• Excursión 650. 17 Mayo de 2017. Miércoles.
Araya. Arafo.
Municipios: Candelaria. Arafo
De 15.33 a 18.05h. De 360 a 490m.
Distancia: 7,7km. Duración: 2h 32m.
Sigo un viejo camino entre Araya y Arafo. Una ruta por las medianías de Candelaria y Arafo atravesando dos barrancos profundos, dos pueblos, y un terreno semi abandonado de viejos terrenos agrícolas. En parte señalizado, en parte salvaje, siempre con buenas vistas hacia la costa
Sigo una ruta de FF. En la bajada por la autopista hacia Santa Cruz me recibe la visión del Chiguel. Siento algo especial. En la estación de guaguas tomo la 123 a Araya (14.35h). Nubes alargadas en el cielo, ola de calor en el sur. Un marroquí grueso me agobia con su tamaño y sus piernas abiertas, se lo digo y las junta. Viene con dos mujeres, me gusta su habla gutural y alegre. Me pongo a escuchar a Enoch Light y su música de percusión (género: música para ascensores). En el camino miro hacia el Chiguel, lo haré hasta que lleguemos a Añaza, destaca contra un fondo nuboso blanco, otra vez siento una emoción especial al verlo. La guagua va atestada. Dos asientos por delante de mí un joven que ocupa un asiento y medio va muy resfriado, estornudando y tosiendo. Me tapo la boca con la mano. En cada parada se baja y se sube mucha gente. Hace toda la ronda por la enorme Candelaria, se me hace eterno. Ya camino de Araya sólo cuatro viajeros contándome a mí. En la subida, fuerte, la guagua se empieza a parar y el conductor a hablar por teléfono. Me bajo (15.33h, 360m), la guagua está averiada, se calienta demasiado.
Paso la iglesia y la plaza de Araya y empiezo la subida de tomo y lomo con un sol implacable refugiado bajo mi paraguas por una calle que va cambiando de nombre (Chicoro, Morra del Pino, Caitana, Montañeta). Cuando se llama Montañeta ya estoy en la Cruz del Camino (15.50h, 470m). Saludo a un hombre que descansa a la sombra. No se asombra ni de mí a esta hora, ni de mi paraguas, puede que no le quede energía para eso. Tomo a la izquierda (calle Los Rincones) por un camino señalizado (verde y blanco, sendero local) que va a Las Cuevecitas. Del asfalto paso a tierra y después a un sendero al lado de un canal grande vacío, después sendero empedrado. Paso un barranco profundo y teatral (Goteras/Achacay) y todo el rato vistas hacia la basílica y el mar. El sendero es entretenido, bien señalizado por dónde ir y por dónde no ir (equis en blanco y verde).
Llego a Las Cuevecitas (16.20h, 400m) y sigo recto pasando al lado de la iglesia tan singular (S Andrés). La calle baja un poco, paso una tira de adosados a la derecha y después y a la izquierda otro grupo de adosados, este abandonado con grúa y todo. Los restos del boom de construcción están por todos lados en la isla. Antes de pasar un barranco (Colmenas) me salgo de la calle y tomo un sendero que baja (a la izquierda). El sendero es claro, pero me extravío poco antes de tener que cruzar hacia Malpaís, pequeño error. Logro llegar a Malpaís (16.40h, 360m). Aquí subo por una calle algo empinada (San Antonio, Camino de la Cruz) unos 300 metros sin desviarme hasta que alcanzo un camino (Cuchillos, 400m) por donde tuerzo a la izquierda (el cartel a la entrada dice que El Serrillar). Sigo por esta pista por descampados y alguna finca aislada, un paisaje solitario con vistas a la costa muy construida. Después de un descenso por una pista de tierra voy a dar a un sendero entre fincas valladas (una tiene pinos) y salgo a un cruce de pistas (350m, un km desde el principio del camino de Los Cuchillos/El Serrillar).
