Cuaderno Nº 25

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, DOMINGO 3 DE OCTUBRE DE 1993CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 25
EL OTOÑO DEL PADRE PELLIZA.GARIBALDI, ALGO MÁS QUE EL SAQUEO.HACE 96 AÑOS NACÍA CLAUDIO MARTÍNEZ PAYVA.OH, EL AMOR.LOS INOLVIDABLES MEMBRETES AQUELLOS...EL AÑITO DE CUADERNOS.
LOS HABITANTES DE LA MANSION IVCONVERSACIÓN CON JUAN PABLO DOMINGOANOTADOSENTRE LETRAS Y PINTURASEL MUEBLE: ESE DESCONOCIDO

EL OTOÑO DEL PADRE PELLIZA

Fabián Magnota

Casa de Haedo. Hoy Museo. Allí pasó su última noche el Palle Pelliza 

La gente pareció comprender, cuando el siglo pasado comenzaba a desenredarse, que lo habían matado "por política". Por eso se oró espontáneamente en lugar de dormir la noche previa a la triste jornada de la ejecución, cuando nadie puso en duda que el otoño suele ser sorpresivo pero implacable. Cada hogar fue un oratorio y hasta las veredas de la Villa oyeron los rezos silenciosos y sentidos.

El 15 de abril de 1815, por orden de José Gervasio Artigas, en la actual esquina de calles San José y San Juan, fue fusilado el Padre Marcelino Pelliza.

Su nombre aparece en el libro I de defunciones de la Parroquia San José, el 15 de mayo de 1811, cuando dio sepultura eclesiástica en el campo santo al cadáver de Baltazar Romero.

El sacerdote dominico andaba más por la campaña que en la población. La poca pero rica historia que se conoce, señala que solía regresar después de media mañana, momento en que sonaban las campanas de la iglesia porque el Padre Pelliza había llegado para celebrar misa "y entonces las familias interrumpiendo sus ocupaciones domésticas acudían al templo".

Después de la misa, no permanecía demasiado tiempo en la Villa: montaba a caballo y volvía a la campaña con alguna precaución. Así transcurrió algún tiempo hasta que llegó la orden de apresarlo.

¿Qué delito se le imputaba?

Resulta casi imposible obtener precisiones, pero seguramente que no rehuyó la participación

política en una época particularmente complicada. Hay historiadores que lo incluyen entre los Patricios Orientales, precisando que en unión con el veterano y reconocido vicario de Soriano Don Tomás Gomensoro había participado activamente en la política al propagar en la campaña la idea de la independencia nacional. Cuando la noticia sobre la orden de fusilamiento llegó a la Villa como un rayo fatal, nadie pudo dormir. Los aterrorizados habitantes del Gualeguaychú de entonces, sólo atinaron a rezar en sus hogares, o a orar y llorar en las veredas.

Apenas los sollozos interrumpían suavemente, como pidiendo permiso, el desolador silencio de la última noche.

Fatal trampa del destino era saber que a media mañana no volvería nunca más en su caballo el Padre Pelliza a oficiar la misa. Quizás la tristeza de esa hora cada día suplantó por años a las bulliciosas campanas.

El Protector Nominal de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas, que había dispuesto el fusilamiento, estaba en Paraná ese viernes 15 de abril de 1815.

Dicen que en el banquillo de la casa de San José y San Juan, el sacerdote justificó su accionar, habló de castigo exagerado y perdonó a sus enemigos. La sala de la esquina de la casa de Haedo le sirvió de capilla en la dramática noche de la . vigilia.

El famoso mulato Mariano Raya, cabo subalterno de Artigas en este pueblo, tuvo a su cargo la ejecución.

El cuerpo fue velado en casa de la señora Petrona Nadal (actuales Urquiza y Rosario). Como hecho curioso, se sabe que el cadáver del padre, tendido en un catre en el centro de la sala, despidió gotas de sangre hasta varias horas después del deceso, lo que se interpretó como un milagro.

Boceto de antigua foto de la casa donde fue fusilado Fray Marcelino. La X señala el lugar exacto. 

