• Excursión 986. 22 Agosto de 2019. Jueves.
Tijoco Alto. Risco Tonásoro. Cueva La Tosca. Barranco de Erques.
Municipio: Adeje
ENP: Paisaje Protegido Barranco de Erques
De 11.44 a 18:15h. De 964 a 1445 a 374m.
Distancia: 14,7km. Duración: 6h 31m
Desde Tijoco Alto (Adeje) subo por senderos y pistas pasando por una cueva con mirador sobre el salto Tonásoro. Continúo ascendiendo hasta un paso del barranco de Erques donde visito la bocamina de una galería. Regreso sin cruzar el barranco por pistas y después al lado de un canal en un larguísimo descenso de 400 metros de desnivel. Tras el canal sigo por la carretera de La Concepción
Salgo de casa un poco justo (9.35h) para tomar la 110 y ya voy concentrado y focalizado en coche hacia Santa Cruz y… llego a las 9.58h a la puerta de la guagua, que sale inmediatamente. Esto es hacer el día. Es la sensación de que el mundo gira en torno a mí. Es empezar perfectamente un jueves de excursión. Con poco tráfico por ser agosto llegamos a Las Américas a las 11.10h. Tengo que llamar un taxi que viene enseguida y partimos (11.15h) a Tijoco Alto (11.44h, 22.3€).
Aquí arriba, en Tijoco Alto, hace calorcito, y está despejado. Subo por la calle asfaltada, en una esquina unos trabajadores reparan los bordes de la calle. Tuerzo a la izquierda en una bifurcación(975m). Por aquí hay chalets grandes con jardines en buenas parcelas. La calle hace una curva a la izquierda y después otra a la derecha y enseguida me desvío a la izquierda (calle Lugar Lomo los Grillos) que ya no tiene casas por la izquierda y en cien metros encuentro a la izquierda (1008m) un sendero con una traza muy débil. Este es el sendero que busco y que me tiene que llevar al cruce alto del barranco de Erques. El sendero sube una loma pequeña. Veo marcas blancas en el suelo, voy bien. Desde lo alto diviso un sendero tradicional bien marcado por su murito de sustentación de piedras que cruza un barranquillo (Barranco del Agua). Bajo por el camino tradicional y cruzo el cauce del barranco. En lo alto de la siguiente loma (1030m) hay un cruce de caminos, y una equis hacia donde no hay que ir, aquí se me pasa (la letra en el mapa es muy pequeña) localizar una era con nombre (El Refresco). Tomo a la derecha y sigo subiendo por un camino claro hacia el pinar. Más marcas blancas en el suelo. No esperaba algo tan claro. Me relaja que sea tan fácil. Voy cerca de un pinar de pinos no muy altos y el sotobosque es de jaras y malpicas. El sendero sube recto cerca del barranco del Agua (a mi derecha su cauce). Tras un corto tramo logro tener una primera vista diáfana del barranco de Erques (1080m), es un gran barranco, ancho y profundo. Se ve parte de Vera de Erques, el pueblo al otro lado y también las rocas amarillentas, en donde estuve comiendo en la excursión 872, por encima del pequeño caserío de El Almácigo. Me puedo poner en el puro borde y tener una visión amplia hacia abajo, y a lo lejos se ve La Gomera y La Palma, las dos con nubes bajas ocultando sus costas. Es una vista impresionante y totalmente inesperada.
Sigo subiendo un tramo largo por el borde con vistas al barranco. El sendero tiene piedrecillas y va sobre rocas en tonos rojizos y marrones. Una pequeña sabina en un roquete. Hay dos miradores más un poco más arriba (1120 y 1145m), todos impactantes, me gusta mucho ponerme en el borde y mirar hacia abajo. Después de los miradores el sendero se aleja del borde, claro todo el rato y en subida constante. Empiezo a ver, hacia arriba, una gran hendidura en la pared de enfrente del barranco de Erques, subo con curiosidad para ver qué puede ser. A medida que subo la hendidura se va haciendo más ancha. Qué bien va todo hoy. Cuando llego a los 1220m empiezo a buscar un sendero (a la izquierda) que lleva a una cueva (La Tosca). Me cuesta bastante trabajo dar con ella. Me paso de largo y tengo que ir campo a través y hacia abajo, por caminos medio perdidos hasta que encuentro un sendero claro que va directo a la cueva. Es una cueva baja y profunda pero lo mejor que tiene son las vistas sobre un risco grande (Tonásoro), que es la hendidura que venía viendo desde abajo, el risco es una pared ancha y alta que culmina en un gran salto que es parte del barranco de Erques. Delante de la cueva hay un espacio llano, como un gran balcón. Me acerco al borde del barranco y veo hitos que señalan un sendero hacia el cauce del barranco, por este lado la ladera no tiene mucha inclinación y no parece complicado. No lo hago, lo dejo en barbecho para otro día (excursión 1662, seis años después).
