• Excursión 1058. 20 Febrero de 2020. Jueves. (Anaga 174ª).
Cueva Bermeja. El Chiguel. El Pelotón.
Municipio: Santa Cruz de Tenerife
ENP: Parque Rural de Anaga
De 10.15 a 15.50h. De 10 a 692 a 275m.
Distancia: 6,6km. Duración: 5h 35m.
Hoy voy a intentar subir al Chiguel desde Cueva Bermeja, pero no como en la ocasión que logré subir por primera vez desde María Jiménez (excursión 647) pasando por el barranco de Cueva Bermeja sino empezando por una loma sobre el barrio de Cueva Bermeja (excursión 453).
Todo el Norte está nublado cuando salgo de casa hacia Santa Cruz, donde afortunadamente está despejado con algo de viento. Tomo la 910 (9.57h) y me bajo en Cueva Bermeja (10.15h) donde está algo nublado. Estoy algo nervioso, pero más ilusionado que nervioso cuando empiezo a subir por las estrechas calles con nombres de ríos. Por entretenerme cuento lo escalones mientras me voy poniendo en forma para lo que me espera hoy. Subo por la calle Yukon. Es una calle toda de escalones con vistas a la dársena y al mar. Y justamente llego al 333 cuando se terminan los escalones (110m), dada mi afición a los números es un buen presagio. El Chiguel tiene una altitud de 700m así que ya he ascendido una parte significativa nada más empezar. El día se ha vuelto a despejar y la brisa ligera refresca y no hace nada de calor. El último tramo de escalones llega a una puerta así que tengo que tirarme a la izquierda para, por un pasillo, salir a la ladera. Justamente después de la casa ya empiezo a subir por donde buenamente puedo y enseguida encuentro un sendero que sube y bastante claro hacia la derecha, hacia una loma donde hay torres de electricidad (y estoy subiendo por otro sitio, distinto por donde subí en la excursión 453). La cosa empieza más fácil que en aquella excursión. En la loma (170m) tuerzo a la izquierda y por terreno algo rocoso e irregular me dirijo hacia una de las torres, la paso manteniéndome a una distancia prudencial. Subo por la cresta hasta una cierta elevación de la que bajo para pasar una pequeña degollada (230m) donde hay otra torre de electricidad. Alrededor y hacia ambos lados: Cueva Bermeja y barranco de Jagua, las laderas están muy secas con una vegetación muy dispersa y baja. Ahora ya me enfrento con la cresta con pendiente fuerte por donde empiezo a trepar. En los días pasados he estado estudiando bien esta cresta, incluso con un mapa fotográfico del Gobierno de Canarias (un orto mapa) y me ha parecido posible, ahora vamos a ver. Empiezo a trepar, usando las manos y los pies, por la pendiente rocosa rugosa. Lentamente voy subiendo y cuando llego a los 350m me topo con una pared vertical, no muy alta, pero imposible. Ahora me echo hacia la izquierda por donde veo una posibilidad. Me parece descubrir restos de sendero, pero puede ser una alucinación, y aunque trabajosamente y muy despacio puedo seguir subiendo hasta que logro llegar a una parte de la loma (400m) con pendiente muy suave. Bien. Lo he conseguido. Esta era a priori la parte más complicada.
