E-1207 Mirador La Tabaiba - Taburco - El Carrizal - El Palmar

• Excursión 1207. 21 Enero de 2021. Jueves.

Lomo de Taburco. El Carrizal. El Palmar.

Municipio: Buenavista

ENP: Parque Rural de Teno

De 10.02 a 17.47h. De 780 a 950 a 500 a 670 a 570 a 630 a 390 a 800 a 500m.

Distancia: 15,4km. Duración: 7h 45m.

Mi objetivo hoy es recorrer una cresta y un pequeño valle alrededor de Taburco, un viejo lugar con pajeros en el macizo de Teno.

Cuando voy por la autopista camino de Buenavista tengo dos buenas visiones. Primero en la larga bajada desde La Quinta (Santa Úrsula) hacia el valle de La Orotava y hasta casi salir de él, puedo ver el sol elevándose sobre las montañas que tengo a la izquierda y como va revelándome ese paredón largo y alto cubierto de vegetación (la esquina izquierda del valle). Segundo, me gusta mucho que el día esté tan despejado y radiante cuando voy por el valle de La Orotava y veo cómo el sol va iluminando de arriba hacia abajo la pared de Tigaiga (la esquina derecha del valle), y así va revelando los relieves de la pared a medida que el sol va bajando por ella. Qué suerte tengo de pasar por aquí en este momento fantástico. Me da también para ver cómo las últimas nevadas han dejado nieve hasta la montaña Limón. Cuando atravieso las últimas estribaciones de Tigaiga después viene el largo trayecto por la carretera de la costa, una carretera encajonada por los riscos a la izquierda y el mar a la derecha. No hay mucho tráfico hoy y puedo llegar a la remota Buenavista en 50 minutos. En la estación de guaguas hay ambiente de viaje, y salimos unos pocos viajeros en la 355 (9.35h). Con la habitual soltura de los conductores de esta línea la guagua sube por la carretera serpenteante y por aquí puedo disfrutar de las laderas llenas de nervaduras y tan verdes en la subida hacia El Palmar. Y después, tras El Palmar, hay un “descanso” para el conductor al pasar las largas rectas que atraviesan las zonas más llanas del valle al lado de volcanes agujereados de canteras. Todo está hoy para gozar de un día en Teno, el inclemente Teno, el macizo Teno. Me bajo unos veinte minutos después (9.56h) en el mirador con vistas hacia la montaña del Baracán, el mirador de la Tabaiba).

Cuando uno puede empezar una excursión después de un preámbulo tan bueno y todavía no son las diez de la mañana… Enseguida empiezo a caminar hacia la derecha  por el sendero señalizado, el PR 51. Un sendero que va por lo alto de una cresta que separa dos vertientes, la seca, a la izquierda, de la húmeda, a la derecha. Llanea al principio y más adelante empieza a subir por terreno rocoso y después se mete por un bosque húmedo por un sendero muy bien marcado y oscuro y fino por la vertiente húmeda donde hay muchas plantas crasas en los bordes. Tras el bosquecillo sigue subiendo por sendero rocoso y esforzado. Desde aquí y cuando ya he ganado algo de altura me doy la vuelta para mirar el paisaje y entonces tengo vistas apoteósicas del valle húmedo del Palmar con sus laderas y laderas y laderas cubiertas de terrazas que destacan perfectamente por la manera que las ilumina el sol, tan verdes y bien marcadas y delimitas con sus muros negros de piedra seca. Cuánto se cultivó aquí. Hoy ya no, pero ahí están las terrazas mostrando su mejor cara. La vista llega hasta el Teide y Pico Viejo con sus barranqueras de blanco por la nieve. Y cuando miro hacia la derecha (hacia el barranco del Carrizal) las laderas son mucho más secas y marrones y no hay terrazas ni señales humanas excepto la de la carretera que va cortando la ladera a medida que va bajando hacia El Carrizal Alto.

El PR 51 es un sendero que he hecho muchas veces y que tiene unos cambios de lo más dramáticos (estoy escribiendo esta crónica en abril de 2022 y recuerdo perfectamente la agonía y el tormento que ha sido recorrerla hace dos meses –excursión 1387, con un tiempo lluvioso, con viento fuerte y sin visibilidad prácticamente, que me ha destrozado físicamente, todavía me estoy reponiendo). El sendero sube hasta la ladera del Baracán y después sigue en ligero ascenso y ahora con vistas hacia las crestas de los sucesivos barrancos de Teno, donde destaca el saliente de la Fortaleza en el barranco de Masca. Todo se ve con una nitidez impresionante. Dan ganas de recorrer cada loma y cada cresta que parecen tan factibles con esta visión tan amable. Desde luego que a mí me influye el tiempo para apreciar el paisaje. Tras recorrer el sendero y atravesar un bosque de brezos con juego de luces sobre el suelo llego al paso rojizo y después a una pista. De la que me salgo inmediatamente por la izquierda para recorrer, en ligero ascenso, una pista que pasa por la izquierda de una gran balsa (11.15h) y llega a un llano con vistas (870m). Sigo por la pista que se echa a la izquierda, bajando ligeramente, hacia la arista de una loma que va bajando, loma que tiene dos picos remarcables (Nido del Cuervo y Roque Berodal/Verodal) (loma donde está el pajal de Taburco).