Me siento fantástico por haber logrado dar con la cueva. Cuando regreso recto al sendero de subida me doy cuenta de que estaba claro el sendero a la cueva, simplemente me pasé de largo, pero no sé por qué me despisté. Mirando hacia arriba veo El Sombrerito, es fácil de reconocer por su forma característica, será una presencia constante en toda la excursión. Sigo subiendo por el sendero sobre terreno más erosionado y confluyo con una pista medio abandonada (1320m). Desde la pista resultaría muy difícil dar con el sendero por donde he subido, no hay ninguna marca. En algún momento indeterminado la pista se convierte en un sendero estrecho que va a dar a una pista de cemento (1410m) que sube con mucha pendiente por la derecha de una loma y después llego a una pista de tierra donde hay muchas grandes terrazas de jable o de arena con algunos terrenos con viñedos. Llevo un mapa de OSM detallado, sin embargo, in situ hay más pistas y me cuesta trabajo dar con el acceso al barranco de Erques (excursión 828). Decido comer aquí (14.16-14.52h) a la sombra de un murito. Aparecen muchas moscas, hasta que me doy cuenta de que hay una mierda cerca de mí, la tapo con arena y logro que desaparezcan las moscas. Ahora puedo comer tranquilo con vistas a la confluencia de dos barrancos, el de Erques, más cercano y otro (Del Pino Gacho).
Recuerdo bien el paso complicado viniendo desde Pino Redondo en la excursión 828. Mientras como evalúo por dónde seguir, puedo ir hacia Pino Redondo y bajar a Vera de Erques por un sendero poco transitado o regresar por Adeje por el sendero Fyffes, largo y recto que baja hasta la carretera antes de Tijoco. Me decanto por Fyffes, lo otro puede ser demasiado largo porque además quisiera echarle un vistazo a un pequeño caserío (Cuevas de Pi) por encima de Pino Redondo, eso dejo para otro día (excursión 1143). Pero ya que voy a hacer algo más “corto” voy a ver si localizo una galería en el barranco de Erques. De entrada, voy por el sendero que va hacia arriba sin apenas desnivel (el sendero que eventualmente baja al cauce), paso un par de sitios con hitos, que son marcas para bajar al cauce, pero yo sigo en paralelo al cauce. De esta manera me voy acercando de una manera natural al cauce. Y llega un momento en que tengo que bajar por grandes piedras hasta el cauce. Es terreno muy agreste pero muy atrayente. Llego al cauce, veo una tubería que debe venir de la galería, y tengo que usar una cuerda para trepar por unas rocas enormes, después veo un canal seco y ya llego a una pequeña habitación donde huele mucha a gasoil, la entrada a la galería (El Bebedero) está al otro lado. La bocamina está a la izquierda de un pequeño salto vertical de piedra gris. Cómo me gusta el asunto de las galerías, me resulta fascinante, esta tiene más de 3000 metros de longitud. Todos los datos están en una placa en la puerta enrejada. Regreso por el recorrido complicado, bajando al cauce y volviendo a subir al sendero que va entre escobones, tajinastes azules con las flores secas y negras y vegetación densa.
Hace calor, voy con el paraguas abierto, que se traba en las ramas de los escobones. Las sonajeras están tan secas que ya no suenan sus semillas. Regreso a los campos de jable y tierra y por un sendero entre las terrazas y llego a la era del Cedro, en perfecto estado y con sillas encima. Cerca una finca vallada con viñedos. Sigo por la pista, en ligera bajada y tras varias curvas (cinco minutos largos) llego al sendero de Fyffes (bajante de Fyffes) (1430m), que se reconoce fácil por el canal descubierto con agua. El agua baja ruidosa y fuerte, lo cual casi me incomoda en el silencio del lugar. Baja recto y yo a su lado, paso un pequeño pinar y más abajo, cerca de Iserse, al lado de unos grandes farrobos (1290m), el agua es reconducida por tuberías. A partir de aquí sigo al lado de la tubería con un rumor de agua muy apagado. Hace mucho calor, pero corre una brisa que refresca un poco. Cruzo una pista en Iserse (1275m) y sigo por un camino muy ancho limitado por el canal con la tubería cubierto de piedras y un muro de piedras. El camino tiene varios metros de ancho y es de firme rocoso. Alrededor un pinar que no da sombra. Cruzo otra pista (1120m) y sigo bajando. Esa pista me trae el recuerdo de la traumática excursión 818. En esa ocasión pasé por la pista que acabo de atravesar. Fue esa excursión en pleno verano en la que de repente se cubrió todo de niebla y me desorienté y me dieron ganas de llorar y que viniese mi madre a buscarme. Vale. Qué diferente hoy, a plena luz, casi me cuesta trabajo reconocer ese cruce. Sigo bajando.
