• Excursión 850. 11 Octubre de 2018. Jueves.
Guía. Chío. Arguayo. Santiago del Teide.
Municipio: Guía de Isora. Santiago del Teide.
De 11 a 17.18h. De 552 a 988 a 918m.
Distancia: 13km. Duración: 6h 18m
Por caminos tradicionales voy desde Guía a Chío, después a Arguayo y termino en Santiago. Sigo las viejas vías de comunicación que unían antiguamente estos pueblos. Chío conserva mucho sabor antiguo con eras y calles estrechas. Atravieso terrenos volcánicos y pequeños pinares. Rodeo la montaña que está tras Arguayo y desciendo al valle por un viejo camino con vistas diáfanas hacia el valle
Excursión de FF. Cuando voy en coche por la autopista, a la altura de La Matanza y La Victoria y miro hacia la ladera tengo una vista absolutamente clara y diáfana de toda la ladera boscosa, se ve todo con tanta nitidez. Un poco más adelante, pasada la salida a la Cuesta de la Villa / Santa Úrsula, cuando empiezo a bajar hacia el valle de La Orotava veo cómo las casitas blancas aisladas, que están a lo largo y ancho de todo el valle, resaltan con volumen entre la vegetación verde y los campos marrones y ellas mismas (las casitas blancas) reflejan la luz brillando con una luz tan clara que siento algo físico, algo casi comestible en este paisaje. Siento que todo está a mi disposición, hoy es uno de esos días en que podría ir a cualquier lado, todo está en su mejor momento. Pero hoy mi plan es ir de Guía a Santiago, y esto le da todavía más valor a este paisaje luminoso, que disfruto a sorbitos, a pequeños vistazos, lo que me permite el ir conduciendo por la autopista. Al enfrentarme con el último tramo veo como resaltan las columnas que forman el risco de Tigaiga por debajo del mirador del Lance. Cuando rebaso Los Realejos y empieza la carretera sinuosa de la costa todavía me dura la sensación de éxtasis visual, y es que en todo ese pasaje he estado en vilo, procurando no hacer ninguna maniobra brusca y casi paralizado dentro del coche, en conexión con el paisaje. Algunas excursiones comienzan mucho antes de lo esperado.
En San Juan de la Rambla hay retenciones de tráfico (más tarde me entero de que un camión se averió y produjo grandes atascos), pero estoy todavía tan en otro mundo que no me causa la más mínima frustración los parones. Tardo una hora y diez minutos (9.20 a 10.30h) en llegar a Santiago del Teide. Aparco el coche cerca de la gasolinera de Disa donde me quedo a esperar la 460 que no tarda mucho (10.40h). En Guía (11.02h) me bajo en la primera parada del pueblo. En Guía está soleado y algo caliente ya a esta hora. Me dispongo a seguir el recorrido que hizo FF en su última etapa del gran tour entre Candelaria y Santiago del Teide y que yo he ido haciendo a poquitos a lo largo de varios años. Subo por la calle Ernesto Che Guevara hacia la calle Constitución. Al llegar a la calle Constitución tuerzo a la izquierda. Es una calle moderna con palmeras y edificios nuevos, que está ligeramente elevada sobre los campos de alrededor. Al terminar la calle, donde un motorista solitario se está riendo de las cosas que ve en su móvil, me meto a la izquierda por un pasillo estrecho entre dos vallas pero muy pronto me encuentro con una maraña insalvable de vinagreras, y cuando estoy evaluando si es posible y merece la pena seguir oigo una voz que parece dirigirse a mí pero que no ubico de dónde viene. Pronto veo a un hombre delgado y pequeño que desde dentro del vallado me pregunta que a dónde voy. Le explico y me dice que en google sale este camino real pero que está lleno de vegetación, abandonado, y que además lo han cerrado por debajo, justo antes de llegar a la carretera. Y, antes de que me dé cuenta, el hombre con ligero acento extranjero me está vomitando un reguero de agravios, que si el ayuntamiento no deja construir, que si el precio del agua es excesivo, que si los ganaderos salen favorecidos frente a los agricultores, que es vegano y por eso nunca se pone enfermo (esto no es un lamento). Cuando me doy cuenta de que me está estrangulando, psicológicamente, como una serpiente pitón, por fin, logro desembarazarme de su presa y despedirme. Aliviado, vuelvo a la casilla cero (11.32h), a donde me dejó la guagua.
Sigo hacia Santiago. Camino con cierta incomodidad unos cinco minutos largos (medio km) y me meto a la izquierda por una pista asfaltada (11.38h, 570m). Pronto termina el asfalto y sigo por tierra con una tubería metálica a un lado. Alrededor veo fincas agrícolas con poca actividad en un terreno bastante llano con vegetación baja en las laderas: balos, tabaibas, verodes, vinagreras, y también pinos aislados, higueras y almendros. De la nada aparece una joven corredora con una llamativa camiseta amarilla en cuyo interior se bambolean sus pechos que botan más que ella misma sobre el terreno irregular. Con igual rapidez desaparece. Hacia abajo la autopista es bien visible y audible. Saludo a unos trabajadores que acaban de limpiar un pequeño tramo empedrado del viejo camino real, soy el primero en pasar. El camino está limitado por un muro alto de piedra y una tubería metálica. Me encanta ver un poco después un grupo de sabinas de unos tres o cuatro metros de alto, copudas y anchas. Me gusta mucho que a la vuelta de una esquina aparezcan las casas de Chío, al que llego (12.31h, 635m) por un camino empedrado con yerba seca entre las piedras y con una fuerte pendiente.
