• Excursión 1454. 1 Febrero de 2023. MIércoles.
San Andrés. La Cancelilla. Igueste
Municipio: Santa Cruz
ENP: Parque Rural de Anaga
De 11.20 a 18.25h. De 0 a 770 a 50m
Distancia: 14k. Duración: 7h 5m.
Gran travesía por senderos tradicionales muy poco transitados por terrenos abiertos y también bajo el bosque de laurisilva con subida hasta La Cancelilla y bajada por un sendero andén sobre un risco y atravesando una zona de huertas y después siguiendo el cauce con agua del barranco de Igueste
Me bajo de la guagua (la 910) en San Andrés, en la avenida marítima, por el sitio donde están pintadas las piedras de la escollera con rostros de famosos, obra del pintor Stoiko Gagamov. Sigo hacia la playa y en cuanto llego al cauce de salida del barranco, pasado el dramático castillo tumbado por las aguas en una gran riada, lo cruzo y subo por su derecha. Ha llovido abundantemente y se nota, por el cauce baja agua. Cerca del campo de fútbol bajo por la salida de un barranquillo (El Cerrillar) al cauce. Cruzo por un sitio estrecho la corriente y después sigo por un sendero entre piedras a la izquierda de por donde va el agua. En otra ocasión pensé que cuando llevaba agua se hacia impracticable este sendero, pero hoy me doy cuenta de que no. Aunque parece que se va a cerrar, no lo hace y siempre encuentro un camino para seguir por sendero. Después de sobrepasar el campo de fútbol el sendero se aleja del cauce y va hacia unas casetas y huertas que están en la parte de debajo de la arista de una loma. Es un sitio muy pintoresco, sobre todo cuando lo veo de lejos subido en la guagua camino a Taganana.
El día está despejado y alegre, no hace viento, muy bueno para ir de excursión. Tras las casetas y las huertas el sendero vuelve al cauce y lo cruza por una zona de rocas lisas, hace un quiebro momentaneo a la izquierda y después sigue a la derecha por unas terrazas abandonadas y unas ruinas y enseguida vuelve a bajar al cauce por un lugar donde la corriente es muy ancha. Me lleva un buen rato decidirme a saltar y así y todo me mojo completamente un pie, zapato y calcetín incluido. Este tipo de cosas me afecta bastante psicológicamente, logro tomármelo con calma. Menos mal que llevo calcetines de repuesto. Al otro lado están las últimas casas del Muñón (un pequeño caserío alargado a la vera del cauce del barranco). Son casas de buen aspecto. Subo por la pista al lado de las casas y después de pasar las últimas todavía tengo que recorrer otros 500 metros para en una curva pronunciada a izquierdas seguir recto por un sendero.
Este, que comienza ahora (120m), es un sendero estupendo, bien claro, cómodo, entre plantas bajas, bien marcado, con algunas palmeras algo despeluzadas y mejores vistas hacia arriba, hacia la cuenca del barranco. El día no puede ser mejor, no hay ni una brizna de viento, y no hace calor y el cielo está despejado. Me llega continuamente el sonido del agua en el cauce, más encajonado y estrecho. Cuace cercano, pero totalmente inaccesible, hay demasiado desnivel y demasiadas plantas. Este sendero se divisa desde la carretera, lo conocí antes de recorrerlo. Tras unos diez minutos paso el cauce de un barranquillo (El Bújano) que trae bastante agua. Y enseguida el sendero me lleva al cauce del barranco de San Andrés. Está encajonado en un canal ancho y de unos dos o tres metros de profundidad. Lleva bastante más agua, y unas piedras estratégicamente colocadas me permiten pasarlo. Después el sendero sube con bastantes vueltas por terreno de mucha vegetación, algo cerrado por momentos, pero sin bifurcaciones. Pasa a la derecha de una finca abandonada y sale a una pista. Por ella sigo, a la derecha, subiendo. Es una zona con parcelas y casetas (La Piedra Grande). Un sitio cuidado. Como voy corto de agua y ya me he bebido una botella de agua toco en un portón donde oigo voces y consigo que me rellenen una botella de agua. Muchas gracias.
Poco después en una bifurcación tomo a la derecha por una parte cementada y enseguida llego a un sendero. En ligera subida y cruza el cauce (240m) ancho del barranco, con poca agua por aquí y sigo al otro lado por la arista de una loma (Lomo el Viento) por una zona de placas rocosas y otra, después, muy cubierta de plantas bajas. A la derecha tengo otro barranco (Barranquillo Las Cuevecitas) y en su cauce destacan manchones verdes, deben ser brezos. Después que la pendiente empieza a hacerse más fuerte cuando el sendero empieza a ir por la izquierda de la arista de la loma. Es un sendero fantástico con vistas cada vez mejores hacia la carretera que se contorsiona al otro lado negociando el paso entre varios salientes. El sendero va muy recto en subida constante. No puede ser mejor. Aunque haya algunas zonas arenosas, e incluso zarzas que intentan invadir el trazado del sendero es fantástico. Empiezo a encontrarme con zonas de bicacareras que ocupan las laderas trepando sobre otras plantas. Son unas plantas tan vistosas con sus flores acampanadas naranjas y las hojas triangulares. Debe ser que estoy bien de forma, pero estoy deseando que haya más pendiente. En los 550m empiezo a ver brezos y en los 600m paso una vieja caseta con tejas agrupadas a un lado. Después ya voy bajo la protección de los laureles y los brezos. Es un cambio radical. La pendiente es cada vez más fuerte bajo la laurisilva, pero yo, hoy, estoy deseando que no termine nunca. Ha llovido mucho recientemente y el suelo está húmedo y compactado.
