• Excursión 941. 8 Mayo de 2019. Miércoles.
Montaña La Leña. Santa Cruz de Tenerife. (Anaga 151ª).
Municipio: Santa Cruz
ENP: Parque Rural de Anaga
De 15.12 a 18.16h. De 307 a 195 a 425 a 64m.
Distancia: 6,4km. Duración: 3h 4m.
Subida a una montaña (La Leña) sobre la presa (vacía) de Los Campitos por caminos medio perdidos y bajada a Santa Cruz por una ladera (Las Mesetas) donde se proyectó una urbanización, pero jamás se construyó.
Voy en taxi desde el intercambiador a Los Campitos porque pierdo la 912, resulta que sale desde el exterior, no desde la primera planta, tampoco desde la segunda planta. La conductora del taxi se impacienta mucho con los semáforos, uno especialmente largo y más se frustra por tener que ir en la subida a Los Campitos justamente detrás de la guagua donde tenía que haber estado subido yo. Me deja arriba, en Los Campitos, (15.12h) frente a un edificio público (¿un instituto?), hace bastante calor, el día es estupendo, todo tan luminoso. Bajo un minuto y sigo recto por una calle (Virgen del Carmen), enseguida confluyo con otra calle (El Llanito) por la que tuerzo a la izquierda. Las casas en el lado derecho de la calle están en el borde de una ladera, entre las casas en algunos momentos hay vistas hacia la montaña de La Leña y el barranco por delante (Almeyda). Por ese lado la montaña tiene un lado muy arriscado y difícil, cuya parte más baja está a la derecha, que por donde tengo que abordarla.
Tras una curva pronunciada (a la derecha) llego a un llano amplio donde unos deportistas se afanan en pistas de tenis. Por aquí también hay un campo de fútbol. Tengo un descanso fugaz del solazo bajo un gran árbol copudo y grande, un laurel de indias. Después bajo por una pista casi borrada por el rabo de gato, esta planta domina todo el paisaje, sobre todo en las partes llanas. La pista hace rato que se ha convertido en un sendero y me va llevando a un pequeño paso entre montañas, desde lejos veo un agujero en la montaña justo por debajo de la degollada. Por momentos incluso el sendero estrecho desaparece bajo el rabo de gato, por aquí muy agostado y lleno de penachos secos. Llego al agujero. Es un túnel por donde va una gran tubería metálica. Penetro y con precaución y la linterna lo voy bajando. Es grande y ancho y entra la luz por los dos extremos. Salgo al exterior. De aquí sale una pista y a la izquierda hay un barranquillo (La Leña). Veo que detrás de la tubería hay una gran cortada (un mini desfiladero) en la base de una montaña pequeña, es la Cortadura Grande por donde pasa el canal de Los Catalanes. Pero no puedo recorrerla porque tiene una puerta metálica al principio. No es muy profundo el barranco y no me cuesta mucho bajar al cauce, lo recorro un poco y al otro lado veo el canal de Los Catalanes, pero completamente cubierto de rabo de gato. Así y todo, decido probar.
Trepo la ladera y llego al canal. Avanzo con mucha dificultad unos 50 metros y desisto de seguir. Y es que es impresionante lo cubierto que está. Tengo que ir tentando el suelo, porque tampoco es tan ancho el canal como para ir relajado, un mal paso y me voy para abajo. A unos trescientos metros está la Cortadura Chica y la esquina por donde se entra al barranco de Tahodio. Otro día. Regreso con mucha dificultad por el canal, que tiene algún que otro hueco y lleva agua, qué peligro. De nuevo a la salida del túnel observo con calma la ladera de enfrente, por donde va el canal y al lado de una torre de electricidad creo entrever una fila de piedras, que pueden ser la base de un camino o de un canal. Vuelvo a bajar al cauce, lo cruzo y trepo al otro lado. La vegetación dispersa por la ladera y las piedras sueltas en cascada me dificultan, pero no impiden la subida. Descubro un sendero que llanea. Sigo subiendo y… encuentro a la altura de la torre de electricidad un canal sin agua, parcialmente cubierto por losas pequeñas. Bien. Ahora lo sigo hacia la izquierda, hacia la montaña de La Leña. Qué diferencia entre la ladera salvaje y este canal tan llano y claro. Por la ladera el rabo de gato no tiene mucha presencia, es una planta especialista en caminos y rendijas en caminos.
Atravieso el barranquillo por un puente. Después remonto un poco por la ladera y llego a la degollada, por encima del túnel. Por encima también pasa otra tubería que por un puente salva la cortadura. Vista desde arriba tiene una profundidad acojonante y es que es tan estrecha y tan profundamente oscura. Vale. De momento lo dejo. Ahora mi objetivo es subir a la montaña de La Leña. De entrada, tengo que trepar por un dique precioso, gris, de grandes piedras redondeadas o picudas, es como una gran escalera de escalones desiguales. Tras el dique y con menos pendiente subo, más o menos, por sendero hasta alcanzar, en una parte más llana, dos muros de piedra; tienen el aspecto de haber estado aquí desde hace mucho aquí, ¿una caseta para animales? Las vistas hacia la izquierda, hacia Ifara –colgada sobre el barranco-, y Santa Cruz van haciéndose cada vez más imponentes, también hacia Los Campitos, y hacia el mar. Pero de momento voy más afanado en subir que en mirar hacia atrás. La parte final de la montaña es mucho más picuda y pendiente y con un sendero más complicado de seguir entre las pencas y las demás plantas. Pero cuando llego a lo alto (17.04h) la vista es fantástica, es fastuosa.
