• Excursión 1329. 13 Octubre de 2021. Miércoles.
Horno de Brea Hoya La Palomera.
Municipios: La Guancha. Icod
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 14.43 a 19.20h. De 710 a 770 a 740 a 875 a 810 a 1080 a 490m.
Distancia: 16,3km. Duración: 4h 37m.
Tercera etapa del recorrido de exploración por el pinar denso con muchas viejas pistas de explotación forestal, algunos senderos y un soto bosque denso de escobones y brezos. Parte de una investigación detallada de la zona entre La Guancha e Icod compuesta de cuatro excursiones, esta y la 1324, 1327 y 1335
Tras la excursión del lunes por La Guancha he estado buscando una cartografía mejor de la zona (el pinar entre La Guancha e Icod entre los 700 y los 1200m) en la web del Gobierno de Canarias, pero no he encontrado gran cosa. Sin embargo, en mi búsqueda en Wikiloc (soy usuario de Wikiloc con derecho a descargar tracks, soy Andarin824), sí que he encontrado cosas muy interesantes. Buscando por excursiones que pasen por un determinado punto: el sendero al lado de la Galería Salto del Frontón, he encontrado cinco tracks de diferentes usuarios con tramos y cosas que no conocía (curiosamente en ninguno he visto este sendero). El mejor es uno con la localización de un horno de brea (Hornos de Brea Hoya La Palomera-La Guancha 11.09.2021) y también determinados tramos en otras cuatro (Guancha de Abajo, El Amparo – Guancha de Abajo, CTMI 10 y La Florida 11K Loop). Las partes nuevas para mí las he dibujado en los mapas que ya tengo.
Dispuesto a seguir explotando el filón de los bosques entre La Guancha e Icod hoy sí tengo la suerte de encontrar un taxi en la parada de La Guancha tras haber dejado el coche donde siempre, al lado de la tienda de electrodomésticos Expert. Me deja en la entrada a la pista pedregosa (700m), dos antes de la entrada a la pista de El Lagar. Subo con mucho cuidado por entre las piedras que parecen estar puestas por un diseñador loco de caminos imposibles. En lo alto (a unos 200 metros de por donde he empezado) tuerzo, a la izquierda, por un sendero surco que sube con bastante pendiente por una arista, dispuesto a repetir, pero a la inversa, el camino que hice el lunes desde el depósito de La Florida, pero a los pocos metros de empezar, descubro una bifurcación. Cuanto más investigo más senderos encuentro, es algo infinito, me gusta. Ok. Acepto el reto. Sigo por la arista hacia arriba (no me echo a la derecha hacia el depósito). Y entonces en una serie de visiones repentinas veo un hombre sentado/tumbado alto atontado, un perrillo que me ladra, y una mujer tumbada en el suelo que se despierta. A su alrededor está todo regado de bolsas y sacos de dormir. Parecen refugiados. Ellos se sorprenden casi más que yo. La mujer de mediana edad, como él, parece fastidiada. Un par de preguntas, él parece conocer el sitio, y sigo mi camino hacia arriba. Siento haberles molestado en su “refugio” al raso. No mucho después llego a un llano y a una pista que reconozco. Es un ramal de la que lleva a la galería Salto del Frontón. Sigo rellenando mis casillas vacías. Sigo por la pista a la derecha hacia abajo y tras llegar a un llano umbrío la pista termina. Todo este bosque está lleno de accesos, para aprovechamiento forestal me imagino. Y hoy voy a descubrir más. Regreso al acceso a la pista y sigo hacia la izquierda hasta la galería Salto del Frontón. Ya un sitio familiar para mí, y eso que lo descubrí el lunes.
