Cuaderno Nº 2

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 1992CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 2
GUALEGUAYCHÚ: SUS ASENTAMIENTOS.- JOSEPH SOURRYÉRE DE SOUILLAC.- A ORILLAS DEL A° LORENZO.- 3 FECHAS PARA UNA CONMEMORACIÓN.EL SER HISPANOAMERICANO Y EL DESCUBRIMIENTO.AMÉRICA: CINCO SIGLOS DE "COMBATES POR LA HISTORIA".
LOS HABITANTES DE LA MANSION IVCONVERSACIÓN CON JUAN PABLO DOMINGO.ANOTADOS.ENTRE LETRAS Y PINTURAS.EL MUEBLE: ESE DESCONOCIDO.

GUALEGUAYCHÚ: SUS ASENTAMIENTOS

Por: Nati Sarrot – Andrea Sameghini.

Cuando la ciudad vivía el año 1931, cercano al 1933 de su sesquicentenario, cuatro vecinos notables por su activa participación en los acontecimientos que hicieron su historia se unieron para alcanzar un fin determinado: lograr la ubicación de la Capilla popular a la que asistían los pobladores de Gualeguaychú antes de que Rocamora plantara la villa en los finales de la "cuchilla de 1783" que, "como hipótesis exagerada se extendía hasta el contorno señalado por las calles actuales, República Oriental, Camila Nievas, San Martín, Maipú, Ángel F. Elías e Ituzaingó"... (1)

Inocencio Furques, Pedro J. Haedo, Pedro S. Lapalma y Gervasio Doello Jurado querían "restituir a su pueblo el lugar en que se levantó su primer templo". Era necesario ubicarlo y demostrar la verdad que surgiera sobre ese hecho.

El 23 de julio de 1934 ante el Intendente Bernardo L. Peyret la Comisión de los cuatro expuso "que realizó excavaciones en el lugar señalado como que fue asiento del templo y del cementerio ; que rescató el terreno del poder de su dueña, Doña Martina Martinolich de Cánepa, quien lo entregó gratuitamente a la Curia", ... que hizo la escritura Alfredo V. Garbino sin cobrar honorarios, que se realizó colecta para allegar fondos con los que levantar un monumento recordatorio en el lugar y que en adelante dejaba su accionar a lo que realizara una Comisión Especial designada al efecto.

El 27 de julio -cuatro días más tarde-, el Presidente Municipal Decreta: Que, visto la nota de la Comisión Pro homenaje Antepasados se designa a Camila E. Nievas de Capdevila, Presidenta del Instituto Magnasco; Rita Latallada de Victoria, Prof. de Historia; María Carmen Britos, Prof. de Historia Argentina; Dr. Alberto Arigós de Elía, Presidente de la Biblioteca Sarmiento; Presbítero Pedro Blasón, Cura Párroco de Gchú.; Dr. Juan Luis Secchi, Juez de 1° Instancia; Dr. César Blas Pérez Colman, historiador (autor de la Historia de Entre Ríos); Dr. Martiniano Leguizamón, historiador, y Gervasio Doello Jurado, miembro de la Comisión de los cuatro.

El último de los nombrados informó lo actuado y manifestó que la Comisión Especial podrá aprobar o reprobar parcial o totalmente las conclusiones a que ellos habían llegado.

Con disidencia de la Profesora María Carmen Britos y luego de largos estudios, la Comisión Especial a la que se sumaron la Profesora María América Barbosa y el Dr. Eufemio Muñoz por renuncia de Camila Nievas y muerte de Leguizamón, declara que: El lugar de ubicación de la primera Capilla de Gualeguaychú, núcleo también de la primitiva Villa cuyo traslado decidió Rocamora en 1783 está en terrenos de Barroso señalado por la Comisión de Homenaje y no en otro lugar.

Decimos que la Capilla en cuestión era un templo público, no capilla particular o privada. Ello resulta de haberse encontrado numerosos restos humanos en sus alrededores y en diversas fosas a distancias que varían desde cuatro a cinco metros, hasta quince o más de los cimientos. Actas del 20-5-1934 y 12-3-1936 (2)

El 8 de julio de 1945 se inauguró el monumento enclavado en el lugar de la Capilla y Cementerio anteriores a los que planificara Rocamora en 1783.