MUERTE DESGRACIADA 

"En el año del Señor 1815 a 16 de abril, yo Don Mateo Fortunato Gordillo, cura de esta Villa de San José de Gualeguaychú, di sepultura eclesiástica en la iglesia con entierro mayor cantado a el padre Fray Marcelino Pelliza del Orden de Predicadores, murió de muerte desgraciada, se confesó y recibió la eucaristía, se enterró con cruz alta y misa cantada de cuerpo presente", se registra en el libro de defunciones de la parroquia.

¿Qué significaba "muerte desgraciada"?. Se lo pregunta el presbítero Juan Carlos Borques en su investigación titulada "La muerte desgraciada de Fray Marcelino Pelliza".

"Muchas veces -se responde- se llama desgracia, baldón o afrenta a lo que quizás sea una honra, una gloria. Y si como el mismo padre lo confesó públicamente ser inocente o por lo menos víctima de una exageración de castigo, hay que creerlo, porque así él lo dijo en momentos solemnes y cuando todo hombre tiene derecho a que se le dé crédito a sus palabras, como lo es indudablemente en los instantes últimos de la vida".

El cuerpo fue sepultado en el cementerio, donde se encuentra actualmente el templo parroquial San José. En 1851 comienza el traslado de los restos al cementerio del oeste, donde hoy funciona el Hospital Centenario. Un día se resolvió que los familiares trasladaran a sus muertos, lo que originó una imponente procesión por las calles. El cajón del Padre Pelliza tapizado de bayeta negra y llevado por niños, encabezaba la solemne marcha.

Los restos fueron depositados en la capilla de San Justo y San Pastor de la nueva necrópolis ( la que fue demolida por orden municipal en 1889).

En la casa donde fue fusilado Fray Marcelino, permaneció por más de un siglo la tosca cruz de madera, sin inscripción, que se colocara aquel ingrato viernes de abril.

Así respetaron las generaciones el sentido recuerdo del sacerdote dominico que sabía llegar no mucho antes del mediodía, a caballo, para dar la misa.

Así supo conservar el pueblo, por años, la reverencia hacia su cura, el Padre Pelliza, sin olvidar por otras primaveras ni la mágica hora de su esperado regreso ni su muerte de otoño.

EL AMOR COMO RESPUESTA A LA PENA

¿Qué reflexiones nacen al conocer la triste historia de la muerte del Padre Pelliza?

Más de una, seguramente.

En primer lugar, su fusilamiento no escapa de lo que fue una constante en la historia argentina del siglo XIX: las luchas políticas parecían dividir a los compatriotas como una desgraciada imitación de lo que significaron Caín y Abel.

Fray Marcelino Pelliza, al tomar una posición inequívoca en los problemas de su tiempo, no logró convertirse en la excepción a pesar de tratarse de un sacerdote querido por su pueblo.

Y el modo en que la gente de Gualeguaychú esperó el amargo momento del final, acaso también se relacione con nuestra historia ciudadana.

preguntar las razones del fusilamiento (seguramente eran un secreto a voces en la Villa), todo lo que mostró la población hacia su cura, quizás se constituyan en un precioso antecedente del Gualeguaychú que con las décadas fueron formando sus hombres y mujeres.

Una ciudad con cal y arena pero también con fe y una rica cadena de sentimientos nobles que de tan fuerte es irrompible.

El espíritu casi sagrado de aquellos pobladores que despidieron con un homenaje de silencio y oración a Fray Marcelino, supo y sabe retornar aunque nadie se percate.

FUENTES: 

La muerte desgraciada de Fray Marcelino Pelliza (o su fusilamiento en Gualeguaychú), del Presbítero Juan Carlos Borques. El Noticiero, de Gualeguaychú 12 y 14 de abril de 1917. El Protector Nominal de los Pueblos Libres, Dn. José Gervasio Artigas, Buenos Aires, Imprenta de los Expósitos, 1818. 

GARIBALDI, algo más que el saqueo

Silvia Razzetto de Broggi

Retrato de Garibaldi 

Un sabor muy amargo dejó el paso de Garibaldi en nuestra ciudad. Respetado por el Almirante Brown, el general Paz, Mitre... por su valor, humildad y visible pobreza, el italiano despertó a lo largo de su vida apasionada adhesión, odios y rencores propios de personalidades polémicas. Poseedor de elegante figura y carácter amable, su vida fue la guerra.

