E-921 Las Raíces - Camino Bedijo

• Excursión 921. 12 Marzo de 2019. Martes.

Las Raíces. Camino Bedijo.

Municipio: El Rosario.

ENP: Paisaje Protegido Las Lagunetas

De 15.45 a 18.25h. De 1057 a 750 a 1057m.

Distancia: 3,9km. duración: 2h 40m

Primer intento de recorrer el camino Bedijo, medianías altas de El Rosario. Principio en la zona recreativa de Las Raíces, después atravieso el pinar y un barranco profundo hasta dar con un tramo del camino Bedijo que sigo hacia abajo por zona de jaras con pinos y brezos hasta que lo dejo de ver

Voy en coche hasta el inicio de la excursión. En el km 10 de la TF-24 (la carretera que va de La Laguna al Teide) tomo a la izquierda por una carretera de corto recorrido (la TF-276, sólo tiene 400 metros) y enseguida llego a un aparcamiento donde dejo el coche (1057m). Me sorprende el buen tiempo que hace aquí: cálido, soleado. No me hace falta ni bufanda, ni chaqueta, pero las llevo por si acaso. Este aparcamiento no es el que yo pensaba, sino otro que queda más arriba, me doy cuenta al consultar el mapa. Siguiendo las señales de un sendero PR (amarilla y blanca) bajo por la ladera entre pinos hacia el otro parking, paso al lado de un edificio pequeño (unos servicios, me imagino) que tomo de referencia para la vuelta. A continuación, está la zona recreativa (ZR) de Las Raíces donde hay bancos y asadores para la gente que viene al monte a esparcirse, hoy sólo veo a un grupito, están sentados en un banco y hablando muy alto. Y ya mismo, llego al segundo aparcamiento (990m). A este, viniendo en coche, se accede por una pista asfaltada que sale de la carretera que baja desde La Esperanza hacia el Preventorio (la TF-274). Por fin he aprendido todas estas ubicaciones, las conexiones entre ellas y la manera de llegar a cada una en coche. Conocía este parking, pero nunca lo había conectado con la ZR, ZR a la que ya he venido en varias ocasiones para las reuniones que celebran anualmente los estudiantes de Psicología; en esas ocasiones hay tanta gente que tengo que dejar el coche lejísimos de los asadores. Vale, ok.

Sigo bajando metiéndome por un hueco en un murito de piedra, y vuelvo a ver las señales del PR, creo que el PR TF-25. Lo reconozco de otra excursión (la 790). Sigo bajando, el sendero es ancho, de suelo rojizo y compacto, va por el borde de un barranco (Bedijo). Cuando hace un giro fuerte a la izquierda me doy la vuelta y miro hacia arriba, hacia el sendero y tengo un momento fantástico: el sol da vertical sobre los pinos y hace que brillen las hojas como agujas formando borlas, en el suelo destaca el rojo en los tramos donde el sol penetra hasta abajo y hay una luz general algo difusa que homogeniza todo el paisaje; apenas hay contrastes fuertes entre las zonas iluminadas y las que están a la sombra. En este punto en el que el sendero PR hace un giro a la izquierda (930m) es por donde sale otro sendero, es que quiero hacer hoy. Lo descubro enseguida, sale de la esquina hacia la derecha y se dirige al barranco, tiene un pequeño tramo con piedras señalando el borde del sendero. Cómo me gustan estos senderos alternativos. Baja hacia el cauce del barranco haciendo eses. El cauce está lleno de plantas, destacan las flores blancas de los escobones que están muy crecidos, tienen una forma general redondeada formando grandes esferas punteadas de blanco. El sendero es algo angosto antes de pasar el cauce y también al remontar por el otro lado. Paso un pequeño promontorio sobre un saliente elevado sobre el barranco y después de dos curvas muy cercanas llego a una bifurcación donde tomo a la izquierda. Paso el cauce (930m) de un barranquillo muy somero (Barranquera Morales) y ya por tramos rectos sigo por un sendero estrecho y bien delimitado. En un llanito, a la derecha, destacan los cerrajones con sus penachos amarillos en lo alto de las varas que salen de una roseta de hojas verdes pegadas al suelo. Parecen aves zancudas migratorias que han hecho un alto para seguir su camino a África. Empiezo a ir al lado de un muro de piedra y un tramo pequeño del sendero está invadido de jaguarzos, lo atravieso. Detrás el sendero sigue claro hasta que desemboco en un camino (910m): el camino Bedijo.

