• Excursión 1014. 17 Octubre de 2019. Jueves.
El Jaral. Lomo Corto. Chirche.
Municipio: Guía de Isora
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 11.30 a 19h. De 844 a 1541 a 1401 a 1467 a 1319 a 1368 a 586m.
Distancia: 16,4km. Duración: 7h 30m
En un día que se va progresivamente nublando subo por senderos antiguos desde El Jaral (Guía) hasta una era en la zona alta de Guía en donde luce el sol por encima del mar de nubes. Después atravieso zonas abandonadas agrícolas con vistas a un salto. De ahí sigo hasta el sendero de Tágara y bajo al cauce del barranco de Tágara. Regreso por una pista terrible de piedras hasta Chirche, Aripe y Guía
Esta es otra de las excursiones en las que tengo que combinar ir en mí coche, tomar una guagua y, por último, un taxi para llegar al principio de la excursión.
Cuando voy por la autopista bajando hacia el valle de La Orotava diviso una nube fina y alargada con la textura de azúcar de algodón, allá en lo alto a la derecha del pico del Teide. El día está despejado, soleado y muy agradable. Al pasar San Juan de la Rambla en la subida que encara súbitamente el Teide veo que la nube fina y alargada se ha hecho más grande. Dejo el coche cerca de la estación de guaguas de Icod y salgo en la 460 (10h) para Guía. La guagua va ascendiendo ligera la meseta de La Culata y curveando y curveando a su paso por Las Canales, Genovés, San Juan del Reparo y todavía con más curvas después del Tanque y al pasar Ruigómez y Erjos. En la bajada del puerto (1120m) la nube fina y alargada se ha desplazado hacia el Sur y se ha tornado de una textura todavía más algodonosa. Me bajo en Guía (11.11h) y sobre la marcha tomo un taxi que me lleva, en total mutismo el conductor, hasta El Jaral (11.20h, 850m, 6€). Aquí el cielo no está tan despejado, hay una masa gris difusa de nubes por encima de la montaña de Tejina, y hacia Adeje.
Ya a pie, subo por el viejo camino real (el que se dirige a la casa forestal de Tágara, PR 69) y en menos de cien metros tras la última casa del Jaral me desvío del PR 69, me desvío a la derecha por un camino ancho con una tubería gruesa y herrumbrienta. Desde la desviación tengo una vista diáfana del sendero, sobre todo del tramo que remonta, destaca muy claro al verlo desde la desviación del camino real, y es de esos caminos que pienso que van a durar por los siglos de los siglos, sólido, bien hecho, en el paso de un barranquillo y muy poco transitado. El camino, muy invadido por tajinastes, malpicas y vinagreras, llanea, pasa el cauce de un pequeño barranquillo y remonta por un viejo camino empedrado, con doble muro, en muy buen estado hasta llegar a la cresta de una loma (Monte la María) y seguir por ella. Ahora por la cresta sigo subiendo con doble muro bajo y sobre piedra o rocas. Una nube gris claro cubre el cielo. Mejor para el esfuerzo físico, peor para las vistas. Llego a una pista (Camino de la Cumbre, 1010m) y sigo hacia la derecha llaneando por la ladera de un barranco (Del Achacay/Hondura). Ya la parte alta de la montaña de Tejina está tapada por las nubes, me quedo sin esa referencia. Por debajo de la pista por donde voy descubro un sendero, va a una galería (Fuentes de Adara 2) y con signos de actividad en forma de túmulos grisáceos, parecen corrientes de piedra, pero no veo la manera de acceder al sendero. Me sorprende encontrar un campo pequeño arado y preparado para plantar en el margen del barranco.
