Albóndigas de Pollo en Salsa de Almendras al Azafrán
INGREDIENTES (para 58 u. / 25 gr)
1 kg de Carne de Pollo Picada
2 Huevos de nuestras Gallinas Felices
1 c/p de Sal Rosa del Himalaya
Pimienta
Nuez Moscada
75 gr de miga de Pan Blanco
2 c/s de pan rallado (facultativo)
70 ml de Leche entera
100 gr de Almendras ecológicas
Unas hebras de Azafrán
1 Cebolla
2 dientes de Ajo
150 ml de Vino Blanco
½ l de Caldo de Pollo (+ ¼ l extra si fuera necesario)
2 c/s de Harina
Aceite de Oliva Virgen Extra
200 ml de Agua
Eneldo
ELABORACIÓN
Poner la carne picada en un bol grande.
Cascar los huevos en un cuenco. Salpimentar y rallar un poco de nuez moscada. Batir y verter sobre la carne.
En el mismo cuenco desmigar el pan blanco y empaparlo con la leche, mezclar con un tenedor hasta hacerlo una pasta. Añadirlo a la carne.
Mezclar hasta quedar bien homogéneo.
Dar forma a las albóndigas, mojándose las manos en agua para evitar que se peguen, enharinar y freírlas en un perol con aceite caliente. Reservar.
Poner el agua en un cazo y cuando hierva añadir las almendras. Apagar el fuego, y quitarles la piel, con cuidado de no quemarnos los dedos.
Picar la cebolla y trocear los ajos pelados.
Cubrir la cacerola con un poco de aceite sobrante de las albóndigas, decantado previamente. Añadir la cebolla, los ajos y las almendras, sofreír a fuego medio para que las almendras se doren sin quemarse.
Una vez dorado añadir las hebras de azafrán.
Sacar el sofrito al vaso de la batidora, añadir el vino y la mitad del caldo de pollo. Triturar hasta conseguir una crema fina.
Verter de nuevo en la cacerola, verter el resto de caldo y llevar a ebullición. Introducir las albóndigas en la salsa.
Cocinar unos diez minutos, rectificando de sal y espesor, añadiendo un poco más de caldo si fuera necesario.
Si fuera necesario añadir un poco de pan rallado a la mezcla de carne para que adquiera un poco de consistencia, pero no demasiado para que no queden las albóndigas duras una vez cocinadas.
Si cocinamos con antelación estas albóndigas, calentar en microondas o a fuego lento para que no se queme el fondo; teniendo en cuenta que la salsa espesa al enfriar, no añadir más caldo hasta que no esté caliente la salsa, si no puede quedar una salsa excesivamente líquida.
Presentación del Plato
Poner una base de salsa en el fondo del plato.
Disponer las albóndigas de manera ordenada, siempre en número impar.
Espolvorear un poco de eneldo por encima.
Espolvorear una pizca de pimienta recién molida.
Poner unas hebras de azafrán en orden alterno para contrastar.