Acto de inauguración llevado a cabo el 8 de julio de 1945. Está ubicado en la calle Asisclo Méndez casi Ayacucho, zona sur de la ciudad.

La placa del frente reza:

"CUNA DE GUALEGUAYCHÚ. DESCANSO DE SUS ANTEPASADOS"

Debajo de la mole de piedra se enterraron restos de cadáveres hallados en las excavaciones que se realizaron a partir de 1931.

JOSEPH SOURRYÉRE DE SOUILLAC

Este Perito Matemático Sourryére de Souillac, vino a nuestra región encomendado por el Virrey Juan José de Vértiz para realizar mensuras a fin de dar posesión de tierras a quienes desde mucho tiempo las poblaban y trabajaban. Llegó en enero de 1780.

En el Archivo Gral. de la Nación D. Eduardo de Urquiza halló el material que comprueba que además de la mensura de los campos de Agustín de León o el de su hija Juana Isabel casada con Salvador González (hijo de Venerato González de quien toma nombre el arroyo Venerato) el Perito Matemático "formó un pueblecito" según lo comunica al Virrey desde Gualeguay el 28 de agosto de 1780.

"Con la humildad que debo le hago presente como a la Orilla del Arroyo de Gualeguaychú los pobladores se han unido y les he formado como un pueblecito sin que les haya costado ningún dinero pr. dos meses de trabajo que he impedido lo que obliga ocurrirá V. E. a que se digne (en nombre de dichos fundadores) concederles que Ninguno les venga arruinar aquellos cortos montes que tienen para fabricar sus edificios de estancias en que recibiremos Mrd. con Justicia" Gualeguay grande (Gualeguay) 28 de agosto de 1780, Exmo. Señor.

A los pies de V. E. con la mayor humildad que debe el fiel Vasallo. Jph. Sourryére de Souillac Maestro de Matemáticas".

El hecho es concluyente, dice D.Eduardo de Urquiza. "Aquella población civil poseía... la intención, la voluntad indispensable de unirse en sociedad, traducida en la fundación efectiva de una Villa" (3)

A ORILLAS DEL A° LORENZO

Mas atrás aún que la mensura de Sourrière Souillac debemos dejar abierta la visión analítica sobre otro asentamiento presumible hacia mediados del siglo XVII.

No se trata aquí de relacionar el hecho con la leyenda que transmitiera nuestro escritor José S. Álvarez (Fray Mocho) en la que refiere que un hacendado, Pérez de la Viña, recorría estos campos allá por 1600, cuando sorpresivamente se vio atacado por un toro salvaje. Para salvarse de la embestida se arrojó al suelo con tal mala suerte que cayó junto a una temible víbora... "en tal trance se confió a la Virgen del Rosario" y entre el toro y la víbora consumieron la situación de peligro dejando al aventurero con vida y comprometido a cumplir su promesa. Esta es una leyenda que confunde a los desprevenidos, aunque tenga una belleza digna de gozar sin apoyo documental como para convertirla en un hecho ingresado a la historia de Gualeguaychú.

GRABADO DE 1848

De frente, manzana de la Iglesia y Cementerio, entre las de Urquiza y Luis N.Palma la calle San José contiene la Capilla y su campanario en esquina con L.N.Palma: el Cementerio alrededor de ella se extiende hacia el sur. Continúa hacia calle Urquiza, la escuela. Frente al campanario, calle por medio, casa del Cura. El grabado se hace desde la Plaza Mayor. 

Es cierto que por el siglo XVI los litigios entre Portugal y España por la imprecisa demarcación de sus posesiones en América, aceleran la necesidad de reafirmar los dominios respectivos, de allí sus viajes por ríos internándose en nuestra región y la corriente de intento poblacional en las tierras ignotas aún para el europeo.

En 1520 Juan Rodríguez de Serrano llega hasta la Boca del Gualeguaychú. Dice el historiador Antonio Serrano que, si pretendía un paso hacia el occidente es acertado presumir que lo que recorrió con mas interés fue la costa entrerriana del río Uruguay.

Por el año 1662, el fraile dominico Antonio Suárez o Juárez reúne en reducción a un grupo de mas de doscientos indígenas que comprendía, indios venidos de la reducción de Baradero -que salieron de ahí huyendo de la epidemia de viruela y vagaban por la zona de nuestro actual Departamento - y a los naturales de esta región. Esta reunión que es ubicada a orillas del Yaguarí Miní (Arroyo Malo, zona de Landa) fue Reducción y luego Doctrina de Santo Domingo de Soriano, llegó a tener importancia en cuanto a su actividad y a su poblamiento que en 1664 superaba en número al de Buenos Aires.

