• Excursión 902. 31 Enero de 2019. Jueves.
Los Gigantes. Ñifa. Guama. Santiago
Municipio: Santiago del Teide
ENP: Parque Rural de Teno
De 11.18 a 16.31h. De 145 a 928m.
Distancia: 8,9km. Duración: 5h 13m.
Recorrido por una cresta montañosa (Lomo de las Cruces) que empieza por encima de Los Gigantes y recorre varios picos: Guamasa, Ñifa y Guama.
En el Norte está todo nublado en el tránsito desde mi casa hasta El Tanque (9.20-10h) donde hace fresco, como no. Aparco detrás de la iglesia y bajo a la parada donde aparece pronto la 460 (10.19h). A Santiago llego bien (10.40h) y llamo un taxi que no tarda mucho en llegar (10.55). Me deja en el principio del PR TF-65 a la entrada de Puerto Santiago (11.17h, 15.30€), muy cerca de la conexión con la carretera que va hacia Alcalá y San Juan (la Tf-47).
Aquí el tiempo está estupendo, sin viento, con más claros que nubes. La señal informativa del PR dice que hay 8,5km hasta Santiago del Teide. Empiezo a subir por el camino ancho y a los 20 o 30 metros me salgo por la izquierda subiendo una pequeña pared por donde veo una franja erosionada en el suelo hecha, seguro, por los caminantes. Ahora y en perpendicular al PR atravieso un campo llano y yermo hasta una pista, a la que tengo que acceder subiendo por un pequeño talud. La pista sube hacia plataneras, pero yo me desvió al llegar a ellas hacia la izquierda pasando un campo donde un cartel indica la presencia de abejas y enseguida llego a la cresta de una loma por donde va una tubería. Vale, muy bien, ya he encontrado el principio de este sendero alternativo para subir por las crestas de las montañas que limitan el valle que tiene en lo alto a Santiago del Teide. El sendero está muy claro y es algo rocoso y con piedras sueltas, también, y sin demasiado desnivel, sólo en algunos tramos. Sólo por curiosidad me desvío a la izquierda (184m) para seguir por encima de una atarjea con vistas fantásticas sobre la ciudad, que me queda abajo, con sus filas de chalets, la playa, el puerto, y desde luego, a la vista de los acantilados de Los Gigantes. Voy sobre una pared muy vertical sin apenas sendero, al lado de la atarjea, pero yendo despacio voy seguro. La propia atarjea en sí misma es interesante, con muchas piedras cubriéndola y recorro algunas nervaduras del terreno para tener mejores vistas hacia el acantilado y la ciudad. El día está despejado, fresco, sin calor, es una verdadera vista de pájaro en un día perfecto. Apenas hay movimiento en el puerto, el barranco de Masca sigue cerrado. El taxista que me ha traído me ha dicho que probablemente una compañía privada se haga cargo de visitas guiadas en grupos por el barranco, pero que la cosa no está clara. Tras unos 150 metros por la atarjea decido regresar, se puede seguir más pero no me quiero complicar la vida.
Regreso a la arista de la loma y sigo subiendo despacio, por un camino muy pedregoso, paso una bandera de España (310m), está desplegada sobre un roquete. Hay un pequeño tramo llano por el que sorteo el roquete por la derecha. Un poco más arriba veo una segunda bandera, esta es blanca simplemente, está sobre otro roquete que también paso por la derecha. Se puede también escalar por lo alto de los roquetes, pero es más laborioso y peligroso. Las vistas sobre el acantilado van cambiando, y también las del valle con sus fincas de plataneras y la carretera serpenteante y el risco (Lázaro) donde estuve hace dos jueves (Excursión 895). Sigue todo maravillosamente despejado y apenas viento en este lugar tan expuesto. Llego a una zona más llana y arenosa donde (gente buena) ha puesto cintas amarillas sobre palos para indicar el recorrido del sendero. Me gustan. He ido viendo algunos hitos en el recorrido hasta las cintas amarillas. La zona por donde voy ahora estuvo cultivada, hay abundantes muros bajos medio derruidos. El sendero está muy bien marcado con hitos que van sorteando las terrazas sobre un terreno arenoso y suelto.
