En las primeras horas de la víspera, la ciudad recibió la noticia de la muerte del vecino Raúl Alberto Pérez, a la edad de 66 años.

La consternación, la tristeza y el dolor, por siempre, seguirá latente no solo en sus familiares y seres queridos, sino además en la gran cantidad de amigos y compañeros que el bueno de "Ratón" supo acreditarse en su diario trajinar.

Realmente es así, porque cuando el norte de una persona es el trabajo, la familia y el respeto hacia los demás, seguro que se encontrará con una buena columna de adeptos para compartir sus cosas positivas, su hombría de bien, su sencillez y su marcada humildad.

Estas hermosas y cálidas virtudes que adornaron la vida de Raúl comenzaron a manifestarse en la escuela secundaria, promoción Peritos Mercantiles 1971, donde precisamente con sus compañeros formaron el "Año Fantasma", una especie de entidad para mantener el diálogo, acrecentar la amistad, el compañerismo, reunirse mensualmente y compartir los viajes anuales por los distintos lugares de este hermoso país.

Difícil de olvidar, la predisposición, las ganas de hacer, el enorme corazón del querido Raúl, estarán siempre presente, nos harán de guía para continuar con la agenda de todos los días.

Justo cuando comenzaba a disfrutar los beneficios de una merecida jubilación y cuando y se sentía orgulloso por la llegada de su última nieta, el Señor se acordó de él, pero estemos tranquilos porque seguro que se habrá ganado un hermoso lugar: el de los buenos.