Sigo subiendo hasta una elevación (462m) pero después tengo que bajar un poco cuando tengo a la vista a la izquierda un barranco que en principio pienso que es el de Cueva Bermeja, por donde subí en la excursión 647, pero no, es otro más pequeño (Barranquillo el Incensial). Tras la bajada de la elevación (unos 20m de desnivel) vuelvo a subir por un filo y a la derecha me impresiona la vista del principio de la gran cuenca fluvial que forma el barranco de Jagua, árido, desierto, sin presencia humana de ninguna clase. Llego a la siguiente elevación (515m) y ahora tengo un rato de travesía por una cresta más fina con ligeras subidas y bajadas, un lugar de paso de cabras arriscadas, que veo a lo lejos, un pequeño grupo de cuatro o cinco. Por este paso si hay un sendero, y carteles de coto de caza, terreno de cazadores. La vegetación es muy rala y seca. Se puede ir casi por cualquier lado. Y llego a la degollada del Paso del Perro (12h, 500m, excursión 443). En aquella ocasión me costó muchísimo trabajo llegar hasta esta degollada desde el barrio de Cueva Bermeja. Hoy, en comparación, todo ha sido mucho más sencillo. Echo un vistazo al barranco de Cueva Bermeja y compruebo que los almácigos dispersos están sin hojas, esos almácigos son una referencia importante para subir por ahí. El día sigue maravillosamente claro y con algo de brisa, por momentos algo fuerte. Sigo subiendo por la cresta lo más próximo que puedo a la arista. En los 570m tengo que empezar a llanear por la izquierda porque un sendero me va llevando y también porque la cresta es imposible de atacar por la arista. Y aquí cuando estoy por este sendero por un terreno con más vegetación me sorprende ver a un hombre joven que me mira desde lo alto. Le saludo y trepo hasta donde está. Viene de San Andrés y ha subido al Chiguel, pero no ha encontrado la manera de seguir hacia arriba (hacia el norte) y ahora está bajando. Está tan tranquilo y con una sonrisa magnífica, es lo que más me llama la atención de él: su serenidad. Le abrumo un poco con mis mapas, pero sospecho que él es de móvil y no los entiende. Tras una breve conversación y una palmada en el hombro, que me da diciendo “estamos en forma” se va hacia abajo. Visto y no visto. Yo empiezo a subir a un roque que hay en la cresta y cuando llego a lo alto le veo en la degollada del Paso del Perro, parede inseguro y está consultando su móvil. Este roque (606m) es alargado y de roca beis cuarteada, un mirador imponente. Me permite tener un momento de respiro y descanso mirando y mirando todos los alrededores y el camino que he hecho subiendo. Una cabra gris me huye cuando me ve. Sigo subiendo por la arista tras bajarme del roque. Ya me falta poco para llegar a lo alto del Chiguel.
En un algún momento confluye el sendero que hice no hace mucho para subir desde Ajitio (excursión 999) y sigo subiendo entre rocas con vegetación más fuerte hasta lo alto del Chiguel (692m, 12.45h). Echo cuentas y veo que he tardado dos horas y media en subir desde Cueva Bermeja, para un recorrido de unos dos km y medio, es decir que he subido a un km por hora. Dada la orografía me parece razonable y sobre todo: simplemente poder haberlo hecho. Hoy no me recreo demasiado en las maravillosas vistas desde aquí arriba, todavía me queda un reto importante, y, enseguida, estoy más centrado en lo que me falta que en lo que he hecho. Pero no dejo de apreciar lo maravilloso de este sitio desde el que se ve casi todo el sur de Anaga y que se ve desde tantísimos sitios con su característica forma de M. El Chiguel es uno de los picos de la M y cerca y enfrente está el otro. Bajo del Chiguel a una degollada, que está unos 30 metros más abajo, la paso, y dirigiéndome hacia el otro pico llego a otra degollada, que tiene una zona llana hacia la derecha y por aquí sale el sendero que baja. Este es mi segundo objetivo del día: recorrer el sendero que rodea, por la ladera, las crestas hasta la degollada del Pino (excursión 989). En la excursión 999 me pareció este sendero mucho más claro. Tras recorrer la parte más llana y cuando empiezo a bajar se torna mucho más difícil, aunque tampoco me puedo equivocar mucho porque se trata de bajar por una arista, en