• Excursión 1220. 15 Febrero de 2021. Lunes.
Costa Acentejo.
Municipios: La Matanza, El Sauzal, Tacoronte. El Sauzal.
ENP: Paisaje Protegido Costa Acentejo
De 14.07 a 19.38h. De 340 a 375 a 260 a 370 a 0 a 30 a 0 a 150 a 0 a 425 a 340m.
Distancia: 19,3km. Duración: 5h 31m
Larga excursión, principalmente por asfalto, recorriendo varios municipios con vistas al mar y bajada al mar en dos lugares
Mis objetivos de hoy son hacer una excursión larga por asfalto y visitar El Caletón. Tengo ganas de hacer una excursión de muchas horas y muchos kilómetros y para eso lo mejor es empezar en la puerta de mi casa. Y quiero bajar hasta El Caletón que es algo que todavía no he hecho en ninguna excursión. He visitado muchas veces la zona cercana de Rojas y he bajado muchas veces por la carretera de El Caletón, pero nunca hasta abajo del todo, hasta la pequeña cala de El Caletón.
Es lunes y después de haber descansado bien durante el largo fin de semana tengo ya muchas ganas de salir. Comemos temprano y poco después de las dos ya estoy caminando por el Jardín del Sol. Desde casa voy por la calle Jardín del Sol hasta la calle Barranco Martiño. Subo y conecto tras unos pocos minutos, en una rotonda pequeña, con una calle algo ruidosa (Las Toscas). Sigo por ella con un continuo sube y baja y mucha curva con aceras más bien estrechas hasta la gran curva de entrada a El Sauzal. El día está estupendo de sol y claridad. Tras la curva extrema sigo por la calle Avenida de la Concepción por esta ciudad agradable y con buenas vistas y paso el ayuntamiento y la iglesia de bonita bóveda y empiezo a bajar por una carretera larga y sin casas (Carretera de Los Ángeles). Es una larga bajada con el aliciente de la finca abandonada llena de plantas asilvestradas y el paso de un pequeño barranco con mucha vegetación. Después de la curva pronunciada a izquierdas en subida sigo por la calle Carretera Las Breñas. Han construido una acera protegida por una barandilla de madera y no resulta tan agresivo como antes transitar por aquí. De esta calle lo que me gusta son los muros viejos de piedra volcánica. No me interesan casi nada las sucesivas urbanizaciones que hay a la derecha. Atravieso un barranco (Cabrera) al lado de una estación eléctrica y remonto otra vez hasta llegar a una rotonda y empato con la vía de servicio que va al lado de la autopista.
Hasta ahora todo ha sido asfalto y todavía me queda un rato. También esta carretera tiene una buena acera practicable para caminantes y después de algunos chalets vienen algunas vistas buenas hacia el mar y la costa pasando por encima de laderas de vegetación de costa. Y después de unos 7 km desde que salí de casa y, al llegar a un túnel para coches que cruza la autopista, giro a la derecha para bajar por la calle Acentejo. Este barrio que atravieso ahora es Guía, y esto es La Matanza. Tras unos 300 metros giro a la izquierda por la calle Jagre que tras unos 200 metros con chalets llega al borde de un acantilado y una gran bahía y una costa donde siempre golpea fuerte el mar y que se extiende hasta la desembocadura del barranco Hondo (límite entre La Victoria y Santa Úrsula). Es uno de los puntos fuertes de la excursión esta vista tan expansiva que nunca me cansa ni me aburre. Ahora lo malo es que abandono el asfalto y empiezo a bajar por un sendero muy, muy rugoso, un sendero abrasivo para los zapatos y propenso a los tropezones y los traspiés. La ladera, antiguamente cultivada, está ahora ocupada por vinagreras, tabaibas, verodes y cardones. Y los cardones por su manera de crecer en colonias es lo más característico de la gran lengua (El Jagre) que se extiende como un gran saliente hacia el mar.
