E-682 Igueste - Lomo Bermejo

• Excursión 682. 31 Julio de 2017. Lunes. (Anaga 106ª)

Igueste de San Andrés. Lomo Bermejo

Municipio: Santa Cruz de Tenerife

ENP: Parque Rural de Anaga

De 14.52h a 19.02h. De 56 a 260 a 40m. Excursión de OSM

Distancia: 5,3km. Duración: 4h 10m

Recorrido por una carretera que va cruzando el cauce de un barranco de cauce pequeño y subida a una loma tratando de encontrar un viejo sendero que sube a la cresta de una loma

Salgo de Santa Cruz (14.10h) en la 945 para Igueste. En Igueste me bajo (14.52h, 56m) en la parada cerca del cruce del barranco. Aquí está soleado y ventoso. Subo por la pista asfaltada que se inicia en la curva. Hace bastante calor y voy sin sombra hasta Lomo Bermejo (15.14h, 114m). Lomo Bermejo es un caserío de casas dispersas en la ladera derecha del barranco. En la anterior excursión por la zona (la 664) un hombre de la zona (Óscar) me habló de un sendero que empieza aquí, lo vengo a hacer y tengo un mapa. Tras caminar unos quince minutos (1,3km) desde el principio llego al sitio que me indicó Óscar. Tengo la sensación de que va a ser fácil. El principio es por un camino ancho que sale a la derecha de la pista, va por la izquierda de una lomita donde hay casas. Voy subiendo y desechando alternativas. En los 180m aprox. el sendero se echa a la izquierda (entre casas no habitadas o en ruinas) y llanea hasta un barranquillo (Las Cañadas). Pero esto no se parece en nada a lo que tengo en el mapa de OSM. Llaneo de vuelta por el sendero y encuentro otro que va junto a un canal (190m) pero tampoco me convence, no llega a subir en ningún momento y una vez que lo hace tiene un tronco de pitera caído sobre el camino. Por otro lado, hace demasiado calor, es agobiante. Lo dejo. Regreso a la carretera (16.06h, 114m).

Me pongo a la sombra y decido esperar a ver si pasa alguien y me ayuda a encontrarlo. En menos de cinco minutos aparecen cuatro personas: dos hombres y dos mujeres, mayores los cuatro. Perfecto, pienso. Les abordo. Los dos hombres son los que más hablan, uno de ellos me describe con precisión por donde subir. Resulta que iba bien, pero me faltó sólo un poquito para llegar al verdadero sendero de subida. Tengo que pasar al lado de un poste metálico de electricidad en desuso. El otro hombre me añade que tengo que pasar por debajo de aquel árbol (me lo señala), le digo ¿el almácigo?, sorprendido de que lo sepa dice sí, y, añade que hay más un poco más arriba y me los señala. Maravilloso, les doy las gracias varias veces y decido al menos subir hasta tenerlo claro, aunque no lo vaya a hacer hoy completo.

Subo por donde me han aconsejado (después de subir por donde antes hay que desvíarse en los 140m a la derecha), lo voy encontrando. Es un viejo camino entre vegetación salvaje (zarzas) que va subiendo y subiendo y pasa al lado del poste viejo de la luz y de una casa que parece habitada, hay ropa tendida en una cuerda. A esa casa había llegado en el primer intento, pero por la izquierda, ahora la estoy rodeando por la derecha. El sendero me va encantando mucho. Paso al lado de algunas huertas, de aguacateros y de higueras. Tiene muchos desvíos, uno es un canal, no me sirve, otros van a casas en la ladera, tampoco. La vegetación es densa y antigua. Llego al sendero con el tronco de pitera, es por donde estuve antes. Sigo hacia arriba. Paso un tramo malo porque está en pendiente e inclinado y con piteras con los pinchos intactos en un lado. Asciendo con mucho cuidado por unos escalones desgastados en la roca roja. Cada vez me va gustando más, por conseguirlo y por las vistas que son cada vez mejores sobre las casas desperdigadas del Lomo Bermejo.

