• Excursión 1596. 8 Julio de 2024. Lunes.
Barranco El Río. Chimiche
Municipio: Arico. Granadilla
De 15.50 a 19h. De 290 a 360 a 330 a 450m
Distancia: 5,5k. Duración: 3h 10m.
Brevísimo recorrido por el encajonado e impactante cauce del barranco de El Río, impedido de continuar (hacia arriba y hacia abajo) por charcos permanentes. Después travesía por la ladera derecha con vistas al interior del barranco hasta salir por el caserío de El Río
He estado obsesionado desde el lunes pasado por cómo pasar el charco que no pude superar en el cauce del barranco de El Río. Lo más delirante/ingenioso que se me ha ocurrido es llevar una tubería de goma, meterla en el charco, y situando el otro extremo en un lugar más bajo que el charco aspirar, sin comentarios. También se me ha ocurrido llevar un cubo para vaciarla o meter las piernas en bolsas de plástico grandes y sujetándolas con una cuerda atada al cuello hacer una especie de botas impermeables. Al final lo descarto todo, este barranco está lleno de trampas y seguro que después de este charco viene otro o un salto o lo que sea. Decido bajar al cauce por un lugar más arriba y desde ahí bajar o subir o ambas cosas.
Con un tiempo ligeramente caluroso salgo de San Isidro en un taxi después de haber apostado al caballo perdedor entre la guagua 111 y la 010 en Santa Cruz. Siempre va empetada la 010 en estos meses de verano. Y también parece que he apostado al taxista menos hábil cuando decide por su cuenta ir a donde le he explicado (la carretera de El Río) por El Salto. Me contengo y charlo un rato lo más amistoso que puedo con el taxista. Pasa por El Río, baja por la carretera de El Río (comunica El Río con la autopista del sur) y me deja en la entrada a una pista (a la derecha, 315m, 23€). He salido de casa a las dos menos cuarto, ahora son las cuatro de la tarde. Qué complicadas se están volviendo las excursiones. Vale. Me meto por la pista y en unos doscientos metros o así paso una barrera, hay muchos invernaderos a la izquierda. No veo a nadie, ningún coche, nada, sólo un solazo tremendo. Sigo por la pista hacia el barranco de El Río a la derecha de los invernaderos, no sé qué tienen, no quiero saberlo. Paso el cauce de un barranquillo (Bastián) y evitando unos cultivos cubiertos de plásticos que están a la izquierda y que parecen recientes, subo por un camino pedregoso hacia un estanque de piedra. Cuando casi he llegado al estanque me doy cuenta de que el estanque que persigo como punto de referencia está más abajo. Bajo campo a través por una ladera rocosa y a la derecha de un vallado no muy alto. Desciendo hasta cerca del barranco, cruzo una tubería (Canal del Estado) y estudiando bien el mapa (Mapa Topográfico Integrado de Grafcan) y ayudado por la referencia de la tubería me echo a la derecha un poco y entonces me topo con una valla. ¿aquí? ¿una valla? ¿estamos en serio? La paso y empiezo a bajar con bastante temor y ninguna seguridad de conseguirlo por las preciosas piedras beis y la vegetación recia de guaydiles, balos, tabaibas. Casi parece que tengo que planear cada paso. Sólo cuando estoy a unos tres metros del cauce lo veo posible. Me trabo un rato con un guaydil muy ramificado y logro bajar al cauce. Todo el entorno me gusta, es muy salvaje, muy agreste. Enfrente tengo una pared con más pendiente que por donde he bajado y a la derecha un hermoso puente por donde pasa la tubería (y sólo ahora que escribo esta crónica y miro las excursiones que he hecho por aquí en el programa Basecamp me doy cuenta de que ya pasé por ese puente en otra excursión -la 1267). Es un sitio tan polifacético que cualquier cambio de punto de vista hace parecer que estás en otro lugar.
Vale. Ya he conseguido descender al cauce. Me echo a la izquierda, pero mi alegría dura unos pocos metros porque debajo del puente hay un salto, pequeño pero suficiente para mí y después un charco. Por aquí no puedo. Me rehago y decido subir por el cauce. En unos cien metros las paredes del barranco se cierran en un desfiladero muy estrecho de paredes redondeadas de basalto gris y tras un par de curvas me topo con un gran charco. Este barranco es inexpugnable. Hay que venir con cuerdas y traje de buzo para superarlo. Y, sin embargo, no estoy chafado, era esperable algo así. Y estoy entero, no me he caído, no me ha caído nada en la cabeza. Regreso por donde he venido y trepo por la pared por donde he bajado. Arriba me echo a la izquierda y empiezo a recorrerlo campo a través (325m). No es fácil, tiene bastante pendiente, una mezcla complicada de rocas y plantas, pero voy fascinado por las vistas hacia el barranco donde me parece distinguir un camino que va por un andén por debajo de la pared vertical del barranco. Tendría que investigarlo. No creo que hoy pueda. El cauce, cuando lo puedo ver, es gris y anchito. Tras unos 200 metros en un saliente las vistas hacia el interior del barranco son mejores. Voy evaluando, buscando otro sitio posible por donde bajar, no lo veo. El tramo siguiente hasta cruzar el cauce de un barranquillo (Hoyo de Bastián) es más complicado. También lo es cruzar (370m) el cauce muy vertical y lleno de plantas. Como pueden crecer tantas plantas en este ambiente árido. Es un vergel. Después de este barranquillo subo por la ladera y voy por la vera de antiguas terrazas en ligero ascenso. Veo mucho cartucho por los suelos. Cosa de cazadores. Tras unos veinte minutos (500 metros) llego al sitio más impresionante de toda la excursión. Es un saliente con acebuches, muchos acebuches que crecen en las paredes del risco. Y enfrente tengo otro saliente de rocas fracturadas e inclinadas de una belleza arrebatadora, a su izquierda hay un salto gris -la desembocadura de un pequeño barranco (barranquillo La Peraza)- y a su derecha el cauce estrecho de otro tramo del barranco de El Río. Es una vista gloriosa. De una fuerza tremenda. Un buen remate para esta excursión porque ya después subo por la ladera y llego a unas casas recientes (calle Virgen la O) por donde enseguida salgo a la carretera general del Sur y camino unos dos km hacia la izquierda hasta Chimiche para llamar desde allí a un taxi de Granadilla, los taxis de Arico son de los más incierto. En este regreso por la carretera general del Sur anoto mentalmente la posición de la curva tras la pista de subida a la presa de El Río. Por ahí podría bajar para recorrer el sendero que me pareció ver por el andén bajo el risco.
En Chimiche llamo a un taxi al lado de la farmacia. Me compro una botella de agua enfrente (sólo 30 céntimos). Corre una brisa fresca. Me ha quedado una excursión algo corta, sólo tres horas, pero muy intensa. Y ahora me quedan dos horas para regresar a casa. Taxi hasta la estación de guaguas de San Isidro (Ucanca), el traslado en la 010 hasta Santa Cruz y el retorno en coche. Cuatro horas de transporte para tres horas de excursión. Está en el límite de lo sostenible.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Barranco El Río por las medianías - Chimiche