• Excursión 608. 23 Febrero de 2017. Jueves.
Arguayo. Chío. Chiguergue. Chirche.
Municipio: Santiago del Teide. Guía de Isora
Barranco San Borondón (San Antonio). Los Realejos.
De 10.50 a 14.20h. De 900 a 1000 a 684 a 790 a 725 a 870m.
(a) Arguayo a Chirche. Distancia: 8,7km. Duración: 3h 30m.
(b) Barranco San Borondón. Distancia: 0,7km. De 16 a 16.45h. De 95 a 0 a 95m.
Distancia: 9,4km.
(a) Recorrido entre Arguayo (Santiago), Chío, Chiguergue y Chirche (Guía) por un sendero señalizado. Paisaje cambiante de pinos con escorias, zona de coladas volcánicas. Preciosos pueblos en las medianías altas
(b) Recorrido corto entre la carretera general y la costa por un sendero que atraviesa una zona muy densa de vegetación entre viejas parcelas de cultivo y cerca de un barranquillo
Excursión de FF. Dejo el coche en Arguayo en el principio del sendero que lleva a Chío. El día está fresco y soleado. Bien delimitado por dos muros bajos el sendero va ascendiendo suavemente. El paisaje es severo: laderas de escoria negra y parduzca roturadas por muros bajos, donde hay entremezclados almendros en flor y pinos. Al poco de empezar el sendero se bifurca: a la izquierda el camino de los almendros (La Pasada) que va hacia Santiago del Teide rodeando la montaña de Bilma, yo, sigo a la derecha hacia Chío (por el camino Cruz del Lomo). Hay mucha vegetación baja alrededor del camino y también invadiéndolo: magarzas, malpicas cabezote, bejeques, gamonas, vinagreras, tuneras. También pinos y unos pocos almendros cerca del sendero.
En un tramo en subida paso una zona grande de escorias colonizada exclusivamente por bejeques, están tiesos y atentos como suricatos en la sabana africana. Hay muchas gamonas en flor, son tan ornamentales: unas cintas verdes, de ahí sale una vara y en lo alto unas pocas flores delicadas blancas. Me cruzo con un grupo de cinco excursionistas. Saludan sonrientes. El sendero sube hasta los 1000m antes de empezar a bajar. Cuando me cruzo con un senderista sudoroso y sin ánimos me doy cuenta de que me espera una tranquila bajada hasta Chío. El sendero sigue entre el pinar y entre muretes. La mañana sigue alegre. En la bajada empiezo a ver algunas fincas y gente trabajando en viñedos. Cruzo un canal con agua (11.36h, 840m). El camino se ensancha y veo un coche aparcado al lado de un campo con vid. Un hombre trabaja en ella concentrado, pero me saluda cuando paso cerca.
Llego a Chío (11.52h, 725m). Desemboco en una carretera. La cruzo y bajo por una calle corta con bonito nombre (Paseo de los Indianos) que sólo tiene casas en su tramo final. Giro a la izquierda por una calle amplia (Paseo de la Libertad). Casas bajas. Agradable de ver. La calle describe una curva amplia. Ciclistas. Paseantes. Después de otra curva y en una parte más urbana, intercambiable con tantas otras. Pronto encuentro, a la izquierda, el principio del sendero (12.08h, 682m) hacia Chirche. Señalizado como el PR TF-69 (calle Subida de los Trigales). Esta parte del camino (La Zarza) es una pista que pasa por delante del cementerio, transitada por todo tipo de vehículos. Un camión pasa armando mucho escándalo. Unos cinco minutos largos después termina la pista y empieza un sendero (camino Cabeza Vaca) con firme de piedra y bien claro que desemboca de nuevo en una carretera asfaltada. Empieza a llover. Abro el paraguas. Alrededor campos de escoria muy colonizados por las plantas. Almendros en flor pequeños al lado de la carretera. Me gusta este paisaje.
Llego a Chiguergue (12.47h, 760m). Veo una era de piedra oscura bajo la carretera. Hablo con un operario del ayuntamiento que se lamenta que se están perdiendo las tradiciones. Le digo que las eras sí están bien conservadas y me dice que arriba hay otra más. Subo por un sendero corto y en curva que está lleno de bejeques y vinagreras. Me cuesta trabajo. La era también está ocupada de vegetación, pero es muy hermosa, está en una pequeña lomita. El operario me recuerda que las hacían en zonas ventosas. Charlo un rato más con él, pero se queja demasiado. Sigo por las calles de Chiguergue (con nombres como Córdoba, Madrid, Barcelona…). Me sorprende un joven que aparece bajo varias capas de ropaje, nos saludamos. Es una verdadera aparición y podría ir bien en una comedia romántica como el amante frustrado. Va triste pero determinado. Muy moderno en este sitio. Los nombres de las calles están escritos en gruesos azulejos y sobresalen de las paredes. Veo muchas casas antiguas. Una me llama la atención. Sigo por una carretera (camino de Chirche) que en diez minutos se convierte en un sendero sobre rocas y con muro. Después de atravesar unas tuberías grises y un muro tengo una visión de Chirche bajo una nube gris: ningún espectáculo notable, todo lo contrario. En esta zona veo pinillo común, cerrajón arbóreo (parecido al pipe) y cerrillos (una gramínea). En el último tramo tengo todo el rato Chirche a la vista, paso una era.
