E-1590 Barranco Las Vigas

• Excursión 1590. 17 Junio de 2024. Lunes

Barranco Las Vigas. Las Eras.

Municipio: Arico. Fasnia

De 14.54 a 19.17h. De 375 a 300 a 325 a 210 a 310 a 5 a 55m.

Distancia: 9,6k. Duración: 4h 21m.

Complicado acceso al barranco de las Vigas desde la carretera general del Sur. Paso peligroso por una andén estrecho y arenoso hasta una montaña de escoria rojiza. Descenso al cauce del barranco y vista fantástica de un enorme salto. Salida también complicada del barranco. Después vuelvo a acceder al cauce y rodeo varios pequeños saltos y puedo ver un hermoso arco basáltico. Resto del trayecto es cómodo hasta su desembocadura

Otro lunes más en Arico después de tomar un taxi (28€) en la gasolinera Puzol de Güímar, la que está al lado de la autopista. No acierto en dónde tengo que bajarme en la carretera general del Sur, me bajo al principio de la carretera de subida a La Zarza, en vez de la de subida a Lomo Oliva, por eso tengo que caminar por la carretera general del Sur hasta que llego a y paso la carretera de subida a Lomo Oliva. El siguiente barranco es el mío, aquí un cartel lo llama barranco Las Vigas nombre que adopto (yo lo tenía como La Linde o Las Ceras, lo de los topónimos es una locura).

El día está despejado, no hace calor, no hay viento, perfecto.

El barranco es angosto y profundo con paredes de columnas basálticas. Parece bastante inaccesible. Vamos a ver. Antes de cruzar el cauce por un puente me meto a la izquierda por una vieja pista de tierra que en menos de 100 metros me lleva a una gran terraza de jable. La atravieso, se me hunden los pies al caminar por el jable. En el borde veo que por debajo son todo caídas verticales, por aquí y más abajo. Sin embargo, en el lado opuesto donde también hay paredes verticales veo un senderillo que se mete al barranco y llega muy cerca del cauce en su recorrido hacia una cueva grande. Es el único lugar posible, tanto a la derecha como a la izquierda de ese senderillo son todo abismos. El aspecto general del entorno es de lo más desalentador, muy polvoriento, tirado, todo como roto, averiado, con casetas y terrazas abandonadas como en la que estoy. No es ningún principio prometedor. Me lo tengo que currar bastante lo de acceder al barranco.

Regreso a la carretera, sigo a la izquierda, paso el puente desde el que puedo ver mejor lo encajonado del barranco. Se podría bajar (con cierta dificultad) al cauce por la ladera justo después del puente, pero da a un sitio justo antes de un salto, no merece la pena bajar para después ver cómo bajo el salto y atravieso la vegetación densa. Sigo por la carretera y me meto a la izquierda por una pista con cadena. No hay signos de actividad. Rodeo por la derecha un depósito y bajo campo a través entre inciensos y jaras algo secas. Son campos antiguamente cultivados. Bajo hasta un camino que parece un canal ancho. Me echo a la izquierda y lo sigo hasta que llego al borde del barranco. Aquí no es, por debajo hay una buena caída, me voy desplazando con mucha precaución hacia la izquierda por el borde hasta que pronto encuentro el senderillo que vi desde la ladera de enfrente. Bien. Destrepo un poco y me meto en el senderillo. Bastante claro una vez que estoy dentro y que enseguida me lleva en bajada suave cerca del cauce y ahí destrepo unos tres o cuatro metros y bajo hasta casi el cauce. Pongo unos hitos para saber por dónde salir si tengo que regresar.

Dentro del cauce me doy cuenta de que ya alguien ha puesto un hito, mejor que el mío, con piedras que resaltan más. Sólo bajar al cauce ha sido todo un reto. Aquí estoy. Empiezo a recorrerlo hacia la derecha, claro. Me gusta mucho, es muy angosto, estrecho y rodeado por paredes verticales muy altas, más de 30 metros, por ambos lados. La vegetación no es muy densa. El desnivel es suave, sin saltos. Algunas oquedades en los lados, donde golpea el agua cuando eventualmente baja. Tras unos cinco minutos largos (350 metros) de recorrido sinuoso… llego al borde de un tremendo salto (Saltadero La Quinta), en realidad dos saltos muy juntos, cada uno de unos 25 o 30 metros y una vista muy expansiva del barranco que se hace muy ancho tras el salto y que está limitado a la izquierda por un gran volcán de zahorra rojiza (Montaña Mauricio) y a la derecha por laderas rematadas por una corona de columnas basálticas. Un sitio impresionante. Y ya me relamo por cómo ha de ser la vista desde abajo o desde algunas de las laderas por debajo.

