• Excursión 1230. 4 Marzo de 2021. Jueves.
La Fortaleza. Cho Loreto. Tierras de Mesa.
Municipios: San Juan de la Rambla. Los Realejos. La Guancha. La Orotava
EPN: Parque Nacional del Teide. Parque Natural Corona Forestal. Paisaje Protegido Campeches, Tigaiga y Ruiz.
De 10.20 a 18.48h. De 1900 a 2080 a 1600 a 1700 a 1640 a 1830 a 616m.
Distancia: 25,8km. Duración: 8h 28m
Larga excursión pasando por delante de La Fortaleza (Parque Nacional del Teide), en la parte alta de San Juan. Y después descenso por un gran pinar por un sendero complicado y pistas de montaña hasta zonas agrícolas para culminar por un viejo camino en las medianías.
El objetivo principal de la excursión de hoy es explorar un acercamiento alternativo al principio del sendero que sube al Pico de Cabras. En vez de bajar por la pista que pasa por la torre de incendios de San Juan de la Rambla pretendo atajar por un sendero que sale de esta pista y llega a la pista del Bujero, que es de donde sale, unos kilómetros después, el sendero a Pico de Cabras. Como eso no me llevará mucho después quiero recorrer también algunas pistas que recorren la ladera por debajo de la Fortaleza por el municipio de San Juan.
El día está estupendo cuando tomo un taxi en La Orotava para que me lleve a la curva cerrada pasado el km 29 de la carretera del Teide (Tf-21, 10.20h, 25€, 1900m), y sigue muy bueno y despejado cuando empiezo un sendero del (Parque Nacional del) Teide: Recibo Quemado (PN 25). A la sombra de los pinos y con neveritos de nieve bajo las rocas, y con abundancia de retamas en el soto bosque, subo por la pista. Más arriba la pista se transforma en un sendero por donde ya voy a buen ritmo hasta llegar al sendero PN 1 (2080m, 10.40h) con una vista fantástica del Teide con tiras de nieve en su parte superior. Esta es una buena manera de acceder al atrio del Teide, a una vista inusual del pico. Tuerzo a la derecha por el PN 1 y, primero, bajo un poco por un camino pedregoso y malo y ya después sigo por el gran llano de la cañada de Los Guancheros y bajo la gran pared de La Fortaleza. La Fortaleza es parte del circo que rodeó por completo el atrio del Tedie. Es de un material distinto que otras partes del circo. Un material más antiguo y más escultórico. Es de una roca rojiza y parda que tiende a formar columnas. En la parte derecha de esta pared hay un gran talud cubierto de tajinastes, secos ahora, pero que así, secos, me resultan de una belleza deslumbrante. Es una zona inaccesible para el público, limitada por una valla. A la izquierda se desarrolla un gran llano de arena fina y suelta, la cañada de Los Guancheros, por el que se hace difícil caminar, los pies se hunden en la arena y parece que uno se tiene que esforzar el doble en cada paso.
La vista del Teide no me cansa. Me resulta siempre nueva. Recorro todo este gran llano por el camino de arena suelta llego al extremo de La Fortaleza (11.20h, 2010m). Me ha llevado una hora desde el principio. Desde aquí hay también otra vista muy buena del Teide y de dos picos: Abejera y Cabras, situados en el flanco derecho de la gran montaña. Ambos picos son anteriores al Teide, que con sus erupciones casi los sepulta. Ahora empiezo a bajar por una pista pedregosa y complicada atento a que no se me pase el principio del sendero (a la izquierda) y en 20 minutos lo localizo (1900m, 11.40h). Está marcado con dos grupitos de piedras, que forman una especie de puerta de entrada. El sendero va más o menos claro y llaneando o si acaso en ligero descenso hasta un cierto momento (quizás unos veinte minutos) y voy atento a un giro brusco a la derecha que debe hacer este sendero para empezar a bajar, pero el tiempo pasa y pasa y yo no veo ninguna señal, ni clara ni no clara de esa bajada, en vez de eso, voy encontrando hitos aquí y allá, que casi parecen una trampa, alguien que me va dejando esas piedras para que me adentre más y más y sin bajar nunca apreciablemente. Ya me doy cuenta de una manera más o menos consciente de que la bajada ya la he pasado pero el reto de seguir los hitos y descubrir a dónde me llevan me engancha y me empeño en seguirlos. No es nada fácil, en algún paso de barranquillo los pierdo y me cuesta un buen rato y mucha confianza en mí mismo el volverlos a encontrar. Me voy enredando y enredando y ya no tengo claro ni siquiera que sea prudente regresar por donde he venido. Por otro lado, el día está estupendo, en su mejor cara, con un cielo completamente despejado y vistas ocasionales muy buenas al Teide nevado. Es un día sin viento, sin excesivo calor, perfecto. Un día mejor que este, aunque sea para perderme, no lo voy a tener. Así que me dejo llevar por el reto y los voy encontrando, los hitos quiero decir. Los pinos no son muy grandes y no tapan demasiado, la vegetación baja tampoco.
