• Excursión 1429. 1 Septiembre de 2022. Jueves.
Pista BC-1.
Municipios: Icod de los Vino. Guía de Isora. Santiago del Teide. Garachico
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide
De 11.40 a 19.38h. De 1870 a 2000 a 1700 a 1740 a 1680 a 1720 a 1550 a 1600 a 210m.
Distancia: 30,9km. Duración: 7h
Larguísima excursión empezando por senderos poco transitados del Parque Nacional del Teide. También campo a través al no encontrar una pista. Después por pistas de montaña por el pinar de la zona alta de Icod y tras más errores transformo la travesía en un gran descenso, recto hasta Icod
Sé lo que quiero hacer hoy pero sólo a grosso modo y tanto que es en el último momento que imprimo un mapa (a escala grande) del sendero cercano a la montaña Samara por donde quiero ir hoy. La montaña Samara es uno más de los volcanes de los incontables volcanes del campo de volcanes que se extiende entre la ladera del Pico Viejo y Santiago del Teide y cuya visión desde la ladera del Pico Viejo por encima del volcán de las narices del Teide tanto me impresionó. Hace más de seis meses que no vengo por esta zona y que no he disfrutado de la complicada manera de acceder al principio de la excursión: coche, guagua y taxi, casi como en un triple salto de pértiga.
Salgo bien de tiempo y recorro el norte de la isla hasta El Tanque en un día algo nublado y con amenaza de lluvia en el norte. Llego con bastante antelación y se unen varias personas durante la espera en la parada frente a la ferretería, en la parada de la carretera con más tráfico del que desearía. Cuando se va acercando la hora juego mentalmente a adivinar por el ruido cuando va a aparecer la guagua. Una vez me monto (10.21h) leo el periódico tranquilamente sin apenas mirar el paisaje, sólo las obras al pasar por Barrio Nuevo nada más empezar el trayecto. Y también cuando pasamos por Santiago me fijo en la circunvalación que ya están construyendo y que va entre la ciudad y la montaña. El tiempo por aquí está bastante mejor, totalmente despejado y parece que sin viento. Me bajo en Chío (11h) y llamo al taxi. Suena ocupado varias veces y cuando llamo a un taxi que conozco aquí me dice que hay que esperar, que me ponen en la cola. Después de tres llamadas más por fin me toman la llamada como si nada y me envían un coche. Es un gran mercedes el que me recoge conducido por un hombre robusto de fuertes brazos cuyo vello brilla cuando le da el sol, es alguien sólido y de pocas palabras. Cuando me deja en un pequeño apartadero (km 8 de la TF-38, 1870m), donde hay varios coches aparcados, al lado de la montaña Samara es amable y me pregunta a dónde voy a ir, a Icod le digo, y dice “eso es un rato largo”.
Aquí el tiempo es maravilloso. Enseguida me pongo encima las dos mochilas, una delante, otra detrás y empiezo a caminar hacia la montaña Samara, situada a la izquierda de la carretera. Sigo recto en una bifurcación que me encuentro nada más empezar (llevo el mapa en la mano). Sigo por este sendero ancho que se aleja en perpendicular de la carretera y en unos dos o tres minutos al llegar a otra bifurcación tuerzo a la derecha y empiezo a alejarme de la montaña en ligero ascenso y por un sendero sensiblemente más estrecho que me lleva rodeando una ligera elevación por la izquierda y después cruzo un pequeño valle con retamas, pinos y codesos sobre suelo volcánico. El sendero, bastante claro, me lleva a las faldas de una montaña (Botija) y cuando llega a ella tuerce a la izquierda y empieza a subir venciendo más desnivel. Ya por aquí voy muy atento a localizar una desviación a la izquierda que debe estar por los 2000m de altitud y que sé que debe ser muy poco visible porque esa desviación lleva a un sendero que tiene la pinta de ser bastante más complicado que este por donde voy.
