• Excursión 733. 26 Diciembre de 2017. Martes.
San Eugenio. Caldera del Rey. Canal Intermedio. Barranco del Agua. Adeje
Municipio: Adeje
ENP: Reserva Natural Especial Barranco del Infierno. Monumento Natural la Caldera del Rey.
De 15.01 a 18.55h. De 48 a 380 a 225m. Excursión de B.
Distancia: 13,8km. Duración: 3h 54m.
Hoy quiero hacer una excursión de los Brawn que va desde San Eugenio, Las Américas, hasta Adeje. Pasa por la parte izquierda de la Caldera del Rey y después, más arriba, va al lado de un canal (Intermedio) hasta Adeje y tiene un paso peligroso/emocionante por lo alto de un acueducto.
Aprovechando que he ido al aeropuerto del Sur a despedir a mi hija, vuelve a Brighton, le pido a mi mujer que me lleve a Adeje. Me deja en San Eugenio, pasado el Siam Park (15.01h, 48m). Sólo con una vaga idea de cómo acercarme al principio de la excursión subo por la loma rodeando el Siam Park y callejeando entre nuevas urbanizaciones y solares vacíos llego a una avenida (de Francia) que va por el borde de la Caldera del Rey. La vista sobre la caldera es estupenda. Me resulta llamativo lo “caldera” que es esta caldera, lo digo por sus laderas regulares y el fondo plano. Tiene forma oblonga: 2 km de largo por 1 de ancho, en el mapa parece un escudo. Es perfectamente llana y está ocupada por plataneras, invernaderos y aguacateros. La subida, por asfalto y aceras, ha sido muy esforzada y llego un poco cansado al final de las últimas casas (15.39h, 200m) desde donde sale un sendero después de pasar un pequeño aparcamiento. Antes de empezar veo a dos hombres a lo lejos que están braceando, bueno uno bracea y el otro mira estático. Cuando me acerco veo que están jugando a los bolos, me resulta extraño y me gusta.
El principio del sendero va pegado a la valla de una urbanización de adosados encaramados en la ladera. Después el recorrido va por la cresta rocosa de la caldera subiendo constantemente. Las formas y los colores de las rocas me gustan mucho, son muy irregulares y de color ocre y marrón, varias tienen pintadas en alemán y nombres de personas. A pesar de los grafitis me resultan impactantes, hay incluso un “dedo” de unos 3 metros de alto (Roque Morro Negro) y el sendero va bordeando las partes de la cresta más estrechas y puntiagudas. Llego a un pico (15.55h, 310m). Todavía sobre la cresta hay una zona donde abundan las tuneras indias, y también hay cardones, tabaibas y cornicales. Paso un segundo pico que tiene un “bujero” (agujero). En uno de los tramos me tengo que encaramar en lo alto de la cresta y caminar con mucho cuidado sobre las rocas evitando los pinchos de las tuneras, todo este entorno es maravilloso, es como caminar sobre una obra de arte… natural. A la izquierda se desarrollan las urbanizaciones de la parte alta de la costa de Adeje (Torviscas) y hacia abajo y a mi derecha está la gran caldera con plataneras, es todo un contraste. Culmino la cresta alcanzando un tercer pico (el más alto, Morro Meveñe, 16.15h, 330m) con un mirador sensacional hacia la caldera. Hasta aquí llegué, desde arriba, la otra vez que estuve por aquí (excursión 603) en un recorrido desde Arona a Adeje.