En 1666 el Gobernador del Río de La Plata designa Corregidor de Soriano a Juan de Brito y Alderete y le envía las instrucciones que regirán la Reducción. Por hacerlo con nota de fecha 6 de octubre de 1666 se fija a esa como la de su fundación.

En un informe levantado por de Brito y Alderete (hallado en el Archivo Gral. de la Nación en 1957 por el historiador Flavio García) en el que habla de la organización, trabajo, producción etc. de Sto. Domingo de Soriano durante sus cuatro años de Corregidor, nos agrega este interesante dato referido a nuestro tema de esta nota: En 1789 de una recorrida por todo el Gualeguay hasta cercano a Santa Fé "traje sujetos trescientos indios de Nación Chanás y Charrúas a los cuales reduje a Yaguarí Guazú y Yaguarí Miní con iglesia y buena República".

El asentamiento de Yaguarí Guazú es en el río que según el Padre Policarpo Dufó en documento del año 1715 los españoles llamaban Gualeguaychú. El de Yaguarí Miní corresponde al ubicado en Landa a orillas del Arroyo Malo.

El asentamiento en el Gualeguaychú - Arroyo Lorenzo (4), con puerto natural por el calado que hasta ahí permitía la entrada de barcos, desapareció después que otros medios de transporte terrestres facilitaron la salida y entrada de productos, pero éste siguió unido a la vida de Soriano, trasladada desde principios del 1700 a la costa de la Banda Oriental (isla Vizcaíno) y en 1718 a su actual emplazamiento. (5)

Más tarde Gualeguaychú se plantificaría en el lugar que hoy llaman Primitivo Emplazamiento del que referimos anteriormente. Queda un período oscuro por falta de documentos que podrán ir apareciendo, aunque estimamos que con el incendio del Archivo en Soriano debió haberse consumido en las llamas una interesante parte de nuestra historia chica.

Casa de Haedo

La construcción más antigua de Gualeguaychú. Situada entre San José y Rivadavia, se levantó en 1801 a 1802. Sufrió modificaciones que se sucedieron aún después de la toma que exponemos. "Casa de Aedo" es parte del Museo de la Ciudad. La esquina fue salón de negocio con una puerta de salida a cada calle, de las que quedan los umbrales con vista al exterior y los dinteles descubiertos en el interior, todos en madera. Aedo en ortografía del apellido original.

TRES FECHAS PARA UNA CONMEMORACIÓN

La fundación de Gualeguaychú por Don Tomás de Rocamora tuvo una caprichosa característica en cuanto al día en que se centraron los actos celebratorios para su recordación.-

EL SER HISPANOAMERICANO Y EL DESCUBRIMIENTO

Por:  Profesor Juan Carlos Fernández - [Profesor de Historia, Gualeguaychú]

El 4 de octubre de 1917 el Presidente Hipólito Yrigoyen dictó un decreto estableciendo la denominación "Día de la Raza" a la fecha que recuerda la primera llegada de Colón y sus hombres a nuestro continente. En uno de sus párrafos, justifica de esta manera su determinación: "España obró el milagro de conquistar para la civilización, la inmensa heredad en que hoy florecen Naciones a las cuales ha dado, con la levadura de su sangre y con la armonía de su lengua, una herencia inmortal que debemos afirmar y mantener con jubiloso reconocimiento".

Es posible que cuando el caudillo expresara estas palabras, su intención fuese especialmente lograr una revalorización de lo hispanoamericano, ante una sociedad que en ese tiempo se deslumbraba por las noticias y las novedades de París y de Londres.

De cualquier modo creo que el decreto de Yrigoyen pone el acento en lo medular del problema.

Es evidente que el hecho del descubrimiento marca un proceso único y fundamental en la historia de América, ya que señala la impronta mas significativa en la formación y desarrollo de nuestros pueblos. No se trata de un acontecimiento más. Es aquel por el cual somos una Nación en el sentido más exacto del término.