Tras un poco más de media hora desde el inicio llego a la montaña Guamasa (12.32h, 462m), apenas sobresale de la arista, es bastante llana y siguiéndola hacia arriba tiene una ligera bajada antes de empezar a subir, de nuevo, hacia la montaña de Ñifa también con una inclinación constante y muy suave que va pasando por innumerables muritos bajos de terrazas. Es una gran superficie para cultivos, fue una gran superficie agrícola. De cuya actividad, excepto los muritos, no queda nada en absoluto. Ahora las tabaibas majoreras lo dominan todo. Es un sendero muy entretenido por las vistas continuas y por el enhebrado entorno a los muros de las terrazas. En lo alto de la montaña de Ñifa (12.58h, 614m) empieza una parte más rocosa y la continuación es por terreno muy abrupto y complicado, sobre todo porque hay que bajar hacia una degollada (Tejera) y el sendero es revirado, estrecho, con pequeños saltos, tengo que hacerlo muy despacio, varias veces me confundo y llego a sitios sin salida, pero las piedras (los hitos) estratégicamente colocados me ayudan a seguir y me van guiando, también veo algunos puntos verdes, puntos azules e incluso puntos blancos (todos hechos con spray). Es fantástico bajar este roquedal, y desde luego solo lo bajo porque sé que existe una posibilidad, un sendero. Logro llegar a un sendero claro (13.25h, 540m), este sendero es un PR que lleva a lo alto de la montaña de Guama (Excursión 527). Los últimos cien o doscientos metros antes de alcanzar el sendero claro los he hecho a lo loco, sin una idea clara, así que me siento maravillosamente cuando logro dar con el sendero, que es muy claro y ancho.
Sigo subiendo y enseguida llego a la degollada (Tejera, 542m) y después sigo subiendo. La vegetación es más variada por aquí, hay tabaibas amargas además de las majoreras, cornicales, magarzas, reinas del monte, tuneras y bejeques. Empiezo a subir hacia Guama, me cruzo con un grupo de senderistas que bajan muy apurados. Este sendero es muy resbaladizo, con zonas muy sueltas, de cal y arena, es una cosa realmente desagradable. Yo, subiendo, tengo una ligera ventaja, con respecto a los que bajan. Pero yo no voy a subir a la montaña de Guama, sino que la voy a esquivar por la izquierda, así que ya empiezo a ir atento para encontrar ese sendero, que según mis cálculos tiene que estar en los 760m. Tras unos cinco minutos de subida llego a la arista (580m) de otra loma (la que lleva a Guama), por esta arista a la izquierda se puede ir hasta un saliente con una buena vista (Los Picachos, excursión 634), pero hoy no bajo sino que sigo subiendo por la arista. Ahora las vistas han cambiado, a mi izquierda tengo un barranco estrecho y en uno de los laterales (el más lejano) hay un bujero (un hueco en la roca). (En varias ocasiones durante la subida y con la ayuda de los prismáticos he ido localizando el recorrido de la atarjea por la que me desvié al principio. Es un canal que va pegado a riscos verticales y a veces continua por secciones con tubos que están caídos y colgando. Me da flojera en las piernas imaginándome a los que lo construyeron. Ese canal va siguiendo todos los contornos de los barrancos.)
Encuentro mi sendero antes de lo pensado (700m, sale a la izquierda). Y nada más entrar en él, sé que no va a ser fácil (Por cierto, el track de la excursión no recoge adecuadamente mi recorrido, el track va por el sitio correcto, pero yo voy bastante más debajo de por donde debería). Toda esta ladera está cubierta de terrazas. El sendero va por el borde de una terraza, pero a veces sube a otra o baja un poco. La vegetación ha crecido mucho y cubre el sendero en varias ocasiones, son retamas que deben ser una maravilla cuando empiecen a florecer. Con un poco de sexto sentido de senderista lo voy encontrando, tengo que tener fuerza mental para no aburrirme o desmoralizarme, cuanto más avanzo más tendré que retroceder si no logro seguirlo al completo. Un poco antes de llegar al cambio de vertiente (una arista) echo un vistazo a la ladera que he recorrido y me impresiona ver cómo está toda recubierta de terrazas. En mi mapa tengo el recorrido del sendero, sus curvas, sus rectas, pero no sé si tengo que subir o bajar. El cambio de vertiente está marcado por una cresta rocosa donde es muy difícil que los caminantes creen un sendero con su simple paso. (Si hubiese bajado por esta cresta rocosa, por la arista hacia abajo habría llegado al agujero (El Bujero) que vi al entrar en el valle, pero durante la excursión no sabía nada de esto). Efectivamente pierdo el sendero porque sigo de largo por una terraza, hay demasiados caminos, probablemente hecho por personas como yo que lo han recorrido equivocándose, pero marcándolo con cada paso. Los hitos me guían. Regreso hasta los últimos que vi y con una mirada relajada logro encontrar la continuación. Bien.