Todo lo que he hecho hasta ahora es completamente nuevo para mí. La mezcla de vegetación xerófila y rocas es imbatible. Después camino por la cresta por senderos polvorientos y poco claros y al lado de un muro ancho y bajo de piedras hasta llegar a una casa abandonada (16.26h) pero todavía en buena forma, conserva el techo y tiene un interior acogedor. Sigo a continuación por un sendero claro, ahora simplemente subo y subo sin una idea clara hasta que llego lo que estaba buscando: un canal ancho con agua (16.35h, 400m). Mi objetivo es llegar a Adeje siguiendo este canal. Tuerzo a la izquierda por un sendero claro que va pegado al canal. Tiene algunas partes con vegetación más densa y tengo que prestar mucha atención a no pincharme con las tuneras indias. El pasaje es cómodo, es lo bueno de ir pegado a un canal: es llano. En una ocasión tengo que desviarme por encima de un distribuidor de aguas, alrededor las plantas ocupan todo el camino y además hay montones de una materia que parece relleno de colchones, es blanda y de color grisáceo, debe ser el residuos de cuando drenan los canales. Mis pies se hunden al caminar sobre esta materia, me gusta. Grandes balos ocupan el sendero, no me cuesta encontrar un paso por encima.
Sin mayores contratiempos voy siguiendo el sendero y paso una esquina bajo una casa (o caseta) blanca (Tablero de Jengua, 17.01h), debe ser otra instalación de distribución de aguas y está como unos 30 metros por encima, según B hay muy buenas vistas desde la casa. Pero ¿cuánto mejor que esto?, no me merece la pena desviarme para subir a ella. Aunque el pasaje al lado del canal me empiezo a preocupar por el tiempo disponible para llegar a Adeje, ¿podré llegar con luz de día a Adeje? Al pasar por un valle amplio, uno que hay entre el Lomo el Cardón y el Lomo Guanche me van viniendo retazos de la excursión de Arona a Adeje. Abajo se distinguen claramente los grandes depósitos de agua y los invernaderos. En aquella excursión iba por abajo por un camino (una pista) mucho más corto que hoy. Ahora tengo que ir rodeando todas las lomas recorriendo todos los pliegues de las montañas y el recorrido es sensiblemente más largo. Sigo caminando al lado del canal por senderos o caminos. A veces me paro y sólo tengo que girarme para poder admirar la cordillera de picos donde destacan los espectaculares Roque del Conde, el roque de Imoque (más puntiagudo) y el roque de Los Brezos y todo el paredón por debajo de ellos. La luz cálida del atardecer, que le da de plano, resalta todo su relieve. No doy abasto.
Siento que ahora, aunque más lentamente, voy más seguro que entonces hacia Adeje. Llega un momento en que la única posibilidad es ir por encima del canal porque ya no hay sendero al lado y entonces me subo y voy un poco más rápido (en un tramo largo el canal estaba cubierto de plantas), se empieza a hacer emocionante ¿me dará tiempo a llegar antes de que anochezca? Voy pisando en las juntas de las losas para mayor seguridad, aunque hay algunos tramos rotos y tengo que ir por el canto fino balanceándome. Me doy cuenta perfectamente todo lo que me falta de este al ver todo el canal recorriendo pliegues y pliegues de las montañas. Llego hasta el extremo del valle (Lomo Blanco, Morro el Guanche). Y al salir del valle (17.36h) ya tengo a la vista Adeje, eso me da confianza pero inmediatamente la pierdo al avanzar un poco más y ver cómo el canal es largo, larguísimo, va abrazando cada loma y, no contento con eso, además se mete entre ellas y desaparece. Es mucho más largo de lo que pensaba, se me hace psicológicamente muy largo, tampoco puedo ir más deprisa, no me quiero arriesgar a caerme, así que tengo que mantener un ritmo constante y guardar la calma.
En un barranquillo (Los Terreros) paso por encima de un pequeño puente. Pero la cosa se pone peluda cuando me meto en un barranco (Madre del Agua) que es más profundo y donde el canal muy pegado al risco, con una buena caída por la izquierda y muchas losas rotas por las piedras que se desprenden de la pared de la ladera. Con calma las voy pasando, el canal es lo suficientemente ancho para no tener que exponerme nunca. Voy seguro. Y por fin llega la parte más comprometida de todo el recorrido, es el paso por un puente de unos 30 metros de largo que salva una parte profunda del barranco. Bien concentrado y tratando de mirar a lo lejos, no a la profundidad y bien por el centro del canal pisando en las juntas y a paso ligero voy avanzando por el puente, sólo cerca del final siento que me va a empezar un ataque de vértigo, logro controlarlo mirando hacia adelante, hacia el extremo del puente. Y lo paso. Bien, logro llegar al otro extremo (18.01h). La verdad es que iba más tenso por el paso de este puente que porque se me hiciese de noche. Una parte de mi cerebro estaba solo procesando cómo sería este paso. Una vez que lo he salvado puedo enfrentarme al resto del camino mejor.
