E-949 Charco Verde

• Excursión 949. 28 Mayo de 2019. Martes.

Charco Verde.

Municipio: La Guancha

De 15.07 a 17.44h. De 120 a 0 a 70 a 50 a 120m.

Distancia: 5,5km. Duración: 2h 37m.

Recorrido por la abrupta costa de La Guancha para visitar dos charcas con comunicación con el mar, una alargada y somera, otra profunda y encajonada en un entorno de viejas coladas volcánicas

Lo que tienen de complicado las excursiones con guagua es que necesitan mucho más tiempo y en el Norte sus trayectos son muy incómodas para mis recorridos. La 363 sale del Puerto y empezar de ahí es imposible, tengo que tomarla en Los Realejos, pero ya no sé con exactitud a qué hora pasa. Y desde Los Realejos el recorrido hasta Buenavista lleva más de una hora. Y todavía es peor a la vuelta si voy a algún lugar intermedio entre Los Realejos y Buenavista. Con todo esto bien amasado llego a la decisión de ir en coche hasta el lugar de comienzo de la excursión de hoy que, por otro lado, me hace ilusión porque es un lugar que todavía no he visitado.

Pasado San Juan de la Rambla hay una recta con dos carriles para los que suben y tras ella y cuando termina el desdoble se puede subir, a la derecha, a un pequeño barrio (parte de Santa Catalina). Un pequeño barrio elevado sobre una lomita, barrio muy visible tanto a la ida como a la vuelta. La ventaja de ir en coche en el Norte es que es mucho más relajado que en el Sur, y a la hora que yo voy, entorno a las tres de la tarde tiene muy poco tráfico. Tras la curva y el desdoble me meto a la derecha al pequeño barrio. Es una calle estrecha donde milagrosamente, encuentro un espacio, a un lado, para aparcar. Dejo el coche aquí (15.07, 120m).

Estas zonas no están perfectamente cartografiadas en los mapas de OSM y he tenido que recurrir al mapa de Grafcan escala 1/5000 que se puede consultar en la web del Gobierno de Canarias (Mapa Topográfico Integrado). Pero tampoco este mapa está completo, me resulta complicado de entender y representa bien las pistas y carreteras, pero no los caminos y senderos. Mi objetivo hoy es visitar el Charco Verde. Lo he visto anunciado al final de la recta que sale de San Juan, nunca había tenido la suficiente curiosidad para dedicarle una excursión y ni siquiera la tenía en la lista de excursiones para hacer. Pero aquí estoy hoy.

Hacia el mar hay una bifurcación y tomo a la derecha. Le pregunto por el Charco Verde a un hombre mayor con pinta de muy aburrido que está sentado a un lado, sus indicaciones me resultan confusas pero imposible pedirle aclaraciones, lo que el sí me pide a mí es un cigarrillo, y cuando le digo que no fumo me mira con una cara en que está mezclado desprecio e incredulidad, como diciéndome “tú que puedes como es que no lo haces”, parece una persona a la que le han prohibido fumar y le controlan estrechamente. Bajo por la pista que enseguida se abre a un paisaje con plataneras a distintos niveles y entre las que sobresalen algunas casas aisladas. La primera bifurcación a la derecha no la tomo, sigo bajando, y llego a una plantación de plátanos, pero sin salida, tengo que seguir bajando, saltar una cadena, bajar y atravesar un espacio con muchas palmeras pequeñas y medianas y llegar a un espacio agreste de escorias volcánicas y sorteando los picos bajar hasta llegar a una pista asfaltada. Hace calor a pesar de que está nublado. Aquí tuerzo a la derecha porque ya me he ubicado en el mapa. A los lados de la pista hay fincas de plataneras, algunas con signos de prohibido el paso a caminantes, superfluos porque tienen tremendos portones altos y muy cerrados. Siguiendo la pista paso al lado de fincas con chalets dentro, buenas casas, seguro que segundas residencias de extranjeros. En otras sí hay actividad en las que oigo hablar a trabajadores. En una bifurcación tuerzo a la izquierda, pero está todo trancado y no encuentro ninguna bajada. Regreso a la bifurcación y sigo llaneando y llego a un espacio amplio con muchas posibilidades de aparcamiento y me fijo poco después en una pista que baja desde la carretera un poco antes de o en la curva de la que he hablado al principio. Así que esa es la manera razonable y lógica de venir aquí, pero para mí tiene la desventaja de que un coche aquí está demasiado inerme, indefenso, entre las casas arriba siento que mi coche está más protegido.