Inmediatamente me pongo a tramar cómo rodearlo, a ver si puedo y no tenga que retroceder y volver a salir por donde entré. Por la derecha las paredes son prohibitivas, muy verticales, pero por la izquierda de entrada puedo subir. Subo por la izquierda unos metros y llego a un andén estrecho (una cornisa), de unos pocos metros de anchura. Empiezo a recorrerlo. Es rocoso, algo irregular y procuro ir bien pegado a la pared, el abismo está ahí mismo. Con más o menos nervios lo voy pasando hasta que llego a una zona inclinada arenosa, no demasiado larga, unos diez metros, y sin pensármelo mucho, sólo inclinándome un poco para tener el centro de gravedad lo más abajo posible y a pasos medidos y cortos voy pisando por la arena suelta, que se desprende un poco, y apoyándome cuando puedo en plantas… y lo supero (Después y desde abajo me asustaré cuando lo vea, vea el sitio tan expuesto por dónde he pasado, con una caída de 20 metros a otro andén estrecho). Tras el tramo arenoso todavía tengo que encaramarme en partes rocosas con oquedades hasta que puedo bajar hasta un camino. Ha sido de lo más emocionante. Ya tengo a la vista una pista que rodea la montaña Mauricio, una montaña muy regular, toda ella de material rojizo, de grano grueso. Atravieso por debajo de los muros de terrazas por unas vallas caídas y logro llegar sano y salvo a la pista (315m). Esto está siendo como una montaña rusa.

En comparación con todo lo anterior el descenso por la pista es como ir por el pasillo de mi casa. Poco a poco, a medida que avanzo voy teniendo vistas cada vez más espectaculares del salto, de todo el frente que rodea el salto, y de los andenes, creados por las sucesivas coladas volcánicas, todas potentes (muy altas) coladas basálticas. Por primera vez uso el iphone para hacer fotos (con un sistema HDR es muy buena para captar contrastes fuertes de luz y sombra). Tras recorrer unos 200 metros empiezo (295m) a bajar al cauce por una ladera con no mucha inclinación, pero muy resbaladiza e incómoda, de zahorra suelta, tengo que bajar de lado. Se me hace eterna, todo el rato resbaladiza y traicionera. Recorro unos 200 metros y llego al cauce (210m). Inmediatamente giro a la derecha y empiezo a subir hacia el salto, tengo una enorme curiosidad por verlo desde abajo.

Según subo voy viendo la ladera de la montaña Mauricio, muy homogénea con oquedades y tiene una parte más historiada con relieves cerca de la base del salto donde hay un gran caos de grandes piedras. Trepo entre ellas y puedo ver bien lo lisa que es la parte inferior del salto, me impresiona, no es nada frecuente algo así. Es la base del segundo salto (de unos 30 metros de altura), el primero de aprox. la misma altura es basáltico. Cuando estoy trepando por las grandes piedras veo a la izquierda algunos pequeños muritos, muritos como de sustentación de caminos y empiezo a medio trepar por la fuerte pendiente y subir. Supero los muritos y sigo subiendo. Me llama la atención poderosamente una cornisa que en oblicuo y ascendiendo recorre todo el frente del salto y que aparentemente se puede transitar al menos en una parte, aunque se me aflojan las piernas cuando veo una zona donde no hay resalte. Lo descarto y sigo subiendo por la ladera bastante resbaladiza y arenosa. No sé a dónde me puede llevar esto, no me puedo resistir. Tras haber superado la parte más pendiente me desplazo hacia la izquierda por la ladera (recto hacia arriba es imposible porque en la parte superior de la ladera hay una pared vertical a todo lo ancho de la ladera -una corona). Me sigo desplazando hacia la izquierda a ver si hay suerte y encuentro un lugar por donde superar la corona. Más adelante veo unas oquedades y cuevas por las que puedo ascender y después hay un sitio por donde subo a lo alto y salgo de la ladera. Fantástico. Mi perseverancia ha tenido éxito. He encontrado otra manera de acceder al barranco, me parece que por la montaña Mauricio los terrenos son privados y el paso que he recorrido por el andén al lado del salto no sé si lo repetiría. Demasiado arriesgado.