Llego a Chirche cuando los niños están saliendo de la escuela. Siempre me gusta esta escena en que las madres recogen a sus niños y saludan a la maestra. En la plaza de la iglesia me paro a comer (13.36h, 870m). La anterior vez que estuve aquí (excursión 520) también comí aquí pero el tiempo era caluroso y mucho más agradable que ahora que es frío y gris. Enfrente el chiringuito, un cartel dice que abre los fines de semana y anuncia a un conjunto musical nuevo. En septiembre todo era más vívido y hermoso. Después de comer bajo un poco, tuerzo por una calle a la derecha (enfrente de la iglesia) y en un minuto ya estoy subiendo por un camino de piedra y llego enseguida al mirador de El Roquillo (con un grifo y cruces). No es el día para miradores. Bajo de nuevo a la plaza de la iglesia y más abajo de un centro turístico (ahora cerrado a cal y canto). El día sigue grisote.
Tenía planeado seguir hasta El Jaral pero el día gris lo está aplastando todo y no voy a disfrutar del espléndido paisaje con estas condiciones atmosféricas. Decido llamar a un taxi (14.20h) para que me deje en Chío y al menos callejear un poco allí. En un cuarto de hora me recoge un taxista en un coche grande. Empatamos casi inmediatamente, en cuanto le digo que el día está gris y no merece la pena el paisaje aplanado. Me comprende sobre la marcha. Resulta ser también senderista. Proviene del Norte, lleva muchos años viviendo en Guía, y esta es la zona que conoce mejor. Me habla de senderos por el barranco de Erques, pero por lo alto en una galería abandonada con vagonetas y railes; me habla de Pino Redondo (un caserío), de unos grabados guanches que vio en una cueva pero que no ha podido volver a localizar. Cuando pasamos por Chío está lloviendo así que decido pasar del callejeo y seguir ya hasta Arguayo a donde dejé el coche. Además, la conversación está de lo más interesante. De hecho, cuando llegamos a Arguayo me enseña en su móvil los senderos de que me ha hablado. Me pide mi teléfono por si alguna vez sube al Norte a visitar Anaga. Se llama Juan Manuel. Trece euros la carrera.
Salgo de Arguayo (15.10h) en mi coche todavía con la cabeza loca de las cosas que me ha contado Juan Manuel.
Barranco San Borondón (Los Realejos)
A la vuelta de una excursión por Guía cuando paso el barranco de Ruiz me acuerdo de un sitio que me ha estado intrigando desde hace mucho tiempo. Es una casa en ruinas cerca de la gasolinera El Mirador (ya en Los Realejos), la casa está antes de la gasolinera cuando vas desde San Juan hacia la Orotava. Aquí estuve una vez preguntando a un hombre en la casa de al lado por si existía un camino para bajar al mar y me dijo que no. Nunca me creí que me dijese la verdad. Y cada vez que pasaba por aquí (lo cual ha sido muy frecuente) se me iba la mirada a la casa en ruinas. Hoy después de haber tenido que acabar la excursión por Guía de mala manera tengo tiempo para explorar esto.
Unos cien metros antes de la gasolinera aparco el coche al lado de la carretera (16h, 100m). Creo que aquí los dejan los empleados de la gasolinera suelen. La casa en ruinas tiene una pintada. Voy ligero, sin mochila, con la cámara. Entre la valla de la carretera y la casa hay un espacio. Rodeo la casa por la derecha. Vinagreras y todo tipo de arbustos y plantas rodean el sendero que está oculto en algunos trozos. Más o menos lo voy siguiendo. Bajando bastante paso por casetas en ruinas y depósitos de agua, ya vacíos. Son los restos de plantaciones abandonadas. La vegetación es densa y entremezclada. Hay tarajales. Con determinación voy encontrando el sendero: agachándome, atravesando plantas. Voy recorriendo terrazas en paralelo a un barranco somero (San Borondón). En algunos puntos hay un gran desnivel, tengo que estar atento. En otro momento bajo por una atarjea. Es emocionante ir descubriéndolo. Tengo la sensación de que en verano tiene que estar mucho más claro porque ha de pasar mucha gente hacia el mar. Pero es tan fértil esta zona que en invierno las plantas crecen salvajes y vuelven a tupir el sendero. Me gusta mucho esta pequeña selva. Más abajo el sendero está más definido. Llego al camino que va cerca del mar. Entonces me acuerdo de que cuando pasé por aquí una vez me pareció que justo por donde he bajado subía un camino, que incluso exploré, pero sin resultado (en la excursión 221 escribí: “Intento subir por la ladera, pero no llego muy lejos”).
Ahora sí lo he conseguido. A la izquierda por el camino se puede llegar al barranco de Ruíz y cruzando el cauce al barrio de El Rosario (La Rambla). A la derecha el camino baja casi inmediatamente a la playa de cayados, y siguiendo por la playa se puede ir hasta la playa de El Socorro. Lo que hago yo es ir hacia la izquierda y cruzar un pequeño puentecito sobre la salida del barranco. Y después subirme a un roque con marcas blancas de gaviotas defecadoras. Este roque es de columnas basálticas. Una formación singular. En lo alto y en la irregular superficie me quedo un rato mirando la playa y el mar. Todavía excitado de la bajada tan vertiginosa. En el roque veo siemprevivas de mar (florecillas rosadas). No me entretengo mucho más, vuelvo a cruzar el puente y subo por el salvaje sendero de verano. En lo alto cruzo la carretera (16.38h) y empiezo a subir por una escalera de piedra entre bancales hasta llegar a una verja (133m) que protege una plantación de plátanos. Me falta valor para entrar, la puerta está cerrada, aunque no tiene candado. Al menos la vista desde aquí es estupenda.
---------
Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
drive.google.com/file/d/1VjUMm9f-Ru1jD5pMR3TamzH08jvggf6s/view?usp=sharing