Capítulo 90

Lin Wuyu se rió por un momento y de pronto, su voz se suavizó: "Este es un nodo de memoria"

—Primero tomaré una foto —Ding Ji se colocó de pie junto a la mesa y apuntó con su teléfono a la mesa. 

—Aún no es la cena de la víspera de año nuevo —dijo la tía— ¿Igual tomarás una foto? 

—Es una mesa muy grande —dijo Ding Ji— no he comido los platillos de mi abuela hace mucho. 

—Déjalo que tome las fotos que quiera —la pequeña frijol estaba a su lado, con los codos sobre la mesa y sostenía su barbilla con sus manos, mirándolo: —¿No son todos los jóvenes así ahora? Incluso ir a comprar una paleta, suben un mosaico de fotos en sus círculos y que es como dar los testimonios de su vida, muy simple.  

—Te lo advierto frijol —Ding Ji la miró— ¿Normalmente no tomas fotos? 

—De todos modos, no soy yo la que está tomando fotos —la pequeña frijol negó con la cabeza— pero eres mejor que Peng peng-ge. 

—¡A mi no me involucres! —gritó Liu Jinpeng, que estaba de pie al lado de la puerta de la cocina—¡¿Por qué me involucras?! ¡Estoy a dos metros de la mesa! 

Todos en la sala se rieron. 

Después de todos se sentaron, Ding Ji abrió el vino que compraron y le sirvió a todos. La pequeña frijol tenía una pequeña taza frente a ella. Ella recibe lo mismo que los demás, desde que es muy pequeña se le servía vino y lo levantaba junto a todos cuando iban a brindar, pero cuando bebía lo cambiaba por una bebida. 

Después de un brindis y beber un sorbo de vino, todos comenzaron a comer. 

Todo seguía igual que antes. Escuchaban la televisión, hablaban mientras comían, la abuela preguntaba sobre la universidad junto a la pequeña frijol. 

Todo tan igual. 

Parecía que aquellos días jamás pasaron. 

Pero Ding Ji todavía se sentía un poco incómodo, después de todo, sabía que la familia y amigos le estaban brindando tolerancia y comprensión, ya que aquellos momentos si sucedieron. 

Todos sentían diversas emociones en sus corazones, pero a través de su comportamiento le daban consuelo y la cotidianidad habitual. 

Ding Ji no podía decir exactamente qué sentía. 

—¿Qué te acaba de decir la abuela? —Ding Ji inclinó la cabeza y le hizo una pregunta a Lin Wuyu en voz baja. 

—Quiere que le haga un llavero, al igual que el manual de crianza de pollo —Lin Wuyu bajó la cabeza y respondió en voz baja, mordiendo las costillas: —Se lo haré y se lo enviaré en cuanto pueda. 

—¿Acaso esta anciana quiere estar a la moda? —Ding Ji también bajó la cabeza y tomó un sorbo de sopa. 

Por lo general, Lin Wuyu cuando come en su casa, no sería tan cuidadoso cuando quiera decirle algo. Pero en este momento, era inevitable no sentirse algo culpable, y cada vez que miraba a Lin Wuyu, se sentía avergonzado y más cuando todas estas personas lo rodeaban. 

—Pero quiere que cambie las letras —dijo Lin Wuyu— Mei Yang Yang. 

—¿Ah? —Ding Ji se congeló, y después de unos segundos, no pudo contener una sonrisa: —A ella le gusta mucho Mei Yang Yang. Cuando yo era niño, ella veía el programa junto conmigo. 

—Entonces tallaremos con mucho más cuidado, una Mei Yang Yang para ella —Lin Wuyu sonrió. 

—Mm —respondió Ding Ji. 

La comida de la abuela era aproximadamente la misma cantidad que hacía para la víspera del Año Nuevo, y si no hubiese un Lin Wuyu entre ellos, no habrían sido capaces de terminarse todos los platos. 

Ding Ji comenzó a tener hipo: —Ya no puedo comer más. 

—Duérmete temprano esta noche, no has descansado bien desde que regresaste —dijo la abuela— Mañana es 30, no más noches de insomnio, debes compensar estos dos días. 

—Mm —Ding Ji asintió. 

—No me quedaré hoy aquí —Liu Jinpeng se frotó el estómago— Tengo que regresar, con mi primo no pretendemos dormir esta noche. 

—¿Otra vez jugando a las cartas? —preguntó la abuela. 

—Sí —dijo Liu Jinpeng con una sonrisa— tengo que regresar para ganar algo de dinero. 

