Masa de Pizza Perfecta
INGREDIENTES
300 gr de harina de repostería.
150 ml de leche tibia.
15/20 gr de levadura prensada de panadero.
2 Cucharadas Soperas (c/s) de aceite de oliva.
1 pizca de sal.
ELABORACIÓN
Mezclar en un bol la harina con la sal, el aceite de oliva y la levadura que previamente habremos diluido en la leche tibia (no caliente pues esto hará que no fermente).
Amasar primero con un tenedor o con los dedos y después con las manos, añadiendo un poco de harina si fuera necesario hasta que se despegue de las manos. Esto habrá de hacerse durante unos 15 minutos aproximadamente.
Tapar con un film y un paño y mantener cerca de una fuente de calor, para que leude aproximadamente 1 hora, según la temperatura ambiente, o si es verano o invierno.
Cortar en dos porciones y dar la forma deseada, según queramos más o menos gruesa la masa.
Extender sobre el mármol con la ayuda de un rodillo.
Untar una placa de horno con aceite de oliva y un poco de polenta o semolina de trigo.
Proceder al relleno deseado.
Precalentar el horno 10 minutos a 250º C.
Hornear entre 8 y 10 minutos a 250º C o hasta que esté la masa ligeramente dorada y crujiente y el queso con un bonito color dorado.
Las cantidades que doy son para dos pizzas de 29 cm x 33 cm aproximadamente cada una. Eso irá en función de lo que estiremos la masa, de este modo quedan muy finas y crujientes, para pizzas más esponjosas, estirar un poco menos la masa con lo que obtendremos una pizza más pequeña pero de masa más gruesa.
Dejar leudar al menos una hora en un sitio cálido y reservado de corrientes de aire, yo lo suelo hacer dentro del horno apagado pero con la luz encendida.
Una vez doblado el tamaño cortar en porciones y estirar la masa con ayuda de un rodillo.
Una vez estirada y dada la forma a la pizza, proceder a rellenar poniendo siempre una base de salsa de tomate (el que más os guste, yo utilizo en conserva, o casero de sabor suave y no poniendo en exceso, para que el pan de la pizza se cocine con facilidad y no quede blando o húmedo), y queso mozzarella (puede ser fresca, troceándola con los dedos), espolvorear con las especias (yo las utilizo habitualmente secas, porque aguantan mejor el calor del horno, si queréis utilizarlas frescas, añadirlas después de hornearlas esparciéndolas por encima de la pizza), disponer de forma bien repartida el resto de ingredientes, según el gusto deseado.
Para la pizza de masa fina que yo os propongo, hornear 10 o 12 minutos a 250 ºC, si las hacéis más gruesas, tendréis que aumentar el tiempo de horneado unos 5 u 8 minutos más aproximadamente.