España le dará al continente la unidad espiritual y cultural, institucional y social que no tenía, ya que poblada por una multitud de tribus y razas diferentes, la mayoría en una etapa primitiva de su desarrollo, necesitaba el elemento integrador capaz de generar la nacionalidad. Aún aquellas culturas más evolucionadas como las de centroamérica o Perú carecían de esta idea y basaban en cambio su sentido de Imperio o confederación en una relación de dominio del pueblo principal hacia las sociedades tributarias. Hasta tal punto esto es cierto, que Pizarro, quince años después que Cortés, conquista las tierras del Perú aplicando la misma táctica que el segundo había utilizado ya en Méjico.

El tamiz cultural que España dará a lo americano, tiene un valor y una riqueza lamentablemente olvidado y desvalorizado en el presente. La España del siglo XVI era una gran Nación. Forjada su cultura y su espíritu en los ideales y principios del cristianismo a través de la acción del monasticismo y de la escolástica, enriquecida luego con los aportes de los intelectuales árabes y judíos. La Península Ibérica representa ya desde el siglo XIII una síntesis cultural tan valiosa que Universidades como la de Alcalá de Henares, Salamanca o la Escuela de Traductores de Toledo, marcan con la Sorbona, lo más alto del saber de su tiempo.

Asimismo, la larga lucha de la reconquista había empleado el valor de sus hombres, que a una fe religiosa profunda, unían un amor a la Patria cultivado en los campos de batalla, en una verdadera cruzada de ocho siglos.

No soy ingenuo cuando escribo estas palabras. Se que también la ambición material se hizo presente. No eran santos, sino hombres de carne y hueso aquellos que venían, luego de arriesgado y largo viaje a través del Océano.

Consideremos que en la formación de la raza española se mezclan el valor de los celtas y romanos, el materialismo de fenicios y cartaginenses, la testarudez de los vascos y el individualismo creativo de los griegos y, más aún, la espiritualidad de la Edad Media con el afán de gloria y de riqueza propia del modernismo que comienza.

Codicia, amor a la fama, y religión se entrelazan así en el alma del conquistador. Hoy a cinco siglos del descubrimiento si somos capaces de hacer prevalecer lo trascendente sobre lo anecdótico, veremos que el balance final es positivo y que si no lo es más, no es por culpa de España.

Hispanoamérica no puede avergonzarse del pasado. Debe afirmarse en sus raíces y crecer, entonces será realmente cierto y esperanzado su futuro y como soñaron los padres de la Patria, cumplirá su destino como una gran Nación.

Dos de aquellas mujeres conservabanel recuerdo de las antiguasafirmaciones de Atau Huallpaprometiendo su regresodespués de la muerteSe ha acabado ya en tus venas la sangre;se ha apagado en tus ojos la luz;en el fondo de la más intensa estrellaha caído tu mirar.Tus ojos que como flechas de venturaherían ábrelos;tus magnánimas manos extiéndelas.
(Releíamos "ATAHUALPA", de Concepción Bravo)

AMÉRICA: CINCO SIGLOS DE "COMBATES POR LA HISTORIA"

"Una de las consecuencias de la expansión del Occidente

fue colocar en una canasta, preciosa y precaria,

todos los huevos de la humanidad".

J. A. Toynbee

Por: Isabel Corfield M. [Magister en Historia de América Universidad de Chile]

A cinco siglos de la incorporación de América al Hinterland europeo, la historiografía americana fortalece su espacio propio en el escenario de la historiografía mundial. Tarea nada fácil. Entre los relatos políticos y patrióticos, entre el azaroso ritmo institucional, la historia halla difícil en Latinoamérica encontrar su terreno propio.

Sin embargo, hombres y mujeres sensibles a los procesos que experimentan, han gestado una nueva ciencia histórica. Han reaccionado contra la concepción historiográfica fáctica, contra la historia del culto de los héroes, contra la diacrónica obsesión maniquea de la historia de los "jueces suplentes del Valle de Josafat".

Centrando su objeto en la comprensión de los hechos humanos como resultado de la integración de innumerables fenómenos, han puesto al hombre americano y a su compleja circunstancia monopolizando el objeto de la Historia, devolviéndole a la Ciencia Histórica y a la Historia Americana su dignidad.

Si hoy hablamos de una entidad llamada América, de una cultura americana cuyo sello es la diversidad. Si concebimos en el intelecto y la voluntad un mañana americano, es porque el historiador americano ha librado sus combates por la historia. Ha asumido el compromiso intelectual de rastrear la memoria colectiva de su gente, de toda su gente.

