• Excursión 767. 12 Abril de 2018. Jueves.
Tejina. Granero Negro. Guía.
Municipio: Guía de Isora
De 14.53 a 18.46h. De 480 a 777 a 580m.
Distancia: 8,7km. Duración: 3h 53m
Por caminos tradicionales entre Tejina (Granero Negro) y Guía de Isora. Caminos reales muy abandonados, pero todavía reconocibles y transitables, atravesando hermosos barrancos profundos como el de Guaria
Siguiendo la serie de excursiones de FF que recorren antiguos caminos reales entre todos los pueblos del sur y del este el verano pasado me quedé a medias en la etapa Adeje-Guía (excursión 681). Fue un día de un calor extremo y después de subir por el barranco de Erques tuve que abortar la excursión exhausto y febril, y bajar hacia la carretera del Sur donde terminé en una gasolinera. Borré la posibilidad de seguir esa etapa porque fue una experiencia traumática pero al pasar el tiempo y el tiempo atmosférico ser mucho más favorable hoy me he animado a continuar por dónde lo dejé. Ahora además voy con mejores mapas que los de FF, y también con su descripción del recorrido. Y he estado preparando la excursión con mucho detalle viendo por dónde va el recorrido a partir de su descripción. Lo tengo claro. Vamos para allá.
En el Norte está lluvioso y por la mañana voy al podólogo en La Laguna, donde también llueve y hace mal tiempo. Voy al podólogo para controlar la uña del dedo gordo y el neuroma. Buen profesional. Después me paso por Grafiexpress en Santa Cruz para dejarles el libro para que lo impriman. Dejo el coche en el aparcamiento de Titsa en Santa Cruz y salgo en la 110 hacia Adeje (12.25h). En Güímar también nublado e incluso Adeje (13.40h) también está con nubes. Aprovecho la pausa para tomar la siguiente guagua para comer el bocadillo, hoy me sabe a bamba de nata, qué buen recuerdo me trae ese dulce, y el bizcocho de frutos secos me sabe especialmente bien porque está fresquísimo y muy sabroso. La estación de Adeje está animada con la habitual mezcla de turistas, trabajadores, estudiantes y locales que vuelven a sus pueblos. La 460 sale con 20’ de retraso (14.15h) y hace un recorrido más largo de lo habitual porque sube a Adeje y algún instituto para recoger a más estudiantes. No se me hace largo.
Me bajo en la estación de la Shell (14.53h, 480m) cerca de Tejina, justo donde termine la excursión (la 681) el verano pasado. El tiempo aquí está mucho mejor, sólo algunas nubes y luce el sol. Han pasado casi dos horas y media desde que salí de Santa Cruz, pero con los días largos de luz no me preocupa. Siguiendo el mapa de openstreemap.org cruzo la carretera y a la derecha de un barranco (Achacay) subo entre rocas y alcanzo la carretera que sube a Vera de Erques. Me sorprende y me alegra encontrar después de la primera curva un camino tradicional con doble muro de piedra, muy abandonado pero todavía practicable que sube hacia el Granero Negro, el sitio al que no llegué la otra vez. Cerca del camino veo un acebuche grande (otro árbol típico del bosque termófilo), y en el propio camino hay gamonas en flor, matorrisco en flor, incienso, cornical, tabaiba, bejeque, efedra, tajinaste gigante y pencas. Las flores blancas de las gamonas son tan delicadas en lo alto de las varas. Pierdo el camino pero enseguida lo vuelvo a encontrar tras un poste metálico. Voy por la vera de un barranco no muy profundo (Achacay/Bicácaro) donde veo algunas cuevas. El ambiente es de sequedad pero entre el ocre de las rocas y las flores de las plantas y el hecho de que sea un camino tradicional compensan esa sequedad. En el barranco las cuevas-aprisco que veo son grandes y están cerradas con muro de piedra y puerta (abierta) y hay un camino que va hacia ellas desde la otra ladera. Siguiendo el camino veo balos, magarzas en flor, cardones, altabacas, tasaigos y vinagreras.
