• Excursión 713. 28 Septiembre de 2017. Jueves.
Cruz del Tronco. El Lagar.
Municipio: Icod. La Guancha
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 10.20 a 16.05h. De 665 a 1170 a 665m.
Distancia: 13,6km. Duración: 5h 45m.
Circuito circular por el bosque de pinos por las medianías altas de La Guancha con el descubrimiento de un fabuloso mirador sobre el Teide y el Pico de Cabras. El circuito es por una zona con multitud de pistas y senderos por un bosque mixto de pinos, otros árboles, arbustos y plantas bajas de una gran densidad
Voy por la autopista del Norte camino de Icod cuando en la bajada hacia el valle de La Orotava, después de pasar La Quinta, me sorprende una vista espléndida del valle. Se distinguen, casi individualmente, las casas blancas y las casas pintadas de beis, verde, ocre, desperdigadas por todo el valle, iluminadas por el sol que está entrando por Aguamansa, las casas resaltan como botones en la chaqueta de un chef. Por encima de la ladera que encierra el valle se eleva el Teide majestuoso, todo se ve diáfano, claro, con precisión, sólo una leve nubecilla sobre Benijos. La siguiente vista maravillosa es en la salida del valle, en la bajada antes del túnel que va a dar al mirador de San Pedro (Los Realejos): por arriba en la ladera de Tigaiga se resaltan los riscos basálticos rosados que rodeados del bosque verde contrastan con la fila de casas multicolores de San Vicente. Dos momentos sublimes.
En la rotonda de acceso a la circunvalación Icod-El Tanque me salgo por la subida hacia La Montañeta. Callejeo muchísimo, y con suerte lograr llego a la Cruz del Tronco (10.20h, 635m, 30º). Está despejado. Dejo el coche al lado de la ermita justo enfrente a la subida hacia (la zona recreativa de) El Lagar. Han quitado el cartel indicador de sendero PR (42.1, posteriormente lo han repuesto). Empiezo a subir por un primer tramo empedrado, toda la zona que voy a recorrer es pinar. Bastante desnivel al principio y van surgiendo muchas pistas laterales, antiguo aprovechamiento forestal, hoy en día en desuso. Los amagantes tienen las hojas frescas y de un verde muy intenso. Han podido quitar el cartel del PR, pero las marcas amarillas y blancas (bandas paralelas) aquí siguen, pintadas en rocas y me ayudan en varias bifurcaciones a elegir correctamente por dónde ir, y por dónde no ir (equis en blanco y amarillo). El firme no es muy complicado, pero yo voy con cuidado, no quiero que se me exacerbe un pinchazo que siento en la planta del pie (neuroma de Norton). Voy subiendo por pistas bien señalizadas, hay una red muy compleja de pistas que salen y se cruzan, pero el camino correcto sólo es uno. Más arriba empiezo a ver acebiños (las hojas muy verdes y regulares), brezos, torviscos, fayas, amagantes.
A partir de los 800m el firme es de pinocha y muy mullido y cómodo. Casi todo el camino lo hago a la sombra con un ambiente algo fresco, me cruzo con una mujer corredora que saluda al pasar rápidamente. El último tramo antes de El Lagar es por terreno llano, con pistas más anchas, y al sol. Llego a la ZR de El Lagar (11.33h, 1040m) con sus mesas de madera y sus bancos corridos. Veo un cartel aquí que me dice que este recorrido que acabo de hacer es el PR TF 42.2 y otro cartel que tapa la información sobre este sendero dice: “Sendero en fase de construcción y homologación. No transitable”, la verdad es que no entiendo por qué, yo lo hecho perfectamente y no he visto ningún obstáculo, ningún problema. La mañana está preciosa, luminosa y alegre. Rodeo la casa por la izquierda donde un grupo de trabajadores no me queda claro qué están haciendo. Tras la casa me echo a la izquierda por la pista hacia la ZR La Arena (excursión 658). Voy despacio porque estoy buscando un sendero que cruza esta pista. Este sendero va, también, a La Arena, pero evitando la pista (por su derecha). Durante la búsqueda me sorprende ver, aparcado a un lado de la pista, un todo terreno verde rutilante con una gran jaula metálica para perros, es un coche de cazadores, nadie a bordo. A unos 200 metros de la casa de El Lagar localizo un sendero a la izquierda que baja, no es este (este no cruza). Unos cien metros después localizo fácilmente el tramo del sendero que baja (a la izquierda) pero el que sube (a la derecha) me cuesta encontrarlo. Es un senderillo poco claro.
