• Excursión 1118. 30 Julio de 2020. Jueves.
Pico Viejo.
Municipio: La Orotava.
ENP: Monumento Natural Pico el Teide. Parque Nacional del Teide
De 10.16 a 18.20h. De 2146 a 3130 a 3000 a 3070 a 2146m.
Distancia: 17,8km. Duración: 8h 4m.
Subida al Pico Viejo desde el Parador con visita al interior del gran cráter hasta el borde de otro profundo cráter interior
Mi objetivo hoy es recorrer el cráter del Pico Viejo. Las dos veces anteriores que estuve en el Pico Viejo no lo pude hacer. En la primera ocasión (excursión 798) ni siquiera sabía que era posible. Cuando llegué al mirador, el mirador más cercano al punto más alto del borde del cráter (este mirador se alcanza subiendo por el sendero 23, después torciendo a la derecha al llegar al sendero 9 y en menos de un par de minutos torcer a la izquierda por un senderillo bien definido). Pues, bien, cuando vi por primera vez el interior del cráter me deslumbró y recorriendo con la vista la parte derecha del borde, de color bermejo, del cráter pude ver que había una ladera suave para bajar al interior, no así en la parte izquierda. En la segunda ocasión que pasé cerca del Pico Viejo, bajando del pico del Teide, excursión 1001, no quise hacerlo por zafarme de un excursionista pesado. Hoy es el día.
Ah y releyendo la excursión 798 me doy cuenta de lo que he progresado. Me llevó meses decidirme visitar el Pico Viejo porque me plan original era subir en teleférico al Teide y bajar desde allí, pero no me quería comprometer reservando un día y una hora cuando puede que ese día no me apeteciese. Ahora si quiero visitar el Pico Viejo subo por la ladera, no me hace falta el teleférico.
Subo en mi coche hasta el Parador (10.15h), vía La Orotava, 42 km desde casa, unos diez km menos que vía La Laguna. El lugar está especialmente desierto. Todo cerrado. Apenas hay unos pocos coches aparcados. El día, arrebatador. Completamente despejado. Paso al lado de los Roques de García y empiezo despacio la subida del sendero 23 (10.39h, 2180m). Por curiosidad voy apuntando los tiempos, en minutos, de paso por cada 100 metros de ascensión: 20, 15, 18, 19, 18, 16, 20 y 15. El primero es el que más me lleva por ser al principio y porque es la zona con terreno más llano. El séptimo es el que más me lleva porque es el que más pendiente tiene. Me salen 8 tiempos, es decir: 800 metros. En realidad, la diferencia de altitud es de 870 metros, y es que el altímetro cuanto más subo más error tiene. El punto más alto del sendero 23 tiene una altitud de 3050m. Por supuesto, que he subido con el paraguas abierto, aquí hay que protegerse de todas las maneras posibles del sol.
La subida por la ladera hacia el Pico Viejo va en oblicuo hacia la izquierda y atravesando coladas de lava, con vallecitos con retama y codeso. Mucho más abundante la retama. Aunque ninguna en flor hoy. No me detengo a hacer fotos, estoy muy concentrado en la subida, no quiero perder el ritmo. Subo bastante bien. En las crónicas de las excursiones 798 y 1284 hay descripciones más detalladas que esta. Al llegar al sendero 9 tuerzo a la derecha, camino un poco por la arena fina y tuerzo a la izquierda por un senderillo hacia el mirador del cráter. No me entretengo mucho con la fantástica vista del interior del cráter. Lo rodeo, subiendo algo más, a otro mirador un poco más arriba. Después por la derecha rodeo unos 500 metros por debajo del borde hasta que vuelvo a tener vistas del interior del cráter y unos 100 metros después encuentro un lugar apropiado para bajar por la ladera hacia la llanura interior. Con toda la calma del mundo, y con la sensación de que hay un sendero, una sensación muy vaga, sí, voy descendiendo y unos 50 metros de altitud más abajo llego a la gran planicie que es el gran cráter, que tiene otro cráter somero hacia la izquierda y otro muy profundo, hacia la derecha. Es una llanura donde no crece nada, no logro ver ninguna planta. Piedras y piedras, de diferentes texturas y colores, donde predominan los marrones y los negros. Piedras pequeñas esparcidas por toda la superficie, el producto de varias explosiones freato magmáticas, explosiones de una gran violencia, producidas por el contacto de lava con agua. En algunas piedrecitas de color negro se ven pequeñas tiras longitudinales blancas. El sol intenso y la carencia total de nubes intensifican la sensación de cataclismo. Casi todas las laderas se están desmoronando en taludes arenosos en sus bases.
Me acerco con emoción al borde del cráter interior. Es profundo, y de laderas de arena que caen suavemente y con gran pendiente hacia el fondo ¿serán arenas movedizas? Cuando me doy la vuelta me sorprende la vista del pico del Teide enmarcado por la uve del mirador. Fantástico. Me quedo aquí a comer (14-06-14.34h). Se me cae un poco de agua en una piedra que cobra un vivo color y de la nada aparece una avispa que ávidamente se acerca al charquito en la roca antes que desaparezca. Es un lugar sobrecogedor. Estoy aplastado por el cielo, las paredes, y el abismo, y sin embargo, acogido, abrazado por las laderas. Deambulo de vuelta hacia la ladera por dónde bajé y subo por otra ladera un poco más allá. Con algo más de inclinación, pero posible haciéndolo despacio. En el borde superior la vista hacia la punta de Teno es magnífica. Todo está muy despejado hoy. El macizo de Teno que tan poderoso es cuando estás dentro o lo ves de cerca desde aquí es sólo unos cuantos picos de tono verde donde unas nubecillas se arraciman. Resalta más el verde del pinar de Guía, aunque también se ve parte del pinar de Icod y, por supuesto, la banda de pueblos de la costa. Rodeo el borde del cráter, y al dar la vuelta decido ir por una zona de piedra roja más abajo, una zona de piedra roja que limita con otra de superficies blancas o beis, restos de otros fenómenos volcánicos. El contraste es muy vívido. Sin sendero definido voy por la ladera con muy poca pendiente. Todo es superlativo. Como lo son las coladas negras retorcidas, arrugadas que cubren la ladera del Teide. Alcanzo el sendero 9 (15.26) y poco después el principio del sendero 23. Por detrás de una señal metálica han pegado una pegatina de una foto de un pezón y una dirección de correo electrónico: anustickers.de.
La bajada me gusta mucho. Aunque es larga, larga, muy larga, la extraordinaria nitidez que reina aquí hace que los objetos lejanos parezcan estar mucho más cerca. Desde que empiezo a ver los Roques de García hasta que llego a ellos pasa una eternidad. Al principio fácil por arenosa, después algo más difícil, en los tramos de roca suelta. Y voy pasando los sitios característicos: la gran torrentera de piedras con el enorme piedrón de pie; las grandes bombas volcánicas en el vallecito de las retamas, la colada volcánica viva, y más y más. Hasta las placas basálticas de lava pahoe-hoe que forma cuerdas y corazas. Dos horas y cuarto después (17.55h) alcanzo el final del sendero 23, y el sendero que rodea los Roques de García. Sin más rodeos, pasando a la izquierda de los Roques me llego hasta mi coche aparcado cerca de la puerta del Parador (18.20h), cerrado. El coche está caliente como el demonio, y eso que le puse el parasol. Tengo que coger el volante con unos papeles. Pero que relajado estoy de vuelta cuando recorro la gran recta de la carretera hacia el teleférico y más allá.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Cráteres del Pico Viejo