Torrijas con Almíbar de Naranja y Miel de Azahar
INGREDIENTES
1 barra de Pan especial para Torrijas
1 l de leche
1 rama de Canela
2 Naranjas Washington Navel Ecológicas (sólo la cáscara)
4 Huevos de Gallinas Felices
20 cl de Agua
Aceite de Oliva Suave, en cantidad necesaria para freír
Para el Almíbar
200 gr de Miel de Azahar
500 ml de Zumo de Naranjas Salustiana Ecológicas, recién exprimido
4 c/s de Azúcar
ELABORACIÓN
Extender las rebanadas de pan, en una bandeja y taparlo con un paño. Reservar.
Calentar la leche, en un cazo, con la rama de canela, y la cáscara de una naranja. Cuando hierva, retirar del fuego y reservar destapada.
Cuando la leche esté fría, mojar las rebanadas de pan, y ponerlas en una fuente. Si sobra un poco de leche, verter por encima. El pan ha de quedar bien empapado, pero no en exceso, lo justo para que no queden secas y duras en el interior y la corteza.
Batir los huevos, en un bol. Añadir el agua, esto ayuda a que el aceite no espume cuando se frían, y así evitaremos accidentes por rebosamiento.
Calentar el aceite, al que pondremos una cáscara de naranja, para aromatizarlo, y que retiraremos cuando se dore bien, pero antes de que se queme, si no amargaría.
Pasar las rebanadas de pan, por el huevo batido, y freír en tandas de tres o cuatro, las justas que quepan en el ancho de la parisina, controlando la temperatura del aceite. No debe estar frío, para que no queden aceitosas, lo tendremos bien caliente, pero sin humear.
Disponer las torrijas, unas vez las vayamos sacando, en una fuente.
Del Almíbar y Enmelado de las Torrijas
Verter la miel en una cacerola, añadir el azúcar, y el zumo de naranja, que exprimiremos en el momento para que conserve su mejor sabor y aroma. Poner a fuego mínimo, para que vaya disolviéndose el azúcar. Remover con suavidad, de vez en cuando, hasta conseguir un almíbar ligero.
Una vez fritas todas las torrijas, subiremos el calor al fuego del almíbar.
Cuando comience a hervir, introducir las torrijas, por tandas, y darles un baño, de unos segundos, sacarlas con cuidado y disponerlas directamente en un azafate, o fuente amplia y honda.
Una vez pasadas todas las torrijas por el almíbar, verter el resto por encima, dejando enfriar antes de servir.
Una vez frías, guardarlas, bien tapadas, en el frigorífico. Sacar un rato antes de comerlas, o dar unos segundos de calor en el microondas, para quitar el frío, pero no calentarlas; quedarán a la temperatura perfecta y deliciosas.