• Excursión 1476. 27 Abril de 2023. Jueves.
Carretera del Teide km 29. La Abejera. San Juan
Municipio: La Guancha. San Juan
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide
De 9.48 a 18.06h. De 1900 a 2070 a 1600 a 2150 a 530m.
Distancia: 25,3k. Duración: 8h 18m
Circuito entorno al volcán de La Abejera, situado en la ladera norte del Teide. Comenzando por un sendero del Teide (el 25) y atravesando una gran cañada hasta el extremo de la pared de La Fortaleza. Después por pistas de montaña hasta el principio de la subida. La vuelta en bajada por un gran pinar y por zonas agrícolas y rurales
Después de haber hecho una subida por el sendero que lleva a La Abejera, un volcán en las faldas del lado norte del Teide, excursión 1368, estuve mirando en Wikiloc otras rutas por aquí y encontré varias que coincidían en el tramo por la izquierda y divergían por el otro lado. Con el programa Twonav inscribí esas rutas en un mapa de Alpina y lo imprimí. Sin embargo, mi operación de cataratas, y otros motivos de salud me impidieron hacer esta excursión que es muy demandante, tanto por el acercamiento a la ruta como la subida en sí. Por fin, encuentro mi oportunidad.
La Abejera es un volcán de unos 2100 metros de altitud cercano a otro de similares características (Pico Cabras, 2350m) y que está situado muy cerca. Las corrientes de lava que salieron de la Abejera llegaron al mar por Santo Domingo, en una corriente de 300 metros de ancha, hoy en día cubierta de plataneras. Este volcán sobresale poco de la ladera del Teide, unos cien metros. Las sucesivas erupciones del Teide lo han ido ocultando.
Tal como he hecho en mis subidas al Pico de Cabras, el acercamiento lo voy a empezar por el km 29 de la carretera Orotava al Teide. Me levanto a las siete y media y consigo llegar a La Orotava a eso de las nueve. Dejo el coche en el parking delante de la estación de guaguas. Tomo un taxi que me lleva hasta el km 29, es una conductora que ya conozco de otras veces. No hablamos demasiado. Cuando me bajo y tal como otras veces, siento tanto un alivio como una desazón y mucha ilusión. Un alivio por librarme de la conversación tópica e insulsa de la taxista, una desazón por lo agreste del ambiente, un pinar fresco de suelo pedregoso, y muchísima ilusión por sentir que puedo alcanzar mi objetivo. El día está despejado. La subida hacia el sendero 1 del Teide, es en más de la mitad de su recorrido, por pistas pedregosas de firme infame y mucha pendiente. Así que empiezo a cámara lenta, procurando no tropezar, y para ir acostumbrándome a estas pendientes. Poco a poco voy apreciando el pinar de montaña con pocas plantas en el suelo, alguna retama, algún codeso. Por un llano la pista se transforma en un sendero. Me gusta el cambio. Bajo el pinar más denso sigo subiendo por terreno a veces más liso y cerca de la montaña del Cabezón que voy rodeando por su izquierda hasta que tras una media hora en total desde que empecé llego (10.22h) al atrio del Teide, al sendero PN 1, y a la vista sobre el Teide. Ya estoy acostumbrado a esta vista, y no me causa mucho impacto. Me echo a la derecha y por un sendero ancho y rodeado de hilera de piedras y en ligera bajada llego al gran llano de la cañada de los Guancheros. Es enorme, tan ancha, tan lisa, qué gran contraste con todas las alturas y montañas que me rodean: El Cabezón, La Fortaleza, el Teide. Me gusta mucho siempre esta cañada. Hoy, en este mes de abril, la tierra del camino está bastante compactada, y no resulta muy trabajosa la travesía. En la ladera de La Fortaleza destacan las varas secas de los tajinastes, así como la yerba pajonera en flor, pequeñas esferas amarillas, vistas de lejos. Algunos cedros y pinos crecen, más arriba, en la pared vertical de La Fortaleza. Este tramo al ser llano me sirve de descanso, poco a poco me va atrapando la visión del Teide, que va cambiando y cuya cubre se va haciendo más achatada. Poco antes del final de La Fortaleza empiezo a tener vistas fantásticas de La Abejera y del Pico de Cabras. El ambiente es tan nítido, se ve tan bien a gran distancia, casi parece que podría llegar fácilmente siguiendo en línea recta (la cumbre de La Abejera tiene unos cien metros de altitud más de por donde estoy y en la distancia parece que estoy a su altura), pero es un espejismo, está muy lejos y entre medias todo tipo de obstáculos. Para acercarme a ella tengo que bajar y después subir dando un gran rodeo.