La pista termina tras el campito y ahora sigo por un sendero que atraviesa el cauce, pasa y remonta un poco por el otro lado para después rodear una morra con cuevas (Los Morritos Huerta María). Tras la morra cruzo otro barranco (La Higuera). Veo algunas marcas blancas y algunos hitos que me dan seguridad. El sendero serpentea en ligera subida y en una bifurcación, difícil de ver, veo un cartel escrito en la roca que dice “El Frontón” señalando a la izquierda, pero yo sigo por la derecha, prefiero el sendero más claro (creo que lo otro es sólo un atajo). Ya el día se ha puesto muy feo, las nubes están bajando mucho y empiezo a estar rodeado de niebla fina. Ahora, sin referentes, me tengo que concentrar en la forma del sendero en mi mapa de OSM. Sigo subiendo después de rodear una loma por la cresta de otra loma (Lomo Corto), pero cuando llego a los 1200m el sendero deja de subir y llanea hacia la derecha y empieza a desviarse de la cresta considerablemente. Ya voy mal. Regreso por mis pasos y voy escrutando, con ojos de indio que sigue un rastro, cualquier señal. La encuentro, es un hito formado por tres o cuatro piedras, no lo vi antes. Subo por encima del hito y voy encontrando y perdiendo un sendero zigzagueante más claro cuanto más subo hasta que de en medio de la bruma surge una casa, una casa antigua. Bien. Esto debe ser el Lomo Corto (12.50h, 1250m), un caserío de una sola casa. Me sorprende, no estaba esperando encontrar ninguna casa. Me gusta mucho encontrar este punto de referencia, este lugar seguro en medio de la niebla que ya lo cubre todo. Es una casa antigua en ruinas de tres habitaciones pero que todavía conserva algunos techos, una habitación tiene suelo de madera. Al otro lado tiene un espacio adosado, como para animales. Estoy dudando si volverme por mis pasos, todavía me queda mucho para completar mis planes para hoy, y esta niebla me da muy mal rollo. Descanso un poco. Decido intentarlo un poco más. Descubro una bonita era un poco más arriba (1255m, 13m Ø), con suelo de cayados en buen estado, con murito renovado y un escobón creciendo dentro. Un poco después hay un horno de teja, en el que veo claramente la capa agujereada que separa la zona donde se pone el combustible (debajo) y la zona donde se depositan las tejas (arriba). Es como para pensar que aquí vivieron permanentemente.
Un muro alto y recto me sirve de referencia al principio de la continuación por la cresta de la loma. Después sin camino concreto en las partesparte más anchas de la cresta de la loma voy guiado por hitos que me van dando seguridad y el camino se torna más claro cuanto más afilada es la cresta y mayor pendiente hay. En esta larga subida (Camino del Lomo Corto) me ayuda mucho ir reconociendo la forma del sendero en correspondencia con lo que tengo en mi mapa. Superada mi inseguridad cada vez voy mejor, el desnivel es fuerte y cuando empiezo a asomar la cabeza sobre las nubes me da un subidón tremendo, el pasar dificultades y superarlas es un afrodisíaco. Y llego a una pista (13.40h, 1485m) ya completamente por encima de las nubes en un día radiante y magnífico. Es todo un premio. Abundan por aquí los tajinastes azules, unos arbustos recios y duros. Por el borde de la pista va una tubería gruesa con rumor de agua. Disfruto ahora de cada momento de luz y sol, es un cambio tan radical. Y también ahora puedo tener referencias de donde estoy y los lugares que todavía quiero visitar. Quiero localizar dos eras que hay en la cresta o cerca. La primera, más pequeña según el mapa, no logro localizarla y con la segunda me tengo que empeñar en subir y subir, demasiado según el mapa, pero cuando doy con ella (1555m) me da una gran alegría, es enorme (más de 15 metros de diámetro- exactamente 17,3m) con murito pequeño de grandes lascas planas y el firme hecho con piedras puesta de canto. Está en lo alto de la cresta de la loma que he subido desde la casa del Lomo Corto y con una parte elevada sustentada por un muro. Está a los pies de varias lomas.
A la derecha y por encima sale un sendero que sube hacia otra loma y por ahí se puede llegar eventualmente a la casa forestal de Tágara (excursiones 773 y 740) o bajar hacia Las Fuentes (excursión 916). Hago la pausa para comer aquí en la era (14-14.30h) rodeado de lomas de laderas suaves y sabiéndome bien ubicado. Vale. Ahora mi siguiente objetivo es recorrer una zona con terrazas de grandes muros y ahora completamente abandonada para empatar con el camino que baja desde la casa forestal de Tágara hacia El Jaral. Bajo por el mismo recorrido, por la cresta rocosa y tampoco en la bajada logro dar con la otra era. En la pista con la tubería (1485m) tomo a la derecha. La pista se ha convertido en un sendero, está llena de grandes tajinastes, también de escobones y malpicas, tengo que ir apartando las ramas para que no se me metan en los ojos. Por el camino llano cruzo el cauce del barranco (Achacay/Lajón) donde veo un almácigo. Al otro lado del cauce la pista ya no está invadida de plantas. Avanzo hasta una esquina con grandes terrazas de muros altos y desciendo hasta una casa en ruinas (Casa de Melgarejo de las Correderas, 1455m) y ya sin camino bajo por la izquierda hacia una hendidura profunda en el barranco (Achacay), voy sin camino concreto, simplemente evitando las plantas hasta llegar al borde del precipicio, borde constituido por grandes piedras rojas y anaranjadas por las que trepo, salto y bajo. Enfrente tengo un risco vertical (Risco Las Honduras) y a la izquierda hay un buen salto (Saltadero la Hondura). Un lugar fascinante que ya había atisbado desde el PR que baja de la casa forestal de Tágara (excursión 994). Algo nervioso y agitado lo recorro y bajo todo lo más que puedo para asomarme al abismo (15.30h). Veo que las nubes vuelven a subir por la laderas.