Cuando llego a una zona más llana y después de un cartel de madera me echo a la izquierda y por un sendero estrecho bajo hasta un viejo asentamiento de viviendas humildes de antiguos veraneantes, hoy en día sólo quedan un par de ellas y un pequeño puertito marinero donde huele a gasoil y el mar bate poderoso formando remolinos en algunos puntos y hay un precioso, pero inalcanzable, desde aquí arco de piedra. Me impacta la fuerza del mar metiéndose por pasos estrechos y saliendo con mucha fuerza. Es una visita breve y enseguida estoy de vuelta. En la subida hay una bifurcación y ahora tomo a la izquierda y pronto llego a un sendero estrecho que va por el borde de la lengua de tierra entre grandes cardones. Los que han fracasado, grises y caídos ocupan un terreno que ninguna otra planta ocupará durante mucho tiempo. El suelo es de escoria marrón y negra, con líquenes grises. De nuevo por terreno abrasivo. Rodeo toda esta preciosa lengua de tierra, este gran saliente, en algunos momentos yendo muy cerca del acantilado y pudiendo ver el caos de piedras y saliente y entrantes por debajo, al nivel del mar. Tras el rodeo llego a una llanura pequeña y por ahí tomo una pista que sube al lado de los invernaderos de plataneras. Es una subida progresiva que después pasa por encima de plataneras que no están dentro de invernaderos y que me gusta ver. Continúo por la pista de tierra hasta llegar a la carretera que baja a El Caletón. La estupenda y revirada carretera con tramos rectos y curvas de 180º que va por una ladera volcánica de escorias y corrientes de lava, pero toda cubierta de plantas con una densidad tremenda. En la segunda o tercera curva a la derecha exploro una pista que sale a la derecha pero que no me lleva a nada, ni siquiera a un atajo para bajar. Regreso a la carretera y bajo por ella hasta las primeras casas de este pequeño pueblecito costero con algunas casas aisladas y un edificio alargado entorno a una bahía estrecha con una playa pequeña de cayados. Al otro lado hay unas pocas casas más, más precarias y humildes y lo mejor es la vista hacia una gran bahía (Caleta Salvaje) con acantilado vertical y sin playa de ninguna clase. Es una zona muy agreste y salvaje. Al otro lado está la punta del Puertito de El Sauzal y destaca arriba, sobre la costa, el esqueleto de un gran edificio que se quedó muy a medias.
Rodeo el pueblecito por una pista que sube y que empata con la carretera de las rectas y las curvas. Ahora me toca una larga subida, pero es un sitio por el que me encanta pasar y que tiene innumerables sitios donde pararse a mirar y varias curvas con grandes palmeras o grandes laureles y muchas acacias en los bordes. En lo alto del todo sigo hasta la vía de servicio en paralelo a la autopista por donde giro a la izquierda y en unos 600 metros atravieso la autopista por un túnel oscuro que al otro lado tiene un bonito sendero que va en paralelo a la autopista, del que me salgo pronto por una escalera con barandilla de madera y después un sendero recto que más arriba ya es una calle (Fuente Nueva) por donde salgo a la carretera general del Norte. Giro a la izquierda y espero y espero y espero a la 101 en la primera parada que alcanzo, pero temiendo que sea la que no pasa por la carretera sino por más arriba echo a caminar y sigo hasta cruzar la autopista donde me gusta el ambiente alegre y animado del restaurante al otro lado. Bajo por la cercana calle Acentejo, cruzo el barranco, remonto un poco y sigo por la carretera de Las Breñas y entonces me paro en la primera parada que hay y casi como una cosa milagrosa aparece inmediatamente la 011. Debe ser el primer viajero que ha tomado alguna guagua en esta parada que parece en el fin del mundo. Salvado por la campana, ya me veía volviendo a pata hasta casa y más que pasado de rosca. En un suspiro la guagua vacía me lleva hasta el principio del Jardín del Sol donde me apeo y bajo caminando hasta mi casa. Ha sido realmente una excursión potente.
Ha sido la continuación de las excursiones 1205 y 1210 y se va a completar muy pronto con la 1225.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Costa Acentejo