Me entretienen mucho las formas columnares de la pared de La Fortaleza, y localizar los cedros que crecen muy arriba. Llego al final del sendero PN 1 (10.46h), una hora más o menos desde que empecé. Ya lo tengo muy calibrado y afinado este recorrido. Ahora empieza una fase trabajosa que no me gusta demasiado. Es una bajada por una pista pedregosa, muy pedregosa y con la vista de los troncos calcinados de los pinos, hubo un incendio el verano pasado y todavía los pinos no se han recuperado. La mayoría ha sobrevivido y muestran unos brotes de un verde casi fosforescente que salen a todas las alturas del tronco chamuscado. Me entristecen los que han fenecido, postes renegridos, de un negro casi azabache. Me causa más impresión de la que creo, me afecta mucho ver los pinos así. Sé que regresarán, pero les llevará algún tiempo rehacerse del todo. La pista más abajo mejora, hay menos piedras y más arena. Antes de lo esperado llego (11.12h) a la torre de incendios de San Juan de la Rambla. Me alegra descubrir que hay un grifo que da agua, la última vez por aquí no lo vi.
Sigo por la pista que va hacia la izquierda en ligera bajada. Voy a la sombra de los pinos. Tengo que ahorrar cuando puedo la exposición al sol. La pista no es especialmente emocionante, sí el olor fresco y como renovado. Se cruza un coche blanco grande de la Brifor con una trabajadora al volante que me echa un vistazo somero y deja un reguero de polvo. La pista sigue en bajada hasta que llega a una bifurcación. Tomo a la izquierda por otra pista (El Bujero) que va en ligera subida. Ahora voy muy atento con el mapa en la mano porque quiero localizar el principio de un sendero que baja hacia la galería Barranco de Vergara, y que nunca he recorrido. Es el sendero que quiero tomar en el regreso. Paso varios grandes barrancos, tan aparatosos, con piedras caídas. Tras unos veinte minutos y cuando la pista va llaneando encuentro el sendero (1645m) a la derecha, está marcado con piedras, está en la parte final del un tramo recto de pista. Descubro también que hay otro sendero al otro lado de la pista, también podría subir por ese a La Abejera, pero prefiero ir por el que ya conozco. Sigo por la pista que desciende un poco y en unos cinco minutos llego (12.02h, 1630m) al principio del sendero de subida a La Abejera, está en el centro de una curva amplia. Cerca, y la derecha está el principio de otro sendero, por este se baja a la galería de Las Nieves, y es el sendero que he hecho en otras ocasiones para bajar hacia La Guancha o San Juan las veces que he subido al Pico de Cabras o a La Abejera. Me ha llevado dos horas y cuarto llegar al principio de la ruta. Estoy bastante entero, la mayoría del recorrido ha sido o llaneando o bajando. Ha llegado el momento decisivo.