El primer tramo resulta algo confuso hasta que en unos veinte metros o así llego en oblicuo a un sendero claro. Es un camino pedregoso que va bordeando una ladera y en el que, poco después, descubro un mirador extraordinario (11.40h, 1150m). Ante mí se extiende un inmenso pinar que cubre las ondulaciones del terreno de una manera uniforme hasta las laderas del Teide. Es apabullante, son kilómetros cuadrados cubiertos de pinos. El efecto general es de una textura aterciopelada que se ciñe perfectamente a las lomas y vallecitos. El sol destaca los que están en las crestas de las lomas. Los pinos parecen estar ascendiendo hacia el pico del Teide que se alza por encima. La luz, algo vertical, resalta las corrientes de lava irregulares derramándose por la ladera, en colores que van del gris al beis crema. En la ladera del Teide destaca una montaña afilada que parece que las corrientes de lava del Teide están a punto de engullir y tapar. Esta montaña se llama Pico de Cabras (Echenice). En el mapa de OSM veo que una pista (o un camino, el mapa no distingue) sube hasta lo alto del pico. Pero 2400m, que tiene ese pico, son muchos metros. Enseguida me pongo a diseñar una excursión. Habría que acceder por la Fortaleza, bajar hasta la pista (El Bujero) que va por los 1600-1700 metros y subir desde ella. Muy fuerte. Y la vista desde ese pico tiene que ser espectacular. Este mirador en el que estoy ahora mismo mirando hacia el Pico de Cabras y el pinar es una cosa muy rara, normalmente los pinos tapan las vistas diáfanas, pero aquí en esta ladera empinada hay un claro de pinos por debajo y es posible la vista sin obstáculos. Más arriba o más abajo en el camino ya las vistas no son tan buenas y después, directamente, no hay.
Sólo por curiosidad sigo camino arriba para ver dónde conecta con la pista que va al ZR la Arena. Después de bordear la loma llanea al lado de una tubería, quizás por eso exista este camino, en el que veo rocas grandes sueltas con vetas de obsidiana, esa piedra negra y brillante, con la que se hacían herramientas. Me irrita el ruido de un helicóptero que practica por encima de La Guancha, va de aquí para allá describiendo grandes círculos, sin ningún propósito concreto. Me tengo que poner música para no oír su estruendo y su sonido bajo retumbante. Me resultan ominosos, parece que sólo se los oye cuando hay un desastre. Sigo por el camino por dentro del bosque hasta que diviso por debajo la pista de tierra. El camino no baja a la pista, sino que sigue por encima, siempre a una cierta distancia. Lo sigo un rato y me doy la vuelta (12.53h, 1140m) este no es mi objetivo hoy. Regreso al mirador (13.10h) y como aquí, imposible encontrar un lugar mejor para comer. Cuando ya he terminado y voy a empezar a bajar (13.40h) aparece un perro cazador, después otro y que vienen delante de dos cazadores que vuelven de una sesión. Vienen con ocho perros cazadores y uno pequeño, marrón, que es el único que me ladra, hasta que los cazadores lo controlan. Han estado cerca de la torre de incendios (San Juan), sólo han cazado un conejo. Uno de ellos lleva un hurón en un tubo curvo en la cintura. Me dicen que la enfermedad ha matado a casi todos los conejos. Hablamos de Pico de Cabras y la pista del Agujero (Bujero). Bajo con ellos hasta la pista donde nos despedimos.