Llego hasta un almácigo (16.56h, 203m) pero no es el que me dijo, el sendero pasa como a unos quince metros del árbol y es imposible acercarse. El almácigo que me indicó tiene que estar más arriba. Voy siguiendo el sendero, aunque con dificultades. Paso al lado de una pequeña cueva y sigo subiendo. Me desvío (a la izquierda) a una casa-cueva (230m) que todavía conserva en su interior el asiento doble de madera bajo la ventana. Parece una casa abandonada repentinamente. Conserva el techo. Tiene varias habitaciones. Es la casa que está situada más arriba de todo el caserío de Lomo Bermejo. Regreso a la desviación y ahora voy hacia la derecha, paso debajo de un enorme almácigo bastante despeluzado (puede ser este el que me indicaron). Me encanta este tipo de árbol, cada vez más. Tiene hojas compuestas en grupos de siete o nueve, y son pequeñas y apuntadas. Veo hitos al lado de dos almácigos densos de hojas, uno más grande, copuditos y redondeados ambos. Me resulta milagroso que existan. El sendero va por el cauce de un barranco muy vertical (Hoya Las Vueltas) por terreno de rocas sueltas, veo otro hito. Cuando llego más arriba (17.26h, 260m) y veo clara la continuación (uno de los hombres me dijo que después de los almácigos el camino estaba claro) decido regresar.

Muchos trechos del sendero están marcados y sujetos por piedras, pero hay que evitar muchas desviaciones hacia casas y hay muchas piteras peligrosas, aunque la mayoría tienen las puntas recortadas. La vegetación que he visto está compuesta por cornicales, tabaibas, inciensos, tasaigos, tuneras, piteras, una morera, matorriscos, esparragueras. El sendero de bajada lo hago más cómodamente, qué diferencia entre saber y no saber, entre la tranquilidad y la inseguridad. En la bajada hablo con una mujer que lleva una gorra que pone Italia, y me habla del duraznero que tiene en el patio. Me gusta mucho el entorno. Regreso a la pista (17.57h). Vuelvo a ver a los cuatro hombres del lugar. Uno de ellos me dice que de los frutos del almácigo, cuando se secan, se pueden hacer silbatos. De vuelta en Igueste veo varios dragos interesantes. En Igueste (18.25h) y como tengo tiempo hasta que salga la guagua decido callejear.

Subo por pasaje El Pedacito, pasaje Virginia, paseo La Cruz, fuente de San Antonio (1954). Un hombre desde una ventana me pregunta si estoy buscando la venta, le agradezco la información. La veo. Subo hasta que llego a senderos que van hacia la montaña. Bajo. Los perrillos de las casas me empiezan a descubrir y se ponen a ladrar por todos lados. Tengo que bajar más. Sigo por calle Casas Nuevas, Candelaria, transversal Barranquillo, Pasaje El Barranquillo, Las Laderitas. Son calles muy estrechas, sólo para peatones, con disposición anárquica, casas nuevas al lado de casas viejas deshabitadas o en ruinas, algunas viejas y en buen estado, es un laberinto de subidas y bajadas, las casas están unas sobre otras en un barullo de siglos. Una niña de pelo rubio come un bocadillo tranquilamente. Le pregunto por la bajada hacia la carretera, me dice que un poco más allá. Bajo al lado de un barranquillo hasta la carretera. Veo una casa en lo alto de la ladera del otro lado. Un hombre me dice que se puede subir por donde “las palmas” (palmeras).

Llego a la parada en cinco minutos salimos, sólo el conductor y yo. En la parada de la playa de Las Gaviotas se sube un grupo de jóvenes que viene de la playa. Me llega su relajación, la relajación de haber pasado una tarde en la playa. Me encanta ir mirando el mar y las curvas de la carretera, es muy variado todo el paisaje. Localizo un posible sendero de subida. Llegamos a Santa Cruz (19.50h). Los paseos en guagua se están convirtiendo en una parte importante de las excursiones, después de las incertidumbres y del tremendo esfuerzo físico el poder sentarme y que me “enseñen” el paisaje es todo un premio.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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