• Excursión 58. 1 Agosto de 2013. Jueves.
La Guancha.
De 11.45 a 14.15h. De 480 a 520 a 460 a 480m.
Distancia: 3km. Duración: 2h 30m.
Recorrido por las calles de La Guancha y visita al mirador del Lance
Tras una visita a un otorrino en La Orotava, en la que me atienden enseguida, de repente me encuentro con toda la mañana por delante. De la consulta salgo huyendo, reina tal confusión (una inesperada visita de la inspección de la Guardia Civil -hacen revisiones para conductores) que logro irme sin pagar. ¿Qué hacer? Me gustaría volver al mirador del Lance en Icod el Alto, pero me parece poco para una mañana. De las ciudades del norte de la isla la única que no conozco es La Guancha. Para allá que voy.
Hoy tenemos nubes difusas blanquecinas que crean una luz uniforme y en la que los objetos no tienen sombras, lo cual es horrible para fotografiar paisajes, porque se come el detalle y la textura. Por la carretera del Norte llego fácilmente a La Guancha (500m).
Dejo el coche y empiezo a caminar por el centro llano de la ciudad. Está en transición, parece que esté limpiándose las plumas polvorientas, como si fuese un pájaro peregrino que descansa y se repone. En varias casas están barnizando la madera de sus puertas, balcones y ventanas, en otras pintando las paredes. Oigo ruido de máquinas pulidoras.
Me empieza a gustar especialmente este paseo cuando veo trabajadores descargando tablones en una casa antigua (Calle El Sol, bodega viña Zanata/La Guancha). Le comento, a un trabajador, que sale, el contraste entre la moto súper moderna aparcada y la puerta antigua de la que sale. He tenido tino con la persona, resulta ser el capataz carpintero. No sé porque, pero le caigo en gracia. Me deja entrar y fotografiar a mí aire la casa que está en reformas. En el patio interior pequeño reina una gran confusión, en una esquina hay un barril precioso que sirve de apoyo para herramientas de carpintero, al lado hay una destiladera llena de polvo, también varias macetas. Gente subiendo y bajando por una escalera estrecha con escalones y pasa manos de madera, el capataz no para de dar órdenes. Al mismo tiempo, orgulloso, me va dando detalles de la casa: dos plantas, del siglo XVI, de los Pérez, indianos de Cuba. En la segunda planta, una sala tiene ya el techo nuevecito y una leyenda escrita en lo alto: Viña Zanata. Todavía les queda mucho trabajo.
De nuevo en el siglo XX deambulo por la ciudad, bastante llana, de casas bajas hasta un edificio grande y tenebroso (calle la Burgaya/La Hoya). Parece un cine abandonado. Le pregunto a un joven muy amistoso (Pepe) sobre el nombre del cine. No sabe cómo se llama, sólo que le llaman el cine viejo y que hace 40 o 50 años que está abandonado; que después lo ocupó un taller de coche (El Portugués) que también se fue –de este sí queda el nombre. Del dueño del edificio me cuenta que vive aquí cerca y que sólo lo usa (el edificio) para guardar un coche y una moto. El joven me sigue contando cosas de la ciudad, me habla de litigios con San Juan de la Rambla, municipio adyacente. Y me confirma la fama de los Pérez en La Guancha. El tiempo va mejorando. Me despido de Pepe dándole las gracias, ¡ha sido tan amistoso!
Veo a una mujer de unos 75 años que está sentada en un pequeño parque, me dirijo a ella y le pregunto por el nombre del cine. Cine Dorta, me dice, que fue la locura, todo el mundo iba allí, fue el primer cine de La Guancha. En la calle XVIII de Enero veo una casa de los años 50 que me encanta, de una planta tiene un porche con dos arcos estilizados, y la escalera de entrada repleta de macetas con culantrillos, helechos, hortensias y esqueletos, todas las plantas con las hojas verdes y lustrosas, las flores muy hermosas. Veo viñas por todos lados, incluso en azoteas. Veo otra casa, ésta antigua, que me gusta en la calle el Vínculo. Se puede acceder al patio de la casa a través de una puerta. Sobre el dintel de la puerta crece una viña de la que cuelgan grandes racimos con uvas grandes y gruesas. En el patio de la casa hay una escalera que comunica con la segunda planta donde hay un precioso balcón de madera con geranios. Me da la impresión de estar en un museo y que la casa está petrificada en el tiempo, de haber sido abandonada por sus dueños hace 200 años y milagrosamente haber llegado intacta a nuestros días.
En una curva de la calle Villanueva veo que hay casas antiguas por debajo del nivel de la calle, las casas están cerradas, una tiene un balcón corrido con mampostería y pilares finos de madera. Una remodelación urbana las ha debido dejar apartadas y olvidadas. Callejeo por debajo de la curva de la carretera general: calle Hoya Honda –nombre muy apropiado-, el Calvario, el Carbón. Son calles sinuosas y estrechas, pintadas de azul o marrón clarito. Sale el sol y lucen estupendas. En una casa más moderna hay un aguacatero, un almendro, millo y coles. Hablo con la dueña, una mujer muy amistosa. Me dice que también tienen cabras (deben esmerarse mucho en su limpieza, no huele nada). Me cuenta que hace tiempo venían regularmente dos inglesas que hacían fotos de su patio, de sus cabras, gatos y gallinas. Entra a la casa y al salir me muestra dos bellas acuarelas firmadas por Ms Hollow –año 2000-, en una hay tres gatos, una cabra y una gallina. Hace dos o tres años que ya no vienen.
Me ha encantado La Guancha. Ha sido una mañana estupenda. Vuelvo hasta Icod el Alto por la carretera general y en el mirador del Lance hoy apenas hay nubes. La vista es impresionante. Una mezcla de pueblos, caseríos, terrenos baldíos, terrenos cultivados, fincas con palmeras y estanques, adosados, carreteras, es para estar mucho rato con unos prismáticos. Hago un par de panoramas.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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