Efectivamente, no la encuentro. Con las referencias de la cima de la montaña y un saliente un poco más arriba me ubico y entonces empiezo a ir campo a través hacia la izquierda y en ligera bajada. Es un terreno muy irregular de piedras y escorias y arbustos grandes. Antes de que me empiece a inquietar encuentro el sendero. Es más claro de lo que esperaba y enseguida veo hitos que lo van marcando. Me pone mucho haberlo descubierto, la diferencia entre sendero y no sendero es brutal, no hay alternativa. El sendero va descendiendo, es claro y empieza a cruzar anchas corrientes de lava, unas bermejas, otras negras, otras grises, es como un muestrario. Hay una cantidad extraordinaria de hitos y el firme está allanado con piedras al atravesar los irregulares y anárquicos campos de lavas. Voy muy seguro y fantásticamente. Tras unos 1 km y medio espectacular pasando todo tipo de formas de lavas y escorias el sendero se echa a la izquierda (1910m, x:331893, y:3129210) y empieza a bajar entre una lomita (a la derecha) y un campo extenso de lava negra. Casi es un camino aunque invadido frecuentemente por escobones que lo tapan y con la vista constante del gran mar de lava a la izquierda. Los hitos me van reasegurando. Me resulta alucinante que exista este viejo camino que puede ser el topónimo que hay por aquí (Calzada de Hernán Pérez) y que debió ser un lugar de paso para los pastores en busca de cuevas y refugios. Cuando el campo de lavas termina todavía el camino sigue bajando bastante recto hasta que llego a un lugar llano y ancho por donde pierdo los hitos y tengo que hacer un barrido hacia la derecha para volver a encontrar hitos. Bien.
Ahora el camino se echa a la derecha (un km desde el final del cruce del campo de lavas) y cruza a otro valle por donde se echa a la izquierda (1805m) y empiezo a bajarlo. Mi referencia es una loma alargada a la izquierda pero ahora enseguida vuelvo a perder los hitos y simplemente sigo valle abajo por entre retama altas y suelos arenosos preciosos cubiertos de pinocha por el cauce de pequeños barranquillos, no voy por el sendero pero creo que ahora no importa, el terreno me permite ir por una franja muy ancha de terreno de orografía suave. El tiempo es tan agradable y acogedor, con estas corrientes suaves de arenas volcánicas entre las retamas. Tras unos quince minutos vuelvo a encontrar hitos y después llego a una zona muy llana donde parece haber una pista, no está claro, persevero y se va haciendo más evidente según bajo hasta que llego cerca de la base (1700m) de un volcán (Montaña de Dos Hermanos) y entonces sí que es claramente una pista que va hacia la izquierda y es por donde sigo. La pista asciende y después llanea donde veo a la derecha y por fuera de la pista una gran cantidad de hitos, casi como si estuviesen histéricos diciendo “estamos aquí, haznos caso”. Pero según mi interpretación del mapa debo seguir hacia la izquierda y en unos diez minutos llegar a una pista ancha e importante (la BC-1). La pista, sin embargo, va demasiado rato en subida y tras más de quince minutos me doy cuenta de que no voy bien. Retorno por la pista algo cansado y apurado porque por esta zona sería terrible intentar ir campo a través. Ya es la hora de comer pero prefiero solventar este asunto antes de sentarme a comer tranquilo. Regreso al sito donde vi los hitos y ahora sí los sigo.