En cinco minutos llego a la arista de la loma y empiezo a bajar por ella. No es que haya un camino, pero ni la vegetación es tan densa ni la pendiente tan grande que me impida, lentamente, bajar hasta un llanito (810m) antes del primer roque: el Nido del Cuervo. Por aquí descubro una vieja caseta de piedras en ruinas de la que solo queda parte de los muros. Me gusta encontrarla. Subo casi llegar a lo alto del roque (830m) y lo rodeo por la derecha y después sigo bajando con cierta dificultad y lentitud más bien por la derecha de la arista. Tengo que ir muy despacio para no caerme. El progreso es muy lento. Las vistas son magníficas y distingo bien el sendero a la izquierda que va hacia la Cruz del Carrizal. A ambos lados tengo barrancos de sección en uve muy abierta con laderas de vegetación muy baja, son dos barrancos de laderas uniforme y de caída suave. A la izquierda va el barranco de Taburco (de Adentro) y a la derecha La Galera (de Afuera). (El track de la excursión no recoge certeramente por dónde bajo, en la ruta inscrita sobre el mapa de IGN va por la izquierda pero yo bajo por la derecha). El roque siguiente (Berodal) es más puntiagudo y parece más temible desde lejos pero igualmente lo paso por la derecha, sólo me cuesta un resbalón y una pequeña herida. Y, por fin, llego a un sendero (700m).

Sigo recto por la arista de la loma por el sendero y en unos 200 metros llego a los viejos pajales de Taburco (La Azotea). Uno tiene un muro precioso de piedra que resalta perfectamente con la luz fuerte del sol. De aquí salen dos senderos hacia el mar, uno, más claro hacia la derecha, y otro, casi invisible, que sigue bajando por la arista. Prefiero el de la derecha que va también por una nervadura del terreno. Encerrado entre esta nervadura y la arista de la loma por la que bajaba se extiende un valle amplio en forma de embudo y que está aterrazado y cubierto de yerba verde baja. Bajo relativamente cómodo por este sendero que me da la sensación que es terreno para que pasten cabras, aunque no veo ninguna. Paso una vieja caseta en ruinas y voy bajando bien hasta descender unos 150 metros de desnivel hasta que ya no se puede seguir hacia abajo (550m). Y cuando pienso que tengo que regresar por donde he venido empiezo a recorrer hacia la izquierda y llaneando una de las terrazas por un sendero bastante claro que me va llevando con toda facilidad (después de cruzar un pequeño cauce – barranco Manzano) hasta la arista que encierra este pequeño valle, que es la arista por donde bajé hasta Taburco. De nuevo en la arista sigo bajando hasta que la pendiente se hace demasiado fuerte y logro descender otros 50 metros de desnivel (13.15h).

Estoy en un saliente con vistas magníficas al acantilado que cae a plomo hasta el mar y también hacia la derecha donde está un saliente (Tope La Volada – excursión 864) que está aprox. a la misma altitud que donde estoy ahora. Ese saliente es la culminación de otra arista, esa mucha más dramática e irregular que está. También puedo ver el faro de Teno. Y enfrente de mi está La Gomera, totalmente despejada, sin nubes, algo insólito. Parece tan cercana. Y mirando a la derecha, y mucho más lejos, está la isla de La Palma, también despejada de nubes y bien clarita, algo también raro de ver. Me quedo a comer aquí, cómo no, el mejor sitio. El día está arrebatado de sol y de luz, pero no hace calor. Perfecto. Después de disfrutar del bocadillo y del pastel de frutas me toca subir. Después de comer no es es el mejor momento para ascensos, pero así es la excursión de hoy; de todas formas, lo que yo tomo es comida para deportistas y nunca me cae mal.

La subida por la arista es bastante trabajosa, pero existe sendero que va al lado de un extraño cable metálico que está roto en varias partes. Creo que fue un cable electrificado para limitar a las cabras en un espacio. Es un camino muy irregular y con mucha roca y piedra suelta, pero con vistas a los dos barrancos y no me quejo en este día tan bueno. Me lleva unos cuarenta minutos volver a los pajales de Taburco (14.28h). Y ha sido una subida bastante emocionante porque no tenía claro que pudiese subir y completarla. Tras los pajales sigo hacia arriba y más o menos por donde accedí al sendero en una bifurcación tomo a la derecha para seguir un viejo sendero en bajada. En la primera esquina hay una era bien conservada. El sendero es claro, pero se torna confuso en el paso del cauce de un barranco (La Fuente/Roque Lera), en una zona con mucha vegetación muy recia, después vuelve a ser claro y pasa otra preciosa era a la derecha del sendero.  Después pasa dos barranquitos muy cercanos (La Ladera y Hoya El Espigón) y el sendero sigue bajando y antes de una zona más llana con otro barranco de cauce pequeño (Taburco) se complica notablemente y me cuesta dar con la continuación. Puedo seguir gracias a unos hitos como columnas que destacan de la vegetación altita. Todo este trance es a la vista, enfrente, de unas preciosas terrazas verdes con almendros en flor.