A la derecha de la galería sale una pista. ¿Cómo no la vi el lunes? Es ancha. Sortea el pequeño cauce de un barranco (La Gotera) y después de una curva se bifurca en dos. Sigo por la derecha. En la bajada pronto me separo del cauce que desaparece tras una pared que cada vez es más grande. Voy por dentro del bosque de pinos. El día está algo gris. La temperatura es buena. En menos de cinco minutos llego a una pista ancha (730m), sigo hacia abajo un poco y enseguida veo la forma del depósito de agua de La Florida. Ok. Subo por la pista donde me voy encontrando, tanto a un lado como a otro, entradas a parcelas donde no hay nada y subo hasta la entrada al sendero (a la izquierda según subo, el sendero que empieza al lado de la bocamina de la galería Salto del Frontón). Me meto al sendero. Empieza en rampita y tras pasar (creo) la curva donde termina una pista encuentro un sendero que sube en oblicuo por la ladera. Allá que voy. Unos 20 metros de ascenso y llego a un llanito con eucaliptus. Estos árboles siempre me dan la sensación de caos total. Su manera de crecer, tan anárquica, las tiras que se desgajan de sus troncos, las ramas rotas en el suelo, el sistema angosto que crean me resulta opresivo, amenazador, y aquí ni siquiera percibo su olor fragante. Atravieso el bosquete de eucaliptus y voy a dar a una pista, que se bifurca, sigo a la izquierda, se vuelve a bifurcar, sigo a la izquierda hasta que termina. Regreso a la bifurcación y bajo por una pista ancha, llego a otra, y a otra y por fin a la ancha con la tubería metálica. Alguien tenía unos sueños grandiosos de aprovechamiento forestal. Bajo por la pista de la tubería hasta la entrada al sendero (a la derecha según bajo) y ahora sí la recorro entero. Me gusta, me gusta mucho.
En la bifurcación sobre la galería sigo hacia arriba por el sendero, que en algún momento se ensancha (mis marcas del suelo del lunes sigues claras en el suelo en varias bifurcaciones). Hoy en la subida me echo a la derecha en una bifurcación (875m) (no sigo recto como el lunes) y me lleva por sitios nuevos, una caseta, una curva con vistas y, lo mejor, una casa verde aislada, al lado de un gran círculo de piedras, que podría ser una era. Surge un sendero hacia arriba que persigo un rato pero que no me lleva a nada. Regreso a la casa y por una pista bajo hasta encontrar la pista por donde subí el lunes. Después sigo hasta la pista de Las Benjaminas (ancha y cómoda). En Las Benjaminas me echo a la derecha y en el cruce de pistas hoy bajo (por la pista con una equis) para ver si localizo unos hornos de brea. Llego al cable de acero, paso por debajo y un poco más abajo termina la pista en un llano y aquí descubro unas construcciones que bien podrían ser hornos de brea. Son dos muros circulares altos de piedras, aunque no están tiznados de negro, podrían ser muy primitivos y la lluvia haberlos limpiado completamente. Regreso a la pista de Las Benjaminas y después me echo a la derecha para bajar, recorrer el tramo de pista en forma de uve y después tuerzo a la derecha hacia el pino del Miedo, pero un poco antes de alcanzarlo tuerzo a la izquierda (945m) por una pista que me va llevando entre los grandes pinos y el soto bosque denso. Unos 200 metros después se convierte en un sendero que sube recto en ascenso constante. Me gusta. Me gusta mucho (este tramo lo he sacado del track de Wikiloc llamado CTMI 10). Es un sendero sin ninguna señalización, pero que sigo bien, cómodamente, sin sobresaltos, un poco antes de llegar a la pista de la Fuente Santa, paso al lado de un enorme pino jurado, con un gran agujero del que mana resina amarilla.
Cruzo la pista la Fuente Santa (1025m) y sigo hacia arriba por otro sendero (claro de ver desde la pista). Este es mucho más fácil de seguir. Se encarama en una arista para después bajar al cauce de un barranquillo y seguir monte arriba por el pinar. Fantástico también este sendero. Los senderos son infinitamente mejores que las pistas para hacer una intensa inmersión por el bosque. Me siento como si estuviese caminando al azar y a mi voluntad por entre los pinos. Tras una larga tirada recta el sendero se echa a la izquierda para confluir con una pista ancha (1080m) (BC1/Llanos del Hospital), el sendero no se ve claramente desde la pista, le pongo un hito para marcarlo. Sigo por la BC1 hacia la izquierda. Qué diferente mi sensación de recorrer esta pista a la que tuve en la del verano, cuando la ola de calor (excursión 1305). Hoy con el cielo gris (protector) y en bajada la pista es mucho más amistosa. En la bajada localizo una pista a la izquierda pero que no investigo. Paso las edificaciones de El Lagar y sigo por la pista hacia arriba (la que va hacia la ZR del Barranco de la Arena). Una recta y después una curva, paso una entrada a un sendero (a la izquierda) y un poco después en la pista encuentro la entrada (a la izquierda también) al sendero que busco (justo a la derecha sale otro sendero).