Regreso campo a través hasta la casa en ruinas y ya me encaramo a la pista y sigo hacia el PR. Llego al PR, al lugar (Descansadero de las bestias, 1460m) con el fantástico mirador sobre el barranco de Tágara/El Sauce. Al iniciar la bajada por la pista pedregosa descubro una gran cueva por debajo de la pista que acabo de recorrer para llegar al PR. Voy por una pista en muy mal estado con el rumor de una tubería metálica, que parece que tiene fugas en algunos puntos. Unos diez minutos por el PR y me desvío por la derecha (1355m) por una pista parcialmente invadida de vegetación hasta llegar a una caseta (Arquilla Alto Isoja, 1365m) de donde sale un gran estruendo de agua. Cuando me asomo dentro no logro ver el agua, el ruido se produce en un trasvase de tuberías. Ahora quiero recorrer un sendero que he visto, un sendero que sale a la derecha y baja (a contra barranco) hacia el cauce del barranco (Tágara/El Sauce). Me encanta este sendero (con tubería) con ligeras subidas y bajadas que pasa al lado de dos grandes cuevas (Cueva de Cho Pepe Jacobina) y llega hasta el propio cauce (1325m), ancho y pedregoso, del barranco. Remonto por el cauce del barranco siguiendo las tuberías, voy con muchas dificultades entre grandes piedras y acercándome a paredes en curva verticales y grandes riscos por arriba, pero no puedo progresar demasiado porque llego a un salto, se podría vencer por la derecha, al lado de las tuberías, pero ya me queda poca energía para esa aventura, que merecería la pena porque lleva a algunas galerías (El Junco de Abajo, Junco de Arriba). Lo dejo y regreso por el cauce hasta el sendero.
De vuelta a la caseta ruidosa me cuesta un rato dar con el atajo que acorta hacia una pista (Camino Cueva La Sal) que va por el borde del barranco. Es una zona de vegetación muy salvaje y recrecida y el sendero es fino y pequeño, pero logro encontrarlo y unos cinco minutos después llego a una pista infame, de suelo imposible de piedras grandes y pequeñas sueltas que me cuesta toda la atención del mundo. Sólo puedo ir despacio. Vistas al barranco y a una galería a la que llega una pista en la ladera de enfrente. Ya estoy bastante pasado de rosca y solo sobrevivo. En los 1085m confluyo con el PR 69 que va desde Chirche hacia El Jaral (excursión 735b) y sigo bajando por la pista tremenda, ancha y muy erosionada. Me cruzo con dos cazadores, saludan muy serios, van con tres podencos delgados y nerviosos. Tras pasar un camino que sale a la derecha (940m) y ya muy cerca de Chirche visito una era preciosa con el firme de pequeñas piedras y donde también hay un horno de tejas. Esta es una zona con muchas eras y hornos. Llego a Chirche después de pasar un vado rocoso que cruza el barranco de Tágara.
Aquí dudo si llamar un taxi o no, finalmente decido seguir bajando hasta Guía. Atravieso todo Chirche. Tras las últimas casas de Chirche (820m) descubro (a la derecha) un pequeño viejo tramo (60 metros) de camino real que me vuelve a llevar a la carretera y otro tramo más (a la izquierda) después de una era (780m) que pasa al lado de otra bonita era y baja hasta la carretera por escalones. Paso todo Aripe y sigo bajando. En las caóticas instalaciones de agua con cientos de tuberías de todos los calibres y materiales y que cubre una gran extensión y que está bajo una gran curva descubro dos grandes almácigos (670m) a los que les debe venir bien tener tanta agua cerca. En Guía callejeo en busca de la calle El Almácigo para ver si localizo un almácigo citado en el libro de árboles monumentales de Tenerife. Pregunto a varias personas que me intentan mandar a un instituto (parece que tiene en su nombre la palabra almácigo) pero no les hago caso y confiando en mi recuerdo del mapa y la posición de la calle lo encuentro, es una calle muy pequeña y el almácigo está al lado de una casa en terreno de nadie, es hermoso, de tronco sólido, tiene muy buen aspecto. Bien. En la avenida principal donde las paradas de la guagua me compro dos botellas de agua y me llama la atención un hombre delgado que parece eslavo por su aspecto, que se compra una botella de Marie Brizard y que mientras espera para pagar mirar furtivamente los cartones de tabaco. Unos consiguen su nirvana con anís y tabaco, otros, como yo, necesitan apalizarse por las montañas.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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