Ahora tengo que ir atento a localizar un sendero que se desvía (por la izquierda) del canal y baja hacia Adeje. El sol todavía está por encima de la línea del horizonte. En un día tan claro como hoy, sin una nube en el horizonte, es un disco bien grande y bien claro que me ilumina, si acaso demasiado, porque me da de cara y me impide ver claramente. Dos lomas después de pasar el puente y tras el paso de un pequeño cauce de un barranquillo encuentro el sendero, sale del canal por unos escalones (18.12h). Bien. Todo va bien, no he perdido el tiempo en ningún despiste. El sendero es polvoriento y algo resbaladizo, con arena suelta, pero es claro y zigzagueante. Cuando todavía estoy recorriendo el sendero se pone el sol (18.20h), no importa todavía se ve muy bien. Llego a una pista ancha (18.27h) y al pasar al lado de una casa blanca un perro flaco cazador me molesta, aunque él es un poco más miedoso que yo, sólo un poco, y se va cuando le grito. Ya más seguro por la pista polvorienta bajo y cruzo el cauce del barranco del Infierno (18.33h, 215m). Sigo por la pista polvorienta subiendo, cada vez con menos luz, pero tranquilo por una pista ancha. Le pregunto a un conductor que en un todo terreno se cruza conmigo. Me dice que ya me falta muy poco (300m) para llegar a Adeje. Paso una barrera metálica bajada (barrera que no quise pasar en la excursión Arona-Adeje) y poco después aparezco delante del cementerio de Adeje y al lado de la carretera (18.42, 241m).
Ya está muy oscuro, aunque no es completamente de noche. Bajo por la carretera hasta una parada de guaguas, pero aquí pierdo la paciencia cuando dos guaguas pasan sin parar y otra pasa más allá. En la parada está un joven que habla en ruso por teléfono y me mira con asombro cuando yo, enfadado, grito maldiciendo a las guaguas que pasan sin detenerse. Harto me salgo a la carretera de bajada y tengo suerte porque enseguida pasa un taxi grande que se para (18.55h). Me lleva hasta la estación de Adeje (10€, 19.05h), le tengo que pagar al taxista con la tarjeta porque no llevo efectivo. La mala noticia cuando llego a la estación es que tengo que esperar casi una hora a la 110. Con música y bebiendo agua entretengo la espera hasta salir rumbo a Santa Cruz (19.55h).
Ha sido una excursión impresionante y muy emocionante, lo del puente lo tenía muy claro desde el principio porque B. lo advierte claramente en su libro, incluso menciona expresamente el “danger of vértigo”. En San Isidro se montan dos hombres de aspecto árabe delante de mí, que inmediatamente se enfrascan en sus teléfonos móviles y apenas van a hablar en todo el recorrido. Me llama la atención el olor que emana de uno de ellos, es una mezcla de loción de afeitado, tabaco, y humedad que curiosamente me gusta y me tranquiliza, debe ser por el toque del tabaco. El viaje lo hago muy bien escuchando la opera Akhenaten de Philip Glass. Cuando llego a Santa Cruz y me voy a meter en el ascensor para bajar al parking, me asalta un fuerte olor a porro, a marihuana, y cuando me fijo mejor resulta que conozco al fumador, es un antiguo alumno, que me cae muy bien, y efectivamente se está fumando un porro, que me ofrece, pero cuando me lo voy a acercar a los labios ya se ha terminado, era lo último, charlamos un momento y nos despedimos.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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San Eugenio a Morro Guanche
Morro Guanche a Adeje