Ese historiador comprendió que sin problemas no hay Historia, pues el problema es el comienzo y el final de toda la historia. Plantear problemas y formular hipótesis son las dos operaciones imprescindibles de la historiografía. Como ésta es un hecho científico y, como tal es el producto del trabajo del investigador, no es algo "dado" al estudioso.

Hoy la historiografía americana comprende con sensible agudeza los problemas de la historia urbana, las incidencias de la conquista ecológica, sistematiza rigurosamente los métodos y técnicas de la aculturación durante el proceso de la conquista.

El historiador americano camina con solidez la senda sutilísima de la historia de las mentalidades, que es la historia de la fuerza de la inercia en las estructuras mentales, y apela a la semiótica avanzando a pasos agigantados hacia la interpretación simbólica de las culturas que interactúan en su espacio. Se aleja de las generalizaciones y pone su énfasis en la globalidad de lo singular.

La historiografía demográfica pone al descubrimiento los factores que inciden en la vida cotidiana, en los patrones de crecimiento y de fecundidad de su población.

No han escapado al análisis las transformaciones fisonómicas y psíquicas provocadas por las mutaciones alimentarias ni la urbanización como vehículo constructor de un nuevo orden socio político. Los estudios microeconómicos hoy nos permiten comprender la incidencia de la oferta, la demanda y de los mercados internos y externos en las transformaciones del sistema de producción americano; y el "valor" americano en el comercio de ultramar, su proyección manifiesta en políticas arancelarias, en las relaciones de intercambio, los aspectos monetarios y las políticas de cambio.

El historiógrafo ha identificado las variables inherentes al desequilibrio regional de América y de las fuerzas que presionan al quiebre de la unidad continental; de la misma manera que se ha preocupado por la particular percepción espacial del hombre de América.

El amor, las pasiones, el rol de los sexos, los sueños eróticos y la vida privada, son hoy un territorio explorado en el cual el hombre americano reafirma su particularidad. Esta historia es el fruto del aliento, de la "prepotencia de trabajo", de la sensibilidad y de la inteligencia de aquellos que, a diferencia de los fanáticos, saben que la historia es una necesidad de buscar y dar valor en el pasado a los procesos que preparan el tiempo presente, permiten comprenderlo y ayudan a vivirlo.

Esta historia, libre de eurovisión, vuelve nuestra atención hacia nosotros mismos, nos identifica con nuestro pasado y permite que desde "un lugar" miremos al mundo y a sus cosas.

Los combates por la historia son las labores silenciosas, los esfuerzos tenaces de decenas de hombres y mujeres, con un pasado y una historia personal y otra colectiva. A ellos, que comprendieron que la Historia es vida y la vida es acción, a ellos que honran la Historia y el oficio del historiador, gracias por acompañarnos en el esfuerzo por "descubrir América".

NOTAS :

(1) "Thomas de Rocamora". Juan José Nágera. Ed. Coni Bs. As. 1958 pág 29.

(2) "Villa de Gchú. Investigación sobre su primitivo emplazamiento". Comisión al efecto nombrada por la Municipalidad de Gchú. Talleres gráficos El Censor Gchú.

(3) "Notas para la Historia de Entre Ríos" de Eduardo de Urquiza.

(4) Arroyo Lorenzo. Curso de agua que corre de N. a S. y desemboca en el Gualeguaychú 2 km. antes que éste vuelque sus aguas en el Uruguay.

(5) Información apoyada en los estudios del Prof. Manuel Almeida publicada en "de Gualeguaychú y su Historia". Imprenta "El Día" de Gualeguaychu.1986. 

EDICIÓN IMPRESAINVESTIGACIÓN Y TEXTOS: ANDREA SAMEGHINI NATI SARROTJEFE DE REDACCIÓN: MARCO AURELIO RODRÍGUEZ OTEROCOLUMNISTAS: CARLOS M. CASTIGLIONE - AURELIO GÓMEZ HERNÁNDEZ -DISEÑOS DEL SUPLEMENTO DE LA ÚLTIMA PÁGINA Y ROSTRO DE JUAN PABLO DOMINGO: RAÚL A. SARROT
TIPEO DE TEXTOS Y ESCANEO DE IMÁGENES: JOAQUÍN R. CARRERA Y ZULMA N. MENA 
Gualepedia: Índice de la página