• Excursión 1289. 15 Julio de 2021. Jueves.
Tacoronte - Pista Boca del Valle - Candelaria
Municipios: Candelaria. Tacoronte. El Sauzal
ENP: Paisaje Protegido Las Lagunetas. Parque Natural Corona Forestal.
De 9.03 a 18.36h. De 320 a 1600 a 0m.
Distancia: 27,1k. Duración: 9h 33m.
Como el jueves de la semana pasada no pude hacer la subida de la cresta de Araya que tenía planeada, se me ha ocurrido hacerla bajando, que me parece que es más sensato. Además, recordando el buen sabor que me quedó de mi particular travesía a Candelaria, hace un par de años -excursión 1038- empezando por Santa Úrsula, hoy voy a completar la travesía de la cresta de Araya con otra peregrinación a Candelaria, pero esta vez saliendo desde mi casa. La idea de salir por la puerta de mi casa y caminando, todo el rato, llegar a la basílica por la tarde me parece una manera tan inmediata y directa de moverme por la isla, de hacerla más mía que no puedo posponerla más. Aunque hasta el último momento he estado dudando si hacer otra por el camino de la Córcoba en Guía. En el 2016 hice la bajada de la cresta de Araya (excursión 445), pero en aquella ocasión había mar de nubes, y además de no tener vistas durante una gran parte del recorrido hubo niebla y muy poca visibilidad. Si hoy cuando empiece a bajar veo que está nublado no lo haré y bajaré hacia Los Brezos. Vamos a ver.
A las nueve ya estoy en marcha (340m) con mis dos mochilas, la de atrás con la ropa extra, el bocadillo y el cepillo de diente, además de la impedimenta clásica; y la de delante con 3 botellas de agua de medio litro y el paraguas. Durante la subida por la urbanización (Jardín del Sol) al pasar por la calle El Escobón ya me siento muy cansado, cansado físicamente, y sobre todo, cansado psicológicamente, por todo lo que tengo por delante, porque sé que lo voy a hacer y es una gran travesía. Sol total, caluroso ya, aunque fresco a la sombra de las casas. Concentrado e ilusionado voy ascendiendo. Por la calle Ismael Domínguez y al pasar por el campito de fútbol ya me siento bastante recuperado. Cruzo la carretera general (9.30h, 525m) y atravieso la autopista por el túnel cercano a la Cruz Roja. Me echo a la derecha por la vía de servicio paralela a la autopista. Paso la calle Mirleras y subo por la siguiente: Camino de Los Corrales (550m). Sé que tengo que ascender hasta los 1450m aproximadamente (unos 1100 metros) así que soy muy consciente de lo que voy subiendo. Y no me hace falta mirar el altímetro para saberlo. Ahora tengo ante mí una subida fuerte hasta Ravelo. Es una carretera con cierto tráfico y los coches van más bien deprisa. Apenas hay casas en esta larga subida, ni tampoco sombra, son campos extensos con algunos viñedos aquí y allá, donde crecen los hinojos altos y alegran un poco con sus flores amarillas, con zonas amplias de helechos y también zarzas. Pero con este sol fuerte y el esfuerzo creciente de la subida voy mojándome de sudor. Coincido un ratito al mismo ritmo con una piba (un tractor pequeño) montada por un agricultor que va a mi velocidad, pero la tengo que dejar que me supere porque los coches que transitan enseguida se embotellan con nosotros dos. Unos operarios arreglan la carretera de una finca y veo más viñedos hacia arriba.
Me siento bastante aliviado cuando llego a la carretera de Ravelo (10.06h, 780m, calle Real Orotava) por el barrio de Los Corraletes. Ya he ascendido un tramo considerable. Me anima. Me compro una botella de agua en una venta, decidido hoy a hidratarme más –que en otras excursiones-, a empezar a beber mucho antes de que sienta sed, el lado sur de la isla es mucho más caluroso. Guiado por un cartel (a Las Calderetas) voy hasta la calle Lomo de Piedra (una farmacia en la esquina) y empiezo a subir hacia la ZR (zona recreativa) de Las Calderetas. Me gusta esta subida porque voy encontrando mucha sombra, corre un airito fresco y agradable, y más cuanto más subo. Al llegar a las fincas de montaña ya voy siempre a la sombra de los castaños, laureles y fayas. Paso el restaurante Campo de Tiro. Y enseguida llego a la ZR (10.30h, 970m). Hay bastantes coches aparcados, pero no veo a nadie. La zona recreativa está acordonada con cintas, sigue cerrada. Al otro extremo de un llanito empiezo el sendero a Las Lagunetas. Un PR muy claro de seguir. Este sendero es absolutamente maravilloso, a la sombra por el bosque cerrado y con una pendiente suave hasta alcanzar la pista del Rayo (11.04h, 1160m), después se torna más empinado. Pero a la sombra y por este bosque acogedor no me cuesta nada subirlo. Voy absolutamente encantado en toda esta subida. Aprovechando ahora la sombra, más adelante apenas tendré. Paso la pista del Pino Carretón y algo más arriba visito, por primera vez, la zona recreativa de Fuente Fría (1360m). Está cerca, es pequeña, con bancos y una fuente, pegada a la pista de la Fuente Fría. Al otro la de la pista hay dos grandes oquedades bajo una pared vertical de piedra roja que deben ser los nacientes originales de esta fuente. Me acerco, están secos. Veo a un hombre que parece fuera de lugar por lo que lleva puesto, sólo unos pantalones anticuados y una camisa de manga corta, colgado del brazo lleva un estuche alargado ¿qué será? “agua de montaña” dice después de tomar un poco en una botella grande. Sigo. En la pista Fuente Fría un policía desde su coche me pregunta si hay una zona de tiro: sí, Las Lagunetas en El Sauzal, le digo. Tras el paso del pinar de pinos rectos como postes y yerba corta en el suelo llego al gran llano de Las Lagunetas. Aire de fiesta y gritos infantiles cerca del bar. En el bar me consigo otra botella pequeña de agua, me he estado bebiendo en la subida la que compré en Ravelo. Un hombre ufano y de su teléfono le enseña fotos de mujeres a otro, sus ligues. Al llegar a la carretera del Teide sigo a la derecha un rato hasta tomar por una pista ancha que sale a la izquierda que va recta, totalmente recta. Aunque me confundo al elegir la derecha en una bifurcación. Cuando llego a una pista corta fuego me doy cuenta y simplemente bajo hacia la izquierda por ella hasta otra pista donde están dos empleados de la Brifor en su coche.