la que descubro un hito en un sitio estratégico. Me dirijo por la cresta hacia una loma con tres picos en sucesión y cuando he bajado unos 80 metros de desnivel y antes del primero de esos tres picos veo el sendero que se echa a la izquierda para empezar a recorrer las laderas. Siento un gran alivio. El sendero es de postal, tan pintoresco, tan bien trazado entre la yerba fresca alta y las gamonas con sus varas emergiendo. Estoy en una nube recorriendo esta vereda de una forma tan placentera y tan fácil, que con pequeños desniveles va atravesando barranquillos con vistas a la izquierda hacia el roque El Cubo, de forma piramidal, y con vistas a la derecha hacia el barranco del Cercado y las casas junto al palmeral. Cuando es fácil un sendero parece histérico pensar en dificultades, pero que me vuelven a surgir cuando ya he recorrido la mayor parte de esta travesía por la ladera. Me surge la inquietud al llegar al cauce de un barranquillo, de repente ya no hay sendero al otro lado. Encuentro la continuación bajando unos diez metros por el cauce y tras una poza en la roca sale a la izquierda el sendero. Y es que esta ladera tiene una vegetación muy densa, con pencas granes, que no permite ir campo a través. El sendero se va elevando y bifurcando y en una de estas me tiro demasiado abajo y en otra arista tengo que subir campo a través (por aquí sí es posible) hastan enlazar con el sendero y seguir, ya bien, hasta la cresta y seguir hacia el norte, hacia la derecha. Todavía me falta un trecho para llegar a la degollada del Pino, por donde voy a bajar hacia El Pelotón, pero yendo por la cresta no hay dificultad por la orientación, sólo por posibles caídas y yendo despacio lo voy superando. Es una cresta con mucha fuerza, enrevesada, de mucha roca y constantes pequeñas subidas y bajadas, me requiere toda mi atención. A veces me paro a contemplar las vistas fantásticas hacia la izqquieda: valle Brosque, el roque de La Fortaleza y a la derecha y por abajo hacia San Andrés, Suculún, las Teresitas y por arriba hacia el albergue de El Bailadero, del que distingo su terraza ¿habrá gente tomando una cerveza y mirando hacia dónde estoy?. Esta parte ya la conozco de otra excursión (la 1009) en que recorrí en parte la cresta hasta casi el roque del Cubo.
Con cielos cubiertos y ráfagas de viento me quedo a comer en la degollada del Pino (14.20-14.50h). En la bajada decido hacer un recorrido diferente que las otras dos veces (excursiones 989 y 1009) y me tiro a la derecha siguiendo un sendero muy claro, aunque resbaladizo y peligroso, después el sendero vira a la izquierda y tras varios zig-zags termina sin continuación aparente. Así que tengo que ir campo a través hasta la loma de la izquierda para enlazar con el sendero que ya conozco. Logro llegar a la loma y bajo por ella y cuando me salgo hacia la derecha en diagonal se vuelve a complicar bastante la travesía hasta que llego a la zona más llana. Todo está lleno de plantas y me salvan la referencia de las grandes piedras (por parejas), el sendero pasa cerca de ellas. Justo hasta el final es complicado el recorrido, tengo que atravesar zonas de zarzas rastreras. Cuando llego al sendero oficial (15.25h, PR3) me siento bastante aliviado. Un poco aturdido sigo bajando con el piloto automático por el sendero ancho con los farrobos y las huertitas. Merecería la pena investigar algunos campos y arboledas al otro lado, pero lo dejo para otro día. Parece que hay un sendero que pasa de este barranco (Bizcocho) al de al lado (Brosque).
Llego al Pelotón (15.45h) donde no se oye nada ni a nadie. Un hombre me saluda al venir, lo conozco de otras veces, “de excursión, eh, muy bien, sí” (más tarde me acuerdo de su nombre: Tino). Gracias. La 916 llega puntual (16h) aunque hoy José no está para conversaciones conmigo, aunque sí se interesa por los antepasados de una pasajera. Otro va un poco quejumbroso. Me bajo en Santa Cruz (16.23h) con la sensación de que se me ha hecho corta la excursión. Y que debería haber seguido hacia El Cercado desde la degollada del Pino.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
https://drive.google.com/file/d/1HNpodub7s7nxQSgtF-eSrIPIa1mzyHj5/view?usp=share_link