E-1263 Acantilado Interian. Cuevas Negras

• Excursión 1263. 19 Mayo de 2021. Miércoles.

Acantilado Interián. Cuevas Negras. Canal Las Cabezadas

Municipios: Los Silos. El Tanque

ENP: Parque Rural de Teno

De 14.43 a 19.53h. De 625 a 430 a 550 a 490 a 550 a 150 a 650 a 625m.

Distancia: 15,4km. Duración: 5h 10m

Recorrido circular. De El Tanque hacia Tierra del Trigo por una carretera de la que me desvío a un mirador sobre la Caleta de Interián, un mirador en lo alto de un risco acantilado. Por la carretera llego al caserío de Tierra del Trigo por donde encuentro un sendero largo y después por un canal llego a un caserío abandonado (Lomo el Topo). De ahí por sendero señalizado atravieso el caserío, también abandonado, de Cuevas Negras. Desciendo hacia Los Silos y me meto por un canal que me lleva de una manera muy aventurera a atravesar terrenos privados hasta llegar a la carretera de subida a Tierra del Trigo por la que subo hasta El Tanque

Salgo de El Tanque hacia Tierra del Trigo en un día con nubes altas grises, viento y calima. Por la carretera que enseguida pasa por delante del restaurante de mirador Lomo Molino sigo hacia el oeste en suave descenso. A la derecha la ladera está cubierta de vegetación y algunos terrenos agrícolas abandonados, por encima y a la izquierda también vegetación densa y sólo un pequeño terreno plantado. Me llama la atención la ausencia de construcciones. El viento escada vez más fuerte. Vistas estupendas hacia la costa, hacia la caleta de Interián, también hacia Garachico y Buenavista. Completamente llena la balsa de la montaña de Taco. Este año ha llovido mucho. En una curva muy cerrada y vistas hacia Tierra del Trigo, en medio de un valle extenso, me salgo de la carretera por una zona rocosa (565m) y muy recto y por sendero incierto voy bajando hacia una punta, ligeramente hacia la izquierda. El sendero no existe claramente marcado pero destrepando y entre los arbustos y las plantas se puede ir bajando en dirección hacia esa punta. El problema que tengo es que el viento es cada vez más fuerte, tanto que me tengo que parar para que el viento no me tire sobre las rocas. La planta que domina en el entorno es el palo sangre, apenas lo puedo apreciar. No sé cómo logro alcanzar la punta del saliente (450m) donde hay un cartel metálico muy desvaído “sitio de interés científico”, se refiere al Sitio de Interés Científico Interián, el acantilado que tengo por debajo.

Tengo una vista suprema sobre la caleta de Interián y veo más allá de la playa una quíntuple línea de rompientes blancos, señal del viento enorme que está ahora azotando la costa y todo el acantilado. Pensaba hacer fotos con el trípode que he traído pero es imposible estar aquí, el viento tiene una fuerza tremenda y el terreno que tanto es rocoso como arenoso e inestable no es el mejor sitio para caerse. Regreso por la pequeña dorsal a la carretera. El día está muy raro, los cielos están grises, no hace frío, no amenaza lluvia. Por la carretera sigo por la triple curva plegada y después en bajada hasta Tierra del Trigo. En la plaza donde la iglesia paso por delante del bar La Ermita y el taller de chapa. Al final de la plaza tuerzo a la izquierda por una calle (Lomo Morín), avanzo unos cien metros y en una bifurcación me meto a la derecha por otra calle más estrecha (Los Rijos). En unos 30 metros me meto a la derecha por un pasillo entre casas y salgo a un barranco pequeño (El Til) donde encuentro un sendero. Sigo por el sendero que es estrecho, cruzo el cauce del barranco, remonto por el otro lado y cuando llego al camino tuerzo a la izquierda.