En la barrera de la pista Boca del Valle (12.14h, 1440m) hay un cartel de prohibido el paso por desprendimientos, yo sigo de todas formas. En ligera subida la pista va avanzando hacia el valle de Güímar y cuando tengo vistas hacia la costa son fantásticas. Hay un mirador buenísimo sobre los barrancos de Igueste. La pista va rodeando nervaduras montañosas bajo los pinos, en los márgenes hay algunos codesos en flor. Las laderas por debajo son vertiginosamente verticales, imposible sujetarse a nada si te caes por ahí. Sigo en subida casi continua hasta el punto más alto de la excursión (1580m) con el paraguas abierto. Cerca de la esquina de la montaña Amarnia/Amarilla la pista empieza a bajar un poco. Cruzo un sendero, a la derecha sube, a la izquierda baja. Pero no este el mío. Sigo uno poco más y a unos 200 metros está el mío, se reconoce bien por los escalones de cemento que tiene al principio (1530m). Ahora empieza lo emocionante. El cielo está absolutamente despejado. Hoy sí bajo con vistas buenas. El descenso por una arista montañosa entre grandes pinos y rocas es de una belleza salvaje, muy intensa. El suelo está algo resbaladizo por la pinocha y así sigue hasta el pico de Igonse (1400m). Aquí hay una bifurcación donde apenas se leen las letras pintadas en las rocas. Tomo a la izquierda, sé que ahora hay un giro brusco a la izquierda, y es de lo más sutil saber por dónde hay que seguir, sólo una pequeña piedra con otra más pequeña encima me lo señala. El sendero apenas se ve, es sólo un surco en la pinocha. Se va alejando de la parte superior de la cresta, pero sin acercarse todavía a la otra cresta por donde sé que tengo que bajar. Me lo tengo que tomar con mucha calma para no ponerme nervioso. A veces veo una flecha blanca (hace cinco años eran amarillas) que me tranquiliza mucho y hay hitos que me van guiando en las partes más complicadas. El sendero a veces desaparece del todo, y tengo que rodear una gran piedra para volverlo a ver. Así y con tramos de mucho desnivel sobre pinocha y llego de nuevo a la cresta.
Al poco de transitar por la cresta llego a un mirador fantástico (1250m), un mirador sobre una superficie rocosa lisa inclinada, un mirador sobre el fantástico barranco de Chacorche, que ya estuve viendo la semana pasada en otra excursión, pero desde un punto mucho más abajo que este. El barranco es tan descomunal y extraño que durante un buen rato tengo la sensación de estar viendo dos barrancos. Ese efecto óptico lo producen las grandes oquedades que hay en la parte de debajo de la gran ladera, una ladera de tiras arenosas horizontales con un relieve magnificado por el sol alto que cae a plomo. Por momentos pienso en quedarme aquí a comer, pero tras un rato sentado mirando descarto la idea, todavía me quedan muchas incógnitas, tengo que tener las cosas más claras, después de comer no pienso con tanta claridad. Este mirador es el punto culminante de la excursión, la otra vez que pasé por aquí (excursión 445) no pude ver nada por las nubes. Hoy sí. Bien. En los 1200m paso un saliente rocoso por la derecha, guiado por hitos. Las vistas siguen siendo fantásticas tanto hacia el barranco de Chacorche (a la izquierda) como al gran valle de Güímar (a la derecha). Pero siento que debería venir otro día por aquí y pronto para poder realmente disfrutar de este descenso, estoy todavía demasiado temeroso del camino. En la anterior vez por aquí tuve que saltar por encima de unas rocas sobre lo que parecía el vacío, hoy me doy cuenta de que no era el vacío. Mejor así. Pero era una visión, esa, la del salto sobre el vacío que me ha rondado durante estos cinco años desde que hice esta bajada en el 2016 (excursión 445). Y quizás por eso me ha costado tanto volver a hacer esta bajada. Entorno a los 1100m hay varios picos rocosos a la misma altura, que o bien tengo que pasar por la derecha o por encima, de ambas maneras se puede, los hitos están muy bien puestos, en la parte alta de uno estos picos rocosos el sendero está claro y diáfano. Tras estos salientes el sendero se va demasiado a la derecha con tendencia a bajar por la ladera por terreno muy erosionado, y tengo que evitarlo volviendo a lo alto de la cresta trepando. Es agotador. Poco después llego a un terreno algo llano con una cueva (Cueva de Igonse). Aquí han crecido mucho las tuneras y el camino serpentea entre los pinchos de las tuneras que son pequeñas, y que las pocas personas que pasan por aquí matienen expedito el paso. Después el recorrido se hace muy confuso por entre terrazas antiguas llenas de jaras secas. Diviso desde aquí mirando hacia la izquierda la zona de nateros y terrazas a donde me quedé sin poder progresar el jueves anterior (excursión 1286). (Podría haberla atravesado, no es mucho, pero hice bien en no cruzar, este sendero por donde voy no es nada claro y puede que si hubiese llegado no lo hubiese reconocido.)
Tras bajar varias terrazas y a la vista cercana de las dos grandes torres de electricidad (15.17h, 900m), me paro a comer en un lugar a la sombra. Me siento, por fin me siento. Han sido dos horas de pura adrenalina. Impresionante. Me pongo ropa seca y la otra la dejo a secar sobre unas jaras. Me lo tomo con mucha calma, como con toda la tranquilidad del mundo. El día sigue arrebatado. Desde donde estoy sentado diviso bien entre los edificios de Candelaria, en la costa, la basílica. Me gusta tenerla como referencia. Así que me propongo que hoy voy a bajar hasta allí, hasta la iglesia y voy a tocar la pared. Me gusta la idea de llegar a la gran plaza con los guanches notables y tocar la torre blanca que se distingue tan bien desde muy lejos. Repasando la costa hacia la izquierda diviso por encima de las montañas de Anaga, tapado el Chiguel, como las nubes apelotonadas quieren saltar al sur. Bien descansado sigo (15.47h) y en diez minutos por un recorrido muy retorcido entre las jaras resecas y el incienso, más seco todavía, llego al SL (sendero local) donde hay una gran pirámide de piedras. Por el sendero, claro y rocoso, bajo hasta un canal (680m) donde me remojo un poco y tomo agua. Sigo por el SL hasta otro canal (el de Araya, 510m). Me salgo del sendero y tomo, a la derecha, por el canal unos 500 metros hasta que llego al borde de la ladera de Araya (16.54h, 520m). Sin sendero ninguno, entre los cornicales, las tuneras, las retamas, bajo lo más pegado al borde que puedo. Voy pasando los restos de antiguas terrazas de cultivo en esta gran meseta inclinada. Todo es terreno abandonado para la agricultura. Con más tuneras cada vez y siguiendo dos tuberías de metal paso otro canal (450m) y sigo bajando rodeando un poco el borde, hasta que logro ver unos puntos blancos, que señalan un sendero que baja por la ladera. Este es el punto más complicado de esta bajada, encontrar la conexión desde el canal con el viejo camino. Superado. Y ahora bajo por el sendero con largos tramos y que desciende en zigzag, señal de viejo camino de bestias. En la parte donde lo perdí cuando lo hice en subida (excursión 1261) veo que me equivoqué porqué la parte oculta y recrecida de retamas es una curva brusca. Hoy lo veo claro. Y… llego a una calle (17.39h, La Punta).
Callejeo por esta zona de chalets hasta la carretera general en bajada. Cruzo el puente de la autopista. Sigo bajando y… llego a la basílica tras cruzar la gran plaza diáfana y toco la torre blanca (18.14h). Estoy emocionado. Todo está cerca para mí. Lo he logrado, venir caminando desde mi casa en el otro lado de la isla, es maravilloso, fantástico. En el borde de la plaza me refresco un poco con el agua que tomé del canal mirando las olas suaves en la playa de arena negra.
Regreso por donde he venido hasta la parada de la autopista y tengo la increíble suerte de llegar justo cuando la guagua está a punto de partir, me espera. Salvado (18.36h, la 111). Pocos viajeros en la guagua, pocas paradas y llegamos a Santa Cruz (18.54h). La estación tiene poca vida hoy, pero enseguida salgo en la 015 (18.59h) para La Laguna (19.20) donde sobre la marcha me monto en la 101 (19.21h) para bajarme en Tacoronte (19.35h). Para celebrarlo le compro un bote de perfume a mi hija, el que ella usa: One de Dolce y Gabbana. Y ya enviciado bajo caminando hasta casa (20.05h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Jardín del Sol a Las Calderetas
Las Lagunetas a Pista Boca del Valle
Pista Boca del Valle a Candelaria