Sigo por la pista polvorienta hasta que llego a una bifurcación, hacia abajo sigue una pista y de arriba viene otra, que también debe salir cerca de la curva de la carretera. El mapa del Gobierno de Canarias tiene el perfil de la costa, y la situación de dos charcos, uno triangular muy cerca del mar: Caleta del Charco Verde, y otro, más en el interior, y de forma circular: el Charco Verde. Más o menos, tengo los objetivos localizados. En la bifurcación sigo a la derecha por la pista unos pocos metros y de ella sale un sendero a la derecha que baja, por donde me meto. Todo me resulta mucho más grande de lo que había pensado. La costa es de material volcánico, muy agreste, muy anárquica, y bastante elevada sobre el mar. A mi derecha tengo vistas de la bahía abierta que llega hasta San Juan de la Rambla y que parece soportar un mar muy agresivo y combativo. Está cubierto de la típica vegetación xerófila: tabaibas, vinagreras, bejeques, magarzas, que lo aguantan todo. El sendero va pegado al muro de fincas de plataneras. Son muros altos y ninguna posibilidad de entrar. El sendero va bajando, está muy degradado, es resbaladizo y polvoriento, todo es muy salvaje. Paso una cala, pero sobre una gran altura y poco después por el sendero peligroso tengo una vista buena del charco triangular (caleta del Charco Verde), y es… realmente verde. Es una pequeña playita de cayados con un charco y todo bien encerrado entre paredes volcánicas que tiene una abertura, en la punta del triángulo, por donde entra el agua del mar. Bajo hasta el agua que se mueve poco, la rodeo y me subo a la pared de la derecha, que no es muy alta, me acerco hasta la abertura. El charco está como a unos dos o tres metros sobre el nivel del mar y ahora mismo el oleaje mete poca agua, más bien sale de la charca hacia el mar en una pequeña cascada. Desde aquí tengo una vista estupenda del fondo transparente de cayados y piedras grandes envueltas en una masa verde de plantas marinas. Un lugar excepcional. La pared volcánica del otro lado no es muy alta, sólo un poco más que esta. Me gusta, me gusta mucho. Me quedo un rato haciendo fotos. Durante el trayecto no he tenido ni una sola vista del otro charco, es una orografía muy complicada.

Vuelvo a subir por el sendero peligroso y en una cresta rocosa encuentro un sendero que sigue hacia el Charco Verde. E inmediatamente ya lo veo. Me impresiona. Es un charco circular y embutido entre paredes verticales bastante altas. Sigo un poco y con otra vista más amplia me pongo a mirar con mucha atención hasta que localizo un lugar por donde bajar hasta el nivel del charco, esa bajada está en el lado opuesto y va por una canal ancha y de material volcánico con poca inclinación hasta el borde del agua. El sendero por donde voy hacia el Charco Verde va al lado de los muros de las fincas de plátanos y va rodeando, por lo alto, pero muy arriba, el charco que también es verde. Las vistas sobre el charco van cambiando, el sitio me resulta muy espectacular, el sendero por momentos está algo expuesto e invadido de plantas. Le doy la vuelta y desde una punta encuentro el principio de la canal por donde bajar, pero pronto ya no hay trazas de sendero, el terreno es de roca dura y llena de aristas y picos, imposible que existan senderos. Me lo tomo con calma y con mucho cuidado voy bajando por la gran canal, pero no llega con suavidad al borde del charco, tengo que trepar a la derecha hacia otra canal y ya bajo por esa hasta el borde. Y entonces siento algo nuevo, tengo ganas de bañarme, debe ser la primera vez que me ocurre algo así. En el centro del charco dos grandes rocas le dan tamaño al charco, desde el borde del charco las paredes resultan más verticales e impresionantes. El agua del charco está completamente quieta, ni oleaje, ni nada. Trepo por el borde a la abertura cercana y puedo comprobar que este charco está bastante más elevado que el otro sobre el nivel del mar, la abertura da a una entrada en donde bate el mar y descubre las capas más claras del basalto. Sólo muy de vez en cuando, tras una batida, llega un poco de agua al charco. En la abertura hay una fuerte corriente de aire, y yo estoy en vilo, estoy en un equilibrio precario sobre la abertura y me resulta fascinante y atrayente el peligro que tiene este sitio. Me atraen tanto estos sitios donde un mal paso puede ser fatal, y esa atracción se refuerza viendo la fuerza con la que las olas chocan contra las paredes que parecen tan duras y tan inmunes a la fuerza del mar, una lucha de titanes. Vale.

Regreso a la calma del borde del charco y no tengo el suficiente valor para desnudarme y bañarme, tendría que esperar demasiado tiempo para secarme después. Otro día. Regreso por la canal, bajo a la otra y subo hasta el saliente. Ahora intento rodear la pared que va más allá, pero sólo lleva a un lugar con caídas verticales pegado al muro de la finca de las plataneras y sin posibilidad razonable de saltar el muro. Todo está muy defendido. Lo acepto y regreso rodeando el charco. Hago fotos del charco, más a la vuelta que a la ida. Subo el sendero peligroso y al llegar a la pista que llanea me cruzo con dos mujeres que parecen estar caminando, no paseando. Vuelvo por la misma pista asfaltada por dónde vine y sigo más allá del lugar por dónde accedí. Voy hacia el charco del Viento. Aquí hay buenas vistas de las fincas llanas de plataneras hacia lo alto y también de la costa salvaje pero que no tiene bajadas sencillas al mar y puedo ver bien cómo era imposible rodear por encima del charco Verde, por este lado las paredes son todavía más verticales e infranqueables. Sigo por un sendero bien marcado hasta un punto geodésico marcado con un cilindro de cemento. Y ya de aquí y casi a la vista del Charco del Viento, regreso por donde he venido y después tomo por un sendero señalizado que va subiendo por una cresta entre fincas hasta el pequeño barrio donde dejé el coche. Me parece una buena manera, volver por este sendero, de redondear esta excursión. Gracias.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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