• Excursión 409. 2 Marzo de 2016. Miércoles.
Montaña El Corral a pista Boca del Valle. Lomo Asoma.
Municipio: Candelaria.
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 16.20 a 18.25h. De 1350 a 1640 a 1350m.
Distancia: 5,6km. Duración: 2h 5m
Subida por sendero, por un gran pinar, por la arista de una loma entre grandes pinos hasta una pista de montaña de la que recorro un tramo corto. Regreso por el mismo recorrido. Las vistas hubiesen sido mejores sin calima, que por otro lado confiere un matiz dorado a las fotos de los pinos y al subir la temperatura ha hecho posible la excursión
Mi objetivo hoy es subir desde la carretera de Los Loros (Arafo a dorsal) hasta un sendero o una pista de montaña (Boca del Valle), no sé todavía que es, sólo que existe una manera de hacer un circuito. Lo intenté el lunes de esta semana, no pude, hacía demasiado frío. Sin embargo, hoy en medio de un episodio de calima creo que lo podré hacer. Voy a seguir una ruta de FF.
Cerca del principio de la excursión (km 13,5 carretera Los Loros, 1350m) veo un grupo de parapentistas que se arrojan al viento en un recodo de la carretera. Cuando aparco el coche en la pista que sale a la derecha en el km 13,5 de la carretera (TF-523) la temperatura es de 14 grados. De aquí salen dos pistas a la derecha, por la que voy a ir baja suavemente, la otra (Pista Corta Fuego Chivisaya) sube y es por donde tendría que volver para completar el recorrido. Llevo las instrucciones de FF en un bolsillo y un mapa en el otro. Empiezo de muy buen humor. Bajo por la pista que va por la ladera de la montaña (Corral), una ladera con mucha inclinación cubierta de pinos. Hacia arriba todo son lomas y lomas del gran pinar de la Corona Forestal. En unos cinco minutos (350 metros) llego a un llano (1320m). Me echo a la derecha y cruzo el cauce somero de un barranco (Asoma). Las instrucciones de FF me advierten que hay que atravesar unos escobones que ocultan el camino. Blanco y en botella. Deben ser los arbustos que veo y que atravieso. Después de esto ya se reconocer perfectamente los escobones. Los escobones tienen hojas muy pequeñas – como puntas- y flores blancas y pueden llegar a medir entre dos y cuatro metros (los que atravieso no están en flor). Tras atravesar los escobones subo por un sendero más o menos claro que me lleva a cruzar el cauce de otro barranco (Guillermines) y después sube serpenteando por la ladera por tramos muy invadidos de pinos jóvenes y otras plantas hasta que llego a la arista de una loma (Lomo Asoma, 1430m). He ascendido unos 100 metros de desnivel desde el llano donde los escobones.
A partir de aquí el sendero es muy claro, bien definido por la arista afilada de la loma entre hermosos pinos (algunos breados). Subo lo más despacio que puedo para no sudar excesivamente. Una subida con mucho desnivel (40% aprox.) pero psicológicamente relajada después del tramo algo confuso entre el llano y la arista de la loma. Algo resbaladiza por la pinocha. Me gusta la subida. Buenas vistas a las laderas cubiertas de pinos. Tras salvar unos 200 metros de desnivel me alegra mucho cuando llego a una pista (Boca del Valle/ Orticosa/ Chirigel). Según he ido subiendo no sabía a dónde (camino, sendero o pista) tenía que llegar, he ido leyendo la descripción del camino según la he ido haciendo y no tenía ni idea de que iba a dar a una pista que afortunadamente he alcanzado antes de lo que pensaba, mi altímetro señalaba unos 40 metros menos de lo que es de verdad.
(El día se ha levantado con una calima densa -a veces me da la sensación de que el tiempo en Tenerife lo rifan y a veces sale lluvia y otros calima, porque cambia muy abruptamente, el lunes hacía frío intenso y el miércoles tiempo casi veraniego) aunque ahora en el monte no huele tanto a madera y a pino como en los días de verano.)
Hay un pino breado (con agujero) justo por donde he salido a la pista. Desde la pista las vistas son potencialmente muy buenas, pero hoy con la calima no tanto, los contornos lejanos son muy difusos y no se ve el mar ni la parte de abajo del valle de Güímar, que debería verse sin calima. Afortunadamente los pinos son majestuosos y hasta una determinada distancia se ven bien y con la luz matizada por el polvo en suspensión las fotos de los pinares quedan muy bien.
Siento un gran alivio al haber llegado a una pista amplia y más fácil de recorrer que un sendero. Un poco a la izquierda de por donde he llegado veo un sendero que sube, pero FF no lo recomienda porque está muy invadido de vegetación (en la excursiones 792 y 1038 lo recorreré desde arriba y no me parecerá tan difícil como dice FF). Sigo hacia la derecha por la pista muy llana que describe un arco a lo largo de 1 km y medio hasta que llega a otro saliente. Este arco atraviesa la gran cuenca fluvial de un barranco (Los Cuatro Barrancos). En este tramo hay varios miradores, hoy no se ve casi nada. Saludo a un ciclista que pasa esforzado. Más adelante veo un poco de nieve a un lado de la pista. Hay un rico atravesado de diques al final de este arco. Una vez que has subido tanto cualquier recorrido llano es prácticamente gratis. Para encontrar a la vuelta el sendero por donde he subido memorizo la hora a la que he llegado a la pista.
Cuando llego al extremo del arco decido regresar. Miro el reloj y sé cuánto tendré que caminar hasta el sendero. Regreso y no me cuesta reconocer el sendero cuando llego a él (además del recuerdo visual del lugar está el pino breado y el otro sendero que sube). El recorrido de FF, en realidad, sigue por la pista más allá del sendero de por dónde accedí, lo dejo para otro día (excursión 792), no sé si tengo tiempo suficiente. El punto por donde he accedido a esta pista tiene para más excursiones. Si vas hacia la derecha, como he hecho hoy, alcanzas un sendero, medio km después del km y medio que he hecho, que baja hacia la Mesa de Candelaria y si sigues la pista otros cinco kilómetros se llega Km 16 de la carretera La Esperanza al Portillo.
Para bajar me pongo la música de Chris Watson de ambientes naturales llamada “Weather Report” con sonidos de animales, de lluvia, tormentas e incluso pastores bereberes con rebaños de vacas y cabras. La bajada es una maravilla deslizándome por la pinocha y escuchando esta música en la que las palabras de los pastores (absolutamente ininteligibles) me golpean en estéreo por los dos oídos con el fondo de moscas zumbando, cencerros, cigarras…
Sólo es complicado el tramo entre el final de la loma y el llano donde los escobones, son tiras rectas de sendero pero cuya vista se interrumpe constantemente por los arbustos que crecen en su trazada.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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