Estoy emocionado. Empiezo despacio. El sendero es revirado, algo pedregoso, por dentro de un pinar denso, voy a la sombra. Tiene algunas partes pedregosas y otras en zigzag. En la bifurcación (1700m) sigo recto hacia arriba (a la derecha se va a Pico de Cabras). Las sucesivas corrientes de lava del volcán de La Abejera crearon innumerables canales, subo por uno (Barranco El Pinalete). Es una subida fácil de orientación, algo esforzada, tiene su pendiente, y voy protegido por el recorrido fácil. En los 1820m aprox. tengo que abandonar la canal para empezar a ir por una zona más llana y algo más difícil de seguir. Más arriba (1850m) el sendero vuelve a ir por una canal, más ancha que la primera. Es un terreno volcánico y se nota, en las piedras, las texturas de los suelos, que la pinocha no acaba de cubrir. En los 1900m voy por una zona más llana por donde ya no encuentro ninguna traza del sendero, debe ser que por aquí ya es barra libre. Ahora tengo una idea muy clara del terreno y no me importa no seguir un sendero, ni hitos, ni nada.
Poco a poco voy teniendo vistazos de la cumbre del volcán. El terreno (1950m) se vuelve a hacer más pendiente, y aunque sé que hay un barranquillo que rodea, sin tanto desnivel el cono del volcán, yo prefiero el acercamiento directo y empiezo a subir campo a través por la ladera arenosa, de gravilla suelta, con pinos, con pinocha hasta que llego a las zonas de roca más dura y más interesante por donde trepo ya a la vista de la cumbre. Son rocas rojizas de formas agudas, grandes, forman grandes escalones. Subo muy lentamente, es un terreno muy peligroso, caerte aquí es hacerte un cristo. Subo cada vez con más pendiente hasta que llego a lo alto de la boca del volcán (13.20h, 2127m). El cráter está abierto por un lado, hacia donde salían las lavas, hacia el mar por La Guancha. La pared tendrá unos diez o quince metros. Es impresionante, con todas sus formas angulosas, se mantiene intacto, no parece haberse erosionado en exceso. La cantidad industrial de lava que debió salir por aquí. El lugar es impresionante no sólo por la vista del cráter sino por la vista hacia el Teide, la ladera sube con pendiente constante hasta lo alto del Teide. Casi parece que se podría subir por aquí ¡Qué locura! Bajo por la pared del cono, muy rocosa, hasta un gran llano en la base de la ladera del Teide.
Voy a la búsqueda de una cueva (de Los Cazadores), información que he conseguido de alguna de las rutas de usuarios de Wikiloc. La encuentro enseguida, es ancha, en la entrada de la parte derecha han acumulado retamas secas. Es espaciosa, puede caber una docena de personas. Al fondo a la izquierda hay restos de hogueras. Aunque hoy el tiempo agradable y soleado no lo hace necesario, es todo un refugio de montaña. Me puedo imaginar perfectamente el frío que puede hacer aquí al caer la noche, incluso en este mes de abril, y me puedo imaginar asando comida en la hoguera con las retamas secas. Vale. Salgo de la cueva. Me echo a la izquierda y empiezo a bajar por una ladera arenosa y de pendiente constante. A mi derecha está la base rocosa y rojiza del cono del volcán de La Abejera. Paso un frente de retamas y después bajo, sin camino, por la ladera. Se puede bajar por cualquier lado. Es infinitamente más sencillo que el otro lado de La Abejera. Los zapatos se me empiezan a llenar de piedra pómez. En los 1960m aprox. llego a un pinar por el que me meto. Son pinos pequeños, jóvenes. Por mi derecha destaca un volcán de arena clara, bastante regular. En los 1900m llego a su base y continúo bajando bordeándolo. Todo ahora es un regalo. Todo resulta muy fácil ya las vistas hacia cualquier lado fantásticas. Ahora bajo entre el volcán blanco y una lomita rocosa alargada de piedra oscura. En la base de esa lomita (1880m) me desvío a la izquierda, hay sendero. Y no me cuesta mucho localizar la entrada a una galería (Hoya del Brunco). Es un túnel ancho y alto. Me meto, inmediatamente siento un frío intenso. El suelo es arenoso y está muy compactado y algo húmedo. Es un lugar tan diferente. Camino hasta el fondo, unos veinte metros. Cuanto más adentro más fresco. Me encanta el lugar. No llego a sentir miedo, pero ahí está la cosa. Aliviado de tocar el fondo salgo ligero de este naciente. Esta galería y la cueva de arriba merecen la pena toda la excursión.