Por aquí algunos campos sembrados y algo de actividad. En unos 150 metros cruzo un canal que lleva agua (canal del Enlace, excursión 955) y sigo subiendo por un sendero muy invadido por plantas hasta una pista (565m). La cruzo. Sigo bajando por otro sendero bien marcado pero malo por la inclinación, las rocas y el terreno. Alrededor del sendero la vegetación es súper compacta e impasable. Después de un tramo muy inclinado del sendero voy a dar a un canal, ancho, bueno, una maravilla (creo que es un ramal del canal del Enlace). Paso el cauce de un barranco (El Salto) y por el canal en muy buen estado, que lleva agua llego a un pequeño caserío de tres o cuatro casas, y más bien abandonado (Lomo el Topo). De aquí y por rocas salgo, a la izquierda, a un sendero claro y señalizado (PR 53.1), es el que lleva a Cuevas Negras. Por ahí sigo hasta Cuevas Negras, el caserío abandonado, con el enorme barbusano, el más grande de Tenerife. Antes de llegar al caserío y entre el verde oscuro de la vegetación se distingue, a una cierta distancia al otro lado del cauce de un barranco, un círculo despejado de un verde más claro, es una era. Los granadillos están en flor. El sol sale, apenas unos momentos. Una pena. Las flores amarillas de los granadillos solo resaltan cuando sale el sol. Por aquí también hay otras plantas típicas de las medianías: guaydil, bejeque, espinero, tasaigo, cornical. Y el guaydil sigue en flor y también el bejeque.

De Cuevas Negras sigo bajando por un viejo camino empedrado, un camino señalizado (PR 53) y de una pendiente impresionante, que tiene una vista sobrecogedora del barranco cuando llego a una pared formada de grandes escamas paralelas al suelo, de color oscuro. Tanto a la derecha como a la izquierda sobresalen los picos del otro lado del barranco sobre algunos canales con marcas blancas. Impresiona incluso estando cubierto el cielo. A pesar de que le falte algo de luminosidad. Y todo el rato en el camino voy sobre el empedrado que está en buen estado y bajando, casi desplomándose. Me gusta que sea largo, mucho más de lo que recordaba. Ya pasada la zona empedrada paso bajo unas grandes higueras, forman un canal oscuro y largo con un olor profundo; los troncos de las higueras se entrelazan en los lados y es muy complicado saber cuántas higueras forman este túnel. Al llegar al inicio de un pequeño valle estrecho con huertas entonces me salgo del camino hacia la derecha, me salgo un poco antes de una puerta metálica cerrada con una equis pintada (estoy revisando para publicarla en mi página web esta excursión en septiembre de 2025 y puede que hoy en día esté cerrado este acceso, en ese caso habría que buscarse la vida tratando de acceder por la pista que sigue hacia la derecha). Hay una entrada a una finca, salto la cadena y me meto por una abertura y sigo por el canal, el canal de las Cabezadas/Buenavista (excursión 1242).

Son dos canales juntos cubierto de losas abovedadas. Me quedó recorrerlo hasta el final en esa excursión (la 1242), sólo llegué hasta el barranco de Mantuba, por donde baja el agua del canal del Enlace. (Mi intención hoy es seguirlo hasta que se mete por un túnel por la ladera, regresar hasta el punto por donde he accedido al canal y bajar a Los Silos). Es un espacio ancho, es doble canal, pero pronto empieza a elevarse sobre el terreno circundante y eso me inquieta, un traspiés significa una buena caída. La otra vez lo recorrí con más calma pero hoy, no sé porque, parece que llevo prisa, y más cuando empiezo a oír voces que no sé si son por mí, para que no vaya por el canal, no les hago caso y sigo a lo mío, voy tan centrado que no me doy cuenta del paso del barranco de Mantuba, con su gran torrente de agua. En una esquina tengo que rodear por fuera un pequeño túnel, y las vistas sobre Los Silos son estupendas. No hay ninguna manera de bajar por la ladera, mucha vegetación, y fincas por debajo que cierran el paso hacia afuera. El canal me va llevando y llego al sitio donde por un túnel bajo se mete uno de los dos canales por la ladera, y un poco después otro túnel, debe ser que cada canal va por un túnel diferente, no sé, no me queda claro. Antes incluso que me dé tiempo en pensar en que ya tengo que regresar por el canal distingo una veredilla por encima de la grava suelta (debe ser producto de desecho de la excavación del túnel) y sobre la marcha empiezo a seguir la veredilla. Enseguida aparece un canal descubierto, y sigo a su lado, hay espacio, ni lo pienso, simplemente lo sigo. Más adelante se complica ir al lado y tengo que subirme al canal e ir por dentro, menos mal que está seco. Empieza a bajar y me vuelvo a meter en el canal. Llego a un saliente rocoso. Esto es de lo más emocionante.

