• Excursión 1048. 23 Enero de 2020. Jueves.
El Carrizal. Lomo del Viento. Carrizal Bajo. Cruz del Carrizal.
Municipio: Buenavista del Norte.
ENP: Parque Rural de Anaga
De 10 a 16.15h. De 670 a 395 a 680 a 536 a 680 a 395 a 670m.
Distancia: 10,1km. Duración: 6h 15m.
Con poco tráfico, desde mi casa, recorro todo el norte, en 50’, para llegar a Buenavista justo antes de que salga la 355 (9.30h), llena de senderistas. Algunos se bajan en El Palmar, la mayoría sigue hacia Masca. Voy enfrascado en mis mapas de la zona y apenas le presto atención al paisaje. Me bajo en El Carrizal (9.59h). El cambio es instantáneo. Reina una tranquilidad balsámica, no se oye nada, sólo el trino de algunos pájaros en la distancia. Por el sendero señalizado que empieza al lado de la carretera, que lleva al Carrizal Alto, bajo hasta el núcleo de casas, bastante juntas, y tuerzo a la derecha para seguir bajando. Hacia el mar destacan los grandes roques que parecen taponar el barranco del Carrizal. En tres minutos (200m) llego al sendero, a la izquierda, señalizado (PR TF 51.1, 1,1km) que va hacia el Carrizal Bajo. Este camino lo había intentado una vez (excursión 515) pero sin resultado, ahora lo han señalizado claramente y lo puedo seguir bien. El suelo está muy húmedo, muy verde, es una delicia caminar por aquí con el fresco que viene de las plantas, pero en un día despejado y alegre. El camino está algo resbaladizo y con mucha retama blanca por los lados, pero es de esos caminos bien marcados en los que no hay posibilidad de extraviarse.
Cerca del Carrizal Bajo hay un atajo a la carretera que no tomo, y sigo hasta el final que da a una carretera asfaltada, por ella continúo hasta el Carrizal Bajo (10.36h, 430m). Primero y enseguida de llegar a la carretera tomo a la derecha para seguir por el asfalto (no a la izquierda por otra pista que baja). Tras unos 300 metros la carretera tuerce a la izquierda (cruza el cauce de un barranco (La Tinta/Chiné). Recorro unos 200 metros y en una bifurcación elijo a la izquierda para bajar por una pista. Una maquina picadora machacona y constante rompe el ambiente silencioso, y es justamente por la pista al lado de esa casa, donde esta la máquina infernal, que bajo hasta el cauce (del barranco El Carrizal) que lleva algo de agua y cruzo por debajo del cañaveral denso. La bajada al cauce es algo complicada por resbaladiza y empinada, el remonte más sencillo, pero tampoco fácil. Arriba paso una huertita y cruzo hacia una casa abandonada (El Hornito) entre viejos bancales. Antes de la casa ya veo claro el sendero que empieza a subir hacia la derecha, hacia un paso en las montañas.
Mi objetivo hoy es tratar de encontrar un sendero que baja hacia la desembocadura del barranco del Carrizal, pero ya de entrada sé que va a ser complicado, de manera que mi objetivo en realidad es recorrer la loma derecha del barranco del Carrizal (Lomo del Viento). Esta subida ya la hice en otra ocasión (excursión 524) y recuerdo bien lo mucho que me costó. Ahora en mejor forma física espero que me cueste menos. Es una subida de unos 300 metros de desnivel, pero con una inclinación muy fuerte y a pleno sol, sin resguardo de ningún tipo y sin viento ni brisa. Vamos a ver. Una primera parte por un lecho rocoso está señalizada con hitos y ya después el sendero sube en zigzag entre vegetación rala pero agresiva pasando cerca de algunas paredes rocosas. Voy ganando altura y buenas vistas hacia El Carrizal Bajo, aunque tengo que reservar toda mi atención en ir a ritmo en ascendiendo el desnivel constante. Cuando ya he hecho más de la mitad y eso que empieza a correr una ligera brisa refrescante, me tengo que empezar a parar porque voy asfixiado, en los 580m, en los 595m, en los 635m, se me hace muy duro. Por fin llego a la degollada (Cruz del Carrizal, 656m, 11.11h), donde efectivamente hay una cruz.
El sendero sigue claro bajando con curvas por la otra vertiente, pero mi objetivo es recorrer esta loma que tengo a la izquierda, las crestas de esta loma, que tiene varios picos marcados. He estado durante años (desde la excursión 524) recordando este atisbo de sendero que empieza a la izquierda del sendero de bajada, y que va por la derecha de la cresta de la loma y hacia el mar. Y ahora que lo tengo delante me doy cuenta de que es muy débil, una ilusión prácticamente. Pero lo sigo sin cambiar mucho de altitud, cada vez más complicado y rodeando este primer pico por un terreno muy húmedo, con muchas plantas, y sin sendero ninguno. Cuando ya he rodeado bastante de este primer pico me doy cuenta que por delante de mí, a la derecha de la cresta, por donde voy, las paredes son verticales, así que no me queda más remedio que trepar por la pared del pico hasta lo alto, paso el pico, y después el tránsito es más sencillo. Arriba y ya en la cresta sigo por las rocas y voy encontrando (me resulta increíble) tramos viejos de sendero y voy enfilando otro pico (Roque la Gra), que está ligeramente en perpendicular con respecto a la cresta de la loma. Paso este roque, que es bastante afilado, por su derecha. Cuesta trabajo, tengo que ir lentamente, afianzando, trepando, bajando, a cámara lenta. Y las vistas hacia el barranco del Carrizal son fantásticas. Ese barranco es parte de una gran cuenca fluvial ocupada por dos barrancos, este del Carrizal, el más cercano, y otro (Las Aneas) que discurre por detrás de una serie de tres picos de tamaño mediano, el más llamativo, el primero desde arriba, es el Morro La Sombra o Roque La Silleta, y este y los dos siguientes tienen por debajo unos contrafuertes enormes, es un relieve montañoso completamente espectacular.