Y llego a La Cancelilla, un lugar ancho y llano de tierra al lado de la carretera (TF-123) El Bailadero-Chamorga. Sigo por la carretera hacia la derecha unos 700 metros (unos diez minutos) hasta una curva a izquierdas (770m) con una pequeña elevación a la derecha y que en el suelo tiene un registro (debe ser de agua), es una caja azul. Por aquí empieza un sendero que ya recorrí una vez (excursión 664) y que me pareció impresionante y algo temible. Debe ser por eso que no lo he vuelto a intentar. Vamos a ver hoy. Subo a la lomita y el primer tramo, aunque está algo invadido de ramas de árboles es llano y estupendo, paso varios hitos de cemento de monte público (MP). El sendero va un tramo corto por llano y después se echa a la derecha para empezar a bajar. Todo por dentro del bosque.
En un momento y de repente al llegar a unas placas rocosas (720m) el paisaje se abre completamente, es algo impresionante. La vista es sobre una sucesión de lomas, todas cubiertas de verde, de brezos, fayas, laureles. Esta zona es un poco traicionera, con el tiempo húmedo es muy resbaladiza y me caigo, no es gran cosa, pero después tengo que ir casi arrastrándome para bajar por estas placas rocosas. Enseguida llego a un sendero que desciende muy suavemente. Es un sendero que va por un andén, bien protegido de caídas por las plantas que apoyan el camino, que sirven de base, pero sé que hay un abismo a la derecha (Risco Las Aguilillas). En tramos el sendero está inclinado y es arenoso. Despacio voy bien. Paso el cauce de un barranquillo (Salto el Palo) con bastante agua, que después se precipita por el risco (Salto el Chasnero), aunque yo no logro ver como cae el agua por la pared. La otra vez esto estaba seco, no corría agua, hoy es bastante emocionante. El sendero sigue en ligero descenso hasta alcanzar (600m) el cauce de otro barranquillo (Igueste) con agua también corriendo. Y aquí el sendero tuerce brúscamente a la derecha y empieza a bajar con más pendiente. Por aquí el sendero está muy invadido de lengua de pájaro, a veces lo ocultan completamente. Las piteras que veo en los bordes tienen las puntas recortadas, me tranquiliza. Este tramo que baja bastante recto lo hago más bien rápido, para mí es la mejor manera de recorrer senderos que apenas se ven, sigo mi instinto. El sendero se va echando hacia la izquierda según baja y llega a una zona llana que en su extremo tiene un pequeño saliente (530m). Me doy la vuelta, ya lo he hecho un par de veces en la bajada, y miro hacia arriba y desde aquí puedo ver perfectamente el risco vertical por cuya parte superior pasa el sendero, es increíble. Una cascada fina cae haciendo algo de ruido al golpear las paredes, es el salto del Chasnero. Desde aquí no puedo ver en absoluto por donde va el sendero. Después de la visión del risco de Las Aguilillas me enfrento con un problema. En el saliente el sendero desaparece completamente, todo está cubierto de plantas. Por descarte elijo a la izquierda y rodeando el saliente logro encontrarlo de nuevo. Ha sido un momento de desconcierto, pero lo he pasado rápido. Cada vez mejor el sendero, más claro quiero decir, pero empiezo a encontrar bifurcaciones. Elijo siempre la que más baja, la que menos se desvía de la arista de la loma y así llego a una zona de huertas y casetas (El Acebiñal/La Laja, 400m). Me tranquilizo del todo. Esto ya lo conozco bien. Así y todo, me dejo llevar por el sendero más obvio y nunca acabo de tener la sensación de que voy bien. Lo bueno ahora y lo emocionante es seguir el sendero entorno al cauce del barranco y e ir cruzándolo. Y es que lleva mucha agua y cada cruce del barranco es una prueba. Maravilloso el barranco con esta agua corriendo, con cascadas, charcas, remolinos y el sonido del agua. Ninguno de los vados resulta complicado y casi me da pena cuando definitivamente se empieza el sendero a elevar sobre el cauce del barranco.
Y, repito, en ningún momento me resulta conocido, visto, todo es como nuevo, como visto por primera vez. Lo que voy anticipando es la esquina con el Farrobo cuyas raíces caen en cascada sobre rocas grises (Farrobero de la Piedra la Lapa) y cuando lo alcanzo me emociona volver a verlo. Es imponente. Le hago fotos desde arriba, desde un saliente y desde abajo. No es fácil sacarlo bien, todas las fotos las tengo que hacer desde muy cerca. En cinco minutos llego a la pista recta en bajada y al caserío de la Hoya de los Juncos. El resto, la bajada hasta Igueste, es muy tranquilo, excepto el paso de los vados, el agua lo cruza en todos ellos.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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