Regreso al sendero que empieza a ir por o cerca del cauce de un barranco estrecho y pequeño (Las Ánimas). Me gusta que se complique un poco el recorrido. Lo más difícil es decidir que tengo que bajar por una ladera sin camino aparente (1825m). Después el recorrido vuelve a ser fácil y llego a una llanura grande en la base de las tiras de lava que vienen del volcán de Pico de Cabras. Me emociono al encontrar la gran piedra (14.30h, 1780m aprox.) que señala el sendero para empezar a bajar por laderas de pinos hacia la pista del Bujero. Sendero con hilera de piedras al principio.
La parte más complicada es atravesar en diagonal y cerca del principio, un bosquecillo de pinos. Después el sendero me va llevando muy bien pasando varios barranquillos hasta confluir con la bifurcación (1700m) por donde empecé a subir a La Abejera. Llego pronto, después, a la pista del Bujero (14.52h). Cerca, en el principio del sendero que localicé antes que baja a la galería del barranco de Vergara, me quedo a comer. Esta vez parado, sentado, tranquilo (15-15.25h). El día sigue con un tiempo maravilloso, sin viento, sin calor, despejado. Todo perfecto.
Tras comer empiezo la bajada por el sendero. En el mapa puedo ver bien la forma del sendero, por si me sirve, pero en la práctica me abandono completamente a los hitos, unos pocos, y a la trazada, muy débil, del sendero. Atraviesa un bosque de pinos con escobones requemados. Los pinos se recuperan de los incendios, pero los escobones, por su tamaño, se queman completamente. Creo que apenas veo media docena de escobones en buen estado. El sendero baja un primer tramo bien claro, y tras el primer hito, ya no tanto. Su recorrido es un poco caprichoso, con mucha curva gratuita, y yendo de un lado para otro del monte. A veces baja mucho, a veces llanea. Hay incluso un tramo, bien marcado con un hito, que asciende. Pero a velocidad más bien rápida lo puedo seguir sin mayores problemas que mis temores y logro llegar (1480m, 15.50h) a la vista de las casetas al lado de la galería del barranco de Vergara. Bajo por escalones hasta las primorosas casetas con flores, vides y árboles frutales. Están en obras. Una cinta impide el paso hacia la bocamina. Cruzo el cauce y bajo al lado de una tubería muy gruesa, que va por el borde superior del barranco de Vergara. Es muy cómodo, baja con bastante pendiente y vistas buenas sobre el barranco que tiene un salto hermoso. A veces un poco resbaladizo, en otros momentos me tengo el camino ancho se desvía de la tubería. Cuando el camino empieza a llanear me desvío de él por la izquierda en un cruce con un sendero (1310m). Me gusta el cambio, este sendero es muy agradable de seguir y es de los que no te dan ninguna preocupación. Sólo hay que seguirlo. Va por un pinar antiguo con algunos pinos gruesos y grandes. Por aquí apenas hay señales del incendio. Lo sigo bien y llego al Aula de la Naturaleza del Barranco de La Arena (1280m, 16.13h). Nadie en el campamento. Y como los grifos no dan agua sigo de largo por una pista (con barrera) que baja bastante recta al lado de un canal. Es una pista ancha, cómoda, con firme bastante bueno. Tras unos diez minutos (800 metros) me desvío por la derecha por un camino muy claro.