Y, por fin, noto y veo (1850m) que el sendero empieza a bajar (in situ yo no calculo la distancia, ahora que lo escribo y con el mapa a mano, es de 1.6km desde el principio del sendero) y siento un alivio tremendo y una sensación de triunfo enorme. Y además el sendero de bajada es bastante claro y va describiendo un cierto zigzag, por una ladera no muy pendiente. Debe ser un viejísimo sendero de cabreros antiguos o de colmeneros. Y aquí está y baja y baja de verdad. Y me doy cuenta de que este recorrido apenas me ha demandado físicamente, la demanda ha sido psicológica, y de dos clases, una ha sido aguantar el tipo en este sitio tan remoto y la otra la habilidad para ir encontrando los hitos. En los 1750m el sendero vira a la izquierda para rodear una pequeña elevación y después sigue bajando algo confuso pero lo suficiente para llegar hasta la pista del Bujero (13.20h, 1650m). Cuando miro el reloj me doy cuenta de que me ha llevado una hora y cuarenta minutos el recorrer este endiablado sendero, es decir, que no es ninguna alternativa para ir hasta el principio del sendero que sube al Pico de Cabras. Por otro lado, me ha gustado mucho “confundirme” y “haber tenido” que recorrerlo. Una vez que he triunfado mi valoración está muy sesgada, sin duda, pero todo va junto.
De todas formas, me queda la curiosidad de ver por donde era ese sendero de bajada (que no pude localizar antes) así que decido hacerlo desde abajo, porque ese sendero de bajada también da, teóricamente, a esta pista por donde voy (Bujero/Agujero/Fuente Pedro). De manera que ahora me echo a la derecha por la pista para tratar de localizarlo. Sin embargo, me paso de largo, no lo veo, y casi llego a la torre de incendios de San Juan para darme cuenta de que se me ha pasado. Regreso y a la vuelta sí lo veo (1650m), está justo enfrente de un sendero que baja a la derecha (hay antes otro sendero a la derecha que también baja, pero es el siguiente, el segundo, sendero que conozco bien de otra excursión (la 842). No sé cómo no lo he podido ver, está bastante claro. El sendero de subida está muy pero que muy claro, es un sendero de ciclistas o de motoristas, está bastante erosionado con mucha piedra suelta, no me quejo en absoluto, mejor un sendero erosionado que uno invisible. La sorpresa agradable es alcanzar una pista (14h, 1815m) donde hay una pequeña caseta con una cruz dentro. Según cuenta en una foto un colmero (encargado de colmenas) llamado Cho Loreto paso un mal rato en una tormenta a finales del siglo XIX y prometió que si sobrevivía en su bajada hasta La Guancha levantaría una cruz en el sitio. Y aquí está la cruz que sus descendientes cuidan y homenajean cada año. La caseta está en un claro del bosque y al final de una pista. Me quedo a comer aquí.
Al terminar mi comida decido subir a ver si puedo recorrerlo y llegar a confluir con el sendero que he recorrido antes. Con la moral alta empiezo a subir por una ladera de poca pendiente pero pronto me empiezo a encontrar sin referencias, y es que el terreno es demasiado llano y no hay apenas trazas del sendero ni hitos y tras recorrer unos 200 metros decido dejarlo y dejar el misterio para otro día. Ya se me agotó el cerebro para más jeroglíficos. Me doy la vuelta, bastante aliviado, y al llegar a la caseta sigo por la pista hacia la derecha. En unos diez minutos llego a una pista (Cruz Cho Loreto), de la que esta mañana recorrí una parte desde el final del sendero PN1, y bajo por ella hasta la torre de incendios de San Juan de la Rambla. Una torre muy vistosa que siempre me alegra mucho ver. Está cerrada y no se puede acceder a lo alto. Unos metros antes de llegar a la torre (1700m) giro a la derecha por una pista amplia que casi inmediatamente tiene una bifurcación por donde baja un ancho corta fuego a la izquierda y yo sigo por la pista a la derecha (Pista Torre Incendios) que va en ligero ascenso. Es una pista ancha que va describiendo curvas para ir rodeando cauces de barrancos y a los diez minutos sigo recto en una bifurcación (no bajo a la izquierda).
