• Excursión 552. 14 Noviembre de 2016. Lunes. (Anaga 61ª)
Pista Lomo Los Dragos. Lomo Los Dragos. La Asomada. El Batán
Municipio: La Laguna
EPN: Parque Rural de Anaga
De 15.30 a 17.20h. De 570 a 650 a 380m a 470m.
Distancia: 5,6km. Duración: 1h 50m.
Dejo el coche al principio de la pista del Lomo Los Dragos (a unos 2km del Batán). El tiempo lluvioso de los últimos días me aconseja llevar paraguas también. Esta pista va paralela a la de las Yedras, pero unos 200m más abajo. Es una pista despejada con vistas amplias a toda la cuenca del barranco del Río, con algunas subidas leves, pero, en general, llanea. El tiempo está agradable y sale el sol por momentos. Hacia arriba el monte está tupido y en mi mapa voy siguiendo los nombres de las lomas: El Guirre, La Majada, Los Sanguinillos, Los Pepineros, Los Chochos. Mi primera intención es encontrar las conexiones con los senderos de bajada que vi en la pista de Las Yedras, pero según lo voy recorriendo cambio el plan y me decido por hacer un circuito para recorrer toda la pista y conectar, atravesando el barranco de El Río, con El Batán. Veo una primera bajada, pero parece llevar sólo a unas huertas. Bien avanzado el recorrido encuentro el sendero que baja desde la casa forestal (el PR 11), está señalizado con blanco y amarillo, creo que baja hasta el cauce del barranco. En una curva profunda en el lomo Los Pepineros recorro una pista hacia arriba un rato, puede que sea la conexión con un sendero de bajada desde Las Yedras. Después de pasar un grupito de casas (La Cordillera) veo una pista empedrada que sube, que puede ser la que también empieza con empedrado en la parte de arriba (16, 595m). Un agricultor desbroza un terreno más abajo, pero me falta iniciativa para bajar y preguntarle, sigo por la pista de Los Dragos. Nadie parece vivir en estas casas pero que tienen buen aspecto, una es grande y está bien pintada.
Llego al principio del Lomo de Los Dragos (donde no veo ninguno) e inicio la bajada (16.30h, 620m). Las vistas han sido diáfanas durante todo el recorrido y ahora empiezo a fijarme más en Chinamada que está enfrente, hacia el mar. En el principio de la bajada veo un sendero que viene de arriba siguiendo la arista de una loma y también hay otro que sigue hacia Las Escaleras, donde la finca de cabras. Sale el sol durante un momento y contemplo la pared ocre y amarilla de enfrente, resaltada por la luz cálida del atardecer. Apenas estoy haciendo fotos en esta excursión. El sendero tiene muchas desviaciones que deben ir a casas, casas que no se ven desde el sendero. La pendiente se torna más fuerte y empiezo a recorrer tramos con escalones y planchas de rocas. Aunque este recorrido no lo he estudiado previamente tengo la idea de que baja hasta el cauce del barranco, hasta los 350m y después sube hasta El Batán. Después de pasar por otro grupito de casas (La Asomada) con farolas empiezo la bajada en serio por escalones con muchas vueltas y mucho zigzag. Voy chequeando el altímetro y disfrutando del angosto barranco que se va encajonando más y más.
Y cuando voy por los 420m (16.50h) de repente empieza a llover con mucha fuerza. Me paro y saco el paraguas de la mochila, lo intento abrir, pero se traba (el botón no funciona), lo intento con una mano y nada, después con la otra tratando de girar la parte de arriba. Y mientras ya está lloviendo muy intensamente, como si estuviese bajo la ducha. No sé cómo, logro abrir el paraguas y me quedo en un escalón con el paraguas bien sujeto sobre mí. Por fin estoy a salvo. Entonces bebo un poco de agua y me fijo en que hay sangre en la botella, busco de donde viene y veo que tengo una herida en un dedo y que está sangrando bastante. Me busco algo de papel para pararlo, pero no tengo nada. Así que estoy atrapado en medio de la bajada con una lluvia feroz e intensa y sangrando. Todavía falta más de una hora para que anochezca, pero pasa el tiempo y sigue lloviendo con igual intensidad. Estoy atrapado en los escalones. Y si algo he leído en los libros de senderismo es el consejo de no recorrer escaleras de piedra con lluvia. El primer pensamiento que me tranquiliza es recordarme que a mí las heridas se me coagulan rápidamente. Después de más de quince minutos bajo el diluvio universal me decido a seguir bajando. Muy despacio empiezo a descender por los altísimos escalones de piedra por donde corre el agua y con charquitos por todos los lados. Según voy bajando el concentrarme en la bajada me hace olvidarme del aprieto, aunque me apena no disfrutar más del agua corriendo a lo bestia y de las cascadas que se están formando y tampoco de estar en medio de este chaparrón. Por otro lado, no sé si abajo hay puente o no para pasar el cauce del barranco. Pero logro aparcar ese pensamiento y dejarlo para cuando llegue al fondo. Afortunadamente el camino de bajada no tiene perdida y no tengo que tomar ninguna decisión, no veo ninguna bifurcación. Cerca del fondo veo que sí hay un puente. Pero sigue lloviendo muchísimo. Cruzo al otro lado y entonces sí me encuentro con una bifurcación. Después de evaluar los dos caminos por fin me decido por el de la izquierda que parece más ancho y pasa al lado de una casa. No veo ninguna marca amarilla y blanca. Empiezo a subir. Los pantalones ya están más que mojados. Pero los zapatos son a prueba de agua (waterstop) y tengo los pies secos. Arroyitos de agua bajan mientras yo subo. Más arriba me encuentro con dos equis amarillas y blancas a los lados y cuando ya estoy pensando en volver a la bifurcación me doy cuenta de que significan que no vayas a ninguno de los dos huertitos a los lados de la subida. Sigo subiendo y encuentro la primera confirmación (señal amarilla y blanca) de que voy bien.
El dedo ya ha dejado de sangrar y lo siento como si estuviese con un capuchón rígido, el dedo recubierto de una capa de sangre coagulada. Sigue lloviendo y el agua corre por todos lados, también por el sendero. Pero ya me siento mucho mejor porque estoy subiendo por el sitio correcto y lo hago como un gamo entre los riachuelos y chapoteando.
Llego al Batán cuando justamente deja de llover. Tengo empapados los pantalones. Afortunadamente una pareja de agricultores que han estado cuidando sus papas y vuelven me llevan hasta mi coche que está unos dos km, en la carretera. Les digo que voy a tirar el paraguas porque este no me hace otra así y él me dice que algún arreglo tendrá. Me dejan al lado de mi coche. Enseguida saco del maletero un pantalón, calcetines, camisa y camiseta y me meto en la parte de atrás del coche donde me cambio de ropa. Una maravillosa sensación de refugio en mi coche cuando empieza a llover de nuevo aunque tengo que esperar un buen rato para poder pasar al asiento delantero. Bastante rehecho me pongo en camino por la carretera con brumas y rachas de lluvia. Cuando llego a casa lo primero que hago es arrojar el paraguas a la basura.
Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
drive.google.com/file/d/1lYESaCjRtgaRIDY9caB5DU79prpYYEsq/view?usp=share_link
Pista Lomo Los Dragos a El Batán