E-192 Placeres al Asomadero (casi)

• Excursión 192. 23 Julio de 2014. Miércoles.

Placeres. El Asomadero (casi).

Municipio: Los Realejos.

ENP: Paisaje Protegido Campeches, Tigaiga y Ruiz.

De 17 a 20h. De 620 a 475 a 1000 a 475 a 620m.

Distancia: 6km. 3h.

Recorrido por pistas y caminos rurales y por senderos oficiales con una pendiente extrema por bosques de laurisilva y bosque de castaños

Sigo explorando la ladera de Tigaiga. Hoy voy a intentar subir al mirador del Asomadero. He estudiado los mapas y visto dos posibilidades para acceder al lugar donde empieza la subida al mirador. Una es ir hasta Romero, un pequeño barrio antes de Palo Blanco; la otra es acceder desde la carretera que une Los Realejos con Icod el Alto. Como me parece que puedo encontrar un lugar mejor para dejar el coche en Romero que en la carretera opto por la primera.

De la Cruz Santa por la carretera TF-326 subo hacia Palo Blanco, y pasado el km 2 tomo por una desviación a la derecha que accede a una calle (Placeres) que bordea un barranco (La Calera). Subo unos metros y dejo el coche al lado de unas casas (625m). Camino hacia arriba y encuentro después de una torreta eléctrica una pista a la derecha que baja hacia el cauce del barranco. Que salga todo tan bien, de acuerdo a los mapas, no me deja de sorprender y agra­dar. El barranco es muy verde, todas las laderas están cubiertas de vegetación. La pista baja recta hasta el cauce. Veo dos extraños edificios alarga­dos, bastante feos, en el cauce, de los edificios sale un ruido constante y muy molesto ¿Qué será? (una granja de pollos).

En el cauce llano hay muchas yerbas. Cruzo el cauce y subo, paso una casa aislada, un pastor alemán viejo me mira tranquilo echado. Las nubes cubren la ladera cubierta de vegetación densa y cerrada. En unos dos minutos llego a la Florida, un pequeño caserío con tres o cuatro casas. Bajo por el sendero (PR TF-40) hacia el Asomadero. Veo una casa que me gusta, con muchos agapantos por fuera, está en el borde de la pista. Más abajo el sendero se desvía a la derecha y sigue bajando entre laureles. Es una parte muy interesante con muchos castaños y brezos. Baja con bastante inclinación hasta una parte amplia y llana con cultivos. El sendero está bien señalizado. Poco después veo el cartel (500m) del sendero de subida al Asomadero. En su comienzo puedo ver que hay un sendero que viene de la carretera, la que sube al mirador del Lance (mi segunda opción de acceso a este punto).

Enseguida empiezan las dificultades, la pendiente es muy fuerte, tiene muchos tramos de escalones (con troncos). Al principio los tramos son rectos, pero a medida que me meto en el bosque de castaños empiezan las eses. El sendero es de tierra suelta mezclada con hojas secas, muy grises, esto le da otro punto de dificultad a la subida. Cuando miro a lo alto de la ladera veo que está muy nublado y gris. El sendero no me da un respiro, no hay repechos, ni llanos, es una subida constante, además es muy oscura, estoy rodeado de árboles. Entre el esfuerzo tremendo y la humedad cuando han pasado unos quince minutos ya estoy ya sudando a mares; mi atuendo tampoco ayuda: el pantalón es muy ancho, se me cae, la camisa se me sale y tengo que recolocármela constantemente. ¡Qué agobio! Paso por una pared vertical de rocas duras y compactas donde veo señales de que se practica la escalada. El sendero va subiendo por una arista de la montaña (impresionante verla en el mapa: Risco de la Tarasca y también verla completa desde abajo). In situ no da tanta sensación de verticalidad porque voy rodeado de vegetación. Poco después de pasar al lado de una cueva (837m) tengo la única vista diáfana y espectacular sobre el valle de La Orotava. Es una gran ladera cayendo hacia el mar, está punteada de los colores de las casas: ocre, naranja, amarillo y azul celeste sobre un fondo de verde claro y rodeada de verde oscuro.

Este mirador tiene una mesa de madera. Pero venir aquí a tomar el té es un poco descabellado. Sigo subiendo por el sendero que sigue serpenteando entre árboles de troncos finos. El bosque de castaños ya hace mucho que terminó. Me meto (900m) en la nube que he estado viendo durante la subida. Hay más humedad y el esfuerzo es tremendo, cada vez hay más escalones de piedra y el sendero serpentea más. Sigo sudando a mares y luchando con mis pantalones demasiado gruesos y la camisa. Cuando llego a los 1000 metros de altitud decido abandonar. No tiene sentido subir hasta un mirador donde no voy a ver nada de nada. Y todavía me falta un buen trecho de escalones de piedra hasta el mirador que está en los 1100m. Me cuesta trabajo renunciar después de haber vencido unos 500 metros de desnivel, pero es lo mejor que puede hacer. Dejo el mirador para otro día con mejor tiempo. (Lograré más adelante acceder al mirador desde otro lugar, pero tardaré más de diez años en hacer la subida completa hasta el mirador)

Cuando estoy bajando me cruzo con una pareja de deportistas. Me avergüenzo de mi aspecto tan poco profesional. Ella y él vienen con sus trajes de licra en negro y gris y suben tan pimpantes, casi corriendo; sólo falta que suban silbando para desmoralizarme del todo. Hablo un rato con ellos. Me dicen que por las mañanas está más despejado. El regreso se me hace largo y trabajoso. Hay demasiados escalones. Y todavía cuando llego abajo (500m) tengo que subir unos 100 metros hasta La Florida para cruzar el barranco de La Calera después.

De vuelta a casa en el coche tengo la sensación de que este tipo de excursiones todavía están fuera de mi alcance, mi equipamiento es pobre, mi forma física no es buena. Ni la ropa, ni el calzado que uso es de senderista, pero ni me planteo comprarlas. Empiezo a estar un poco sobrepasado (no va a transcurrir mucho tiempo para que me dé cuenta de la falta de correspondencia entre lo que quiero hacer y lo que puedo hacer).

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Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión

Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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