Desciendo por una ladera con terrazas viejas y muchas jaras. Una bajada muy relajada después de toda la tensión y la emoción del salto y la salida del barranco. No me deja de asombrar lo mucho que se cultivaba en todas estas laderas. Abajo el barranco describe una bonita curva al rodear la parte inferior de la montaña Mauricio. Tras unos 300 metros alcanzo una degollada bastante llana (270m) y empiezo a descender por la ladera hacia la izquierda para volver al cauce del barranco. El descenso tiene su complicación por la pendiente, el terreno suelto. Bajo en zigzag y en su parte inferior atravieso los gruesos y altos muros de viejas terrazas de cultivo. Enseguida de llegar al cauce (200m) no he avanzado ni unos pocos metros cuando me topo con un salto, no muy alto, pero imposible para mí, el salto tiene agarres metálicos, anclajes. Lo rodeo ascendiendo por la derecha y volviendo a bajar por la ladera. Esta sección del cauce no es complicada, interesante por el material de las laderas. Tras unos 400 metros, paso la confluencia con otro barranco (El Jurado/La Linde) y me encuentro con otro pequeño salto. Quizás podría bajarlo, pero no me quiero arriesgar (más tarde me doy cuenta de que una vez recorrí esta parte del barranco -excursión 1430- y que tuve que subir por ese salto).

La sección siguiente del barranco es ancha y rodeada por dos paredes verticales de unos 10 o 15 metros de alto y no me la quiero perder. Trepo por la izquierda y después sigo por el borde del barranco hasta que en unos dos minutos encuentro un lugar posible para descender. Con muchas precauciones logro descender destrepando hasta el cauce donde pongo un hito para saber por dónde salir si no puedo avanzar (sigo sin acordarme que ya lo recorrí una vez).  Lo que sigue es un precioso tramo angosto bastante llano y fácil de caminar y rodeado de paredes basálticas hasta que en unos 200 metros llego al fantástico arco del barranco de La Linde. Está a la izquierda, es airoso, ancho, grácil. Todo un premio para este descenso. Y enseguida hay otro salto que ahora si me acuerdo de cómo bajarlo. Hay que echarse a la derecha y casi parece una escalera natural con escalones inclinados de basaltos grises. Abajo hay mucha vegetación y un cartel que avisa de un paso difícil para subir al arco.

Por una zona llana sigo entre mucho rabo de gato y paso por encima de un gran desplome de columnas basálticas. Impresionante.

A partir de aquí el tránsito es bastante sencillo, ancho, arenoso, también con mucho rabo de gato, donde veo muchas marcas de pisadas. Y ya me relajo mucho porque si hay pisadas es que es fácil. La sección del barranco es más abierta y menos dramática. Aunque yo no dejo de tener un poco de ansiedad, tras una curva viene otra y siempre hay sitios emocionantes. En los 100m aprox. supero otro salto rodeándolo por la derecha (¿Saltadero Las Palomas?). Me llega muy adentro un cartel escrito con el mismo material (en colores) que vi antes, este dice “abraza a quien tengas al lado”, sonrío y me abrazo. Con material parecido el barranco sigue y me encuentro con otro salto en forma de rampa, de basalto gris, que en su parte inferior tiene una escalera hecha con unos palés. Esto ya es coser y cantar. Cada vez más ancho y llano y arenoso atravieso la autopista por un gran túnel y sigo bajando con poco desnivel hasta que llego a una playita en Las Eras. Me echo a la izquierda. Atravieso el pueblo. En una plaza hay un ambiente muy animado con mucha gente en una terraza y niños jugando. Salgo del pueblo y subo por una carretera que bordea el Paisaje Protegido del Sitio de Interés Científico del Acantilado de la Hondura con tabaibas bajas y vistas a caletas. Al final de la carretera (unos 700 metros) está la parada de Titsa al lado de la autopista.

Vuelvo en la 110 y me bajo en la parada en el cruce de la autopista con la carretera que lleva al Puertito de Güímar. Camino hasta mi coche que dejé al lado de la gasolinera.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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