Tras el cauce (570m) viene una bifurcación y me cuesta decidir que tengo que seguir por la izquierda a pesar de lo invitante que es el ramal derecho pero que solo va a las terrazas. La subida es fuerte pero todavía estoy tan contento de haber resuelto el embrollo anterior que no me cuesta y logro llegar bastante entero a la degollada de la Cruz del Carrizal (15.12h, 650m). Lo bueno de subir a un paso entre montañas (una degollada, un collado) es que aparece otro mundo cuando llegas arriba y ahora lo que tengo debajo es un gran valle con un pequeño caserío (Carrizal Bajo) alrededor de un cauce (barranco Carrizal). El camino es claro, pero no es especialmente cómodo, lo bueno son las vistas hacia los picos que cierran el barranco por el lado opuesto, sobre todo el Morro de la Silleta que tiene una forma cónica/trapezoidal muy característica. Parcialmente por detrás de este hay otro: el Morro de la Sombra/La Aneas. El camino de bajada es algo tortuoso y muy caluroso. Baja por una depresión que forma un canal y después de pasar el cauce de un barranco (La Cuesta/Las Rosas) va pegado a una pared de formas bonitas y cuando la supera sigue por terreno rocoso donde hay hitos para guiarse porque no hay manera de hacer un camino por este material tan duro.

Cerca del final paso por una zona de terrazas con una bonita palmera solitaria al lado de una casa abandonada (El Hornito). Después confluyo con una pista por la que cruzo el cauce con agua (15.45h, 390m) por un puentecito con mucho cañaveral alrededor. De aquí salgo a una pista y después ya a la carretera asfaltada que rodea el caserío del Carrizal Bajo, donde vive gente, agricultores y hay muchas casas para turistas. En otra excursión un hombre, en la puerta de su casa, ofrecía en un serón cebollas. Con un calor soportable y una luz fuerte subo por la carretera que va poco a poco negociando con grandes curvas el desnivel. Hay una curva después de haber pasado las últimas casas (muy dispersas) del pueblo donde hay una retama que proyecta una sombra preciosa sobre el asfalto cuya superficie, con la luz inclinada y cálida, parece de terciopelo y ya le he sacado fotos estupendas para mis calendarios en dos ocasiones. Voy subiendo con vista al campo salvaje por donde va un sendero que enlaza ambos Carrizales (El Alto y El Bajo). En El Carrizal Alto no hay apenas actividad y cuando le pido agua a una mujer me dice que la tome del grifo. Gracias. El agua sale fuerte y moja todo el suelo y me refresca solo oírla y verla como salpica aparatosa.

Subo por el sendero señalizado hasta la carretera (675m) y ahora sigo a la izquierda en una larga subida hacia el mirador de la Tabaiba, el lugar por donde empecé. Me gusta esta subida para hacerla despacio e ir fijándome en las lomas que hay por debajo y es una manera de cerrar el círculo porque ahora voy por la carretera que antes me parecía un tajo, un corte en la ladera. Al llegar al mirador (780m) y en la propia esquina me salgo por un sendero que sigue hacia abajo, hacia Las Portelas. Es un agradable sendero bien claro que enseguida empieza a curvarse hacia la izquierda para ir hacia un pequeño barrio (Segovia) situado al final de una gran recta de la carretera. Voy pasando antiguos terrenos agrícolas por un camino ancho y cruzando pistas y una finca donde un hombre se afana. La vista ahora es hacia la gran ladera izquierda que tiene un perfil suave y donde no parece que se cultivase tanto como en el otro lado del valle. Por aquí descubro unas pequeñas flores blandas blancas de las que siempre me gusta descubrir y pararme a verlas con detalle. Tienen algo fascinante para mí, sus flores son del mismo color que las hojas y una textura muy similar. Es el momento de cambiarme la ropa por otra seca que llevo en la mochila.

Al llegar a Segovia sigo por la carretera (Tf-436) por la larga recta, en realidad dos largas rectas. Me gusta pensar en la cara de sorpresa de los conductores al ver a un solitario caminante por esta carretera solitaria. Al final de la segunda recta me paro (17.24h) para esperar la guagua. Ya no tengo más ganas de caminar. Un cuarto de hora y aparece la 355 (17.39h) que me lleva en volandas y bamboleado bajando por las largas rectas y las curvas extremas de esta carretera hasta Buenavista (17.48h). Fantástico. Todo ha sido maravilloso.

Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión

Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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