Tomo a la derecha (Camino Juan de Castro) y en unos cien metros (un minuto o así) me desvío a la izquierda en una bifurcación. Otros cien metros después (según las indicaciones de FF) llego a otra bifurcación donde debería tomar a la izquierda por una pista con cadena, no me atrevo, no me parece lógico. En lugar de eso sigo subiendo por un sendero malo donde corre el agua de una tubería rota. Después de subir durante más de cinco minutos y he sobrepasado los muros de una finca, miro al barranco (Yoquina, a la izquierda). Mirando el barranco profundo me doy cuenta de que voy mal. Regreso hasta la pista con cadena. Salto la cadena. Sigo por la pista que describe una curva y voy a dar a un sendero bastante perdido que al lado de una tubería va hacia el barranco, estoy rodeando una finca y bajo por un precioso tramo empedrado. Llego al cauce. Enseguida llego al cauce del barranco (primer problema resuelto).
Me ha costado, pero he logrado llegar al cauce. Sin embargo, aquí debería haber cruzado y subido por la arista en la ladera opuesta del barranco, pero no la reconozco (me confunde que FF le llame vértice a lo que es una arista). Sigo subiendo por la pista ancha unos 200 metros hasta que llego a una ladera (a la izquierda) con viñedos. Busco por aquí el sendero que me saque del barranco, pero está todo vallado y cerrado. Desde el cauce del barranco veo la carretera a dónde debo llegar, inalcanzable desde aquí. Regreso despacio fijándome bien la ladera y entonces veo restos de un sendero en la arista (la que debería haber tomado antes al llegar al cauce). Bien, esto es prometedor. Enseguida llego a la arista y empiezo a subir entre terrazas abandonadas por un sendero muy poco visible (segundo problema resuelto) y llego a la carretera… totalmente asfixiado y acalorado (17.45h, 400m, calle Luis Otazo Marrero).
Encuentro una salvadora tienda de productos ecológicos “La Albahaca” donde me tomo un té (verde, claro), una joven dependienta se mueve a cámara ultra lenta y parece faltarle toda iniciativa, una niña pequeña enerva a una mujer que compra calabazas ecológicas “tengo hambre” “quiero ir” repite apremiante, el joven dependiente se asombra de que me vaya tan pronto, yo he vertido el té caliente en mi botellita de agua. La dependienta, gracias, me informa de dónde está la parada más próxima en Arafo. Subo hasta la gasolinera, ya abierta y desde ella bajo por la carretera (calle Belisario García Siliuto) hasta una parada (sin marquesina, 18.05h, 441m) donde me quedo a esperar la 121.
Ha sido una tarde de luz, solajero y calorazo fortísimo por caminos polvorientos, pistas, senderos, carreteras. Todo a pleno sol. No me extraño de mis tres errores, me ha faltado calma y juicio. Aquí en la parada de la guagua el ruido del tráfico se atempera, una curva cerrada obliga a los coches a aminorar su velocidad. La espera no es estresante, corre fresquito, estoy a la sombra, y alrededor hay muchos árboles: palmeras, dragos, laureles, pinos. También piteras y tuneras además de plantas ornamentales. Después de más de tres cuartos de hora, por fin (18.50h) aparece la guagua. Me asombro de lo bien que he soportado la espera, sin importarme, sin impacientarme, pensando en mis cosas, en mi mundo, acorazado. Soporto el largo paso por las calles modernas y sin gracia de Candelaria gracias a las canciones de los Bee Gees (“How deep is your love”, “How can you mend a broken heart”, Stayin alive”, “Words”), son canciones que me alimentan, son bocadillos emocionales a esta hora de la tarde. Gran alivio cuando salimos a la autopista y la mejor parte es cuando la guagua enfila la autopista a Santa Cruz y es una cosa vertiginosa de subidas y bajadas por los túneles sólo para guaguas. Por fin, Santa Cruz (19.35h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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