Garibaldi atacó y saqueó Gualeguaychú en 20 y 21 de septiembre de 1845: continuó con sus acciones depredatorias en las costas del Uruguay. Fue rechazado en Concordia y en el Salto y llegó a las Islas de Queguay. En una segunda tentativa, saqueó el Salto y regresó a Montevideo entregando a los diplomáticos de Inglaterra y Francia, un cuantioso botín.

Don Antonio Crespo, Gobernador Delegado de Entre Ríos da cuenta a la Legislatura del estado de empobrecimiento en que se encuentra la Provincia a causa de las reiteradas invasiones y el constante sostenimiento de ejércitos. "Las rentas casi aniquiladas, el comercio paralizado; y para aumento de este conflicto, las fortunas de sus habitantes reducidas a nulidad; un déficit de 75.100 pesos y dos reales". (I)

Mientras Garibaldi combatía con la Legión Italiana en las convulsionadas tierras del Plata, José Mazzini, ideólogo de la "Joven Italia", escribía a su amigo Cúneo en Montevideo: "Este Garibaldi es un hombre del cual se servirá la patria en el momento decisivo"... y pedía... "escribid, publicad algo sobre la Legión Italiana, o lo haré yo mismo si me enviáis material. Sin contar que conviene alabar el mérito, es útil que la Legión llegue a ser, bajo el nombre de Garibaldi, una potencia moral en Italia. Haré de manera que lo sea". (II)

El Condottiero se hacía popular en Italia, gracias al sistema de propaganda hábilmente desplegado por Mazzini.

Y aquí es necesario hacernos una pregunta. ¿Quién era José Garibaldi? ¿En qué circunstancias llegó al Plata?

Mirada a la distancia, la figura de Garibaldi destaca proporciones legendarias. Nació en Niza el 4 de Julio de 1807. Era el segundo hijo del Capitán Domingo Garibaldi; hombre sencillo dedicado totalmente a su actividad marinera. José fue iniciado en los secretos de esa profesión en la adolescencia y en su juventud se vinculó a José Mazzini, que junto a otros jóvenes como Gioberti, Balbo, D'Azeglioy Cavour querían alcanzar el "Resurgimiento" de Italia, fundado en la Unidad política.

En 1834 huye de Génova, acusado de conspirar en una tentativa insurreccional que fracasó. Lo condenan a la horca y fuga a América. En Enero de 1836 llega a Río de Janeiro donde se contacta con jóvenes italianos republicanos y mazzinianos. Se dirige a Santa Catalina y Río Grande Do Sul, donde el General Canabarro, sublevado contra el Emperador del Brasil, lo arma corsario y lo hace almirante de una escuadra de 3 barcos con un cañón cada uno. Defendiendo la bandera riograndense traba combates desiguales enfrentando a la flota imperial.

Garibaldo, el joven marino 

1836 - GARIBALDI EN GUALEGUAY

Siendo Comandante de la escuadrilla de Río Grande, llega a las proximidades de Maldonado- en el Estado Oriental- buscando víveres para reabastecerse. Confía en la simpatía de los gobernantes de Montevideo y Buenos Aires hacia la causa separatista de Río Grande. Se equivoca. Naves uruguayas lo atacan y resulta gravemente herido: una bala le atraviesa el cuello, sin orificio de salida. Ante la difícil situación el Contramaestre Luis Carniglia toma el mando de la goleta Farroupilha y enfila hacia el Río Paraná, para ponerse a salvo de posibles persecuciones. Llegan a Gualeguay. Las autoridades se incautan de la embarcación y detienen a la tripulación dándoles "el pueblo por cárcel".

Garibaldi es hospedado por el comerciante español don Jacinto Andreu y operado por el doctor Ramón del Arca. Al cabo de dos meses, ya repuesto de la herida, el corsario participa de la vida social de Gualeguay. Allí aprende a montar. Pero continúa prisionero. Rosas, encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación, no resuelve nada. Transcurren 6 meses y como la situación no cambia, aconsejado por amigos resuelve fugarse. Es descubierto. El Comandante Millán lo somete a torturas haciéndolo colgar por las muñecas en la cumbrera de un techo, al desmayarse, es colocado en el cepo. El vecindario, indignado, actúa pronto en su defensa. El Gobernador Pascual Echagüe ordena su traslado a Paraná. Dos meses después lo dejaba en libertad. (III)

EN MONTEVIDEO

Desde 1841 a 1848 vive en Montevideo. Allí forma la Legión Italiana integrada con 600 hombres.