(El recorrido que acabo de hacer desde que me desvié del PR hasta llegar al camino Bedijo (el que quiero recorrer hoy) ha sido absolutamente deslumbrante por las vistas sobre el barranco, la gran cantidad de plantas, el sendero estrecho, y, sobre todo, porque lo he podido vivir con el tiempo perfecto, ni calor, ni frío, y además con una luz matizada, ha resultado así por casualidad, el tiempo no suele ser tan bueno, ni la luz tan mágica). He confluido en perpendicular con el camino Bedijo, camino que viene de arriba (con yerba en el suelo) y sigue hacia abajo. Yo, hacia abajo. Es ancho con murito de piedra y parece sencillo de seguir. Pero lo bueno acaba pronto, deja de ir recto y serpentea entre los jaguarzos, y parece que va saltando por grandes escalones, escalones que no se ven de lejos en absoluto, escalones que voy descubriendo según bajo. Las dificultades van aumentando poco a poco, hay un tramo recto y claro que va a la izquierda de la masa de plantas y al terminar sigue hacia la derecha (800m), pero yo no me creo que se desvié tanto a la derecha así que me empeño en encontrarlo entre la masa de plantas, sobre todo jaguarzos (jaras). Y más o menos lo voy encontrando pasando por encima de una tira de peñascos que llegan a un pino y siguen bajando. Pero cada vez es más complicado y los jaguarzos más grandes y espesos y además tengo que bajar muritos de piedra (antiguos bancales, me imagino) cada poco. Desisto por complicado y cuando he llegado al pino lo intento hacia la izquierda y allí sí encuentro un estrechísimo sendero que baja y lo sigo, pero termina en los 750m. Y aquí empieza una fase peligrosa porque me empeño demasiado en encontrarlo y empiezo a pelear en serio con los jaguarzos metiéndome entre ellos, empiezan a arañarme las canillas y las manos. Llego a una zona amplia en bajada, una ladera llena de jaguarzos, y aquí ya me aburro. Se puede seguir bajando, pero todo es muy confuso.

Desisto y regreso satisfecho de que al menos no me hay caído por el borde del barranco ni que me haya sacado un ojo las ramas secas de las plantas. La verdad es que me cuesta trabajo aceptar tener que regresar, al final lo acepto. Al llegar a la altura del tramo del sendero que iba por un lado de la masa de plantas (800m) investigo el tramo que llanea por una zona con menos plantas y que va hacia unos escobones, un intento a medias, lo dejo y vuelvo a subir un poco preocupado por si sabré volver por las eses entre los jaguarzos, pero afortunadamente lo voy encontrando sin dificultades hasta el tramo recto del principio del camino Bedijo. Allí vuelvo a conectar con el sendero que cruza el barranco. El tiempo está algo más fresco y ya se quitó esa patina luminosa y mágica del tramo lleno de plantas y ya no lucen los escobones. Vuelvo un poco desfondado físicamente después de la luchada con los jaguarzos. Y ahora tengo que subir y subir, disciplinado lo hago a ritmo. Cruzo el barranco de Bedijo y sigo por el sendero del suelo rojo hasta el aparcamiento de la ZR y después por la loma hasta el otro parking donde dejé el coche…

Por la noche al ducharme voy viendo los rasguños que tengo en las canillas y en las manos. Y al terminar y mirarme en el espejo me doy cuenta de que tengo un buen arañazo en la cara. Ahí sí que me asusto un poco, ni me había dado cuenta, lo escruto, vale, no es gran cosa, son solo dos puntos más profundos en medio de la sangre seca. Y entonces me acuerdo de esa sensación de haber escapado de que me ensartase una planta un ojo, debe haber sido ahí cuando la rama me arañó la cara.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla