• Excursión 747. 1 Febrero de 2018. Jueves.
Montaña Colorada
Municipio: Granadilla
ENP: Monumento Natural de Montaña Colorada
De 11.52 a 17.40h. De 890 a 1422 a 670m.
Distancia: 14,1km. Duración: 5h 48m.
Al llegar a Santa Cruz un poco antes de las diez de la mañana me sorprende que no haya sitio en el intercambiador, está todo copado. He llegado un poco justo de tiempo y esto me estresa. Varias vueltas y bajo a la planta inferior (menos uno) y el resultado es el mismo, ¿de dónde han salido tantos coches?, un par de vueltas cada vez más tenso y por fin encuentro sitio en la planta de abajo (menos dos), aquí sí que hay mucho sitio. Memorizo el número del hueco, la disposición es diferente a la de la planta de la entrada. Subo más que deprisa y entonces me encuentro para mi alivio/mi frustración una gran cola de pasajeros (potenciales) que esperan que el conductor abra la puerta de la guagua. Este se lo toma con calma, ¿qué estará haciendo? La verdad es que estoy mal acostumbrado, la mayoría de los conductores abren sus puertas mucho antes de la partida para poder salir a la hora exacta. En la cola hay unos italianos de mi edad que hablan muy excitados, van vestidos de excursionistas. Por fin abre la puerta y vamos entrando, ahora sí pasajeros.
Salimos (10.05h) con un tiempo agradable con nubes y claros y diez minutos de retraso en la 110. Los italianos se han sentado tres filas delante de mí y hablan tan alto que tengo que levantarme del asiento y rogarles que hablen más bajo, me hacen caso. Gracias. Al pasar al lado del cono volcánico del Socorro (Güímar) me viene a la memora cómo lo vi el martes pasado cuando bajaba por la ladera del valle desde Las Dehesas (excursión 746), estaba iluminado por el sol bajo y tenía un aspecto tan suave contrastando con el resto del paisaje que estaba cubierto. En San Isidro (10.43h) está nublado y como tengo tiempo camino por la calle comercial hacia arriba para comprar una botella de agua y unos suplementos solares (se me han olvidado los míos). Me gusta este paseo, hay mucho movimiento y muchos comercios, las casas de dos o tres plantas no resultan agobiantes. Hay bastante tráfico lento, como viandante me gusta así más. La botella de agua la consigo en un bar (1 euraco), los suplementos en la óptica Sedano (10€), después veo hasta cuatro ópticas más (una cerrada). Llego hasta la ermita de S. Isidro (año 1675) que destaca por su pequeño tamaño y aislada de las demás construcciones.
Me siento a esperar la 408 (a Granadilla). Me gusta la anomía, la indeterminación de este lugar, ¿cómo saber dónde estoy? Nada es característico. Espero sentado en la parada a la sombra cerca de una pequeña rotonda. Dos mujeres se sientan en el banco, una de pelo largo moreno teñido tiene unos tatuajes recientes (los protege con plástico), fuma un cigarrillo eléctrónico, la otra fuma uno normal. La mujer del pelo moreno me pregunta por la guagua y le digo que llevo esperando diez minutos. Hablan de cocinar platos. Yo me pongo a escuchar música. La bocina de un autobús se mezcla con la música que escucho, la experiencia es cinematográfica porque las canciones me sorprenden, es una lista de música y no sé lo que viene después. Me gusta que estas mujeres estén sentadas en el banco, así estoy más costreñido y me puedo concentrar más en la música; estoy tan bien al solecito y protegido del viento desagradable por la mampara de la parada. Aparece la 408 (11.28h, con 12’ de retraso). No mucha gente en la guagua. Sigo con la música que transforma el paisaje anónimo. Pronto llegamos a Granadilla (11.41h). No tengo ganas de esperar la guagua que va hacia Vilaflor (12h) y tomo un taxi, es una mujer conductora joven y correcta que me lleva por la carretera a Vilaflor hasta la segunda entrada a Las Vegas (6€) y me desea suerte (11.52h, 890m).
A la izquierda de esa segunda entrada hay una pista que sube hacia una finca, la subo y la rodeo por la izquierda, pero después me pierdo en una pequeña llanura con demasiados caminos que no llevan a nada y muchas tuneras. Me encaramo y, desde lo algo y explorando, veo el sendero que sube, ok, corto por la vegetación y llego hasta el sendero muy claro, ¿cómo no lo vi?, El sendero surco va sobre piedra pómez muy pequeña y va subiendo a la izquierda de una montaña de perfiles suaves (Montaña Rica), veo tajinastes azules, malpicas, vinagreras, tabaibas. En una pequeña degollada veo que en las faldas de la montaña Rica hay terrenos con viñedos en terrazas (12.37h, 1057m). Ahora voy por un pinar de pinos jóvenes y sobre rocas beis, que dura poco, sigo subiendo por un sendero muy claro. Paso al lado de un barranquillo con nateros (12.55h, 1204m). El sendero entre pinos no me vuelve loco y paso algunos pequeños barrancos. Antes de cruzar un barranco pequeño (de los Tiones, 13.09, 1291m) veo la montaña Colorada con terrazas en las laderas, las terrazas están soportadas por muros muy altos de piedras rojas que me gustan mucho, la montaña es bastante picuda, la tierra en la subida es rojiza, en el cauce surge otro sendero pero yo sigo por el principal. La vegetación de la ladera es baja y densa.
Así que los antiguos venían hasta aquí arriba a plantar, no hoy en día. Rodeo la montaña por la izquierda y antes de doblar a la derecha para subir el último tramo tengo una buena vista de Vilaflor, del sombrero de Chasna, y de Guajara, ligeramente nevada. Subo por un camino ancho de arena muy liso hasta lo alto de la montaña (13.35h, 1414m). Aquí hay un punto geodésico (Coloradas) y peladuras de mandarina por el suelo. La placa de punto geodésico está intacta. Esta montaña es un monumento natural (T-19) y está despejado y desde esta cumbre se ven bien algunas cosas: el campo de volcanes, aunque un poco difuso, el roque de Jama muy clarito y también asoman el roque del Conde e Imoque. ¿Qué mejor que este sitio para hacer una pausa para comer? No seré el primero, lo digo por las mondaduras. Mientras como exploro un camino que va hacia Granadilla pero no tiene buenas vistas, las tapan pinos pequeños. Comido y refrescado sigo (14.08h). Bajo por un sendero hacia las faldas de otra montaña (De las Mesas), que es ligeramente más alta que esta. Podría haber bajado por un camino ancho hacia una casa aislada, pero, no importa, al final, el recorrido me va a llevar allí. El sendero de descenso es claro con escobones altos en los márgenes, llego a una pequeña llanura con almendros grandes, están secos, tienen formas dramáticas y líquenes colgando de sus ramas. Llego a un camino y tuerzo por él hacia la izquierda, es llano y delimitado por un muro bajo, los escobones son grandes y tienen las hojas pequeñas y caídas, qué sequía tan grande, pero están esperando su momento. Mezclados veo almendros secos, un poco más grandes y siempre con líquenes. Son terrenos que se cultivaron alguna vez, pero ahora están abandonados.
Llego a la casa (finca Las Mesas), que tiene la puerta abierta, un perro me ladra tímidamente un par de veces y se esconde. Al lado de la casa hay un drago pequeño con tres ramas muy frondosas, está a reventar de hojas muy verdes, qué buen aspecto tiene. Sigo pista abajo siguiendo su recorrido sinuoso y pasando al lado de escobones y almendros. Veo algún atajo pero que no me lleva a nada, el bosque es muy denso y no me atrevo a ir campo a través. Sigo la pista que eventualmente tiene algunas desviaciones a la derecha con vistas hacia Vilaflor. Sigo bajando y cada vez hay más pinos hasta que llego, después de una bajada fuerte, hasta la carretera Granadilla-Vilaflor (entre el km 72 y 73) por un sitio donde la carretera describe un doble lazo muy florido (14.56h, 1220m), el asfalto está perfecto, los coches (de turistas) van despacio. Me echo a la izquierda por la carretera y ahora me ilusiona ir recorriendo/descubriendo un viejo sendero (un camino real) que va atajando la carretera. Son cuatro tramos dice el mapa. El primero me cuesta encontrarlo (17.05h, 1201m), mi mapa tiene una escala grande donde la carretera está representada con mucha más anchura de la que tiene en realidad. El primer tramo es un interesante camino tradicional sobre piedra y bien delimitado, tiene pinta de ser el camino antiguo entre Granadilla y Vilaflor. Llego a la carretera (15.13h, 1121m) y antes de seguir por el segundo tramo me pongo a mirar un rato un profundo barranco que tiene terrazas pequeñas en las laderas casi verticales, aquí sacaban agua de las piedras, pero menudo trabajo (porca miseria) .
El segundo tramo es menos interesante, más llano y sin delimitar (de 15.19 a 15.24h, de 1110 a 1075m). El tercer tramo es muy pequeño. En el comienzo del cuarto tramo (15.29 a 15.48h, de 1055 a 966m) hay un signo señalando que es un camino de peregrinos. Me gusta. Hay un tramo con doble muro y siguiendo la vista hacia el mar a lo largo del camino hay dos montañas alineadas, una es la montaña Roja, que está en la costa muy cerca del Médano. Cruzo la carretera y sigo por un camino resbaladizo con mucha pendiente y voy teniendo vistas hacia la carretera serpenteante que va rodeando las faldas de la montaña Colorada. Al lado de un guachinche (16h, 900m) muy animado empieza una pista rural (Camino de Jaco) que va suavemente bajando. Este tramo es mucho menos interesante, pero yo ya estoy en ese momento dulce (de las excursiones) en que todo me gusta y me entretengo con la perspectiva de los viñedos dispuestos en tiras rectas detrás de vallas. Esta zona se llama Los Almácigos. Voy pasando fincas a ambos lados y muchos estanques vacíos, enormes y vacíos, sólo una costra de barro cuarteado en el fondo y los escalones de piedra incrustados en las paredes. Hay un poco de viento, pero no llega a ser desagradable, un pie me molesta, se me pasa.
Más de dos kilómetros después la pista gira a la izquierda después de un cruce y en otra curva poco después (16.38h, 730m) me salgo por la izquierda para hacer un pequeño tramo de camino tradicional, hay ramas secas en el suelo antes de empezar a subir. El camino está empedrado y tiene un doble muro y va subiendo bastante y con muchas plantas en los lados (tabaibas, bejeques, tuneras). Es milagroso y está perfectamente conservado. Cruzo la carretera (16.45h, 760m) cerca del km 81 y continúo por el camino antiguo. A la derecha veo los hornos de higos que ya exploré una vez. El camino continúa bien conservado un tramo, pero después al empezar a subir más a una montaña (de las Chozas) es sólo un camino de tierra resbaladiza donde aficionados a las tablas han construido saltos con palés de madera, parece que hace mucho tiempo que ya no vienen. El viento se hace desagradable en el último tramo antes de subir a lo alto de la montaña (16.57h, 840m). Empiezo a bajar y llego a una calle sin casas por donde voy a la derecha, al lado de un muro, un tramo recto que va a dar a otra finca y en el cruce tuerzo a la derecha (17.06h, 814m), terrenos desnaturalizados poco interesante hasta que termina la pista y sigo un sendero con vistas hacia Granadilla. De nuevo por un camino tradicional de piedra voy bajando y paso cerca de algunas casas, empedrado antiguo y conservado sólo en algunos tramos. Antes de llegar a las primeras calles veo una presa de forma triangular bajo un barranco esquinado, por encima pasa un canal (Aguas del Sur). Estoy todo el rato viendo cosas extraordinarias, todo con tantos desniveles, y todavía tengo la oportunidad de seguir un sendero que sale a la derecha por dónde veo a una pareja con un perro, pero ya está bueno por hoy, así que simplemente sigo hacia las casas y entro por el pasaje Aguilillas (17.28h, 690m). Después sigo por una calle (Aguilillas) tan empinada que me hace daño a los pies.
Llego a la carretera general y callejeo a la derecha hacia la estación de guaguas (17.40h). Es una estación en dos niveles, arriba las oficinas, bajo la dársena. Hay bancos y en ellos jóvenes abducidos por sus móviles, discretamente hago mis estiramientos, pero igualmente podría hacer el tonto que no se darían cuenta. Salimos bien de hora (17.50h, la 408). Tranquilo en la bajada, me lo tomo con calma por el lento pasaje de San Isidro. Me bajo en la parada al otro lado de la autopista después del complicado recorrido de la guagua (18.15h). Espero la 110, no hay viento, pero sí muchas personas esperando, esto siempre está a reventar. Sentado en toda la esquina escucho mí música. Aparece por fin, la 110, se la ve de lejos llegar (18.39h, sólo 9’ de retraso). Me concentro durante la vuelta en la música y no se me escapa ni medio bostezo, más bien alucino con los juegos de luces en los protectores acústicos cerca de Tabaiba, esto es una fiesta, que no termine, y llueve en Santa Cruz cuando llegamos (19.24h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Montaña Colorada a Granadilla