretera adelante hasta la desviación a la ermita de los Ángeles en donde hay una parada de Titsa y ahí me quedo disfrutando de lo que queda de luz a que venga la guagua. Aparece puntual (18.05h) y me deja al principio de la barriada de Las Toscas, donde me bajo y sigo caminando hasta casa. Una excursión muy apañada, con el descubrimiento de la planta Pico El Sauzal.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Del Jardín del Sol al Puertito de El Sauzal