Sigo por el sendero que cruza la pista (13.48h). El sendero baja con muy poco desnivel o ninguno y de desvía demasiado a la derecha, desde el principio ya me da la sensación que no es el sendero que yo estoy buscando, el que busco baja más vertical. De todas formas, lo sigo, así es algo completamente nuevo, a la aventura. El bosque es muy cerrado, entra poca luz, me rodean los arbustos que crecen densos. Veo tres hitos, cercanos entre sí, lo cual me agrada bastante, significa que voy por un sendero hacia algo, no sé qué (esos hitos marcan un horno de brea, pero no lo veré sino varios años más tarde -excursión 1329). Por fin el sendero empieza a bajar y cruzo una pista de tierra (La Tahona, 14.04h, 1035m), no muy ancha y sigo sendero abajo. Atravesando una zona de plantas bajas llego hasta otra pista (14.09h, 1010m), un poco más ancha que la otra, pero no es la pista (La Tahona) por dónde empezaba la bajada a La Guancha de la excursión 658. Deambulo por esta pista hacia la izquierda, primero, y después a la derecha de por donde he accedido, confirmo que no es la pista de La Tahona, el sol fuerte y la digestión me nubla la mente (en realidad, La Tahona es la pista que he pasado un poco antes). El mapa tampoco me ayuda así que ya voy en caída libre, pero mientras sea caída (bajada) no me importa. Encuentro un sendero de bajada (14.22h) un poco a la derecha de por dónde accedí a esta pista. Bajo por el sendero que es casi un camino y que baja por el cauce de un barranco (El Pinalete), cruzo otra pista (14.34h, 890m) y ahora sigo por una antigua pista invadida de brezos y fayas, pero que se reconoce bien por el trazado, aunque en un par de ocasiones está casi borrada. Voy un poco inquieto. Llego, por fin, a una pista ancha y muy transitada (Pista El Lagar, 14.45h, 820m). Aquí ocurre algo extraño, primero oigo a una persona hablando sola, después la veo, es un hombre de unos cincuenta años que baja con la camisa abierta y unos pantalones rojas cortos y anchos, va con unos auriculares muy antiguos y hablando por teléfono con alguien. Le abordo, se para asombrado, le pregunto por el sendero que intentaba hacer. Muy amable, me entiende enseguida, y me dice que sí, que está un poco más arriba y me acompaña hasta el sendero que ya hice en la excursión 658. Le agradezco mucho la molestia y empiezo a bajar (14.57h, 840m) por este sendero, mucho más claro que todos los que he hecho en la bajada. Bajo por dentro del pinar, donde además hay acebiño, brezo y faya. Llego a una pista ancha en una curva (15.07h) y sigo recto bajando y paso al lado de un cartel que me advierte que estoy saliendo de la Corona Forestal. Ahora el terreno es mucho más llano. Sigo bajando por un camino ancho hasta cruzar una carretera asfaltada (TF-344, 15.17h, 710m). Los tramos que he hecho por la pista son asfixiantes, hace mucho calor hoy para ir al sol.
Después de cruzar la carretera el mapa me vuelve a servir bien, porque encuentro, tras unos 200 metros desde la carretera, un sendero que se desvía a la izquierda al lado de un canal que baja con agua. Me desvío por este sendero. No tarda mucho en llegar a la carretera de nuevo, la TF-344. Ya un poco harto de incertidumbres, de pistas y senderos desconocidos sigo bajando por la carretera hasta que veo la entrada (a la izquierda) del camino de La Gotera (15.26h, 660m). El camino está indicado por un poste de madera, algo antiguo. Este sendero (excursión 637) es muy malo, de firme es de rocas pequeñas, medianas y grandes, primero baja y después sube con mucho desnivel hasta que llego a una pista buena y cómoda. El día está polvoriento y quemón, abro el paraguas para hacer el último tramo. El pie me empieza a pinchar bastante. Se me nubla la mente con el dolor agudo. El recorrido de este sendero oficial es un poco complicado, pero está bien señalizado, va entre casas y fincas, por carretera, calles y senderos. Paso la Cucaracha por un tramo de bosque y antes de llegar a la Cruz del Tronco rodeo, por debajo, por un sendero al lado de una valla hasta llegar, por fin, al coche (16.05h). Lo dejé al sol y lo tengo que llevar a la sombra cercana de los pinos para que se refresque antes de poder conducir de vuelta a casa.
Llego al coche cansado y molido y con el pie diciendo: tiempo muerto.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Cruz del Tronco. El Lagar.