—Realmente no los entiendo —la abuela se rió— jamás te había visto ganar dinero desde que eras niño, ahora eres alguien adulto y se apresura a ganar dinero. 

—Anciana, regresaré cuando esté libre —Liu Jinpeng se frotó sus manos— iré a ganar dinero, así que no me golpees. 

—Te esperaré —la abuela agitó su mano. 

—Volveré al hotel hoy —Lin Wuyu se apoyó en el sofá y le susurró a Ding Ji— no es apropiado quedarse, debes conversar por un rato con la abuela esta noche. 

—Mm —Ding Ji asintió, mirando la pantalla del televisor, pero usando su visión periférica para mirar a Lin Wuyu. 

. . .

La sala estaba llena de personas sentadas y cuando Liu Jinpeng se levantó y dijo que se iba a ir. 

Lin Wuyu también se colocó de pie y se aclaró la garganta: —Yo...me iré contigo. 

—Ven mañana —la abuela no lo retuvo como de costumbre: — Más personas, mejor. 

—Mm —Lin Wuyu asintió. 

Ding Ji se levantó para ir a despedirlo a él y a Liu Jinpeng. Su tía enseguida los siguió y después de salir, hizo una pregunta: —¿No tendrás algún problema en casa? Si estás aquí para la víspera...

—Está bien —dijo Lin Wuyu— mi familia...

—Ya está todo arreglado —dijo Liu Jinpeng— tranquilo y listo como para venir a comer y beber. 

—Si que sabes todo —la tía sonrió —Ven cuando tengas libre y dale algo de dinero a la abuela. 

—No lo dudes —Liu Jinpeng palmeó su bolsillo. 

—No bajaré, hace frío —dijo la tía— Xiao Ji, ve a despedirlos. 

—Mm —respondió Ding Ji. 

Al bajar las escaleras, Liu Jinpeng caminó rápidamente hacia adelante y agitó la mano hacia atrás mientras caminaba: —Yo me iré primero, ustedes dos hablen. Si la tía necesita un auto extra para el Año Nuevo, pueden llamarme, debo practicar mis habilidades. 

—¡Peng peng! —Ding Ji lo llamó. 

—No me agradezcas —Liu Jinpeng giró su cabeza— No digas nada conmovedor, ni en broma, querré vomitar si me dices algo. 

—Largo —dijo Ding Ji. 

—Lo que digas —Liu Jinpeng se acomodó su ropa de cuero con fuerza y se escapó sin dejar algún rastro. 

—No era necesario que vinieras. —Lin Wuyu abrazó a Ding Ji, miró hacia las escaleras y se aseguró de que nadie los estuviese viendo, para darle un fuerte beso en los labios: —hace demasiado frío, regresa para acompañar a los abuelos. 

—Dales algo de tiempo. —Ding Ji se lamió los labios— Mi tía lo más seguro volverá a hablar con mis abuelos, así que, lo mejor es que suba dentro de diez o veinte minutos. 

—Estaba tan nervioso cuando estaba comiendo —Lin Wuyu suspiró— Nunca antes había estado tan nervioso como ahora. 

—Yo también —dijo Ding Ji— Realmente no sabía cómo lo iban a tomar o su actitud, que ni siquiera me atreví a mirarte. 

—Entonces date prisa —Lin Wuyu sacudió su hombro. 

—¿Qué? —preguntó Ding Ji. 

—Mírame —dijo Lin Wuyu— Si no pudiste verme en toda la cena, compénsalo ahora. 

Ding Ji se rió y se volvió para mirarlo. 

Después de verlo por un minuto: —Estás muy delgado, ¿no has comido bien en estos días? 

—Algo así. —dijo Lin Wuyu— Pero definitivamente perderé algo de peso si tengo algo en mi corazón. Además de la comida que acabo de comer en tu casa, comía la misma cantidad que come un gato en el hotel, y varias veces al día, la señora de la limpieza me preguntaba si había venido a hacer una visita o más bien me dedicaba a ir al restaurante. 

—Maldita sea —dijo Ding Ji— ¿Mientras que yo no fui capaz de comer bien debido a esta situación tan inesperada? 

—Sobre todo, temía que si de verdad me iba a robar a alguien, —dijo Lin Wuyu— tenía que asegurarme de obtener las energías necesarias. 

—¿Cómo lo ibas a hacer? —preguntó Ding Ji. 