Es un día tan despejado y luminoso, sin calima, todo se ve nítido y clarito. Un poco nervioso en la cima, no acabo de encontrar un sitio desde donde mirar seguro porque la cima de la montaña es de lascas con líquenes pálidos y secos, un tremendo derrumbe de piezas de dominó. Cuando encuentro un lugar desde el que mirar relajado siento una sensación de relax y de paz increíble. El gran valle de Los Campitos con el inmenso hueco de la presa vacía está a ahí abajo. El valle está rodeado de montañas, en el extremo superior destaca una tira de casas que suben por la loma (el caserío del Lomo de Las Casillas). Mirando directamente y en dirección opuesta al mar distingo en la montaña el pequeño caserío de Los Brezos, el Pico del Agua, el caserío de La Fortaleza, la mole de La Fortaleza, el caserío de La Canterilla (en la carretera dorsal de Anaga), La Muela y la Mesa del Cautivo (ambas entre el barranco de Tahodio y el de Valleseco) y más atrás, pero aparentemente al lado de estas dos últimas El Chiguel, ese doble pico en forma de W doble invertida que es el punto de referencia más notable de todo el macizo de Anaga. Qué nervios estar aquí. En el lado de enfrente, al otro lado de la presa vacía está una gran montaña de cumbre llana: Las Mesas.
Desde Santa Cruz llega un runrún lejano de actividad, de pequeños coches por las calles o subiendo por Ifara que parecen hormigas. No hay ni brisa en este día perfecto. Estando aquí arriba no tengo claro por dónde seguir. Puedo bajar por la ladera contraria por donde he subido hacia la presa por terrazas abandonadas, pero no lo tengo muy claro que sea posible, que no haya alguna valla o que entre en una zona privada, hay un gran depósito de agua más arriba de la presa con sus correspondientes instalaciones. Decido regresar por donde he subido, y trepar la montaña pequeña (La Meseta) tras la cortadura y después bajar por una pista (Las Mesetas) con muchas curvas que baja hacia un barranco (Los Lavaderos) y tras cruzarlo se llega a donde están unos antiguos lavaderos (ahora una sala de arte). Vale. La bajada al principio es bastante demandante, pero voy encontrando el sendero. En la parte más llana todavía me da para más vistazos hacia el valle y una pequeña presa (Fumero) en el barranco de La Leña. Disfruto destrepando el dique final. Ahora no lo dudo ni un segundo y cruzo el corto puente de cemento que lleva por encima una tubería muy gruesa y que no tiene ninguna barandilla, la caída es impresionante por debajo, aunque sólo le echo un fugaz vistazo, y voy tan tenso que tropiezo en un soporte de cemento de la tubería… sin consecuencias. En el otro lado trepo por las rocas (preciosas, muchas sueltas) al lado de la tubería que en un momento desaparece hacia la izquierda, llego a lo alto del roque (La Meseta) y pronto veo el gran depósito de agua (Las Mesetas).
Destrepo por la ladera y me doy cuenta al llegar a la tubería que no me había hecho falta subir a lo alto, se puede seguir a su lado todo el rato. Vale. Sigo por la izquierda del recinto vallado del gran depósito todavía inquieto por si habrá alguna sorpresa, pero no, no hay ninguna, rodeo el vallado y llego a una pista ancha y estupenda. Gran pista con enormes curvas sobre una ladera que va cayendo suavemente hacia Santa Cruz, en el mapa llama a la zona inferior de esta pista Urbanización las Mesetas, un gran plan que se quedó a medias, por su tamaño e inclinación podría ser casi mejor que Ifara. En la bajada veo en varios puntos restos de casas okupadas, pero ya en ruinas con todo tipo de cachivaches regados por fuera. También distingo aceras y restos de terrazas. Incluso hay pinos, pinos aquí, impresionante. En la parte inferior está mucho más cubierto de rabo de gato y tiene el firme en peor estado. Tengo vistas hacia las Ramblas durante toda la bajada, también hacia el hotel Mencey y el parque (García Sanabría) que destaca como un gran manchón verde entre la rejilla ciudadan de edificios. El día sigue estupendo. A la derecha, en un ramal, ondea una bandera sobre una casa, a dónde no me desvío. Paso los restos de una casa antigua, de la que solo queda una pared con ventana. Me cruzo con dos jóvenes que suben a los que pregunto si hay salida, “claro que sí” me dicen. Ya casi al final hay dos buenas casas medio amuradas, están un poco antes de un cable que impide el paso de los coches a la pista. En una que da al barranco hay actividad y oigo voces. Por este lado del barranco hay un llano que se usa de aparcamiento salvaje. Cruzo el puente sobre el barranco, pero lo vuelvo a cruzar para atravesar el barranco por un pequeño puente peatonal que lleva a un grupo de casas en callejuelas muy estrechas, vestigios de un Santa Cruz muy antiguo que perviven en este terreno de nadie, en la ladera del barranco. Los lavaderos (19.16h), a los que entro están en perfecto estado, con sus pilas perfectas, me gusta este espacio. Y ya después salgo a Las Ramblas y tomo un taxi en la parada del parque, que me lleva hasta el intercambiador.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Los Campitos a Montaña La Leña a Las Mesetas