Llego de nuevo a la carretera de Vera de Erques (15.26h, 600m) donde veo que hay unos hitos señalizando la entrada al camino por donde he subido. Sigo por la carretera a la izquierda hasta que después de pasar el barranco con bonitas vistas del propio barranco hacia arriba. Tras unos cien metros por la carretera me desvío a la izquierda al lado de una casa aislada y enseguida empieza un camino con muros y algo de empedrado. Visito una parcela con dos casas antiguas (Granero Negro) pero no logro ver la era que dice FF que hay aquí. Hacia arriba domina la montaña de Tejina que me va acompañar durante toda la excursión, es una gran montaña, redondeada, muy antigua y cubierta por sucesivas erupciones más tardías, ahora con pinos arriba y una pequeñísima ermita. Sigo por el camino y llego a una carretera y cruzo un barranco precioso (Cuéscara) por un puente, desde el puente veo que hay un camino que baja al cauce y vuelve a subir, yo no bajo. Poco después del puente me meto por un camino tradicional que se ve claramente que sale a la derecha, tiene escalones y doble muro. Las eras que sí voy a ver son las que están por encima de esta parte del camino real. En un minuto doy a una calle (Zaragoza). Sigo hacia arriba un poco y enseguida a la derecha voy hacia el barranco y localizo dos eras con una fantástica localización, al viento y cerca del borde del barranco, tienen el mismo diámetro, 13 metros. Al levantar la vista me sorprende descubrir la Gomera enfrente, cubierta de nubes eso sí.
En vez de seguir el recorrido de FF y porque he visto una alternativa en el mapa decido buscar un camino que atraviesa un barranco cercano (La Ermita), atravesarlo por encima de una presa. Subo por la calle Zaragoza al lado de nuevos chalets con perros nuevos y ladradores. Tomo a la izquierda y sigo recto hacia el barranco. Encuentro un camino tradicional empedrado parcialmente que sube por el borde del barranco con vistas hacia la presa. Paso un depósito de agua donde hay una maraña de tuberías, llenan el camino, son tantas y de tantos calibres diferentes, es lo normal en Guía, cada uno se administra su agua desde el origen al destino final. El día está estupendo ahora y sigo subiendo por el camino con doble murito bajo, pero no encuentro la manera de cruzar el barranco, hay demasiado desnivel hacia el barranco y mucha vegetación. Sigo subiendo por el bonito camino empedrado aunque muy irregular y veo un grupo de almácigos que están rebrotando, con tonos rojizos preciosos, están a la izquierda del sendero, encaramados en el puro borde del barranco. Veo una sabina a la derecha y más arriba, cerca de una pista que también sube hacia Las Fuentes, como este sendero por donde voy, también pinos aislados. Llego a los 800m y ya me parece que no puede ser tan arriba, consulto bien el mapa y veo que el acceso al camino que atraviesa el barranco debe estar a la altura del depósito de agua, así que desciendo. Al llegar al depósito sigo sin verlo así que bajo por la ladera hacia la presa yendo por algunos canales sin uso y por en medio de vegetación rala pero leñosa hasta que llego a estar por encima de la presa, pero hay una verja grande y el terreno es muy resbaladizo, teóricamente podría intentarlo pero es muy arriesgado, así que renuncio y vuelvo a bajar por el camino sorteando las tuberías.
En la calle Zaragoza veo a dos hombres jóvenes trabajando en un coche, uno de ellos es del lugar y con mucha paciencia y amabilidad me dice que si lo que quiero es cruzar al otro lado del barranco, tengo que desviarme al principio del camino y pasar por debajo de la presa por donde hay un caminillo. Ok. Gracias. Al lado de un distribuidor efectivamente encuentro el senderillo y bajo por debajo del paredón de la presa (17.04h, 664m) hasta unas huertas y después al otro lado bajo por una calle de Tejina (calle Cataluña), casas bajas y poca actividad a esta hora. Llego a la plaza de Tejina que es un estupendo mirador hacia la costa, hay una pequeña iglesia (del Rosario). Después sigo por recorrido urbano (unos diez minutos) poco interesante hacia la carretera general que cruzo y enseguida me desvío a la derecha por una calle (Bolivia) paralela a la carretera. La calle termina enseguida y sigo por una pista hacia la carretera y antes de alcanzarla tuerzo a la izquierda y después sigo, más o menos en paralelo a la carretera, por una pista que es el antiguo camino real, lo pierdo un momento, y lo vuelvo a encontrar. Campos abandonados y vegetación baja a la vista de la carretera. En menos de diez minutos el camino hace una brusca curva a la derecha y tengo una fantástica vista del barranco de Guaria. Me encanta esta manera de descubrir un nuevo paisaje: sin verlo en absoluto y tras una curva abrirse las vistas.
