De Buena Mesa - Albóndigas de Berenjena Blanca con Salsa de Verduritas al Curry

Albóndigas de Berenjena Blanca con Salsa de Verduritas al Curry

Pelar y picar en dados pequeños las berenjenas.
Ponerlas en una cazuela de vidrio con tapa, apta para el microondas, y cocinar en función verduras, en 2 tiempos de 6'10" con 2' de reposo entre cada uno, o a máxima potencia en 3 tiempos de 5' con 2' de reposo entre ellos.
Dejar templar unos minutos y salpimentar.
Añadir el perejil y el eneldo. Mezclar.
Cascar los huevos y mezclar con la berenjena.
Añadir el pan rallado poco a poco, hasta que quede una masa lo suficientemente compacta como para poder dar forma a las albóndigas.
Con las manos ligeramente húmedas, hacer pequeñas bolas y pasarlas por la harina.
Calentar en un perol, el aceite en cantidad suficiente para freír las albóndigas. Sacar a un plato, reservar.
Una vez fritas las albóndigas, decantar el aceite, y cubrir el fondo de una cacerola con parte de este mismo aceite para hacer la salsa.

Pelar las zanahorias, la cebolla, los ajos, y los tomates. Picar en brunoise.
Quitar las semillas a los pimientos. Picar en brunoise.
En la cacerola, con el aceite que hemos colado después de freír las albóndigas, poner la cebolla y los ajos.
Añadir la zanahoria y los pimientos. Mezclar y sazonar. Sofreír hasta que las verduras estén tiernas y doradas, aproximadamente unos 10'
Añadir los tomates y sofreír unos 5'
Añadir la pastilla de caldo desmenuzada y la harina, remover y verter el vino blanco y el agua.
Llevar a ebullición y cocinar 5'
Añadir la cúrcuma y el curry. Cocinar 3' Rectificar de sal si fuera necesario, y de espesor. Ha de quedar una salsa ligeramente ligada, no espesa.
Calentar las albóndigas unos minutos en el microondas y servir con la salsa a parte o introducir las albóndigas en la cacerola con salsa hirviendo y calentar durante 3'

Puede sustituirse el pan rallado por miga de pan blanco o copos finos de avena, en cantidad necesaria.
Estas albóndigas se pueden servir secas, con la salsa a parte, tanto en caliente como frías, pudiendo ir acompañadas de una mayonesa ligera o similar.
También cocinadas en la propia salsa, aguantan sin romperse bien la cocción, aunque quedan más tiernas y habrá que manipularlas con cuidado.
Se pueden congelar en seco sin salsa, poniéndolas sueltas en una bandeja, y una vez congeladas guardarlas en bolsas de congelación.
Para su posterior uso, descongelar en el frigorífico previamente cuando vayamos a utilizarlas de nuevo. Procederemos a cocinarlas con la salsa elegida, que puede ser esta misma u otra de nuestra elección, como salsa de tomate frito casero, por ejemplo.