En las calles de Chío muchas casas antiguas y rincones con encanto, como una pequeña placita con una fuente antigua (de 1902) (calles: Vizconde, San Juan, Évora Franquis, La Sabina). Muy diferente esta parte de Chío a la de arriba por donde pasa la carretera general que es mucho más moderna. Los nombres de las calles de Chío, como las de Chiguergue y Guía están en unos grandes azulejos blancos con letras negras, le da un aire artesano y antiguo que me gusta mucho. Tengo gran interés en localizar algunas eras que están señaladas en el mapa que llevo (OSM). Unos cincuenta metros después de la calle Pino del Aire (qué nombre tan sugerente) encuentro un callejón que baja a la izquierda, pero sólo me lleva a campos sembrados y sin salida. Regreso a la calle La Sabina y veo que antes del callejón veo hay un sendero que sube hacia una casa, la rebasa y poco después diviso a mi izquierda una bonita era, con el suelo de piedra y pequeño murito. Además, descubro que el sendero de firme de piedra y roca que tiene mucha vegetación sigue hacia abajo (no lo tengo señalizado). Tiene murito y acompañado de un pequeño canal, con muchos bejeques y matorriscos. Bajo por el sendero. Por debajo de mí, y a la derecha quedan las casas adonde en la azotea una mujer está tendiendo ropa. El sendero está muy cerrado por momentos, pero logro continuar hasta salir a una calle (Los Tomateros).
Subo por la calle Los Tomateros un poco y enfrente de la calle Virgen de Las Nieves hay un sendero (Finca Las Charnecas, número 14) de grava que baja entre escorias y terreno volcánico y antes de llegar a una casa reformada antigua veo una era empedrada en perfecto estado con la yerba que sale entre las piedras muy recortada y pequeña, parece especialmente cuidada. Alrededor bancales abandonados y casas aisladas. Vuelvo por el sendero, subo por la calle de la Virgen de Las Nieves y sigo por la calle Sabina hasta que en unos cinco minutos largoa salgo del pueblo (13.13h, 649m) y sigo por un camino con firme de tierra limitado por un muro y acompañado de una tubería gruesa. Sólo vegetación baja alrededor del camino. La autopista queda va muy cerca. En menos de diez minutos llego a la carretera general (TF-82), sigo por la carretera a la búsqueda de un sendero que debería salir a la derecha, lo encuentro tras recorrer unos 200 metros. Es un sendero tradicional por terreno volcánico, con firme de grava y roca, y con un muro de piedra seca. El sendero atraviesa un pinar. Huele intensamente a la resina de los pinos, hay mucha pinocha en el suelo. En el sotobosque vinagreras y tabaibas. El sendero sube una buena pendiente. Noto el peso y el paso de la historia, de los cuatro o cinco siglos que se ha debido estar usando este sendero.
Se empieza a nublar a la mitad de la subida (13.34h, 720m). Pronto llego a la carretera que sube a Arguayo (TF-375, 760m). Aquí está confuso seguir por sendero y tengo que ir un buen trecho por la pinocha que hay al lado de la carretera. Es un pinar sobre escorias muy salvaje. Un poco después encuentro un tramo que se separa un poco de la carretera, remonta y termina en un calvario (Cruz de Aje). Regreso a la carretera, la cruzo. Al otro lado de la carretera sigo por una pista donde hay un invernadero al principio. Las instrucciones de FF son muy precisas. La pista llanea y pasa al lado de una finca con perros que ladran detrás de sus muros. Sigo por la carretera rodeada de puro campo y cuando tuerce a la derecha para empezar a remontar por una pista de asfalto (punto A) veo que a la izquierda hay un puente que cruza la autopista. Me llego hasta el puente y aquí hay una vista muy buena del fotogénico Risco Blanco, que es realmente muy blanco y que contrasta con las montañas de alrededor. A la izquierda del puente y hacia el mar sigo la mirada y descubro La Gomera con un gorro de nubes, las nubes sólo están justo encima de la Gomera, no en el mar. Todo un contraste ver la autopista recta y los coches pasando por debajo de mí. Regreso al punto A y empiezo a subir por la pista asfaltada, tiene bastante desnivel.
Llego de nuevo a la carretera de Arguayo (TF-375, 14.11h, 850m) y sigo por la carretera, por el arcén de la izquierda. Pasan muy pocos coches. Voy entretenido mirando las partes de escoria que quedan por debajo y viejos muros de piedra que ya no encierran ninguna huerta, veo el principio del sendero que baja a Tamaimo. Unos cinco minutos después y enfrente de la estatua de la alfarera tuerzo a la izquierda por una pista de cemento (14.19h, 890m). Esta pista enseguida se transforma en un sendero que va rodeando la montaña (excursiones 587 y 588) y con vistas fantásticas sobre Tamaimo, El Retamar, El Molledo, los tres pueblos perfectamente separados en la ladera de escorias. Me quedo a comer (14.30-15.20h) en la esquina donde se empieza a ver el valle de Tamaimo, que parece tan cercano. La vegetación es de retamas, y bejeques, pero ninguno está en flor ahora. Repuesto sigo por el sendero que va bordeando la montaña de La Hoya con vistas cambiantes y estupendas hacia Tamaimo. Descubro dos grandes sabinas y un gran pino por debajo del sendero. Hay muchos pinos pero están aislados o en pequeños grupos. Al otro lado está toda la línea de montañas (Ñifa, Guama, El Roque, Illaga) que encierran el valle. El sendero sigue en ligero ascenso hasta los 960m. y después empieza a bajar con tramos empedrados hasta llegar a la autopista, después del puente (no lo cruzo) sigo por un sendero que hice no hace mucho (excursión 813) y que va paralelo a la autopista, un sendero tradicional delimitado por doble muro bajo de piedra. Después cruzo la autopista por un túnel y sigo por otro sendero hasta llegar a la TF-1 muy cerca de su final (16.11h, 880m). Y poco después llego a mi coche (16.18h).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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