Los hitos van por una zona más o menos llana pero con desniveles aquí y allá y me van conduciendo con una precisión impresionante por este recorrido nada obvio. Me dejo llevar y pronto hay una bajada a la derecha y llego a un valle ancho y llano donde repentinamente terminan los hitos. Han transcurrido apenas diez minutos desde el desvío de los hitos pero ahora me encuentro sin referentes. Debería pararme, comer y tranquilizarme, pero no, algo histérico decido tirar por la calle de en medio y usando la brújula ir campo a través hasta la pista BC-1 (La solución era seguir por el llano hacia la izquierda). Atravieso un gran llano y subo por la derecha de una montaña (Herte de Arriba) y después la bajo y atravieso hoyas y varias veces me parece que veo la pista pero son solos clareras sin pinocha. Aferrado a la brújula y el mapa sigo cruzando elevaciones y hoyas hasta que cuando llego a la pista BC-1 ya ni me alegro después de los varios desengaños anteriores.
Según mis cálculos ahora debería encontrar una bifurcación importante en menos de diez minutos, pero no, no la encuentro ni en diez minutos, ni en veinte y cuando ya llevo cuarenta minutos me doy cuenta de que no estoy en la BC-1 sino en la pista del Bujero. He tenido que acceder a esta pista más allá de la bifurcación importante. Vale. Es mi segundo gran bandazo (error) del día y ahora me lo tomo con más calma mientras desciendo (hacia la bifurcación importante) y empiezo a comerme en marcha el sándwich. Creo que debería haber comido hace tiempo y así hubiese tenido la cabeza más clara para tomar mejores decisiones. Voy deseando encontrarme con alguien, con algún coche que me saque de mis dudas y cuando ya he deshecho el camino por la pista del Bujero (que amargo es este tramo) y ya llego a ver la bifurcación entonces hay un estruendo de coches, y a lo lejos veo una comitiva de pequeños coches cuatro por cuatro armando todo el jálelo del mundo en este lugar tan silencioso. Me dan ganas de esconderme, pero no hace falta, pasan de largo y bajan por la bifurcación. Vale. Ya tengo claro mi error y cuando llego a la bifurcación más tranquilo que Gila tuerzo a la derecha y bajo unos dos o tres minutos hasta otra bifurcación donde sigo a la derecha, es donde se han parado los coches de los que se están bajando unos turistas anquilosados que apenas pueden moverse después de haber ido en esa tortura quien sabe cuánto. Algunos me saludan. Y todavía después de seguir tengo que elegir de nuevo a la derecha en otra bifurcación (1520m) para seguir por la BC-1 hacia abajo.
Es un trozo de la pista BC-1 que quería recorrer hace tiempo y no es particularmente extraordinaria, quizás mi percepción esté influida por los dos enormes bandazos que he tenido que hacer. Alrededor lo que hay son pinos, de distintos tamaños y algunos amagantes en los bordes. Es una pista ancha que desciende menos de lo que me gustaría más y no tiene grandes abismos por un lado, sólo muy al final tiene curvas fuertes y cuando empiezo a ver un canal (el de Vergara) ya sé que estoy muy cerca del final de este tramo, al que llego tras una hora desde que saludé a los pasajeros de los buggy. Por fin llego a un cruce (1360m) donde hay una instalación de distribución de agua (Edas Altos de Icod) y del canal de Vergara se puede sacar agua, sus tapa no suelen estar cerradas. No tengo mapas de la zona porque mi intención hoy era recorrer la pista del Bujero pero los dos despistes que tuvo me quitaron las ganas de hacer esa ruta tan larga y ahora tengo que improvisar para bajar hacia Icod. No tengo mapas pero me acuerdo (excursión 1155) de una pista estrecha (con barrera) (Carrilera del Terrero del Encanro) que baja desde aquí (Edas Altos de Icod). Es una pista que va por una zona oscura del bosque y acompañado de una tubería enterrada que suena en algunos puntos y lo que más me gusta es que tiene un gran desnivel con un firme razonablemente bueno, de pinocha y de roca. Se alternan los grandes descensos con rellanos cortos y así va bajando y bajando y yo encantado comprobando en mi altímetro cuanto voy descendiendo.