Tras este cambio el sendero es muy claro, estrecho, pero muy claro, y va por la ladera de la montaña de Guama. Es un camino muy interesante, muy agradable de recorrer, con alguna bajadas y subidas, pero bien trazado. De lejos no se ve. De lejos sólo veo paredes verticales rocosas. Pero cuando llego a las paredes voy descubriendo el sendero que me va llevando. En este tramo empiezo a tener la vista constante del Risco Blanco, también de La Fortaleza, aunque mucho más atrás. La Fortaleza es un saliente en el lado (más alejado desde aquí) del barranco de Masca, tiene una forma cuadrada muy característica. Paso por zonas de sombra y zonas de sol, también algunas más húmedas donde veo tusilagos, cerrajones, colderriscos, guaydiles, gamonas, retamas blancas y tajinastes azules de Tenerife. Es un tramo realmente largo que me encanta. Paso la placa de Saturio (Excursión 592, rememora a un caminante enamorado de este lugar) enfocada al barranco Seco y poco después al principio del sendero que baja a la playa del barranco Seco (14.52h, 770m). Cito de la excursión 592 la parte de la placa de Saturio “…Descubro en una roca lisa una placa oscura metálica con el texto: “El amor por estas montañas se inmortaliza aquí, donde reposan mis cenizas. En memoria de Saturio. Siempre te recordarán tu familia y amigos”. La roca está orientada hacia la salida del barranco y La Gomera. Creo que el espíritu de Saturio está en cuclillas mirando hacia la puesta de sol que recorre todo el barranco desde abajo. Fantástico Saturio, joder, sí que sabía.”
Una vez resueltas todas las partes complicadas del recorrido ya me puedo relajar un poco y comer tranquilo con las vistas del barranco y del fotogénico Risco Blanco, enmarcado por el canal con los reboses blancos. Se levanta un poco de viento cuando se nubla. Me cambio de ropa, y me pongo una camisa seca y también una camiseta seca, es una de las mejores cosas para tranquilizarme y relajarme: ropas secas. Las otras las pongo al sol para que se sequen antes de guardarlas en la mochila. Repuesto sigo y paso la degollada (El Roque, 795m) que está muy cerca de donde he comido. El sendero a partir de la degollada es el PR 65.3. Sigo subiendo por este sendero PR que va por un dique a la izquierda de un roque (El Paso). La pared del dique excavado está compuesta de innumerables lascas grises. Más arriba al llegar cerca de otro roque llego a una bifurcación, a la izquierda sale un sendero (no oficial) hacia Los Quemados. Dudo si seguir por ahí o bajar (a la derecha) por el PR hacia El Molledo. Las nubes que empiezan a cubrir la montaña y el viento me hacen dejarlo para otro día y bajar a lo seguro, hacia El Molledo. (Hay una diferencia brutal entre los senderos oficiales y los otros. (Los oficiales son anchos, bien trazados, sin apenas rocas y con un firme mucho mejor. Los senderos oficiales no son tan lisos como el pasillo de mi casa, pero la diferencia es brutal. Por algo han homologado esos senderos.) Mi plan del día era llegar hasta el mirador de Cherfe pero a partir de Los Quemados es una parte complicada y que no conozco, así que dejo para otro día la continuación (excursión 939).
Ahora recorro el sendero PR que baja hacia el valle con ligeras subidas y bajadas hasta que un poco antes de llegar al Molledo tuerzo a la izquierda por el sendero que va hacia Santiago del Teide (PR 65) a donde llego sano y salvo (16.32h, 921m). Me tengo que aislar con música en la parada de la guagua delante de la gasolinera para esperarla, es una carretera con mucho tráfico, aunque no van rápido porque pasa por dentro de la ciudad. Pero es muy molesto. Más de media hora de espera para la 460 (17.11h). Bastante destartalado logro subir a la guagua con todos mis bártulos y me arrojo en un asiento. Lo bueno es que cuanto más tiempo espero una guagua más me gusta cuando me monto en ella.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Los Gigantes a Ñifa a Santiago del Teide