El pinar tiene un aspecto similar todo el rato con pinos por todas las laderas pero sin una ocupación muy densa. Después de rodear dos barrancos más, el segundo más pequeño, la pista empieza a bajar por una loma y a los diez minutos de la última bifurcación cruzo una pista (1720m) y ahora la pista va bajando entre dos lomas repartiendo el desnivel lo máximo y haciendo muchas curvas. En los 1645m confluyen en un corto intervalo dos pistas por la izquierda y yo sigo bajando a la derecha. El recorrido es muy relajado con un tiempo muy agradable y soleado, a veces incluso oigo pájaros cantar. Unos dos o tres minutos después en los 1620m en otra bifurcación (punto A) me desvío a la derecha un poco para localizar una pequeña presa que hay en el cauce del barranco, pero no logro verla. Vuelvo al punto A y sigo bajando unos cinco minutos y en los 1550m me desvío por la izquierda por una pista más estrecha que baja con mucha curva cerca del borde de un barranco y en otros cinco minutos reconozco el lugar (1490m) por donde estuve una vez (excursión 840) buscando un pino (Sánchez) pero que no encontré.
En este lugar hay un camino que sale a la derecha y, apenas visible, un sendero que sale a la izquierda y rodea la ladera del barranco. Me entusiasma recordar ese día y me gusta mucho acordarme de haberlo recorrido. Hacia la izquierda tengo una vista diáfana del pinar que llega incluso hasta la costa. Voy bajando por el borde de un barranco (Fuente del Obispo) y en cinco minutos cruzo una pista (Vistas de Sánchez/General, 1410m) y sigo bajando, con bastante pendiente, por la arista de una loma. El día sigue fantástico, un poco más caluroso, pero en bajada no me afecta. Unos cinco minutos después llego a una pista ancha (1310m, Pista del Tubo) por donde me desvío a la derecha y sigo por ella. Voy llaneando ahora, lo cual es un buen cambio después de tanta bajada y en un km (diez minutos largos) llego a una bifurcación (punto B) y sigo recto. Sigo recto unos 200 metros hasta un mirador sobre un gran barranco (La Rambla) profundo y ancho (el límite entre San Juan y Los Realejos) donde hay una columna señaladora (Lomo del Astillero), una de esas columnas pequeñas de cemento con una placa metálica encima que se ven en los pinares del norte de la isla. En este lugar estuve también en la excursión 840. Regreso al punto B y sigo bajando por la derecha (pista BC 1/Ruta Norte/Los Llanitos). La pista ancha baja recta y tras unos dos o tres minutos elijo a la derecha en una bifurcación, bajo por tramos rectos y curvas de 180º unos dos km hasta que me desvío por la derecha (1180m) y sigo bajando después todo lo recto que puedo al pasar algunas desviaciones o cortar otras pistas hasta que abandono el pinar (1080m).
Salgo a una zona agrícola de campos que bajan suavemente y donde el sol resalta las yerbas altas verdes y casi parece que se puede ver cada hoja afilada. En la pista de bajada esta remarcada una doble rodada y en todo lo demás crece la yerba brillante. En los bordes se ven algunos escobones cargados de flores y con los troncos y ramas cubiertas de líquenes y también tojos (de la familia de las retamas) con sus pequeñas flores amarillas, y los brezos también están en flor y casi ni se ven las ramas, que están cubiertas de flores blancas pequeñísimas. Los campos están desbrozados y preparados para plantar. Las vistas del Teide, casi plano, son típicas de San Juan. Y más abajo al mirar los castaños contra el cielo azul se distingue cada pequeña ramita, estos árboles tienen una presencia muy impactante y dramática. La luz suave y cálida le da como una aureola a cada objeto y todos los campos parecen nuevos. Me gusta mucho sentir el contraste entre el pinar y estos prados despejados y de pendientes suaves. Toda la humedad de la zona sale ahora en su mejor versión. Bajo recto por una pista y al llegar a la carretera (900m, Tf-344) me echo a la derecha y en unos 200 metros bajo a la izquierda por una pista rural asfaltada (Camino Las Diosas) y en unos diez minutos escasos y, después de pasar unas casas (800m), me salgo por la derecha de la pista para seguir por un camino que va por el borde de un barranco (La Rambla) con una vegetación muy densa de brezos y laureles en la ladera y hacia dentro del barranco. Un camino que me gusta mucho y que he recorrido varias veces y sigo bajando y bajando hasta alcanzar la carretera general por Tierras de Mesa donde huele a palolú (18.48h) y ya no me queda mucha luz de día. Enseguida encuentro una parada de guagua y me quedo a esperarla y aparece pronto (la 354), lo cual es un regalo increíble después de una excursión larga como esta. La guagua prácticamente vacía y llegamos pronto a Los Realejos (19.18h) donde me bajo en el Realejo Alto y espero a otra para ir a La Orotava. Esta tarda un poco más (19.34h, la 353). Y en la guagua es cuando disfruto, todavía más, repasando el día tan maravilloso que he tenido y lo bien que ha salido todo.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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La Fortaleza a Tierras de Mesa, primera parte
La Fortaleza a Tierras de Mesa, parte segunda