Me meto a la izquierda por el sendero que va en oblicuo en ligera bajada y que poco después llanea por entre las jaras, los amagantes y los brezos. El sendero describe un arco (rodeando una elevación que hay a la derecha) y todo el rato voy muy atento mirando a la derecha, y es que ahora estoy a la busca del horno de brea de la Hoya Palomares. Este sendero que estoy recorriendo lo descubrí en otra excursión (la 713), pero se me pasó completamente lo del horno de brea. Hoy estoy ansioso por no perdérmelo. Diez minutos y lo encuentro, está en una zona de troncos cortados, por encima del sendero, y justo donde sale un sendero hacia abajo, y este continúa llaneando. Es emocionante encontrar aquí en pleno monte esta instalación industrial, primitiva sí, pero esto era una industria. Convertían troncos de pino en brea para impermeabilizar embarcaciones. Son dos grandes agujeros recubiertos de rocas tiznadas de negro, dispuestos a distintas alturas y comunicados por una tubería subterránea (no la veo). Me cuesta conciliar este espacio idílico, natural, con la escabechina que suponía alimentar el horno, que tendría que consumir enormes cantidades de madera para producir la brea negra. Además de los humos y la destrucción generalizada de plantas y animales. Otros tiempos. Sigo por el sendero que llanea después de imaginarme esta apoteosis de destrucción. El sendero es claro y me lleva tras una bifurcación (sigo a la izquierda en bajada) a una pista (la BC1).
Sigo a la izquierda por la pista y unos cinco minutos después me meto (a la derecha, 1015m) por un ancho camino/pista hacia abajo. Llego a otra pista, tuerzo a la izquierda y en otros cinco minutos localizo un sendero (a la derecha, 980m) muy difícil de descubrir. Me siento como si perteneciese a una sociedad secreta cuando lo localizo, la única indicación de su existencia son dos pequeñas piedras (una sobre otra) en el suelo marcando por donde empieza el sendero. Paso por encima de las piedras y doy a una arista estrecha que poco después baja (a la izquierda) al cauce de un barranquillo y en menos de dos minutos llego a la ancha pista de El Lagar. Bajo por la pista porque quiero ver la caseta refugio (Casa de Piedra) que hay más abajo. Tras la casa sigo por una pista que sale a la derecha y en un minuto me salgo a la izquierda por una pista (900m) que muy pronto se convierte en un sendero entre torviscos, jaras, amagantes y brezos. Es muy estrecho por momentos. Estupendo. Vuelvo a dar con la pista de El Lagar (820m) y aquí de nuevo me siento del club secreto de los excursionistas. El sendero sale enfrente de por dónde he aparecido en la pista, pero sólo sé que está ahí por una montañita de piedras que marcan su inicio. Me meto. Qué divertido. Más abajo se bifurca y yo tomo a la derecha para volver a cruzar la pista de El Lagar (770m). Este cruce es claro y sigo bajando por un camino más ancho y claro hasta llegar al principio de la pista de El Lagar (730m). Por la carretera subo hacia la derecha, en subida y en cinco minutos me meto a la izquierda por una pista no muy ancha que más abajo es muy pedregosa y erosionada. Terrible el estado de la pista hasta llegar a un corta fuego (650m) donde de repente se abre el paisaje y tengo una fantástica vista hacia los dos lados, al lado de una torre de electricidad. A continuación, sigo por un sendero estupendo, estrecho y llego hasta la Cruz del Brezo (600m). Callejeo por las calles de La Guancha hasta mi coche. A esta zona le faltan muchas excursiones. Me encanta.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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