• Excursión 1196. 30 Diciembre de 2020. Miércoles.
Camino Coloradas. Camino La Raya.
Municipio: Güímar.
De 14.50 a 17.50h. De 280 a 850 a 280m.
Distancia: 8,9km. Duración: 3h.
Complicada excursión pasada por agua recorriendo viejas pistas agrícolas abandonadas en las medianías de Güímar, una de esas excursiones en las que el agua cambia completamente el carácter de un lugar
Después de la súper excursión de ayer por las Mil Ventanas con mi hija con la amenaza constante de la lluvia repito hoy, yo solo, por Güímar con el objetivo de recorrer dos caminos: el de Las Coloradas y el de La Raya. Hoy sí que se me va a llover. Y en esta excursión que empiezo con buen ánimo tendré que encarar una cuádruple dificultad: una fuerte pendiente en subida, orientación complicada, plantas mojadas y lluvia constante. Quizás de haberlo sabido de antemano no la hubiese hecho. Por otro lado, al ser la última excursión del año estoy obsesionado con llegar a la media de 13 km por excursión, no lo lograré, pero no me va a importar después de la prueba tremenda que voy a pasar.
Empiezo por la carretera general en el barrio de Guaza en Güímar y enseguida subo por la calle Guaza en esta parte de la ciudad que siempre me parece que está a punto de romperse todo. En unos 200 metros tuerzo a la derecha por la calle S Antonio de Texas, menudo nombre. Bajo a una calle que va por el cauce de un barranco (Del Agua) con la impresión de que voy por la trasera de la ciudad sin apenas construcciones, cosa sensata, sabiendo el agua que puede llegar a traer este barranco. Me gusta repentinamente sentirme ya en las afueras. En unos 400 metros tuerzo a la derecha por una calle llana con parcelas de muros altos y en dos minutos aparezco en el camino de Las Coloradas por donde tuerzo a la izquierda para seguir subiendo por esta calle que no es muy ancha con casas dispersas y fincas a los lados.
En unos 400 metros me desvío a la derecha por un camino (370m) para iniciar una fuerte subida (con desniveles entre el 20 y el 30%) por la arista de una loma. Este camino (Camino de las Vistas) tiene firme malo y parece poco transitado y muy secundario, que ya es decir algo en esta zona que toda ella parece secundaria, manga por hombro. La subida es extenuante y ya llevo el pantalón impermeable puesto y el paraguas abierto bajo la lluvia fina y constante. En los 510m la pista se echa a la derecha y tengo que seguir con mayor pendiente todavía por un viejísimo camino totalmente ocupado por plantas, que están completamente mojadas y casi usando mi cuerpo de ariete subo rozándome con ellas y chorreándome agua mientras sujeto bien el paraguas, además hace algo de viento. Y llego de nuevo al Camino de Las Coloradas (550m) por donde sigo dos o tres minutos bajo la lluvia, al menos por asfalto sólido. Y en la siguiente curva (a derechas, 610m) me desvío del camino de Las Coloradas siguiendo recto hacia arriba por una pista de tierra que sólo dura unos cien metros y después se echa hacia la izquierda llaneando (650m).
Me cuesta un rato de duda saber cómo seguir. Trepo la pared (en el punto en que la pista se echa a la izquierda) y entre jaras y por terreno rojizo volcánico sigo subiendo cerca de una tubería o un canal, subo zigzagueando entre las plantas bajas y así voy encontrando el camino poco claro. El viento ahora es algo más fuerte y la lluvia sigue igual de pesada. Al menos ahora no tengo que luchar con las plantas que están dispersas y las puedo rodear. Y este tramo se me hace muy largo, varias veces me da la impresión de estar llegando, pero no, tengo que seguir por entre las plantas, aunque cada vez más despejado y clara la subida. Y, por fin, en los 710m llego a una pista bastante llana y por ella a la derecha al camino Las Coloradas por tercera vez. Estos dos grandes atajos que he hecho en la subida han sido para recorrer caminos más salvajes y antiguos, ir por la pista asfaltada y lisa de Las Coloradas no habría sido tan emocionante, aunque mirándolo con perspectiva mejor habría sido haberlo hecho en un día seco. Sigo subiendo por una zona de viñedos y pronto se termina el asfalto y empiezo a ir por el pinar por una pista de tierra (790m). Desde aquí con buen tiempo hay muy buenas vistas hacia Güímar. Continúo hacia arriba por la pista de tierra por dentro de un pinar que algo me protege de la lluvia y el viento. Por la pista y pasando un pequeño barranco (Bayón) llego al punto más alto de la excursión: 830m.
En la bifurcación cercana tomo a la derecha y en dos o tres minutos llego a un depósito de agua. La pista sigue por debajo del depósito, yo lo rodeo por arriba y me lleva a un sendero bonito y resguardado por árboles al lado de una tubería o un canal que describe una curva y aquí me siento muy protegido y a cubierto. Pero no dura mucho. Pronto estoy de nuevo en la pista, en un cruce de caminos, por donde empieza a bajar y de donde también sale un camino hacia arriba. Este camino y la pista que baja son el camino de La Paloma (que recorreré en la excursión 1222). Ahora la lluvia es más fuerte y tengo que caminar con pasos más cortos y más despacio para evitar resbalarme. Está siendo toda una prueba esta excursión. Ahora bajo al acecho de una desviación a la izquierda que encuentro (670m) en unos cinco minutos desde el cruce de caminos. Es un camino muy oculto por las plantas, ancho sí, pero medio tapado y con lo gris del día y la lluvia me cuesta reconocerlo, pero no hay otra posibilidad. Lo recorro despacio tentando el suelo y sólo se empieza a aclarar la cosa cuando paso el cauce de un pequeño barranco (Morra Casco, 660m). Poco después al pasar unas casas el camino está claro y es cómodo de bajar, este es el camino de La Raya (o del Perro). Empieza a escampar y entre la bajada cómoda y saber que ya estoy de retirada me siento bastante aliviado y eufórico de haber conseguido hacer, más o menos, lo que tenía pensado.
Cuando llego al barrio de La Hoya tuerzo a la izquierda y bajo desviándome de la calle por la izquierda hasta llegar al cauce de un barranco (Chiñico) por donde sigo hacia abajo por un espacio ancho por donde pueden pasar los coches y con las casas a ambos lados por encima. Bajo hasta la calle S Antonio de Texas, tuerzo a la izquierda y después sigo bajando por la calle Vera del Barranco hasta la carretera general y por ahí hacia la izquierda hasta el sitio donde dejé el coche. Cuando llego estoy algo destrozado mentalmente después de esta tarde de lluvia, viento y dificultades, pero todavía me da para hacer los estiramientos y hacer una retirada ordenada. Me tengo que convencer fuertemente para no seguir caminando para llegar a mi objetivo de 13 km por excursión durante el año 2020. Así lo dejo. Y bastante bueno ha sido.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Camino Coloradas - Camino La Raya