—Dejaría que Liu Jinpeng patee la puerta. Entro corriendo, golpeo a alguien, te tomo y escapo —dijo Lin Wuyu— todo planeado. 

Ding Ji casi se ahoga mientras se reía: —Es realmente conmovedor, pero la tarea asignada para Liu Jinpeng es un poco complicada, dudo que pueda lograrlo. 

—Tienes razón —Lin Wuyu sonrió: —Pero habiendo dicho esto, después de que tu madre abrió la puerta, no sabía qué hacer, y como te vi que no necesitabas ser robado, parecía que podías salir solo. 

—Tengo a mi abuela —Ding Ji pensó por un momento: —Ahora creo que mi abuela ya no puede soportar más a mis padres. 

—Mañana vendrán tus padres —dijo Lin Wuyu— ¿Qué tipo de escenas crees que habrá? 

—Mi abuela está enojada. —dijo Ding Ji— Así que los dos no dirán nada, pero buscaré el momento para hablar con mi papá y con el mejor rostro que tenga, tengo que hacer todo con calma. 

—Mm —Lin Wuyu usó sus dedos para acariciar su rostro. 

—Llama un taxi —Ding Ji miró su teléfono: —Cuando llegue el taxi, subiré. 

No esperaba que llamar a un taxi en el día 29 iba a ser tan fácil y que el conductor tomara la solicitud en dos minutos. Y en menos de diez minutos, el taxi pudo verse en la intersección de la calle. 

Ding Ji frunció el ceño: —Mierda, ¿Esta es buena o mala suerte? 

—Que miserable somos —dijo Lin Wuyu con una sonrisa— puedo cancelar la solicitud y llamar a otro. 

—Ve—Ding Ji lo abrazó— Regresa, ven mañana temprano y te llamaré apenas me levante. 

—Está bien —Lin Wuyu apretó su cintura. 

Cuando la puerta del taxi se cerró, Lin Wuyu agitó la mano en dirección a Ding Ji, que estaba afuera: —Apresúrate.

Ding Ji se dio la vuelta con mucha frialdad y decisión. Y sin más, se adentró al pasillo sin mirar atrás. 

Lin Wuyu sonrió e informó la dirección del hotel al conductor, y se recostó el asiento, cerrando los ojos y respirando con alivio. 

La distancia desde el hotel hasta la comunidad de Ding Ji, no fue más de tres minutos. Cuando se bajó del taxi, miró en la dirección en la que se encontraba la comunidad y se sintió como estar dentro de un sueño. Hubo un intento de motín hasta la tarde y regresó bien por la noche. 

De regreso a su habitación, Lin Wuyu primero fue por un refrigerio nocturno, en caso de que despierte con hambre por la noche. 

Después de tomar una ducha, sacó su teléfono y lo miró. 

Habían muchos mensajes. 

Eran de Lao Lin, Chen Mang y lo demás, también de Xu Tianbo.

Lin Wuyu primero hizo clic en los mensajes de Xu Tianbo, después de haberle dicho que iba a ir a robarse a alguien, no le importó informarle de cerca sobre esta situación a Xu Tianbo. 

Xu Tianbo probablemente no podía esperar más. 

- ¿Te arrestaron por allanamiento de morada? ¿Necesitas una fianza? ¿Alguien sabe la contraseña de tu tarjeta?

Lin Wuyu se divirtió al leer esto y se rió por un rato. 

- No te preocupes, ya fue rescatado. La abuela lo hizo y no pude actuar. 

- ¿Los ancianos ya lo saben? 

- Si

- ¿Fueron capaces de soportarlo? 

- Se veían bien, no mostraron alguna actitud negativa. Ding Ji volverá a hablar con ellos esta noche. 

- Comprendo, ahora que los ancianos lo saben, se puede considerar un paso muy importante, el que debía darse tarde o temprano, probablemente tuviste dolor de cabeza por un momento. 

- Algún día, cuando estés libre, reunámonos. 

- Ve al grupo, Dios del estudio, Chen Mang y los demás te han estado invocando. 

Lin Wuyu fue al chat grupal, y cuando entró, vio a Chen Mang y a los demás creando una fila de mensajes. 

- Se busca al perdido Dios del estudio, por información confiable obtendrá una recompensa de 1 Yuan. 

- Se busca al perdido Dios del estudio, por información confiable obtendrá una recompensa de 1 Yuan.

- Se busca al perdido Dios del estudio, por información confiable obtendrá una recompensa de 1 Yuan. 

Lin Wuyu sonrió y envió un mensaje al grupo. 