Esperaba que fuese más difícil, me sorprende. Llanea por colinas suaves, con marcas de paso de motos y bicicletas, cruzo un sendero que no investigo y en menos de cinco minutos salgo a una pista, por donde sigo a la izquierda por donde la pista hace una curva y cuando casi termina la curva encuentro un senderillo a la izquierda que lleva a lo alto de una lomita (Risco de las Palomas). Por un momento dudo si subir o no, ya llevo mucho tute en las piernas. Subo. Enseguida llego a lo alto (16.35h, 1215m). La parte alta es ancha y llana y despejada de pinos tiene una vista espectacular de todo el pinar. La vista llega hasta el Teide y puedo ver el volcán de La Abejera, también el de Pico de Cabras, ambos en las faldas del Teide. Y me gusta la vista posterior de La Fortaleza. Hacia la derecha se ve el Cerro Gordo en Icod. Y el inmenso pinar, que cubre todas las laderas. Distingo algunas zonas negruzcas, donde el incendio, caprichoso, quemó más pinos. Es un buen resumen de lo que he hecho. Ha merecido la pena este pequeño rodeo. Son rarísimos los lugares, dentro del pinar, en donde se puede tener una vista tan completa como esta. Regreso a la pista y sigo bajando. Para salvar un desnivel la pista describe un doble lazo (cinco curvas muy cerradas). Tras superarlas y en otra curva que da a una recta larga, justo por la curva (1175m) me desvío, a la derecha, por un senderillo fino. Es un gran atajo. Parece transitado por bicicletas. En tramos tiene bastante pendiente y está muy rodeado de plantas. Me gusta. Es casi un tobogán. Y más me gusta cuando aparezco, de repente, en una pista (1125m). Sigo por ella hacia abajo. Después la pista describe tres curvas cerradas y confluye con otra pista (El Burrero, 1100m). Tuerzo a la izquierda y enseguida me desvío, a la derecha, por otra pista (La Tahona). Por aquí, por esta zona, se extiende la zona recreativa de La Tahona. En los 1075m tuerzo a la izquierda en una bifurcación para seguir lo más recto posible bajando por el pinar.
En algún momento, no sé cuándo, empiezo a ir por asfalto, por una zona agrícola, ya sin pinos. Bajo por la pista con bastante pendiente, cruzo alguna otra, pero yo bajo recto, y en unos diez minutos llego a una carretera (Tf-344, 865m, 17.13h). Justo enfrente sale una pista hacia abajo. Me meto por la pista y tras unos pocos metros sigo recto, no me desvío a la derecha. Al principio la pista es ancha y está bien, pero tras pasar una finca, se torna cerrado y difícil de pasar. Logro atravesar entre tojos y brezos que invaden el sendero y salgo a un tramo bueno e inmediatamente a la pista (825m) de la que me desvié un poco antes. Aquí hay una fuente donde unos lugareños están tomando agua, me ceden el paso, yo solo tengo que rellenar dos botellitas de agua. Gracias. Hablo un momento con ellos.
Sigo bajando por una pista que sale a la derecha de la fuente. Es una zona de brezos y laureles. Tras un depósito de agua (La Peña, 800m) empieza un sendero fantástico por un bosque original de laurisilva con una gran variedad de plantas, incluso oro de risco, además de laureles, viñátigos, pinos, afollaos, brezos, escobones, guaydiles, almácigos, malpicas, naranjeros, helechos batallita, torviscos, cerrajones, acebiños, tojos, , fayas, y musgo sobre las rocas. Un verdadero trozo de bosque de laurisilva, es una bolsa antigua, limitado por un barranco profundo a la derecha (La Chaurera) y unas zonas de brezos, antiguas zonas de cultivo. Tras el bosque salgo a una zona llana (720m) con parcelas valladas y cultivos. Después empiezan las primeras casas de un caserío de San Juan de la Rambla (Las Rosas).