"Cuando lo conocí -escribe Mitre- Garibaldi brindaba con varios proscriptos italianos que entonaban el himno de la Joven Italia, cuyo coro acompañaba él con voz dulce y vibrante, mientras comía con pan una salsa de ajos preparada a la genovesa, bebiendo un vaso de agua pura". (IV) 

Mazzini, ideólogo de la unidad italiana 

A ITALIA

En 1849 resuelve intentar el plan de Mazzini, la aventura suprema de la libertad italiana. Siguen años difíciles. En 1.860 desembarca en Marsala con los legendarios Camisas Rojas, insurreccionando el Reino de las Dos Sicilias. Es su mejor momento. Tenaz y dolorosamente se irá consolidando la Unidad Italiana. En septiembre de 1870 Víctor Manuel II de Saboya será reconocido como Rey de Italia tras la rendición de Roma. El objetivo se ha logrado.

ITALIANOS EN GUALEGUAYCHÚ

El movimiento inmigratorio que se inició tímidamente en la década de 1850, tomó impulso durante la Presidencia de Mitre y creció en la administración de Sarmiento. Las ciudades entrerria-nas van cambiando su fisonomía y Gualeguaychú no es ajena a este influjo.

El 9 de noviembre de 1879 un grupo de 6 activos italianos funda en Gualeguaychú la Sociedad "Unione e Benevolenza" y el 13 de marzo de 1881 se coloca la piedra fundamental del edificio ubicado en San Martín esquina Pellegrini, actual sede del "Círculo Italiano". La Sociedad cuenta con más de 200 socios y la Presidencia de la Comisión Directiva la ejerce el Señor Luis Scappatura. Esta Comisión envía al General Garibaldi una carta proponiéndole la Presidencia Honoraria de "Unione e Benevolenza". El 3 de Febrero de 1881 el periódico "El Noticiero" informa que el General ha enviado una carta en la que expresa,

"Querido Scapatura: Grato al afectuoso recuerdo de los hermanos lejanos, acepto con agradecimiento la Presidencia Honoraria de vuestra patriótica asociación. A vos y a todos estrecho con fraternal afecto la mano".

Giusepe Garibaldi. Alassio, 18 de de diciembre de 1880" (V)

La carta fue colocada en un cuadro obsequiado por los señores Balzano y Piaggio. Los adornos fueron realizados por el joven Alejandro Marini. Afortunadamente este documento se encuentra en la Sede del Círculo Italiano, conservado en buenas condiciones.

RECUERDA GUALEGUAYCHU

:: Susanna Agnelli, distinguida descendiente de José, visitó Gualeguaychú donde recabó información acudiendo a los testimonios de familias tradicionales. Tiempo después, en 1982, se conocía "Recuerda Gualeguaychú". Un particular tratamiento de las aventuras garibaldinas. Son cartas dirigidas en su mayoría por mujeres a Garibaldi durante su estadía en el Río de la Plata y en otras partes del mundo. 

La autora evoca un momento cercano a su muerte: "Ayer pasé por tu ventana y oí que hablabas solo. Recordabas tantas cosas: nombres de mujeres, nombres de ciudades.

Algunos te los había oído repetir infinidad de veces, como Francesca, aquella de tus años mozos, tu madre, Anita o Speranza; y las batallas, San Antonio, Dijon; y las ciudades. Turín, Montevideo, Boston. Sin embargo, hay una pregunta que necesito hacerte: ¿Porqué decías "Acuérdate, de Gualeguaychú"?

Hombre de acción. Carismático. Respetado por sus soldados. Garibaldi falleció el 2 de Junio de 1882, un mes antes de cumplir 75 años de edad. Se casó tres veces. Tuvo 8 hijos.


FUENTES CONSULTADAS: 

(I) GIANELLO, Leoncio (1951) "Historia de Entre Ríos- 1520-1910" Paraná.

(II) Carta de Mazzini a Cúneo citada por FRISCHAUER, Paul (1944) "Garibaldi". Ed. Claridad. Bs.As.

