• Excursión 614. 3 Marzo de 2017. Viernes.
El Rosario. Barranco de Ruiz. Rambla Los Caballos
Municipios: San Juan. Los Realejos
ENP: Paisaje Protegido de Campeches, Tigaiga y Ruiz
De 11.10 a 13.36h. 118 a 10 a 118m
Distancia: 3,6km. Duración: 2h 26m.
Recorrido de la parte baja del barranco de Ruiz por un sendero poco frecuentado hasta la desembocadura del barranco y después por otro que va por encima del acantilado (bajo) a ambos lados de la desembocadura hasta el barrio de El Rosario
Dejamos el coche, mi mujer y yo, en la zona recreativa del barranco de Ruiz donde hay varias casetas, que sirven comidas y bebidas, abiertas permanentemente. El día está luminoso y alegre. En la curva y en la parte derecha del puente encontramos una abertura entre los bloques de cemento (guarda caudales) que forman una barrera de defensa para los vehículos. Esta abertura marca la existencia de un sendero. (Esto lo explotaré a fondo en otra excursión por la zona, la 654). Baja al lado y por fuera de una verja metálica. Desciende por rocas. Pasa al lado de un depósito de agua vacío y roto. Después el sendero va muy por el borde del barranco. Al otro lado me impresiona la pared de tierra suelta y piedras incrustadas, un terreno que se ha estado creando y transformando por las riadas irregulares y extraordinarias. Es un sendero muy revirado. Pero no es peligroso. Sólo tenemos que ir muy despacio. A veces hay desniveles más fuertes. Hay zona con una vegetación muy densa y cerrada. Me gusta mucho esto. Esta zona se llama la rambla de Los Caballos. Me resulta fantástica toda ella. Lo vamos descubriendo a medida que lo recorremos. En el cauce del barranco hay un gran tramo cubierto con cemento que no me gusta nada. Comprendo que lo han puesto ahí para subir más fácilmente y pasar por debajo del puente. No me deja de sorprender y agradar lo densa que es la vegetación, es un vergel, azocado y con agua todo debe crecer fácilmente.
En una zona más abajo hay plantaciones de plátanos. Seguimos por un camino sigue junto a ellas. Después elegimos bajar hasta el cauce. Un joven corredor muy esforzado no tiene casi tiempo de decirnos nada cuando se cruza con nosotros, parece el señor conejo blanco y lo vemos subir por el cemento. Y si alguien viene de abajo es que se puede llegar desde el mar. Vale. Ya sabemos que esto tiene salida. Seguimos por el cauce entre vegetación muy crecida. Llegamos a la confluencia con el sendero que viene de El Rosario (Las Ramblas) y que va por lo alto del acantilado a ambos lados del barranco. Cerca del mar entre las inmensas rocas un grupo de turistas alemanes escucha a su guía con atención. No nos acercamos al mar, sino que seguimos por el sendero hacia la derecha. Por aquí vemos más fincas de plataneras rodeadas por muros de bloques. Subimos por el sendero hasta pasar por delante de unas casas en ruinas. En una habitación hay un somier desnudo. Llegamos a un gran árbol (creo que un laurel de indias) y nos sentamos en un pequeño murito.
Nos tomamos un té que hemos traído en un termo con la vista de la salida del barranco, acompañado de unas galletas, claro. Desde aqúi se puede ver toda una historia muy larga de riadas, las enormes piedras desperdigadas por toda la desembocadura lo atestiguan. El día está tan hermoso. Al otro lado vemos las casas del Rosario, el primer barrio de San Juan de la Rambla. Seguimos caminando, alejándonos de San Juan, por un sendero algo rocoso que va por encima de un acantilado de unos 40 o 50 metros sobre el mar y vamos pasando algunas casas aisladas a la derecha. Se debe poder acceder a ellas desde arriba, desde la carretera. Tras estas casas el sendero baja al lado de fincas de plataneras hasta un bonito roque mirador con marcas blancas de pájaros marineros. A la izquierda hay una zona preciosa de columnas basálticas. Caminamos hasta un puentito de madera por donde ya estuve en otra excursión (la 608). Volvemos por nuestros pasos tranquilamente. Tras el gran laurel de indias bajamos hasta el cauce y lo cruzamos y después subimos por un sendero claro hasta las primeras casas de El Rosario. De nuevo vamos por encima de un acantilado de unos 40 o 50 metros sobre el mar y vamos pasando viejas casas con mucho gusto y haciendas antiguas (dos son del siglo XIX). Puede ser que antiguamente por aquí fuese la vía de comunicación por el norte de la isla. Caminamos por esta agradable calle hasta una calle (Camino el Callejón) y después retornamos hasta la ermita que da nombre a este barrio. Y por ahí subimos entre casas y por debajo de plataneras hasta la zona recreativa al lado de la TF-5.
Una vez en el coche nos acercamos hasta Las Aguas y allí en el restaurante homónimo nos tomamos un arroz caldoso. ¿Qué más se puede pedir?
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Barranco de Ruiz. El Rosario