Empiezo a tener vistas de los dos grandes pueblos en la parte alta de Adeje: Taucho y La Quinta. Taucho, más grande y con muchas casas antiguas. La Quinta, a la izquierda, más concentrado, al otro lado de un barranco. Ninguno de estos dos pueblos se ve desde Adeje. Un poco más abajo el sendero se transforma en una pista que se echa hacia la izquierda, pero yo no quiero separarme del canal, así que sigo cerca de él haciendo equilibrios por un sitio con mucha pendiente, o por encima del canal. Más abajo me doy cuenta de que la pista se vuelve a reunir con el canal. Llego a una calle asfaltada donde oigo las risas de niños, que no veo, que están jugando en el patio de una finca. A un hombre con mono que está reparando la verja le pido agua, ya me queda muy poca. El hombre me sorprende porque se va corriendo en busca del agua, vuelve enseguida con una botella de un litro y medio de agua fresquita. Le doy las gracias, él sólo dice “lo que desee”. Qué bueno. Hoy me sigue saliendo todo bien. Cuando me alejo oigo a una mujer que le pregunta ¿Quién era? Llego a la carretera (TF-585, 925m) poco después. Han sido cuatrocientos metros largos de desnivel por la bajante de Fyffes. Tuerzo a la izquierda al llegar a la carretera y enseguida a la derecha para empezar a bajar al lado del barranco de Yé/Ajabo (excursión 936).
Hay vistas estupendas al barranco y a la entrada a una galería (Vera de la Lajita) abajo en la ladera de enfrente con un sendero de acceso estrecho y expuesto. Hoy, a diferencia de la excursión 936, bajo por la carretera sin tomar atajos. Un poco antes de La Concepción me gusta ver de lejos la casa en ruinas (La Sabina), a unos 200 metros de la carretera. En La Concepción hay una pequeña iglesia con un gran laurel, y poco después una hermosa era (14m Ø) y algunas casas antiguas. Desde acá abajo tengo otra vista de La Sabina, que está en la punta de un promontorio dominando todos los alrededores. Se me pasa visitar un camino (de la Concepción) que sale de la curva siguiente y es que no he traído mapas de esta zona, mi plan original era ir hacia Pino Redondo. Sigo tranquilamente bajando por la carretera con muy poco tráfico. Ahora hay una maravillosa brisa fresquita. Nada me duele. Voy en bajada. Qué más se puede pedir. A la izquierda hay grandes extensiones de terreno sin casas hasta casi la carretera general del Sur, con algunos barrancos poco profundos, donde seguro que hubo senderos. En los 480m, en una curva, me salgo por la derecha para ver una casa en ruinas, en un terreno llano y rocoso, también en una situación con muy buenas vistas a los alrededores. Se me acaba el sitio en la tarjeta de memoria y no puedo hacer más fotos.
Sigo bajando. Adelanto a un joven que huele muy bien y llego a una parada de guaguas en la carretera del Sur (18.14h). Al poco aparece el joven que me trae su aroma agradable como un buen amigo. Gracias. Pero creo que le abrumo un poco mientras esperamos la guagua con mis estiramientos y mira hacia otro lado cuando me pongo una camiseta seca y unos calcetines limpios. El conductor de la 417 (18.30-18.54h) es un joven relajado que lleva un caramelo con palo en la boca y le da vueltas continuamente, escucha regatón y saluda como los hiphoperos a los conductores de otras guaguas con los que nos cruzamos con unos gestos exagerados con las manos. Él es un espectáculo, verlo conducir con esa actitud relajada me distrae tanto como el paisaje. En Adeje me toca el conductor (la 110) que lleva la cabeza rasurada con mosca bajo el labio y que va rápido, rapidito. Un pasajero le dice al entrar “qué bien, tú vas deprisita, y tengo prisa por llegar a Tacoronte”. Sale dos minutos antes de la hora (18.58h). Llegamos a Santa Cruz una hora larguita después (20.10h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Tijoco Alto a Era del Cedro a El Trigo
El Trigo a La Concepción