- Entreguen primero el dinero. 

Chen Mang envió un sobre rojo en el segundo siguiente. 

Pero antes de que Lin Wuyu le hiciera clic, el sobre rojo había sido robado. 

Chen Mang envió un emoji en la que se cubría el rostro. 

- Solo dime a qué hora se fijó todo. 

El plan de todos era ir a ver a Lao Lin primero, luego salir a comer e ir a divertirse. 

Lin Wuyu no parecía estar particularmente interesado en estas actividades grupales antes, pero ahora lo esperaba con ansías. 

Con o sin hogar, seguía igual que siempre, no hay diferencia. 

Pero aún así, hay una diferencia. 

Tal vez su forma de hablar o actuar. Al igual que sus sentimientos, cambiaron un poco. 

Sin embargo, la sensación de estar un poco perdido seguía ahí. 

No sabía si Lin Zhan tuvo un sentimiento similar a este cuando se fue de casa...tal vez no, después de todo, el miedo de Lin Zhan aún no se ha disipado, hasta ahora. 

Lin Wuyu acomodó sus brazos detrás de su cabeza y miró el techo. 

Por más de 20 años, sus padres han hecho todo lo posible a la hora de amar. También para odiar e incluso de ignorarlo de la mejor forma posible, hasta el punto de lo más extremo. 

Levantó su teléfono, vio el número de Lin Zhan en su guía telefónica y vaciló durante mucho tiempo. 

- Mañana iré a la casa de la abuela de Ding Ji a celebrar el día 30. 

Lin Zhan le respondió el mensaje después de unos minutos. 

- ¿Todo va bien?

- Todo salió bien, ¿Cómo pasarás el Año Nuevo? 

- Estaré con el perro. 

Lin Wuyu de repente sintió que había hecho una pregunta un poco tonta, con el carácter que tiene Lin Zhan, está seguro que no será alguien bueno para pasar estas festividades junto a otros. 

Antes de que pudiera responder, Lin Zhan le envió una foto de "¿Qué es esto?"

A "¿Qué es esto?" le colocaron un pequeño vestido de color rojo, cocido con hilos dorados y un cuello de color piel, también usaba unas botas de color rojas que combinaban perfectamente. 

- Es tan lindo. 

- Fue hecho a su medida. 

- ¿Te salió caro?

- Para nada, no se la voy a quitar incluso cuando salga a defecar, así no se congelará. Pero el que tiene que sacarlo soy yo, y eso es muy molesto. 

. . .

—¿A este perro le hicieron ropa a su medida? —la abuela se inclinó frente a la pantalla del teléfono de Ding Ji y lo miró: —Se bastante delicada la ropa y de buen material. 

—¿Yo también usaba ropa así de similar cuando era niño? —preguntó Ding Ji. 

—Dos, una chaqueta acolchada de algodón y un chaleco —dijo la abuela— pero no te vestía como este perro, tan llamativo. 

Ding Ji se apoyó en su abuela, riendo. Pero al pensar en eso, se sintió emocionado: —Ahora ya no puedes hacerme ropa. 

—Puedo hacer algo simple —dijo la abuela— incluso le hice pantalones cortos a tu abuelo el mes pasado. 

—Es roja —dijo el abuelo— la usé cuando fui al supermercado y fue tan cómodo. 

—Yo también quiero —dijo Ding Ji. 

—¡Qué pantalones cortos para ti! —dijo la abuela— Solo los ancianos usan eso, ni siquiera serás capaz de colocarte los otros pantalones si decides usarlos. 

—Entonces quiero algo más —dijo Ding Ji. 

—Entonces pídelo, ya sea la luna o las estrellas, al igual que toda el agua, —dijo la abuela—puedes hacer lo que quieras, siempre y cuando no seas alguien malo, solo quiero que seas feliz y que vivas cómodamente tu vida. 

Ding Ji sintió que escuchó música.

Cuando era niño, le gustaba jugarle malas pasadas a su abuela, pero si quería esto o aquello, su abuela siempre solía decirle esta frase. "Ya sea la luna o las estrellas, al igual que toda el agua" 

Ahora, que volvía a escuchar esta frase, además de recordar aquellos recuerdos de su infancia, sintió otra capa de acidez que llegó a él de manera indescriptible. 

Se pellizcó la punta de su nariz. 

La abuela realmente cumplió esto. 

Todo lo que quieras. 

Puedes hacer lo que quieras. 

Solo quiero que seas feliz. 

Inclinó su cabeza y escondió sus ojos en el hombro de su abuela. 

