Pedro Pascual Navarro
Sus exequias.
Por Atilio Burgos
A una sentida muestra de dolor, tuvo lugar el sábado, a las 11, en el Cementerio del Norte, el acto de inhumación de los restos del vecino Pedro Pascual Navarro que a la edad de 58 años y tras rápida dolencia, dejara de existir en las primeras horas de la mañana del viernes en las oficinas de calle Urquiza del Banco de Entre Ríos, donde se desempeñaba desde hace varios años.
Compañero de su esposa y amigo de sus hijos, el vecino desaparecido mostró facetas bien definidas en su diario quehacer; orden, disciplina, seriedad y responsabilidad, virtudes también que lo destacaron como un empleado probo y de reconocida capacidad para beneficio de la entidad que formaba parte y de leal y permanente servicio hacia una clientela constante y numerosa.
El automovilismo fue su pasión y por espacio de muchos años formó parte de equipos periodísticos que transmitieron las distintas competencias que se llevaron a cabo en nuestra ciudad y en distintos lugares de la provincia, tarea que obviamente fue siempre reconocida y posteriormente legó a su hijo Agustín.
Mucho más y bueno podríamos decir de Pedro Pascual Navarro, pero la extraordinaria cantidad de amigos, vecinos, compañeros de trabajo y conocidos que acompañaron sus restos, lo sintetiza todo, es una muestra cabal de su hombría de bien y ejemplo para la comunidad que se vio impactada por la noticia de su muerte.
Necrológicas por Atilio Burgos
Pedro Pascual Navarro