Estoy bajando ahora por una calle del pueblo (Camino Viejo del Sabuguero) con casas a los lados. En un cruce de calles (685m) tuerzo a la derecha por la calle Camino Tierra Vieja. Recorro un tramo recto de la calle de unos cien metros. La calle tuerce a la derecha (primera curva), sigo por otra recta de unos 50 metros y la calle vuelve a torcer a la derecha (punto A, segunda curva). Parece que existe un callejón muy invadido de plantas que baja en esta segunda curva, pero no lo veo nada claro. Sigo por la calle, pero el problema que va creciendo, es que ahora la calle sube y sube y sube, lo cual va contra toda lógica (la lógica de mi recorrido, quiero decir). Mi capacidad de razonamiento ya no es muy buena. La calle parece terminar en un par de parcelas con casas de buen aspecto y por aquí encuentro una pista que sale a la izquierda, pero tras recorrer un buen tramo, no me lleva a nada. Entro en razón y regreso al punto A (este largo rodeo no está reflejado en el track de la excursión). Ahora, más desesperado, sí me atrevo a bajar por el callejón invadido de plantas y pedregoso que baja entre dos parcelas. Tras unos 50 metros voy a dar a una calle. Bien. Tema resuelto. Me echo a la izquierda y en menos de un minuto tuerzo a la derecha por otra calle (El Tilo, 650m). Bajo por la calle y en menos de dos minutos (150 metros) en una curva (625m) sigo recto. Ya sé que es un tramo sin salida, pero aquí hay o había un sendero que una vez hice (excursión 1128). Cuando estoy intentando encontrarlo de una casa cercana me llaman, una mujer me dice que ya no hay camino, que se ha cerrado. Le doy las gracias por la información y salgo a la calle (El Tilo) y sigo bajando. Más abajo, sigo recto, no tuerzo a la izquierda en una bifurcación (600m). La calle se echa a la derecha después y parece terminar al lado de unas casas de buen aspecto. Pero no. Paso las casas y encuentro un sendero que baja muy recto por otro bosquete de laurisilva con brezos, laureles, jaras, y tojos picones. Este sendero también se está cerrando pero también se puede pasar. Es un tramo muy corto. Salgo a un espacio llano donde hay un depósito de agua y dos hermosos barbusanos que crecen muy cerca del borde del barranco de La Chaurera.
Tras los árboles sigo bajando recto por una calle estrecha que también parece sin salida, pero no, tiene una escalera (callejón Lomo el Pino) al final que me lleva a la carretera general del Norte (18.06h). Tuerzo a la derecha y me quedo a esperar en una parada muy cerca de un bar, elevado sobre la carretera, (Bodegón Toribio) donde hay mucha animación. Me acerco a preguntarles a unos jóvenes que están por fuera como haciendo botellón y, muy amables, me informan del horario de la guagua (la 354) que está al pasar. Entro a comprar agua. El sitio es muy pequeño y está lleno de clientes. La camarera, una mujer de aspecto agradable y ojos claros, enseguida me sirve una botella de agua pequeña. Para afinar lo del horario le vuelvo a preguntar a los jóvenes, uno saca su teléfono y me pregunta si se el número de la parada, saco los binoculares y logro distinguir el número, con esa información el joven me dice que pasará en ocho minutos.
La guagua viene muy vacía y, como es habitual en esta línea, hace el trayecto hasta Los Realejos, con una velocidad vertiginosa. Este tramo es estupendo de recorrer en guagua. No está mal hasta Icod el Alto, pero a partir de ahí, son espectaculares las vistas sobre el valle por la carretera que curvea bajo las primeras estribaciones del paredón de Tigaiga. Hay una pasarela para recorrerla a pie. En Los Realejos me bajo al principio de la calle Doctor Antonio González. Callejeo hasta la tranquila calle Santiago Apóstol y aquí espero un buen rato otra guagua (creo que la 353) que me lleva hasta La Orotava.
¿Después de excursiones como esta, como no estar enganchado a esta mierda?
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Primera parte de la excursión
Segunda parte de la excursión