—Otra vez estás llorando —dijo la abuela. 

—Siempre destacas los puntos más amargos —dijo el abuelo mientras bebía té. 

—No puedo evitarlo. —dijo la abuela con una sonrisa: —Mi nieto más grande tiene muchos puntos dolorosos y siempre llorará apenas lo toque. 

—Lo siento —dijo Ding Ji en voz baja— lo siento.  

—No te disculpes —la abuela aplaudió— ¿De dónde proviene tanto perdón? lo siento por esto, por aquello, ¿Quieres vivir tu vida de esa manera? ¿De qué debes arrepentirte? no hay persona alguna a la que debas pedirle su perdón. 

—Es una muy buena razón —el abuelo siguió bebiendo té. 

—Tanto tu abuelo como tu abuela, —dijo la abuela— te criaron hasta este punto. En la persona en que debías convertirte, jamás lo pensé. Pero, sé el tipo de persona que es mi nieto, y yo que soy una persona que a medida que envejece ser testigo de eso. 

—Hasta el punto de ser un ser inmortal —dijo el abuelo— mira Xiao Ji...

—¿Eh? —Ding Ji se giró para mirarlo. 

El abuelo tomó el agua caliente, y mientras la vertía en la pequeña tetera, sopló el vapor caliente: —¿Lo viste? 

—¿Ver qué? —Ding Ji se secó los ojos.

—El alma del ser inmortal —dijo el abuelo— el alma del ser inmortal que es tu abuela. 

—¡¿Por qué suena como si estuviera maldita?! —dijo la abuela. 

Ding Ji cayó sobre el sofá mientras se reía: —¡No lo creo! ¡¿Aún soy capaz de caer en tus engaños a pesar de la edad que tengo?! ahora entiendo porque la pequeña frijol suspira. 

—¿Importa la edad? —dijo el abuelo— Tal vez seas mucho más joven que yo, pero aún no eres capaz de seguir mi ritmo. 

Ding Ji conversó con sus abuelos hasta después de las once, y luego su abuela le dijo que se fuera a dormir. 

Cuando salió después de haber tomado una ducha, sus abuelos ya se habían ido a su habitación y después de dar dos vueltas alrededor de la sala de estar, se fue a su habitación. 

Su abuela había limpiado su habitación, tanto las sábanas como los edredones fueron cambiados por unos completamente nuevos, e incluso, había una nueva lámpara de lectura sobre su escritorio. 

Ding Ji se sentó sobre la cama por un rato y luego fue al balcón. 

Estaba nevando afuera. 

Sacó su teléfono y le envió un mensaje a Lin Wuyu.

- Está nevando. 

Al mismo tiempo en la que escribió este mensaje, Lin Wuyu también le había enviado uno. 

- Pequeño pollito, pequeño pollito, mira, está nevando. 

Ding Ji miró esta línea de palabras, y al ver tan contraste, parecía una total escoria. 

Así que borró ese mensaje, y envió uno completamente distinto.

- Wuyu-gege, mira, está nevando. 

La llamada telefónica de Lin Wuyu llegó de inmediato, y tan pronto como Ding Ji tomó la llamada, escuchó su risa. 

—¿Por qué te ríes? —dijo Ding Ji— Estás tan animado. 

—Siempre eres tan cooperativo —dijo Lin Wuyu con una sonrisa— ¿No puedes dejarme ser feliz por un rato? 

—¿Todavía no te has dormido? —preguntó Ding Ji. 

—Estaba listo para irme a dormir, pero corrí las cortinas y vi cómo la nieve caía —dijo Lin Wuyu— quería verla por un rato. 

—Nieva todos los años —dijo Ding Ji— ¿Nunca antes la habías visto en invierno? 

Lin Wuyu se rió por un momento y de pronto, su voz se suavizó: —este es un nodo de memoria. 

—¿Qué? —preguntó Ding Ji. 

—Cuando quiera volver al pasado, recordaré estos puntos importantes —dijo Lin Wuyu— damos inicio a la grabación...

—...¿Qué? —Ding Ji se congeló. 

—La ropa que está frente a la mesa es de color verde —dijo Lin Wuyu. 

—¿Ah? —A Ding Ji le tomó un tiempo reaccionar: —Oh. 

—El día 29 del año nuevo, nevó —dijo Lin Wuyu— te lo dije por teléfono. 

—¿Eh? —Ding Ji se volvió a confundir.

—Te amo —dijo Lin Wuyu.