El camino, en bajada, está en muy mal estado. Lo que veo es una amplia cuenca, un puente que salva el barranco y los refuerzos de la carretera con muchos derrumbes hacia el interior del barranco. Abajo hay un pozo rodeado de vallas. El camino de bajada está muy invadido de plantas (tabaibas y cornicales). Cuando estoy bajando me suena el teléfono, el teléfono que sólo uso para llamar al servicio de información de Titsa y para casos de emergencia (ninguna todavía), una mujer me habla en un idioma que no entiendo, lo repite y cuando contesto dice dos veces en español: lo siento, disculpe. Al sonar el teléfono he pensado en mi mujer pero mi cabeza no me ha dado para darme cuenta de que no era su número de teléfono, mi dedo ha sido más rápido que mi mente. ¿Cómo es posible que me llamen, si nadie lo sabe, a nadie se lo he dado? Bueno, la llamada contribuye al sentido de extrañeza y de aventura en este barranco, tan cercano a la carretera pero en realidad tan lejos. Bajo y cruzo el cauce arenoso llano y rodeo las instalaciones valladas del pozo (Barranco de Guaria). Ahora las vistas son a la curva por donde he accedido al barranco. Apenas hay espacio entre la valla y las tabaibas grandes (17.48h, 520m). Cuando termina la valla voy por encima de la grava derramada de la carretera (y siguiendo una tubería), lo más despacio posible para no provocar un derrumbe que me arrastraría, la vegetación baja es de balos, inciensos, pencas, matorriscos, tabaibas, lo llena todo. Después de pasar esta zona descubro restos del viejo camino real, muy rotos, y al llegar a una pared rocosa empiezo a subir muy despacio sobre más derrumbes de rocas, las rocas son enormes y están sueltas. Casi arriba y cerca de la carretera veo otra gran vista del barranco de Guaría.
Subo a una pequeña elevación sobre la carretera, la cruzo y sigo por una calle Vistabella (señalizada) (17.58h, 570m). Antes de la primera casa me desvío por la izquierda y bajo a la carretera por otro pequeño trozo del camino real que me lleva la carretera, sigo por ella y tras cruzar el puente sobre un barranco (Del Pozo) me desvío a la derecha y subo por un camino empedrado que está de lo más abandonado, lleno de plantas y muy perdido, me cuesta bastante ir por aquí. Voy a dar al patio de una casa abandonada que afortunadamente no tiene valla a la calle, quizás me haya desviado en algún momento de la subida del camino original. Estoy en El Pozo (18.12h, 615m). Un pequeño caserío, con una pequeña iglesia y una pequeña plaza. De un bar (no pequeño) salen voces de adultos y niños. Qué tranquilo es esto, sigo por la calle (El Pozo). Cruzo una calle y sigo unos 250 metros donde, tras pasar al lado de unas casas, continua de nuevo por el camino real. Ahora llaneando atravieso algunos barranquillos y paso al lado de una cruz antigua, debe ser un lugar de peregrinaje. Desciendo un poco y llego a una confluencia de caminos en el cauce de un barranco (Batanca, 18.30h) al lado de la carretera general. Por aquí pasé en otra excursión (la 735, del Jaral hacia Guía,) y como ya conozco esta parte del recorrido entre Adeje y Guía decido dar por concluida la excursión de hoy. En la carretera llamo a un taxi, pero como no soy capaz de darle una dirección precisa, la telefonista (radio taxi) no me manda un taxi, me llevan los demonios y me enfado con los taxis, había pensado ir en taxi hasta Adeje pero en vez de eso sigo caminando hacia Guía que resulta estar mucho más cerca de lo que pensaba y alcanzo la estación de guaguas (18.46h). No hay nadie y sólo un par de guaguas aparcadas. Consulto los horarios y parece que tengo suerte porque en media hora pasa la 460 hacia Adeje.
Me quedo haciendo mis estiramientos y escuchando música tratando de evitar el sol fuerte en el refugio de la estación con fresco a la sombra o saliendo al sol con demasiado viento, una situación muy inestable de la que salgo cuando llega la 460 (19.17h). En la comodidad de la guagua empiezo a disfrutar de todo, de todo el día, con las endorfinas generadas durante la excursión y me gusta especialmente el circo de picos sobre Adeje e identificar entre ellos el saliente gris de la nariz de García. Después de recorrer bastante de la parte más turística de Adeje llegamos a la estación (19.46h). Espero a la 110 en el barito que hay en el extremo y pido una botella de agua. Me da envidia e incluso siento hambre al ver el triple pepito de carne, recién hecho a la plancha, que se empieza a mandar un hombre corpulento que se está bebiendo un refresco y al que le espera una buena ración de tarta de manzana en la barra. Yo, ascético, bebo agua del tiempo. Salimos en la 110 (20h), conduce un hombre de unos 50 años, no muy alto con unos llamativos tatuajes en los brazos. Y voy viendo poco a poco como va desapareciendo la luz entre las ocho y las nueve admirando su manera elegante y minimalista de conducir la guagua con una sensación doble de ingravidez, la mía propia en mi asiento y la que me produce ver como sube y baja suavemente la silla del conductor con cada pequeño bache, cada curva, cada frenada y cada acelerón.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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