La luz del invierno ligeramente lateral los resalta todavía más. El barranco que me queda a la derecha según bajo (Taburco) es, en comparación, sencillo y poco dramático. Toda esta loma que estoy recorriendo se llama Lomo del Viento. (Me gustan los topónimos a paladas. Y, desde luego, que cuando los recorro apenas le doy importancia a los nombres, es sólo después -pasado más de un mes- cuando escribo la crónica de la excursión.) Rodeo el roque Gra por la derecha y ya después hay una larga bajada con restos de sendero hasta un cierto punto. Pero a partir de ese punto ya se trata de bajar como buenamente pueda. Una larga cresta rocosa algo afilada la rodeo yendo por la izquierda por terreno muy arenoso, por donde tengo que extremar las precauciones (a la subida lo haré pegado a la cresta afilada). Muy difícil, posible, pero muy difícil. Durante toda esta travesía de la loma, en muchas ocasiones me imagino que me tropiezo, me caigo de bruces, de cara, contra las rocas. Son tan afiladas, tienen tantos salientes, pero no, no me caigo, no me resbalo, no me tropiezo, es casi milagroso. Realmente es muy aventurero. El tiempo se está portando, no hay viento, el sol brilla. Las vistas a los picos entre el barranco del Carrizal y Las Aneas van cambiando y siempre espectaculares.
Sigo bajando hasta que ya la pendiente se hace demasiado fuerte (Morro Lomo las Perdices, 536m) en donde hago el descanso y la pausa para comer (12.45-13.13h). En el recorrido hasta esta morra he ido pasando por la derecha o por la izquierda de los picos y siempre a la derecha ha estado mucho más seco y árido que por la izquierda. Puedo relajarme un rato con el sonido fuerte del mar que bate abajo, 500 metros abajo, pero me llega muy claro el fragor de las olas, y la vista de la isla de La Gomera con una capa de nubes justo por encima. Durante el recorrido he visto orijama, tasaigo, gamona, matorrisco, incienso, cardón, tabaiba majorera, tabaiba amarga, cornical, verode, tabaiba dulce, cerrillo, jara, corazoncillo y cebolla marina. Y ni rastro de rabo de gato o de tuneras. Debe ser un sitio que ha tenido muy poco contacto con los humanos… y con los animales domésticos. La sensación de estar en un sitio único y apartado es constante. Otras crestas de Teno han sido lugares de paso entre caseríos y tierras de cultivo, pero por aquí solo han debido de venir algunos pescadores. Y por cierto la bajada al barranco del Carrizal la he descartado casi desde el principio sin intentar encontrar ningún sendero. Otro día. Debajo de la morra donde estoy comiendo todavía se podría seguir bajando unos cien metros más de desnivel por dos esquinas, pero el desnivel es tan exagerado y el riesgo tan grande que lo descarto, sólo el pensamiento de no intentarlo ya me relaja. Aunque no estoy tranquilo del todo porque me falta la vuelta.
Con disciplina y determinación hago todo el regreso hasta la degollada de la Cruz del Carrizal (14.23h) y tardo sólo una hora a la vuelta en comparación con una hora y media que me llevó la ida. En el regreso veo más claramente algunos trozos indiscutibles de sendero. Hay que tener mucha disciplina y fuerza mental para hacer estas crestas. La bajada me la tomo con mucha más calma que la subida (48’ frente a 37’). Llego abajo, al cauce con el cañaveral (15,11h). La picadora ya se ha callado y en su lugar un pájaro está cantando. Sigo un poco por la carretera y encaro la subida por el sendero (por el que bajé). En el atajo a la izquierda a la carretera hay también un sendero que sube (a la derecha), lo sigo un rato hasta lo alto de una loma, pero las retamas son demasiado altas y temo perderme así que vuelvo enseguida al sendero de subida hacia el Carrizal Alto, a donde llego entero (16h). No subo por el sendero directo hacia la parada de la guagua, arriba en la carretera de Masca a Buenavista, sino por la carretera que sube (hacia esa). Cerca de la curva me meto por la derecha por un sendero. ¿A ver a dónde me lleva? No sube, llanea, pasando por el cauce de un barranquillo al lado de palmera canaria y más adelante un hermoso pino canario. Y no sólo llanea, sino que más bien baja y llega a dos huertitas pequeñas. No tiene salida. Regreso a la carretera y subo hasta la carretera a donde está la parada de la guagua. De aquí surge un sendero que sube y lo sigo un rato hacia arriba con la esperanza de que se acerque a un descansadero de muertos, pero no, el sendero no se acerca, así que regreso a la carretera, por aquí algunos almendros están en flor. Me queda una larga espera a la 355. Me pongo a escuchar la tercera sinfonía de Gorecki y el paisaje se transforma todavía más y estoy casi extasiado de estar sano y salvo después de esta excursión tan intensa. Soporto bien la espera bajo una marquesina en esta carretera con poco tráfico. La guagua llega algo retrasada (17.30h) y yo sigo escuchando a Gorecki casi volando hasta Buenavista (17.53h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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El Carrizal - Lomo del Viento