Salsa de Tomate Ecológico, para congelar
INGREDIENTES
4 kg de Tomates ecológicos, maduros
1 Cebolla blanca
4 Pimientos verdes ecológicos
1 Pimiento rojo ecológico
4 dientes de Ajo
250 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal y Azúcar (cantidad necesaria)
Agua
Tarros de vidrio
ELABORACIÓN
Lavar los tomates exhaustivamente, para retirar impurezas, cambiando el agua varias veces.
Trocear los tomates en una cacerola, y triturar. Colar con el chino, ayudándonos del pico, para exprimir los restos de piel y semillas, que posteriormente desecharemos.
Poner la olla al fuego y llevar a ebullición.
Poner el aceite en un perol, donde haremos un sofrito con la cebolla picada, los pimientos cortados en tiras de unos cinco centímetros, y los ajos prensados.
Añadir el sofrito a la olla donde tendremos el tomate hirviendo a fuego fuerte, para que reduzca lo antes posible (estos tomates al ser ecológicos, contienen mucho agua y necesitan reducir bastante tiempo)
Remover con una espumadera de vez en cuando, para que no se asiente y se queme en el fondo.
Cuando comience a espesar, reduciremos el calor del fuego, y continuaremos con la olla semi tapada, para evitar salpicaduras.
Para finalizar, dar el punto de sal deseado, y añadir azúcar al gusto para corregir la acidez. Si fuera necesario, añadir un poco más de aceite (sin excederse) para que el tomate adquiera un ligero brillo.
Continuar la cocción a fuego lento, hasta conseguir la textura deseada.
Todo el proceso durará en función de la cantidad de salsa que cocinemos, para estas cantidades he necesitado unas tres horas.
Disponer los tarros de vidrio (hervidos durante 20 minutos o lavados en el lavavajillas, en un programa largo, a máxima temperatura) sobre la mesa y rellenarlos en sus tres cuartas partes, con la salsa de tomate muy caliente (mejor recién apagado el fuego, poniendo una cuchara dentro del tarro para evitar roturas). Tapar inmediatamente. Enfriar totalmente a temperatura ambiente antes de etiquetar y congelar. Los tarros una vez congelados, se conservaran en perfecto estado hasta 6 meses. Para consumirlos, descongelar previamente en el frigorífico, y utilizar al gusto.