El bosque es muy agradable y del suelo apenas me tengo que preocupar, poco a poco me voy entonando y sintiéndome mejor y enlazando con la primera parte de la excursión de hoy que ha sido estupenda. En los 1250m paso la entrada a una pista lateral (a la derecha). Sigo bajando con algunos tramos en peor estado, más pedregosos al arrimarme a una loma (resto de una colada volcánica) y llego a una pista ancha (Fuente Santa, 1160m). He descendido unos 200 metros de desnivel, no está mal. La otra vez que recorrí esta pista (excursión 1155) al llegar aquí me desvié a la izquierda para ir hacia Las Abiertas, pero hoy prefiero seguir bajando lo más directo posible. Y sólo tengo que recorrer unos pocos metros a la derecha y enseguida torcer a la izquierda para empezar a bajar por una pista muy pedregosa, pero muy, muy pedregosa, todo un contraste con la otra. En el momento me parece que es la primera vez que paso por aquí (Al día siguiente, al definir el track, me doy cuenta de que ya pasé hace mucho tiempo por ella –excursión 498). Más abajo y tras dos curvas de 180º el firme mejora y empiezo a ver otra clase de árboles: fayas y acebiños. Paso la entrada a dos pistas (a la derecha) en los 1070 y 1040m. Ahora un poco despistado (como se verá) voy esperando llegar a Las Abiertas (en los 1000m aprox. de altitud) pero cuando paso esa altitud y sigo bajando ya me dejo ir. En realidad me alegra porque esperaba al llegar a Las Abiertas llamar a un taxi, así puedo seguir bajando y hacer una excursión mucho más larga, ¡qué vicio!
Tras otro buen descenso llego a una parte despejada (890m) que me es familiar y sigo recto bajando por otra pista en mejor estado que va pasando al lado de fincas aisladas. Ya he llegado a un punto en mi estado físico que podría seguir caminando para siempre. En los 740m cruzo el sendero de la Ruta del Agua (La Guancha a Las Abiertas). Cada vez va siendo más urbano el recorrido. Cuando me adelanta un camión de la basura ya me doy cuenta de que estoy en un terreno muy civilizado y que ya voy a poder seguir bajando sin problemas. Ahora se trata de no ir muy deprisa y dosificarme para evitar lesiones en los pies por la torsión extraordinaria del terreno que ya hace un buen rato que es asfalto. Por Cortelanado hay tanta humedad en el asfalto que me tengo que guarecer de ir por los laterales, están muy resbaladizos. En los 600m paso otra instalación de aguas (Edas El Reventón) y sigo bajando ya por un lugar con muchas casas hasta que cruzo por un túnel la autopista. Y en menos de cinco minutos llego al Amparo por la carretera que bajo un poco hasta que me meto por una calle (Aserradero) por la izquierda de la ferretería Los Dos Caminos. Que me lleva todo recto hasta Campino y después a la calle S Antonio. Desde que atravesé El Amparo y quizás mucho antes he ido pensando que podría llamar a un taxi, pero irónicamente ese pensamiento me ha dado tranquilidad para seguir bajando.
Después de recorrer la preciosa calle de S Antonio y pasar al lado de una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Buen Consejo ya sé que voy a seguir hasta el final, hasta donde dejé el coche. Y cuando estoy pasando por la calle del mariposario me adelanta el camión de la basura, el mismo de arriba, y creo, por el movimiento de sus manos, que uno de sus trabajadores, con una bonita bandana, hace un gesto apreciativo al reconocerme. Enseguida paso la estación de guaguas y sigo un poco más hasta mi coche, aparcado al lado de un bazar chino.
Al terminar esta larguísima excursión me siento en las nubes, poderoso por haber logrado a pesar de mis tres grandes bandazos, sobre todo, el tercero, no perderme y haber transformado mis errores en una gran excursión. Ha sido una extraordinaria bajada a Icod que me planteo, otro día, hacer subiendo.
Tengo que regresar el jueves que viene para localizar por dónde va el trozo que tuve que hacer campo a través.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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