(III) BOSCH, Beatriz (1978) "Historia de Entre Ríos".

(IV) FRISCHAUER, Paul Op. cit.

(V) El Noticiero, de Gualeguaychú. Febrero de 1881. 

HACE 96 AÑOS NACÍA CLAUDIO MARTÍNEZ PAYVA

Nati Sarrot

Claudio Martínez Payva

Claudio Martínez Payva y Echazarreta nació en Gualeguaychú el 9 de octubre de 1897 y murió 24 de marzo de 1970. Se llamaba en realidad Dionisio Martínez, según acta del Registro Civil. Nació en la casa de Bolívar 129 y era hijo legítimo de Carmen Payva Echazarreta, argentina, 27 años y Facundo Martínez, 33 años, oriental. Fue bautizado en la Iglesia San José.

Vivió poco más de 72 años y lejos estuvo de desaprovechar sus días, al punto de ser todavía un hombre para seguir conociendo. Sus primeros pasos se orientaron hacia el periodismo, lugar desde donde ya se marcaron sus eternas pasiones: el hombre argentino y la tierra. Fue articulista de La Nación, Caras y Caretas, Ideas y Figuras, Crítica y publicaciones del extranjero.

Sus versos sobre las cuchillas litoraleñas, la soledad austral, la pampa fértil y la áspera montaña, recorrieron la Argentina. Escribió, además, más de 50 obras de teatro y fue director artístico de los Estudios Cinematográficos del Río de la Plata y titular del Teatro Nacional Cervantes y la Sociedad Argentina de Autores.

Hoy en la ciudad, una calle de barrio lleva su nombre que el Centro de Estudios y Cultivo del Folclore enarbola como una bandera de la tierra. Cabe un recuerdo sentido y un homenaje merecido, a casi un siglo de su nacimiento.

De la poesía de amor o romántica leída con preferencia en el siglo XIX y hasta las primeras tres décadas del XX. destacamos hoy esta obra:

Cruza callada, y son sus movimientos

silenciosa armonía;

suenan sus pasos, y al sonar recuerdan

del himno alado la cadencia rítmica.

Los ojos entreabre, aquellos ojos

tan claros como el día,

y la tierra y el cielo, cuanto abarcan,

arden con nueva luz en sus pupilas.

Ríe, y su carcajada tiene notas

del agua fugitiva;

llora, y es cada lágrima un poema

de ternura infinita.

Ella tiene la luz, tiene el perfume,

el color y la línea,

la forma, engendradora de deseos,

la expresión, fuente eterna de poesía.


Gustavo Adolfo Bécquer - Rimas

(Dijo Eugenio d'Ors: "Bécquer, un acordeón tocado por un ángel)

EL AÑITO DE CUADERNOS

El domingo 4 de octubre de 1992, EL ARGENTINO entregó a sus lectores el N°1 de CUADERNOS, Suplemento Especial para coleccionar que soñamos, concebimos y estructuramos con nuestra querida cofundadora Andrea Sameghini (Mechita Chaparro), recientemente desaparecida. Ella, la redactora de la nota editorial -presentación de aquella edición inaugural- afirmó allí,"Reconstruir con la verdad y con una investigación seria", buscando "la senda del pasado histórico de Gualeguaychú".

Con la presenta tirada, -la 25-, CUADERNOS llega a su primer año de vida, sabiéndose coleccionado en los hogares y en los claustros de la educación y la cultura, afianzado por la superación rápida de las hondas expectativas de su primer tiempo; agradecido su equipo realizador por las reiteradas como conceptuosas voces de aliento de los lectores de EL ARGENTINO.

EDICIÓN IMPRESAINVESTIGACIÓN Y TEXTOS: ANDREA SAMEGHINI NATI SARROTJEFE DE REDACCIÓN: MARCO AURELIO RODRÍGUEZ OTEROCOLUMNISTAS: CARLOS M. CASTIGLIONE - AURELIO GÓMEZ HERNÁNDEZ -DISEÑOS DEL SUPLEMENTO DE LA ÚLTIMA PÁGINA Y ROSTRO DE JUAN PABLO DOMINGO: RAÚL A. SARROT
TIPEO DE TEXTOS Y ESCANEO DE IMÁGENES: JOAQUÍN R. CARRERA Y ZULMA N. MENA 
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