Desde este saliente veo que el canal abierto sigue bajando por la ladera pero con mucho desnivel. Pero lo mejor es la vista impresionante sobre un salto vertical (Fuga la Bolsa), muy recto, de unos 60 metros de altura, por donde cae agua, la pared de arriba está verde, y por debajo de mí hay un gran estanque cuadrado. En la parte de debajo de la caída del salto veo un canal blanco y de muy buen aspecto que sigue hacia la (carretera de) bajada de Tierra del Trigo. Veo una posibilidad. Pero hay un gran trecho de vegetación densa entre el final del canal abierto que baja y el canal blanco. Lo dudo un instante, pero enseguida me meto en el canal de nuevo y sujetándome con las manos voy bajando por el canal seco. A ver a donde me lleva. El canal se mete por la vegetación, me bajo del canal y puedo seguir bajando por la ladera entre las plantas, es estrecho y hay pequeños saltos y más canales y tuberías de cemento, pero el paso está bien trillado, y con mucho cuidado lo voy bajando hasta que llego por fin al canal blanco. Bien. Las tapas blancas del canal son de un material plástico, que no soportaría gran peso, pero puedo ir por el lado. Hay un pasillo ancho a la izquierda. Y llego al cauce del barranquillo (Las Cabezadas) que sale de la caída del salto. Y sigo por encima del canal que es ahora un puente sobre el cauce, que queda bastante abajo, pero ahora la cubierta del canal es de losas rígidas y duras que suenan al caminar por ellas. Las losas terminan al pasar el cauce. Sigo por al lado del canal, rodeo una pared y llego a una finca de plataneras, esto es de lo más aventurero y variado.

Por la finca hay grandes pasillos pero no puedo bajar por ahí, estará todo cerrado y puede haber perros, sigo pegado al canal, al lado de las plataneras y alcanzo otro barranquillo (La Parra/Las Guardas) pegado al canal. Lo cruzo por encima del canal, rodeo una caseta, una pista privada, otra caseta. Esto es todo privado y ya por fin veo un muro, sigo al lado hasta que llego a una puerta en el muro, tiene pestillo, emocionado, tiro del pestillo, y… ¡está abierto! y ya salgo a la carretera, la que baja de Tierra del Trigo, esto es maravilloso. Por fuera de la puerta hay un gran círculo de colores. Que fantástico. Aventuras como esta son completamente adictivas. Me he sentido varias veces como gato atrapado en un árbol y ha sido de la más excitante como he logrado cada vez “bajar del árbol”. Ahora me queda una larga subida hasta el Tanque por la carretera revirada pero estoy tan relajado y aliviado y exultante por la travesía por el canal que no siento el esfuerzo. Por otro lado, el trazado de la carretera hace que la pendiente nunca sea excesiva y en sí mismo es un paisaje atractivo con los palo sangre, estos arbustos de hojas compuestas pequeñas de unos dos metros de alto algo copudos, los granadillos, y las palmeras canarias un poco más arriba sobre el fondo de la montaña por donde al principio de la excursión el viento me impidió recorrerla con tranquilidad.

El día sigue gris y algo oscuro, pero no hace viento ahora. Suben o bajan coches de vez en cuando, pero tienen que ir tan despacio para negociar las curvas de 180 grados, así que no me resultan molestos. No hay posibilidad de atajar las curvas, la vegetación es demasiado densa y cerrada. Sube una tubería por la derecha pero sería complicado alcanzarla y seguirla. Al llegar a las primeras casas de Tierra del Trigo la pendiente se hace más fuerte, no se ve a nadie por las calles. De nuevo en la carretera del Tanque sigo subiendo. En la triple curva hay otro mirador hacia Tierra del Trigo, un sitio muy recluido, en el que me quedo un rato descansando con la vista de las casas del pueblo entre peñas y pencas. Curiosamente por aquí veo unas pocas chajorras, esas plantas de flores blancas blandas. Es un sitio al que me gustaría regresar otro día, simplemente para ver este valle de medianías. Sigo de nuevo por la carretera, en ligera y constante ascenso. La niebla que está subiendo desde el mar comienza a cubrirlo todo, los cambios atmosféricos son tan rápidos aquí, se ha quitado completamente el viento. Hace más bien fresco. Paso el restaurante mirador del Lomo Molino y ya llego a donde dejé el coche detrás de la iglesia Grande. Ha sido una fantástica excursión.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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